Oskar Schindler: espía, empresario y  héroe
 
Oskar  Schindler cumpliría hoy cien años. El empresario alemán que la película de  Spielberg convirtió en un héroe a nivel mundial por haber salvado de la muerte a  cientos de judíos no es muy apreciado en su ciudad  natal.
El  28 de abril Oskar Schindler -el hombre que salvó la vida de 1200 de sus  empleados judíos durante el Holocausto- habría cumplido100 años. Los actos  conmemorativos en su honor son múltiples. La Deutsche Post los correos  alemanes- han emitido un sello en su honor. Sin embargo, justo en su ciudad  natal, en la checa Svitavy, su memoria causa malestar. Por "nazi" y   "espía" se lo tiene en la República Checa, a pesar de todo lo bueno que se pueda  aseverar acerca de él, a pesar de la película de Steven Spielberg
  Sus  compatriotas prefieren ignorar su historia: saben que nació ahí, conocen su casa  natal y poco más. Una exposición del historiador Radoslav Fikejz pretende  reivindicar la imagen del ciudadano más célebre de Svitavy.  Edición  especial de un sello en honor de Oskar Schindler
 
En  Svitavy no tenía muy buena fama
 
Oskar  Schindler nació en Svitavy como hijo de un fabricante de maquinaria agrícola.  Zwitau se llamaba la ciudad en ese entonces y nueve de cada diez habitantes  hablaban alemán; eran sudetes y había tantos judíos como cristianos. La familia  Schindler era católica, pero no profesaba; el pequeño Oskar jugaba con unos y  otros.
 
Desde  su desplazamiento después de la Segunda Guerra Mundial,  no quedan alemanes  en la actual Svitavy. El apellido Schindler  no se encuentra en la ciudad,  tampoco nadie que quiera recordar a esa familia. El joven Oskar, que a los 20  años contrajo matrimonio con Emilie Pelzl, hija de un rico agricultor, no tenía  muy buena fama. 
 
Después  de los seis años de escuela primaria obligatorios, Oskar Schindler se cambió a  una secundaria de segundo orden, la cual tuvo que abandonar cuatro años después,  a la fuerza. Había falsificado un certificado de calificaciones. Las mujeres y  las motocicletas parecían importarle más que su formación. Más tarde volvería a  tener conflictos con la Ley.  
 
Al  fracasar como empresario, ingresó al cuerpo de espías de Hitler que  actuaban en contra de la entonces Checoslavia, fue miembro del Partido Obrero  Nacionalsocialista de Alemania. En 1939 empezó a dirigir la fábrica de su  suegro. Por espía y colaborador con los alemanes fue condenado a muerte, de la  que lo salvó la invasión de los nacionalsocialistas.
 
 Oskar  Schindler, una foto del tiempo de la Segunda Guerra  Mundial¿Un  farsante de buen corazón?
 
¿Y  a alguien así van a rendir honores en una exposición? La gente en Svitavy se  indigna. Antes de que en 1994 erigieran una estatua en su honor, delante de la  casa de su familia, el debate fue intenso. Sobre todo los concejales comunistas  estuvieron en contra, pues aceptar a los alemanes como parte de la propia  historia es algo todavía muy difícil de digerir.
 
Tras  el inicio de la guerra en 1939, un acaudalado Schindler  -arribista y   miembro del partido nazi- compró cerca de Cracovia una fábrica que había  sido de judíos. "Festines y mujeres bonitas", así titula el artículo que con  motivo de este aniversario publica Focus online. En él se asevera que en 1941,  gracias a sus buenos contactos con los nazis, consiguió el permiso para  contratar judíos. Que su idea era usarlos como esclavos, asevera Focus; sin  embargo, una superviviente cuenta que al ingresar a la planta de Schindler, éste  le dijo: "Trabajando aquí no le pasará nada; sobrevivirá la  guerra".
 
Cuando  en 1944, el ejército soviético se acercaba, Schindler engañó, falsificó y  sobornó  para poder trasladar su fábrica y a sus cientos de trabajadores a  una zona más segura. "Vi a un hombre que puso constantemente en riesgo su vida  para hacer lo que hizo. Era un ser humano. Tuvo que tener un corazón de oro",  afirmó, según informan agencias, su secretaria Reinhardt al diario Haaretz de  Israel.
 
Nadie  es profeta en su tierra
 
Mientras  que en la lápida de Schindler en el cementerio católico de Jerusalén se lee: "El  inolvidable salvador de 1.200 judíos perseguidos", y en otra placa recordatorio  en el museo en memoria del Holocausto de Yad Vashem consta que fue uno de los  tres primeros alemanes en recibir en 1963 el título honorario de "justo entre  los pueblos", Svitavy tiene problemas con su memoria.  "Sería bueno que la  gente lo viera como un conciudadano, pero los mayores tienen un conocimiento  simplificado de la historia. Sin embargo, la historia de su intervención en la  salvación de judíos comienza a cambiar su imagen", explica el historiador  Fikejz.
 
 En  1967, al recibir el Premio de La Paz de la Sociedad Martin  Buber¿Prevalece  entonces la imagen de Schindler, entonces, como el héroe de Spielberg?  Su  esposa Emilie declaró, en no pocas entrevistas, que ella misma salvó a muchos  más judíos que su mujeriego y despilfarrador esposo. Los Schindler emigraron  juntos a Argentina en 1949; pero en 1957 Oskar volvió a Alemania, solo.  El  biógrafo de Schindler, David M. Crowe, si bien reconoce sus errores humanos,  halla justo que se le rinda homenaje, pues todo ello no resta valor a lo  que cuenta Spielberg en la película que hizo famoso su nombre en todo el  mundo.
 
A  pesar de La  lista de Schindler,  a Svitavy le cuesta quererlo. La exposición por los cien años de su nacimiento  pretende limpiar su nombre basándose en las historias relatadas por los  supervivientes del Holocausto.Y  si los de Svitavy no llegan a quererlo, por lo menos lo apreciarán por haberse  vuelto tan famoso. Así, por ejemplo, opina un vendedor: "Es una persona  controvertida, por su pasado militar. Es difícil apreciarlo. Pero nuestra ciudad  que no tiene muchos ciudadanos ilustres, por lo menos tiene a  Schindler".
 
Peter  Hornung/Mirra Banchón
 
Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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