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        Endesa ya es italiana. En pleno inicio del  Carnaval 2009, la gran eléctrica española, que es también la primera compañía  privada del sector en América Latina, ha cambiado de ropaje y se ha desprendido  de la última prenda hispana. Tras 17 tormentosos meses de relación, en los que  han salido a relucir hasta nombres de cuñadas, Acciona ha acordado vender al  grupo italiano, participado en un 30% por el Estado, el 25% del capital de la  eléctrica a 41,95 euros por acción. Eso suma 11.107,4 millones: 8.217,9 en  efectivo y unos 2.889,5 millones en activos renovables, eólicos e hidráulicos.  Enel, que protagonizó con Acciona la ofensiva contra la OPA de la alemana E.ON  sobre Endesa, pasará a controlar el 92% de la eléctrica.
    El contrato prevé una penalización de 1.000 millones por  incumplimiento
   La eléctrica pagará el 16 de marzo un dividendo récord de 6.243  millones
   El acuerdo se ejecutará en diversas fases, entre las que se incluye el  reparto el próximo 16 de marzo de un dividendo de 5,897 euros por cada acción de  Endesa, lo que supone un total de unos 6.243 millones, el mayor repartido nunca  en España.
 La operación, comunicada a la CNMV casi a la una de la madrugada, está  supeditada a que este organismo no obligue al grupo italiano a lanzar una OPA  sobre el 8% del capital que aún queda en Bolsa. El acuerdo deberá pasar, además,  por el tamiz, al menos, de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) y de  Bruselas.
 Hasta que el proceso de autorizaciones esté completado -entre tres y seis  meses- en el consejo de Endesa convivirán los consejeros de Acciona y de Enel.  En ese periodo, además, Enel tendrá que haber satisfecho, al menos, el 75% del  precio pactado. Muy probablemente, el relevo de José Manuel Entrecanales en la  presidencia de la eléctrica se realizará en marzo.
 Para Acciona, que ha rematado la operación de venta pactada con un año de  antelación, ha sido un buen negocio. En menos de año y medio, ha logrado unas  plusvalías de 1.850 millones.
 El acuerdo de venta se atiene a lo acordado en el pacto parasocial firmado  entre Acciona y Enel en 2007 y que vencía en marzo de 2010. Concretar la  cantidad, garantías, avales y plazos ha llevado tiempo, casi cuatro meses, en  los que se han sucedido las tensiones. Finalmente, y tras varios amagos más de  ruptura durante la semana, ayer se concretó la operación. El contrato de 33  páginas más otras 34 de anexos fue firmado por los máximos responsables de ambos  grupos, José Manuel Entrecanales y Fulvio Conti. Prueba de que no terminan de  fiarse entre sí es la elevada cláusula penal de hasta 1.000 millones para caso  de incumplimiento.
 Por el acuerdo, Acciona se hará con 2.104 megavatios de activos de energías  renovables por 2.890 millones, lo que equivale a 1,37 millones por megavatio.  Recibirá presas en Aragón, Galicia y Cantabria (682 megavatios); centrales  minihidráulicas (175 megavatios) y lo que es más interesante para la estrategia  de Acciona, 1.154 megavatios de activos eólicos en España y 94 megavatios en  Portugal. Unos 150 trabajadores serán traspasados a Acciona. Además, Acciona  comprará electricidad a Endesa y Endesa comprará turbinas a la constructora.
 Con el divorcio pactado, ambos grupos, español e italiano, tienen razones  para sentirse aliviados. Acciona, en plena crisis del sector del ladrillo, y con  una deuda de 17.500 millones, obtiene recursos con los que aliviar su situación  financiera. Para entrar en Endesa, Acciona recibió créditos por importe de 9.200  millones, de los que no ha utilizado 1.083 millones. Con la amortización del  crédito -más la desconsolidación de la deuda de Endesa en su balance-, Acciona  saneará sus cuentas.
 Para los italianos de Enel, el acuerdo equivale a un analgésico en pleno  dolor de muelas. En 2007, en el fragor de la batalla por Endesa, el grupo aceptó  que la eléctrica fuera gestionada por los españoles. Era el barniz que cubría  toda la operación. Pero ambas partes sabían que, finalmente, todo acabaría en  divorcio. El ministro italiano de Administración Pública, Renato Brunetta  definió perfectamente la relación Acciona-Enel en Endesa y su futuro. "Las cosas  contra natura" dijo el ministro en octubre pasado "a veces pueden ser incluso  agradables, pero no duran mucho".
 La salida de Acciona deja a Enel en una envidiable situación en la cuenca  mediterránea y en una posición más que interesante en América Latina, donde  Endesa está más que bien posicionada en Chile, Argentina, Perú, Colombia y  Brasil. A cambio, el grupo italiano elevará significativamente su deuda: a los  51.000 millones que tenía se añade el préstamo de 8.000 millones firmado con una  docena de entidades (Santander y BBVA entre ellas) para comprar  Endesa.