Deutsche  Welle: ¿Señor Kosslick, qué hace el director de un festival en las restantes 50  semanas en las cuales no hay festival?
  
 Dieter  Kosslick: En principio, lo  mismo que hago durante el festival: hablar con personas, asistir a selecciones  de películas, cultivar los contactos. Sobre todo procuro divulgar el festival  para atraer visitantes y participantes. Además intento convencer a los cineastas  de que muestren sus filmes en la Berlinale y no en otros festivales. Ya ello es  una tarea que me lleva un año entero de trabajo.
  
 ¿Significa  que usted se pasa el año viajando de un festival a otro?
  
  Dieter  Kosslick conversa con Jochen Kürten.No de un festival a otro.  Pero sí visito algunos, para ver qué se está haciendo, cómo se organizan y  cuáles son las tendencias. Eso supone trabajo para doce meses. No debe olvidarse  que somos un equipo de 15 personas las que trabajamos durante todo el año. Pero  cuando comienza la Berlinale, somos 1.800. Se trata de un enorme trabajo  organizativo, que empieza en septiembre y va hasta fines de marzo. O sea, que  durante todo el año no nos sobra justamente tiempo. Durante los seis meses  restantes tomo seis semanas de vacaciones y los otros meses estoy de viaje.
 Dieter  Kosslick conversa con Jochen Kürten.No de un festival a otro.  Pero sí visito algunos, para ver qué se está haciendo, cómo se organizan y  cuáles son las tendencias. Eso supone trabajo para doce meses. No debe olvidarse  que somos un equipo de 15 personas las que trabajamos durante todo el año. Pero  cuando comienza la Berlinale, somos 1.800. Se trata de un enorme trabajo  organizativo, que empieza en septiembre y va hasta fines de marzo. O sea, que  durante todo el año no nos sobra justamente tiempo. Durante los seis meses  restantes tomo seis semanas de vacaciones y los otros meses estoy de viaje.
  
 Usted  está considerado un talento comunicativo. ¿Cual es la importancia del diálogo  con los colegas?
  
 Siempre  es bueno y no sólo entre nosotros. Como pasamos medio año hablando sobre un  producto que todavía no existe y del cual apenas hemos conocido algunos  ingredientes o sea, las estrellas, el director y el tema- la comunicación es de  gran importancia. Es bueno entenderse y dialogar. No hay nada peor que una  película mal colocada en un festival. De ello resultan desventajas tanto para el  director como para la película. Por eso, la famosa máxima de que "hablando se  entiende la gente" es también muy importante en el cine y principalmente para  los directores de festivales.  
  
 Ya  muy tempranamente se supo qué película iba a abrir el festival:  "The International", de Tom Tykwer. ¿Fue  difícil conseguir esa película para la Berlinale?
  
 Dieter  Kosslick: Si, conversamos  mucho. Es una película de Tom Tykwer con una enorme dimensión, que no solo se  llama The International,  sino que también fue filmada en varios países. En una superproducción como ésa,  obviamente diversas fuerzas tiran para diferentes lados.  Clive  Owen (izq.), Naomi Watts (centro) y Tom Tykwer, antes de la filmación de "The  International", en Milán.Pero en relación con la película  logramos un consenso con los estudios Sony, así como también con Sony en Berlín,  cuya sede está aquí, cerca del Potsdamer Platz (donde se realizará el festival  de cine), en el sentido de que nos gustaría a todos tener esa película en la  Berlinale. Es decir, que nos unimos para lograr ese objetivo. Lo más importante  fue el consenso al respecto.
 Clive  Owen (izq.), Naomi Watts (centro) y Tom Tykwer, antes de la filmación de "The  International", en Milán.Pero en relación con la película  logramos un consenso con los estudios Sony, así como también con Sony en Berlín,  cuya sede está aquí, cerca del Potsdamer Platz (donde se realizará el festival  de cine), en el sentido de que nos gustaría a todos tener esa película en la  Berlinale. Es decir, que nos unimos para lograr ese objetivo. Lo más importante  fue el consenso al respecto.
 Mostraremos  una película que sorprenderá a la gente. ¿Por qué acaba de producirse un  largometraje como ése precisamente ahora en medio de la crisis financiera? ¡La  película trata justamente de intrigas financieras a nivel de bancos  internacionales! ¡Es "el" filme sobre el tema!
  
 ¿Qué  pudo observar en sus visitas a otros festivales en los últimos meses? ¿Hay  alguna tendencia que sobresalga en el cine, regional o  temáticamente?
  
 Sin  duda, hay tendencias. Muchas películas tratan, por ejemplo, de guerras, pero ya  no como en años anteriores, en que se vieron muchas escenas de guerra o combates  y soldados. Hoy se ruedan muchas películas sobre los efectos de la guerra. ¿Qué  significa la guerra para una familia cuando un niño de cuatro años de edad  pierde a su padre? ¿Qué significa que una mujer recién casada pierda a su amado  en el campo de batalla? Y qué significa que soldados tengan que regresar a la  sociedad "normal", a trabajar como taxista, después de haber pasado dos años  entrenándose para matar y asesinar. La particular situación de esas personas es  tema en el cine de hoy. Para mí no es ninguna sorpresa, pero sí sorprende la  intensidad con la que el cine trata esa temática en algunos países. Son también  temas que, en cierta forma, afectan a todo el mundo. Estamos por casualidad bien  preparados, porque nos venimos ocupando de ello desde hace dos o tres años.
  
 ¿Hay  otras tendencias actuales?
  
 Hay  cada vez más películas principalmente documentales, pero también de ficción  que tratan de escándalos alimentarios y la producción de alimentos.  Fotograma  de "Food Inc.": un desastre, es posible.Todos los días se publica  algo al respecto. Y existe un movimiento, no sólo ecológico, de personas que se  oponen y dicen: ¡esto no puede seguir así! Ése es un tema importante, también  para la Berlinale. Ya al inicio del festival exhibiremos una gran película al  respecto, con el título Food  inc., que pone al descubierto manipulaciones con los alimentos. El tema  posee una dimensión similar a la de la crisis financiera. Es todo un apocalipsis  internacional. Si no surge una nueva forma de pensamiento al respecto y si no  son halladas nuevas formas de producción, con los alimentos pasará lo mismo que  nos acaba de pasar en el sector bancario, o sea, un desastre.
 Fotograma  de "Food Inc.": un desastre, es posible.Todos los días se publica  algo al respecto. Y existe un movimiento, no sólo ecológico, de personas que se  oponen y dicen: ¡esto no puede seguir así! Ése es un tema importante, también  para la Berlinale. Ya al inicio del festival exhibiremos una gran película al  respecto, con el título Food  inc., que pone al descubierto manipulaciones con los alimentos. El tema  posee una dimensión similar a la de la crisis financiera. Es todo un apocalipsis  internacional. Si no surge una nueva forma de pensamiento al respecto y si no  son halladas nuevas formas de producción, con los alimentos pasará lo mismo que  nos acaba de pasar en el sector bancario, o sea, un desastre.