Una economía de  servicios
Los  servicios producidos por la industria privada representaron el 67,8 por ciento  del producto interno bruto de Estados Unidos en 2006, con los bienes raíces y  los servicios financieros como la banca, los seguros y la inversión, en primer  lugar. Otras categorías de servicios son: ventas al por mayor y al detalle;  transportes; atención de la salud; servicios jurídicos, científicos y  administrativos; educación; artes; entretenimiento; recreación; hoteles y otros  tipos de hospedaje; restaurantes, bares y demás servicios de alimentos y  bebidas.
La producción de bienes representó el 19,8  por ciento del PIB: manufacturas -como computadoras, automóviles, aviones y  maquinaria- 12,1 por ciento; construcción, 4,9 por ciento; extracción de  petróleo, gas y otros productos de minería, 1,9 por ciento; agricultura, menos  del 1 por ciento.
Los gobiernos federal, estatales y municipales  aportaron el resto: 12,4 por ciento del PIB.
Los sectores de más rápida  expansión son: servicios financieros; servicios profesionales, científicos y  técnicos; fabricación de bienes durables, sobre todo computadoras y productos  electrónicos; bienes raíces; y atención de la salud.
Con una menguante  participación en el crecimiento del PIB figuran la agricultura, la minería y  otros tipos de manufacturas, como los textiles. "Las manufacturas de poco valor,  hechas a partir de productos básicos, están desapareciendo en Estados Unidos  para pasar a naciones en desarrollo donde las operaciones fabriles rutinarias se  pueden realizar a bajo costo", señala el Consejo de la  Competitividad.
Sin embargo, Estados Unidos se mantiene a la vanguardia  mundial como país manufacturero pues sus fábricas produjeron bienes por valor de  1,49 billones de dólares en 2005, 1,5 veces más que el país que quedó en segundo  lugar, Japón. Más aún, en términos de valor, la producción agrícola  estadounidense sólo es superada por las de China y la India.
Aun cuando a  la agricultura le corresponde ahora una porción pequeña del PIB, los  agricultores siguen siendo una fuerza económica y políticamente poderosa. El  valor de mercado de la producción agrícola de EE.UU. fue de más de 200.000  millones de dólares en 2002, correspondiendo 45.000 millones a ganado bovino;  casi 40.000 millones a cereales, como maíz y trigo, y semillas oleaginosas como  la soya; cerca de 24.000 millones a aves de corral y huevos; 20.000 millones a  leche y otros productos lácteos; y 12.000 millones a la industria  porcina.
A pesar de que en este país hay más de 2 millones de granjas, el  sector está dominado por un grupo relativamente minúsculo de grandes  corporaciones: al 1,6% de las fincas agrícolas correspondió la mitad de las  ventas realizadas en 2002.
A pesar de su déficit comercial general,  Estados Unidos tiene superávit en agricultura. Sus exportaciones agrícolas de  2007 fueron previstas en 78.000 millones de dólares, la mayor parte de ellas  destinadas a países asiáticos, si bien Canadá y México representan la mayor  parte del crecimiento reciente de las exportaciones del agro. Casi la cuarta  parte de la producción agrícola estadounidense es exportada.
Estados  Unidos mantiene también un superávit en el comercio de servicios, 79.700  millones de dólares en 2006. La categoría de exportación de servicios  estadounidenses más significativa fueron los viajes de extranjeros a este país,  con un valor de 85.800 millones en ese año.
En cambio, el país presenta  un déficit cuantioso y creciente en el comercio de mercancías. Aun cuando  exportó más de 1 billón de dólares en bienes mercantiles en 2006, importó más de  1,8 billones en el mismo rubro.
Por amplio margen, las principales  importaciones fueron en ese año automóviles y sus partes, 211.900 millones, y  petróleo crudo, 225.200 millones. Los principales lugares de origen de las  importaciones del país fueron Canadá, China, México, Japón y  Alemania.
Entre las principales exportaciones estadounidenses en 2006  figuraron automóviles y sus partes, semiconductores y aeronáutica civil. Los  principales destinos de sus exportaciones fueron Canadá, México, Japón, China y  el Reino Unido..
A pesar de que las exportaciones estadounidenses de  bienes mercantiles aumentaron 33 por ciento entre 2000 y 2006, sus importaciones  en ese rubro crecieron aún más de prisa, 52 por ciento; el déficit en bienes  mercantiles casi se duplicó en esos años.
El déficit comercial de 758.500  millones representó el 5,7 por ciento del PIB en 2006, un nivel que muchos  economistas consideraron insostenible porque depende de la continua llegada de  inversiones extranjeras para solventarlo.
Entonces, ¿por qué es tan  dinámica la economía estadounidense?
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