"Se alcanzó mucho más de lo esperado, tomando en cuenta los muchos intereses  en juego", dijo el funcionario alemán en Bali. Pero al mismo tiempo, agregó, es  mucho menos de lo que Alemania y la Unión Europea se han fijado como  objetivo. Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift:   Sigmar Gabriel: "Mucho más de lo  esperado".
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 De acuerdo con Gabriel, lo más importante es que ahora por lo menos se cuenta  con una hoja de ruta que pudiera desembocar en un nuevo acuerdo y que contiene  "compromisos mucho más significativos" para que las naciones industrializadas,  con la participación de Estados Unidos, colaboren a fin de proteger el  clima.
 Los acuerdos alcanzados en Bali también involucran a las naciones en  desarrollo y ello, según el ministro alemán, es otra muestra del éxito de la  cumbre.
 A ésta seguirán dos años de negociaciones guiadas por la hoja de ruta, tras  lo cual debieran quedar establecidas definitivamente las metas que reemplazarán  a las del Protocolo de Kyoto.
 Tensa madrugada
 Representantes de más de 180 países en la conferencia sobre cambio climático  de la ONU en Bali alcanzaron hoy un acuerdo sobre un mandato para negociar un  nuevo tratado climático que reemplace al Protocolo de Kyoto, que expira en  2012.
 Tras las maratónicas negociaciones, que se estancaron en un enfrentamiento  entre Europa y Estados Unidos sobre si el documento final debía mencionar metas  específicas para la reducción de emisiones de los países ricos, delegados de más  de 180 países llegaron a un acuerdo para negociar un nuevo tratado que debe  estar terminado hacia fines de 2009.
 Las negociaciones también habían quedado estancadas por la preocupación de  países en vías de desarrollo, como China e India, ante la perspectiva de ser  comprometidos con metas de reducción en las emisiones de gases. El Protocolo de  Kyoto sólo establecía objetivos de reducción para países industrializados. Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift:   La delegación estadounidense cambió  de estrategia.
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 Los emergentes también reclamaban mayor transferencia tecnológica por parte  de las naciones ricas y otorgar más relevancia a determinados aspectos del  mandato.
 Cambio de estrategia
 Tras las críticas de los delegados a su actitud de bloqueo, Estados Unidos  cambió su postura y se unió al acuerdo. La jefa de la delegación estadounidense  Paula Dobriansky dijo que su país no quería ser un obstáculo.
 "Estados Unidos tiene un gran compromiso en esta materia y sólo quiere  asegurarse de que todos actuemos de forma conjunta. Queremos avanzar y aumentar  el consenso", dijo Dobriansky.
 Grupos defensores del medio ambiente criticaron el acuerdo por considerar que  se queda corto en sus ambiciones.
 La hoja de ruta de Bali no garantiza que todos los países desarrollados  negociarán compromisos que los obligarán a reducir las emisiones de gases de  efecto invernadero, y, además, deja abierta la posibilidad de acciones  voluntarias de parte de países desarrollados, comentó Oxfam Internacional.
 A pesar de la evidencia científica, "no hay metas claras para reducir las  emisiones globales" en la hoja de ruta de Bali y ni siquiera contiene un  rango de metas de emisiones para los países desarrollados con unas pautas para  la reduccion de entre el 25 y el 40 por ciento de las emisiones por debajo del  nivel de 1990 en 2020, señaló el grupo.
 Opiniones críticas
 Según World Wide for Nature (WWF), el precio de la participación a última  hora de Estados Unidos fue que el acuerdo resultante fuese más débil. Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift:   El secretario general de la ONU  (izq.) llamó a la cordura.
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 "Se pidió a la administración estadounidense que dejara de obstaculizar el  camino y al final cedieron a la presión", dijo Hans Verolme, director del  programa de cambio climático global de WWF. "La hoja de ruta de Bali deja un  asiento en la mesa para que el próximo presidente estadounidense haga una  contribución real a la lucha global por detener el peligroso cambio  climático".
 Mientras tanto, Greenpeace mantiene su confianza en que la presión constante  en todos los continentes obligará a los gobiernos en los próximos dos años a  aceptar las inevitables reducciones en las emisiones de gases de efecto  invernadero.
 "Los gobiernos deben seguir ofreciendo resistencia a este presidente  estadounidense incapaz con su maliciosa agenda. Las naciones industrializadas  ahora deben ponerse inmediatamente objetivos ambiciosos para reducir emisiones,  con la confianza de que pronto habrá una nueva administración estadounidense",  dijo Gerd Leipold, director ejecutivo de Greenpeace Internacional.
 El acuerdo se alcanzó después de que el presidente indonesio, Susilo Bambang  Yudhoyono, y el secretario general de la ONU, Ban Ki- moon, instaran a los  delegados a superar sus diferencias.
 Ban dijo que estaba decepcionado por el lento avance en las negociaciones y  urgió a los delegados a aprobar rápidamente un plan para iniciar las  negociaciones sobre el nuevo tratado climático.
 El borrador del acuerdo reconoce que harán falta importantes reducciones en  las emisiones globales para alcanzar los objetivos de la Convención y subraya la  urgencia necesaria para actuar, como indica el informe del Panel  Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift:   La sociedad civil recibió el  acuerdo con ojos críticos.
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift:   La sociedad civil recibió el  acuerdo con ojos críticos.
 El acuerdo tras dos semanas de conversaciones es un paso adelante en la  ralentización del calentamiento global que, según el IPCC, es causado por  actividades humanas como la quema de combustibles.
 El aumento de las temperaturas pueda causar un aumento del nivel del mar y el  derretimiento de los glaciares, así como tormentas y sequías más intensas, con  migraciones masivas de refugiados climáticos como consecuencia.
 Cae un "nuevo muro de Berlín"
 El secretario ejecutivo de la Convención de Naciones Unidas para el Cambio  Climático, Ivo de Boer, se mostró satisfecho con "el brillante resultado" de la  conferencia, según declaró a dpa en Bali.
 De Boer calificó de hito el acercamiento entre países industrializados y  emergentes: "Ha caído el muro de Berlín entre países del norte y del sur",  destacó.
 El holandés recordó, sin embargo, que con la aprobación del mandato de  Bali el trabajo duro no ha hecho más que comenzar. "Ahora el mayor reto es  hacer realmente lo que hemos prometido aquí", advirtió.
 La conferencia duró en total dos semanas. En los últimos tres días, los  representantes de más de 180 países negociaron casi sin interrupción.