Tribuna
La diplomacia económica y el lobby
En su afán de participar activamente en la recuperación de la economía española, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha apostado por la Diplomacia Económica, herramienta que pone a disposición del sector productivo español toda la potencia de la acción exterior de España, aportando sus conocimientos y capacidad de gestión para que dicho sector sea cada vez más competitivo y gane presencia más allá de las fronteras nacionales.
La apuesta del Ministerio de Exteriores es sin duda esencial para la recuperación económica del país. Los indicadores de recuperación impulsada en gran parte por el crecimiento de las exportaciones demuestran, además, que ha sido una apuesta acertada por parte del Ministerio y del Gobierno de España.
Tras este primer esfuerzo exitoso de expansión, creo que ha llegado la hora de dotar a esta Diplomacia Económica de un elemento más que permita compaginar mejor los intereses empresariales con los intereses públicos nacionales para poder optimizar las oportunidades que surjan en los mercados extranjeros.
El elemento al que hago referencia es la creación de un círculo virtuoso de cooperación entre la Administración pública nacional, las empresas privadas y las empresas de lobby, estas últimas operando de enlace y correa de comunicación entre los objetivos de expansión comercial en el exterior y de fomento de la Marca España, y las exigencias impuestas por las autoridades y la sociedad civil en estos mercados extranjeros.
Este círculo es un elemento esencial de la Diplomacia Económica porque en todos los países los poderes públicos y los mercados están estrechamente enlazados y coexisten en un espacio, el espacio público, en el que se toman decisiones que afectan a las instituciones públicas, las empresas y los consumidores que compran sus bienes y servicios y los ciudadanos que votan por sus elegidos.
Hace tiempo que la Diplomacia Económica de otros países de nuestro entorno ha incorporando el lobby dentro de sus estrategias corporativas y públicas de expansión comercial y económica internacional.
Gracias al lobby han podido profundizar en las relaciones necesarias con las autoridades nacionales y regionales y con los clientes y proveedores de aquellos países en los que han querido crecer y que ejercen la máxima influencia sobre sus mercados locales y nacionales.
Para que las empresas españolas y la Marca España tengan éxito en su proceso de internacionalización deben participar activamente en los espacios públicos extranjeros en los que pretenden hacer negocio, convirtiéndose en miembros activos y de pleno derecho de la comunidad extranjera.
La acción exterior de España con sus más de 118 oficinas de representación es sin duda la puerta de entrada a estos espacios públicos extranjeros. Los lobistas pueden enriquecer esta experiencia con sus conocimientos sobre el proceso de toma de decisiones, sobre los decisores y sobre aquellos actores o "stakeholders" que más influencia tienen sobre las autoridades y la sociedad civil y por ende sobre el mercado.
Esto puede ser beneficioso para todas las partes: facilita la expansión de las empresas españolas, proporciona información a las autoridades extranjeras sobre las demandas de las compañías que se instalan en sus países y además asiste a las instituciones diplomáticas españolas en sus metas económicas.
La coordinación entre la acción exterior de España, las empresas españolas que buscan nuevos mercados y las empresas de lobby con presencia en estos nuevos mercados permitirá generar una reputación y una imagen de España y sus empresas como miembros activos de un mercado globalizado y de las sociedades y redes comerciales locales donde tienen presencia.
A la vez se podrá llevar a cabo un mayor esfuerzo para desmontar las posibles barreras sociales, políticas y legales a la entrada de productos y servicios españoles en mercados extranjeros, adquiriendo el conocimiento necesario y esencial acerca de las diferencias culturales, legales, políticas y sociales del nuevo mercado que quieren conquistar, pudiendo así adaptar las estrategias de internacionalización y promoción de la Marca España a las realidades y especificidades de cada mercado.
Los lobistas estamos entendiendo cada vez mejor la nueva situación y estamos adaptando nuestras estructuras a las nuevas demandas pasando de un enfoque exclusivamente nacional a otro global constituyendo redes de lobby que puedan asistir a las empresas en su país de origen y en los de destino, dialogando además de forma fluida con autoridades de varios países al mismo tiempo para maximizar las posibilidades de expansión exterior.
Una mayor cooperación entre la acción exterior de España, las empresas con intereses en mercados extranjeros y los lobbies con presencia en estos mercados maximizaría además la eficiencia de los recursos dedicados a la representación de España y de sus empresas en el exterior.
Sebastián Mariz. Socio director de la empresa de lobby EPPA España
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
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