EL «ESCÁNDALO DE LAS  SUBVENCIONES» 
  ¿Cuál es el verdadero escándalo, cuáles son los verdaderos  responsables, escondidos tras la cortina de humo... tras los desdichados  sostenedores?  Gonzalo Vial señala dónde está la desvergüenza en  Educación.
¿Cuál es el verdadero escándalo, cuáles son los verdaderos  responsables, escondidos tras la cortina de humo... tras los desdichados  sostenedores?  Gonzalo Vial señala dónde está la desvergüenza en  Educación.
              Continúa a toda orquesta el escándalo de la Seremi Metropolitana de Educación y  sus cuentas sin aclarar 2004/2006, por 262 mil millones de pesos, que objetó la  Contraloría.
              Continúa también, igualmente a velas desplegadas, la campaña de algunas  autoridades para hacer creer que el escándalo reside en los "sostenedores" de la  enseñanza gratuita, básica y media, tanto municipales como particulares  subvencionados, que habrían falsificado sus asistencias de alumnos para cobrar  indebidamente sumas mayores que las que correspondían.
             A este  efecto, lo sucedido tiene ya etiqueta: el "escándalo de las  subvenciones".
              Desgraciadamente la prensa escrita, de TV y radial, "salvo honrosas excepciones"  ---como siempre decía Mi General, por consejo de don Jorge Alessandri---, ha  hecho el juego a este acto de verdadera prestidigitación. Y la prensa ha actuado  así porque hace años que la lleva por la nariz la "máquina de marketing" del  Ministerio, alimentándola con propaganda y datos inexactos.
              Desarrollaré los siguientes puntos, para cerrar el asunto: 1. Cómo el marketing  ministerial engaña a los medios de comunicación. 2. Por qué el presente  escándalo NO es "el de las subvenciones". 3. A quiénes protege la falsa  etiqueta. Y 4. Cuál es el VERDADERO escándalo.
             1. Los  medios han sido movidos hábilmente por la máquina de propaganda del Ministerio,  para que:
             1.1.  Presenten a unos sostenedores gratuitos y subvencionados recibiendo del fisco y  del Ministerio sumas enormes... "el 70% de su presupuesto en Educación", que a  su vez concentra "la mayor cantidad de recursos del Estado".
             1.2.  Agreguen que esta "generosidad" estatal ha sido particularmente onerosa en el  presupuesto de 2008, permitiendo cuantiosos aumentos de la subvención a partir  del presente año.
             Todo  esto es marketing puro y verdad cero. En efecto: 
             A) El  Estado de Chile es hoy uno de los que gastan menor porcentaje de su Producto  Interno Bruto en educación. Su aporte a ésta es de monto parecido al del aporte  privado. 
             B) La  subvención general de básica y media, CON LOS AUMENTOS DE 2008, es todavía  alrededor de 50% de la MINIMA aceptable para obtener una calidad también MINIMA.  No logrará este mínimo de subvención ---el de un alumno corriente--- ni siquiera  el alumno "vulnerable" al que se pague la trompeteada "subvención preferencial",  además de la común. 
             C) La  inflación del 2007 se comió ya ---antes de que comenzara a pagarse--- la mitad  del "generoso" aumento 2008 (15%) de la subvención corriente: la generosidad  quedó reducida a una limosna de 2.000 pesos mensuales por alumno/mes. Los  diarios, inducidos a engaño por el Ministerio, llegan a publicar cuadros  inexactos sobre el monto de la nueva subvención común. Así, dicen que en los  colegios de educación básica con jornada completa, aquélla es de 41.825 pesos  por alumno/mes en lº y 2º básicos, años claves para aprender a leer y escribir.  No hay tal: es sólo de 30.577 pesos.
             Fuera  de desviar el escándalo hacia los sostenedores, estas maniobras numéricas que la  prensa respalda sin análisis ---la eterna flojera chilena--- tienen otro objeto,  lateral: desprestigiar la enseñanza que es independiente del Estado Central, sea  municipalizada, sea particular subvencionada. «¡Reciben TANTA plata... y todavía  se la roban!». «¡Que regrese el Estado Educador ,Centralizado y  Monopólico!»
             1.3.  Además de lo anterior, la máquina de propaganda del Ministerio ha hecho que la  prensa pise otro palito: el endiosamiento, hábilmente orquestado, de ciertos  funcionarios ministeriales.
              Ejemplo admirable: el Seremi Metropolitano que ha dimitido recién. Ante el mal  SIMCE 2001 de su Región, inventó el programa de apoyo a las "escuelas críticas".  ¡Qué de regocijo, alabanzas, publicidad, mientras se desarrollaba! Éxito  completo, según la prensa de 2006. Sería extendido (leímos) a todo el país. Un  entusiasta funcionario municipal recomendaba «clonar» (sic) al Seremi de  Santiago, y llevarlo a todas las regiones... Luego vino el SIMCE 2006, publicado  el 2007. Completo fracaso de las "escuelas críticas". Silencio... y  simultáneamente nuevos bombos y platillos de Ministerio y prensa, para OTRO plan  del Seremi de Santiago: un test de comprensión lectora para los alumnos de 1º y  2º básico de la región, anunciando enérgicas medida respecto de los  establecimientos que fracasaran...
             2. El  "escándalo de las subvenciones" a lo que menos se refiere es... a  subvenciones.
             En  Chile hay unos 10.000 establecimientos subvencionados de básica y media,  municipales y particulares. Alrededor de 2.000 pertenecen a la Región  Metropolitana. ¿Cuántas causas judiciales por fraudes de subvenciones cometidos  desde 1998 en adelante, tiene en tramitación el Consejo de Defensa del Estado  hasta 2007 inclusive, comprendido todo el país? CUARENTA Y UNA. ¿Y cuántas de  ellas en la Región Metropolitana? DIEZ.
             Algo  parecido sucede con el informe de la Contraloría. Hay casos ridículos... v.gr.  la diferencia de UN ALUMNO en la asistencia de UNA CLASE ("La Segunda", 28 de  febrero y 3 de marzo).
             Los  montos, comúnmente, son también pequeños. La prensa y TV del lunes 3 de marzo  hicieron suma alharaca por la formalización judicial de estafa al fisco contra  la sostenedora de una escuela, quien habría abultado la matrícula y  consecuentemente el pago de subvenciones. Por supuesto, todo caso debe ser  investigado, aclarado y, si procede, perseguido. Pero es obvio que si se pagan  120.000 subvenciones mensuales cada año, habrá diez, o cuarenta y uno, o  cincuenta fraudes. Es inevitable y no desvirtúa el sistema ni al conjunto de  quienes lo emplean.
             Ni  están ahí el escándalo ni los 260.000 millones.
             3.  ¿Cuál es el verdadero escándalo, cuáles son los verdaderos responsables,  escondidos tras la cortina de humo... tras los desdichados  sostenedores?
             3.l.  El verdadero escándalo es que haya llegado 2008 con cuentas del Ministerio no  cuadradas DESDE 2004 por 260.000 millones de pesos. ¿Qué Ministerio, qué  ministros, qué subsecretarios, qué sistemas de contabilidad y de  fiscalización... qué gobierno son éstos, bajo los cuales puede pasar una cosa  así, una negligencia y un desorden tan estupefacientes y  estrafalarios?
             El  Seremi renunciado es responsable, obviamente, pero ¿qué me dicen Uds. de sus  superiores inmediatos, que presidieron tan supremo despelote... y especialmente  de los ministros y subsecretarios de Educación de la Presidencia anterior y  épocas respectivas, DOS DE LOS CUALES SON HOY NUEVAMENTE MINISTROS?
              Rápido, rápido, chivos expiatorios. ¿Quiénes? ¡Qué pregunta más tonta! Los  sostenedores, naturalmente.
             3.2.  Pero hay otros entes escondidos por la cortina de humo. El principal, un  programa del Ministerio mismo, que no tiene nada que ver con subvenciones  básicas y medias, ni sostenedores, pero que ---en otro acto de  prestidigitación--- se pretende meter en el mismo saco con éstos. Es Chile  Califica ("Chile Mortifica", dicen juguetonamente en el Ministerio: "El  Mercurio", 2 de marzo), con 400 funcionarios, y un presupuesto de 150 millones  de dólares (la mitad aportada por el Banco Mundial). Su objeto, capacitaciones y  nivelaciones de adultos, especialmente jóvenes... una de las áreas educativas  más vastas, vagas, escurridizas y difíciles de abordar eficazmente, tierra  abonada para muchos y multiformes abusos. Hasta el momento, Chile Mortifica ha  generado, parece, los que siguen:
             -Un  edificio arrendado para oficinas de la institución, 150 millones de pesos  anuales, se paga anticipado el primer año, y al terminar este plazo es  devuelto... sin haberlo usado nunca.
             -Los  famosos cheques "clonados". O sea, repetir un cheque auténtico y cobrarlo por  segunda vez a través de un testaferro. 23 millones de pesos.
              -Rancagua, posibles fraudes a Chile Califica por empresas "ejecutoras" del  programa varias, pero todas relacionadas con una misma familia. 70  millones.
              -Rancagua, también 300 millones de pesos entregados a una universidad, sin  destino  claro.
             -Coquimbo, otro sumario que se arrastra, cuyo monto no se especifica ("El  Mercurio", 2 de marzo).
             Pero  las luces y los fuegos se concentran en la sostenedora de la Escuela Mediodía  formalizada hoy, abultadora de subvenciones (dicen) por 5 millones de pesos.  Mientras tanto, Chile Califica, con imputaciones CIEN VECES MAYORES, va pasando,  va pasando, despacito, inadvertido, "haciéndose el leso".Ya casi  pasó.
             4.  ¿Cuál es, entonces, el verdadero escándalo, detrás de la cortina de humo?  Simplemente, el del Ministerio. El Ministerio de Educación, ocupado en reformar  ésta con medidas y acuerdos de vasto alcance... que el "lucro", que la  "selección", que el Estado Docente, que la municipalización, que la LOCE... ¡y  con cuentas sin cuadrar, desde 2004 (a lo menos) por 260.000 millones de pesos!  El Ministerio, literalmente, no sirve para nada. Todo lo hace mal. No es culpa  de los funcionarios, sino de que les pidan ---en la borrachera del  intervencionismo y el ideologismo que nos domina--- más y más tareas... algunas  inconvenientes y otras innecesarias, pero TODAS ---en la realidad de la  Secretaría, hoy--- imposibles de cumplir para ella. ¡Y todavía se quiere agregar  al Ministerio una Superintendencia y una Agencia de Calidad! ¡Tres burocracias  educacionales en vez de una! ¿Qué hacer, reírse o llorar? ■■■■■
 Gonzalo Vial 
"La  Segunda", 4 de marzo de 2008