El sistema es conocido como "la  bolsa de la cerveza" (Bierbörse). Los bares que adoptan este sistema  tienen una peculiar característica: un panel que cuelga de la pared muestra el  precio actual de las bebidas. Los valores cambian cada tres minutos  aproximadamente. Unos suben, otros bajan
 Los clientes miran atentos.
  
 Si la Beck's es muy vendida, su  precio sube. ¿No ha comprado nadie Warsteiner en los últimos 15 minuntos? El  precio baja. Los precios varían de acuerdo con la demanda y los clientes  intentan, evidentemente, hacer el mejor negocio.
  
 "Hay quien llega a comprar 10  cervezas de golpe", cuenta Jürgen Gerdau, quien se dedica a desarrollar este  software y a asesorar a los dueños de bares que quieran adoptar este sistema.  
  
 Crash,  bienvenido seas
  
 Tales ímpetus consumistas suelen  aflorar después de un crash. Sí, las bolsas de la cerveza también  quiebran y es entonces cuando los precios bajan. El momento de la quiebra  Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift:   Un panel gigante anuncia las  fluctuaciones de precios en las bolsas de la cerveza.se celebra a  lo grande: las luces se apagan, el panel comienza a parpadear, toca una campana  y
 los clientes corren como locos a la barra, claro.
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift:   Un panel gigante anuncia las  fluctuaciones de precios en las bolsas de la cerveza.se celebra a  lo grande: las luces se apagan, el panel comienza a parpadear, toca una campana  y
 los clientes corren como locos a la barra, claro.
  
 Sólo el que se da prisa consigue  buenas gangas, porque ante tamaña demanda en la barra, los precios suben  rápidamente otra vez. El momento de la quiebra es tan ansiado por los clientes,  como temido por los camareros detrás de la barra. 
  
 "El crash ocurre por lo  menos una vez cada noche, pero durante la semana es más frecuente. Si todo el  mundo se decide a comprar varias cervezas de un viaje, entonces nos quedamos sin  vasos", comenta Gerdau, "es como en las rebajas, todo el mundo se pelea por las  gangas."
  
 Fluctuación controlada por  software
  
 Pero, los precios no pueden  variar libremente, existe un límite. Los equipos de software instalados en bares  y restaurantes para determinar la oscilación de los precios permiten a los  dueños establecer unos mínimos y máximos para cada bebida.
  
  Bildunterschrift: Los bares que aplican la idea se  multiplican.Por ejemplo en el bar DAX (nombre real del índice de las  principales acciones en Alemania) de cerveza de Bielefeld, en el Estado de  Renania del Norte-Westfalia, los precios de los ocho tipos diferentes de  cervezas que el cliente puede consumir fluctúan entre 1,80 y 2,60 euros,  "dependiendo de qué es lo que los clientes estén pidiendo", dice Jörg Schuster,  uno de los socios.
Bildunterschrift: Los bares que aplican la idea se  multiplican.Por ejemplo en el bar DAX (nombre real del índice de las  principales acciones en Alemania) de cerveza de Bielefeld, en el Estado de  Renania del Norte-Westfalia, los precios de los ocho tipos diferentes de  cervezas que el cliente puede consumir fluctúan entre 1,80 y 2,60 euros,  "dependiendo de qué es lo que los clientes estén pidiendo", dice Jörg Schuster,  uno de los socios. 
  
 El DAX de Bielefeld fue  inaugurado en diciembre de 2006, así que es un miembro relativamente nuevo de la  familia del DAX de la cerveza, que abrió la primera de sus cuatro "filiales" en  Braunschweig, en Baja Sajonia, en 1994. En el 99 se inauguró la de Hanóver,  también en Baja Sajonia, que tal vez sea la más conocida de todas.
  
 Algo más que solo un  nombre
  
 Y es que los bares bursátiles no  sólo llevan las siglas del índice de acciones alemán, DAX, integrado en su  nombre, sino que además simulan el mundo de las finanzas con su decorado, por  ejemplo, con placas de Wall Street en las paredes. La quinta filial está en  proceso de construcción en Halle, en Sajonia-Anhalt; aunque los propietarios  sean otros, el nombre y la concepción del local son los mismos. Su inauguración  está prevista para agosto.
  
 Idea inglesa
  
 Aunque el nombre de estos locales  sea el de "bolsa o DAX de la cerveza", el procedimiento se suele aplicar a todas  las bebidas. En el DAX de la cerveza de Bielefeld, por ejemplo, todos los  precios fluctúan, desde los del vino espumante, hasta los de la Coca-Cola. Por  detrás de la cerveza, el campeón en ventas es el Wodka energy. 
  
 "Generalmente, el sistema está  diseñado para albergar entre 20 y 30 productos", describe Gerdau, que entró en  este negocio en 1991. "La idea de las bolsas de la cerveza se inició en  Inglaterra y en aquella época comenzaba a abrirse paso en Alemania. Observamos  lo que ya existía, lo perfeccionamos y desarrollamos un sistema propio".
  
 Gerdau aplicó su sistema por  primera vez en 1991 en un bar del que él mismo era socio en Kiel, en el Estado  de Schleswig-Holstein. A partir de entonces comenzó a recibir llamadas de  empresarios interesados, primero en Greifswald (Mecklemburgo-Pomerania  Occidental) y después en Braunschweig. No tardaron en llegar ofertas desde  Berlín
  
 De esta manera Gerdau fue ganando  clientes, y el empresario pasó a concentrarse en el desarrollo del software y en  el asesoramiento de interesados. Hasta ahora ya ha vendido cerca de 30 sistemas  en todo el país.
  
 Cervecería interactiva
  
 "El sistema no es sólo una  garantía de que el negocio va a ir bien, sino que además es una herramienta para  hacerlo más interesante, para llamar la atención de los clientes", dice Gerdau.  "Los clientes lo adoran, participan activamente, se sienten desafiados a obtener  los mejores precios y se divierten mucho en el proceso."
  
 Según Jörg Schuster, el consumo  de bebidas es más alto en los DAX de la cerveza que en los locales normales. La  dinámica desafía a los consumidores. "Una persona astuta y que no se atiene a  una sola marca de cerveza puede beber toda la noche a muy buenos precios",  anuncia Gerdau.
  
 La bolsa de la cerveza  Berliner Republik, en la capital, funciona desde 1996 y, de hecho, muy  bien, según su gerente, Frank Heelemann. "Incluso los lunes tenemos el mismo  movimiento, y es que la bolsa ayuda a atraer a la gente. Es nuestro  highlight".
  
 Durante el día, es un  bar-restaurante normal. A partir de las 18:00 la bolsa entra en acción y los  precios de los 18 tipos de cervezas en la carta, hasta entonces fijados a 2,50  euros, pueden llegar a caer por debajo de 1,50. Eso es así porque Heelemann  decidió no establecer un precio mínimo o máximo para las cervezas; allí impera  la verdadera ley de mercado.