El sábado de la semana pasada el ministro Alejandro Madrid, quien sustancia  el proceso por la muerte del ex Presidente Eduardo Frei Montalva, realizó una  diligencia en la Clínica Santa María, donde en 1982 murió el ex mandatario. Esta  fue solicitada en marzo de este año por el abogado querellante de la familia,  Álvaro Varela.
  La pesquisa, que buscó "fijar" el lugar en imágenes, provocó más de algún  comentario entre los ministros de la Corte Suprema, debido a que se realizó a  sólo quince días de las elecciones presidenciales en la que participa el hijo  del fallecido estadista. Lo anterior, debido a que circulan fuerte rumores que  indican que Madrid daría un golpe en cualquier momento.
 Y es que el tema de la imagen institucional, señaló un alto magistrado,  podría verse mellada por una suerte de interpretación de favoritismo hacia el  abanderado oficialista, si es que Madrid decide someter a proceso a alguno de  los médicos que participó en la operación a Frei padre o bien sobresea la causa  sin responsables. Todos los escenarios, en cualquier caso, abren complicaciones  de carácter político.
 Según supo El Mostrador, entre los supremos se han hecho  comentarios de pasillo respecto a la falta de prudencia de Madrid, aunque  reconocen al mismo tiempo que la independencia de los jueces es una facultad que  no está en cuestión.
  Básicamente, el análisis apunta a la independencia que ha tomado    el Poder Judicial de los temas políticos durante al menos los últimos tres    años, fecha en la que partió la implementación de un diseño comunicacional que    ha buscado cambiar la alicaída imagen de los jueces, y que logró que en 2009    la Justicia fuera percibida como una de las instituciones con mayor    transparencia.
  El tema no es menor tomando en cuenta que muchas veces Frei ha aludido a la  muerte de su padre en medio de la campaña. De allí que algunos esperan que  Madrid dilate la decisión hasta después de la segunda vuelta, como una manera  prudente de tomar distancia del proceso eleccionario.
 Básicamente, el análisis apunta a la independencia que ha tomado el Poder  Judicial de los temas políticos durante al menos los últimos tres años, fecha en  la que partió la implementación de un diseño comunicacional que ha buscado  cambiar la alicaída imagen de los jueces, y que logró que en 2009 la Justicia  fuera percibida como una de las instituciones con mayor transparencia.
 Lo heterónomo
 A la complicación Suprema se suma la frase poco feliz que pronunció el  senador Frei hace algunas semanas, relativa a la "puerta giratoria" que favorece  a los delincuentes, apuntando a la responsabilidad de lo tribunales en materia  de seguridad ciudadana.
 El hecho provocó tal nivel de molestia entre los altos magistrados, que el  vocero de la Corte Suprema, Milton Juica, lo calificó como "desconocimiento" del  sistema. Juica, al mismo tiempo, usó la frase "mala fe", más propia del lenguaje  político, pero que en el ámbito judicial está casi vedada por la misma  razón.
Supremos consultados por este diario, explicaron que en su oportunidad  las afirmaciones de Frei cayeron como un balde agua fría, en el entendido que el  número de prisiones preventivas que se dictan y el endurecimiento de las penas  ha ido en aumento, colocando a Chile como el país con uno de los más altos  índices de detenidos en las cárceles, en comparación con otras naciones de la  región.
 Tal fue el revuelo que causaron los dichos del candidato oficialista, que el  abogado Juan Pablo Hermosilla, vocero de Océanos Azules en temas de seguridad  pública, debió dar explicaciones públicas de lo ocurrido con el objeto de  matizar el error comunicacional de Frei.
 Ya es tradición que los abanderados presidenciales durante la campaña se  reúnan con los supremos con el fin de dar a conocer sus propuestas en materia de  Justicia. Pero debido al entredicho, este año Frei decidió no concurrir, lo que  generó más de algún comentario. Y es que los jueces tienen aspiraciones para  mejorar el sistema, pero los recursos son escasos, toda vez que no tienen un  presupuesto propio y deben recurrir a Hacienda para las eventualidades que  surgen cada año.
 El premio
 Durante el último tiempo, la Corte Suprema ha buscado hacer valer su  autonomía como tercer poder Estado, pero no como un actor político que busca  influir y construir poder. A partir de esta premisa, la posibilidad de que  Madrid tome alguna decisión a días de las elecciones les provoca a los supremos  más de una complicación.
 Hasta ahora no han "habido recomendaciones ni mucho menos al ministro Madrid.  No nos corresponde adentrarnos en el fuero interno de un juez que sustancia una  causa criminal tan importante para el país", confidenció un supremo consultado  por este diario.
 La frase del alto magistrado apunta a la "prudencia", una de las cuatro  virtudes cardinales que guían el actuar de los jueces cuya estatua se encuentra  en la nave central del palacio de tribunales junto a las otras tres: justicia,  fortaleza y templanza.
 En todo caso, más allá de los comentarios de pasillo, Madrid ha mantenido una  conducta lineal en sus decisiones y es merecedor -entre los periodistas que  cubren el sector tribunales- del premio "Adolfo Bañados", el supremo que  sustanció el caso Letelier a principios de los 90.
 Bañados solía decir cuando era inquirido sobre las alternativas del caso por  la prensa: "Se verá al final". Madrid, por su parte, usa un discurso  hermenéutico para negar aspectos del caso, pero sin nunca confirmar ni descartar  nada.
 Entre los abogados ligados a la causa suele comentarse que Madrid tiene la  paciencia de un hombre de 5 mil años, ya que sus decisiones las toma con la más  absoluta convicción, no importa a quién favorezca o afecte.
 El magistrado, quien dejó el cigarrillo hace algunos años, es un funcionario  judicial respetado y bien evaluado por los supremos y un paciente y fino  investigador. Tanto es así que fue él quien encontró la autopsia de Frei  Montalva, escondida por más de 20 años bajo el rótulo de NN, en el hospital de  la Universidad Católica. También descubrió la existencia del Laboratorio de  Guerra Bacteriológica del Ejército que funcionaba en calle Carmen 339, actual  sede del Archivo Judicial. En ese lugar se prepararon venenos como la toxina  botulínica, sustancia con la que se sospecha puedo haber provocado la muerte del  ex mandatario.
 Asimismo, Madrid realizó una diligencia en el Cementerio General a fines de  diciembre de 2005, cuando desenterró los restos del ex Presidente para  someterlos a distintos peritajes.
 Junto a todo lo anterior, la capacidad de trabajo de Madrid es un elemento  que destaca en los pasillos de tribunales. Además del caso Frei ha sustanciado  el proceso por el secuestro y homicidio del químico de la DINA Eugenio Berríos y  el asesinato del ex diplomático español Carmelo Soria. Ambas causas sólo esperan  la sentencia de primera instancia para los militares involucrados. También  tramita el homicidio del agente de la DINA Manuel Jesús Leyton y el  envenenamiento de miristas en la cárcel pública a fines de 1981 por  botulismo.
 Por ahora, todo parece indicar que Madrid podría dictar la próxima semana una  decisión, aunque los supremos consultados apuestan que la prudencia guíe sus  pasos y así evitar una arremetida de la derecha, que podría acusarlos  públicamente de intervencionismo electoral.