Freno a la indiscreción en el tema marítimo
viernes 1, abril 2011
El Canciller David Choquehuanca pidió a dirigentes sindicales, asambleístas del oficialismo, oposición, líderes de opinión, dirigentes de los movimientos sociales y periodistas, actuar con cautela en el tema del mar. El jefe de la diplomacia boliviana hizo esa recomendación, respondiendo a las exigencias de la nueva perspectiva que tomo la demanda marítima, con el anuncio de que se apelará a un tribunal internacional en procura de recuperar la salida soberana al mar.
El Jefe de la diplomacia señaló que una vez concluido el proceso de análisis sobre la estructura de la demanda se formará un equipo de trabajo altamente especializado, que tendrá la responsabilidad histórica de esta nueva vía que se ha tomado. Sin duda la recomendación del canciller tiene mucha validez y merece ser tomada en cuenta, pero fundamentalmente la advertencia debe servir para las altas autoridades del gobierno, que son las llamadas a guiar este nuevo proceso. Generalmente, las declaraciones imprudentes y las indiscreciones nacen en funcionarios que tienen acceso a información privilegiada. Eso no quiere decir que los políticos, dirigentes y líderes de opinión estén liberados de mantener prudencia. Los periodistas informan, orientan y aportan al debate y al esclarecimiento de los temas en la opinión pública, precisamente sobre la base de la información que surge tanto del gobierno como de los organismos llamados por ley a fiscalizar la gestión pública. Lamentablemente, algunos medios de comunicación, en los últimos años han apelado a las opiniones de supuestos "analistas", sujetos "sabelotodo" que opinan tanto de la radiación nuclear como de recetas de cocina, pasando por temas sensibles como la política internacional. Naturalmente, es cómodo mirar los toros desde la barrera y se lanzan irresponsables apreciaciones sobre cualquier tema. Sin duda existen especialistas que merecen credibilidad en diferentes campos a los que los medios y los periodistas acuden para establecer la validez de determinada tesis. Pero últimamente, se da paso a opiniones apresuradas, superficiales e irresponsables. Los periodistas sabemos que las mejores opiniones generalmente son de los que aprecian el silencio y lo aprovechan para meditar, estudiar e investigar. Ellos, generalmente mantienen su boca cerrada y solamente opinan cuando realmente hay algo importante que decir. Los otros, los que rondan los medios de comunicación para opinar aunque nadie los haya llamado, solo buscan protagonismo, desean aparecer en los periódicos o en la pantalla de televisión, obteniendo publicidad personal gratuita. Cuando se aproximan elecciones, aparecen nuevos "opinadores" o reaparecen otros que tienen una enorme facilidad para alcanzar los foros mediáticos. Muchos de ellos figuraron en las listas de diferentes fuerzas políticas, aunque no comulgaran con sus opiniones previas. Son los oportunistas que, felizmente, son fácilmente identificables, solo alguno por accidente llegó al parlamento o a un concejo municipal. Y es que la gente percibe la falsedad, el oportunismo y la comodidad de decir cualquier cosa sin la responsabilidad de las consecuencias. En cambio, el periodista cumple un deber de informar y orientar basado en conceptos éticos profesionales, señalados en sus códigos vigentes, que lo obligan tanto moral como éticamente a seguir determinados parámetros en busca de reflejar la verdad de los hechos. Los periodistas y los medios están sujetos a normas que desconocen la mayoría de los "opinadores" ocasionales. Los periodistas y los medios están obligados a respetar la moral como conjunto de normas que actúan en la conducta social. Y es la ética la que determina la conducta personal y responsabilidad profesional de cada comunicador, respeto por la búsqueda de la verdad. Dentro de la responsabilidad ética y moral de los periodistas y los medios, está el valorar el aporte de personalidades y autoridades en determinadas materias, para enriquecer el análisis y contribuir a la mejor comprensión u orientación de los acontecimientos. En este marco, el pedido del Canciller merece ser atendido no con un sentido de coartar el derecho de opinión que tiene cualquier ciudadano ni discriminar negativamente los aportes de opinión, si no cualificar responsablemente los aportes, tratándose de un tema tan delicado como es acudir a la justicia internacional por el tema de la salida al mar.CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN .
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
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