
 Discurso de Carlos Larrain en Consejo General  RN
 Para Renovación Nacional los años del último gobierno de la Concertación han  sido duros. Duros porque lo nuestro es ser constructivos y colaboradores: esto  es parte de nuestro ADN pero esa natural inclinación se ha visto probada por un  deterioro grave de las instituciones, de la economía y aún de la convivencia y  una actitud muchas veces descalificadora de la Concertación. 
 
 A veces la afirmación de nociones valiosas como las que sostenemos debe, por  la fuerza de las cosas, traducirse en oposición activa que niegue e impida los  empeños de otros por echar a perder muchas de las cosas buenas que  trabajosamente nuestro país ha alcanzado. La oposición tiene la ingrata pero  ineludible tarea de denunciar todo aquello que se presente como un beneficio  para la gente y para el país, en circunstancias que no lo es. 
 En estos casi cuatro años hemos presenciado un sostenido embate  contra nuestras bases institucionales. Sigue vivo el recuerdo de cuando el  gobierno esgrimió la convocatoria a un plebiscito para dirimir un determinado  conflicto con el Parlamento y cuando luego de mucho empeño nuestro se  convencieron que el plebiscito era improcedente porque pasaba a llevar la  Constitución, se esgrimió la amenaza de ¡plebiscitar el plebiscito!  
 Durante meses padecimos un prolongado embate camuflado contra la libertad de  enseñanza que si no fuera porque estaba protegida por un quórum calificado  habría sido borrada del mapa. Ya sabemos cuanto trabajo significó preparar por  los Institutos de Estudio y los parlamentarios que dieron esta batalla una nueva  Ley General de Educación cuya aplicación todavía sigue siendo cuestionada desde  el seno del gobierno. 
 Tampoco podemos pasar por alto el desprecio por el Tribunal Constitucional, y  su función de custodio de la constitución expresado en fallos que fueron  ridiculizados por los voceros de la Izquierda que lo acusaron nada menos que de  arrogarse atribuciones. 
 La tremenda muestra de vigoroso apego al derecho y al principio de la  responsabilidad personal en política que mostramos como Alianza al promover la  acusación constitucional contra la Ministra de Educación, igualmente generó una  embestida colosal contra la oposición y quienes la encarnábamos. Todos  recordamos la portada en tinta negra del Diario "La Nación" y las frases  hirientes contra los acusadores. 
 Capítulo aparte merece la corrupción, que apunta una y otra vez en el  aparato estatal y el tremendo sacrificio que ha significado develarla, siquiera  en mínima parte. Este es un día de fiesta política para nosotros como chilenos y  por eso no abundaré en este capítulo triste para la vida republicana.  Sólo algunos nombres para el recuerdo: la pavimentación de la Alameda en  Santiago con un engrudo que duró seis meses; el inacabable MOP Gate que parece  culebrón de la tele; el tren fantasma que costó 1.2 millones de dólares;  Chiledeportes, INDAP, las colosales pérdidas de ENAP, dineros pagados desde la  Moneda a los activistas de la Concertación; subsidios de cesantía pagados a  personas encarceladas. Un tema que causa especial agravio, en particular a los  jóvenes: el grosero nepotismo en el acceso a los cargos públicos. En fin, la  cuenta es larga y dolorosa pero se resume en un concepto: casi todas son formas  de distorsionar el proceso político republicano y así deslegitimarlo. 
 La intervención electoral que va de la mano con la corrupción es, en  efecto, la peor de las formas de corrupción ya que afecta el resultado de las  elecciones, es la búsqueda de la perpetuación en el poder, con el solo fin de  conservarlo porque no ofrece proyecto alternativo mejor. 
 Todos conocemos el esfuerzo permanente y variado del gobierno estrechamente  asociado a los partidos de izquierda por ganar las elecciones de cualquier  forma. El verdadero diluvio de subsidios y pagos gestionados con riguroso  criterio electoral es conocido por todos. Aquí debemos aceptar una cierta  responsabilidad: no haber trabajado más rigurosamente el presupuesto nacional y  los programas que se le acoplan. Es difícil oponerse a esquemas de respuesta y  ayuda pero lo que se hace es un engaño porque en vez de enseñar a pescar, se  regala el pescado y eso es alimento para hoy, pero hambre para mañana. 
 Días atrás en gira por San Carlos, un dirigente nuestro con mucha gracia  hablaba del subsidio porque llueve y del subsidio porque no llueve. Estando en  Lota hace pocas semanas, ví cómo el Intendente anunció un subsidio de $2.5  millones a todos los pescadores del litoral de Arauco, por quienes me alegré  mucho pero en realidad no había otra explicación que las próximas elecciones.  
 El Subsecretario de Desarrollo Regional se pasea por el país con la friolera  de 600 mil millones como para ganar la elección de la forma que sea. 
 Suma y sigue. 
 Para que los ciudadanos cambien la forma en que el país es gobernado,  debe saberse de que los que ejercen el poder lo están haciendo mal. Hemos  desempeñado lealmente el rol de opositores, apoyando al gobierno cuando ha hecho  falta pero dejando claro los errores. Incluso en épocas de abundancia: vale la  pena preguntarse lo que habría sido el último gobierno de la Concertación si el  precio del cobre y del molibdeno no hubiera estado por las nubes. 
 Queremos acceder al poder porque estamos seguros que lo haremos mejor y eso  traerá bienestar al país completo. Desde ya declaro que así como denunciamos lo  que hizo mal el gobierno que se va, estaremos dispuestos a recibir los  cuestionamientos que hagan nuestros opositores, si lo hacen de buena fe. 
 Unidad Nacional
 No sin dificultades hemos logrado armar con nuestros aliados y amigos  una Alianza sólida que se ha constituido en la base de la campaña a la  presidencia. ¡Qué tremendo contraste con los episodios de garabatos y  ofensas groseras que ocurren en los actos públicos de la Concertación! ¡Cómo  serán las reuniones privadas: seguramente son de terror! 
 A partir de esa unidad hemos interesado a otros hombres públicos tales como  Fernando Flores, en constituir una Coalición que se asocie al cambio.  Pero esto no basta: llamamos a todas las personas de buena voluntad a  sumarse a nuestro empeño: cualquiera haya sido su postura política anterior,  cualquiera que sea su actividad en la vida, actual o pasada, con tal que  compartamos un acuerdo básico que incluirá a creyentes y no creyentes,  profesionales y trabajadores, habitantes del campo y de la ciudad. 
 Ningún gobierno y menos el que resulta de una coalición tiene posibilidades  de éxito si no parte de ciertas ideas comunes que le dan sentido a la simple  actividad y movimiento. 
 Por eso quiero repasar con ustedes algunos de esos conceptos que nos gustaría  que animen la acción del futuro gobierno de Sebastián Piñera y los que sigan.  
 Criterios Centrales
 La Constitución refleja el consenso social de Chile. Perfeccionable,  sin duda, pero no hasta el punto de que pierda su sentido ordenador. Está puesta  en tela de juicio, no tanto por su carácter presidencialista sino porque se  inscribe en la gran tradición de la sociedad occidental, que es el marco en que  el país se desarrolla. Repasemos unos pocos de los elementos centrales  contenidos en nuestra constitución: 
    - Chile es una república democrática, lo cual es una aspiración pero también    una realidad imperfecta.
- Defiende la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, la    integridad de la persona y los derechos humanos.
- Protege explícitamente a la familia.
- Consagra la independencia judicial.
- Impide la reelección de los presidentes.
- Consagra el recurso de protección: camino jurisdiccional eficaz para    defender los derechos de la persona.
- Preserva adecuadamente la soberanía interna y nos permite revisar la    incorporación del Derecho Internacional en nuestro ordenamiento.
- Aborda problemas contemporáneos como la drogadicción, la transparencia de    los actos de la administración pública y el fomento de las artes.
Ha sido reformada 25 veces desde 1989 y esas modificaciones llevan la firma  de todos los presidentes elegidos después de 1990. El propio Presidente Lagos el  año 2005 habló de una nueva Constitución. Aún así, varios candidatos a la  Presidencia han anunciado su derogación y reemplazo por una Constituyente al  mejor estilo de Venezuela, Ecuador o Bolivia . El propio Presidente Lagos dijo  que los problemas de los pueblos no se solucionaban cambiando constituciones,  como ocurre ahora a tontas y a locas en la región. 
 Los invito a conocer mejor la Constitución para saber aplicarla y  defenderla. En una región donde los sistemas republicanos están puestos a  prueba, debemos fortalecer nuestras instituciones fundamentales porque hay  síntomas serios de que la plaga de los proyectos políticos que exigen el poder  total se está aproximando. 
 Economía
 Afirmamos el valor de la economía de mercado ya que éste constituye  un mecanismo social eficiente que moviliza al máximo las fuerzas de la  comunidad. Pero a la vez somos partidarios de la economía social de mercado  siempre que sea efectivamente social. 
 La fórmula está siempre sujeta a perfeccionamiento. En los hechos, el mercado  supone un proceso continuo de destrucción y reconstrucción, y por lo tanto debe  siempre estar expuesto a la crítica y a su revisión. El error en que algunos  partidarios y casi todos sus detractores incurren es el de creer que el hombre  rige su obrar nada más que por la lógica económica y el cálculo de la simple  conveniencia. 
 Debemos procurar como algo deseable la más amplia distribución del poder  económico. Mientras más empresarios haya, habrá más competencia, más empleo y  mayor productividad. Por eso debemos probar en los hechos nuestro apoyo a las  PYMES de toda índole: comercio, industria, servicios. Las PYMES son, junto con  la función pública, incluyendo a los que eligen la carrera de las armas, una de  las grandes fortalezas de nuestra amplia clase media. 
 La eliminación del impuesto de 1ª categoría sobre las utilidades  capitalizadas, la rebaja o eliminación definitiva del impuesto de timbres, la  efectiva orientación del crédito hacia ellas, son todas medidas conformes al  modelo y no deben ser demoradas. 
 Regionalismo
 El modelo económico chileno tal como hoy se aplica, no forma parte de  las tablas del Sinaí. Puede ser modificado, profundizando la libertad,  aligerando ciertos impuestos y creando situaciones especiales con miras al Bien  Común y a un desarrollo más homogéneo del país. Parece muy justo que Arica y  Magallanes reciban tratos diferenciados, pero efectivamente diferenciados porque  son zonas especialmente sensibles para la seguridad de la nación y sus  habitantes han dado muestras de patriotismo defendiendo nuestro territorio con  singular valentía en momentos de crisis. El país está en deuda con ellas. ¿Por  qué no eximir del IVA todas las transacciones ocurridas en Arica y Magallanes?  Problemas de control y percepción dirán algunos, pero, ¿desde cuándo el Estado  debe controlarlo todo? ¿No son éstas respuestas rancias, no vigentes con los  medios actuales de trabajo? ¿Por qué no apostamos de una vez por la fuerza  creadora de la libertad? 
 Hoy rigen varios subsidios y exenciones entreveradas y confusas,  especialmente para Punta Arenas. Por ejemplo: transacciones que se hacen pasando  la puerta en la zona franca, están exentas de IVA mientras que el comercio del  centro de la ciudad soporta el IVA y, por lo mismo, languidece. En la provincia  de Parinacota, el 85% del territorio ha sido declarado "Reserva de la Biósfera".  Puede que lo sea, pero ciertamente no es patrimonio de sus habitantes, que por  esa insigne y poética declaración no pueden siquiera cortar el orégano para  aliñar la comida. 
 La familia
 Hablemos ahora de la familia: la gran ausente de nuestras políticas  públicas. Debemos procurar un reconocimiento eficaz para el tremendo papel que  juega la familia como incubadora de la sociedad futura. Valoramos una sociedad  en que las personas se guían por principios de conducta ordenada, sean de raíz  religiosa o simplemente racional. Está siempre actuante el dilema entre  una autodisciplina aprendida en la familia y la disciplina impuesta desde fuera  y por la fuerza. Creemos que Chile tiene alma y por eso rechazamos la política  reductora, que alguien ha llamado la política de la pesebrera, que el Socialismo  propone al inexistente "chileno de la calle": come, bebe, duerme, retoza y aún  puedes hasta rezongar siempre que no vayas contra el poder instalado. A estas  alturas, no parece posible que sigamos ignorando las patologías sociales que nos  tienen acogotados: 
    - la delincuencia y su dolorosas secuelas;
- la delincuencia y su dolorosas secuelas;
- el mal nivel educativo;
- la altísima tasa de niños nacidos fuera del matrimonio (65%);
- el desplome de la tasa de natalidad fomentado alegremente desde el    gobierno;
- la caída violenta del número de matrimonios por año: la mitad que hace    doce años.
La protección y fomento de la estructura familiar es el gran antídoto  para todos estos síntomas de fracaso de la sociedad. ¿Será posible que a  igualdad de ingresos un padre de familia con cuatro hijos pague los mismos  impuestos a la renta que una persona soltera? Y todavía podríamos hablar del  efecto del IVA sobre el consumo familiar. 
 Afirmamos que la familia estable es el mejor remedio contra la pobreza. El  Estado le debe protección y apoyo a través de programas sociales que la  reconozcan y la fomenten y que no la discriminen como suele ocurrir en la  práctica. 
 Una idea para el futuro
 Cuando los Estados Unidos en una coyuntura determinada quisieron  expandir su horizonte, emprendieron la exploración espacial. Me pregunto: ¿no  habrá llegado la hora de que estudiemos las posibilidades del desierto que  representa más del 40% de Chile continental? 
 Además del tremendo aporte de la minería en esas zonas, que nos ha permitido  pasar los recientes baches económicos, podría considerarse el uso de la energía  para desalinizar el agua de mar y regar las tierras aptas. Chile es hoy el país  con la segunda peor distribución de la población en el globo y la concentración  ya sabemos que causa congestión en la cabeza y parálisis en los miembros. Aquí  tenemos un objetivo ambicioso: poblar el desierto y hacerlo fecundo, algo que  puede entusiasmar a los jóvenes, tantas veces desmotivados. 
 La agricultura y la vida en el campo
 Cuando se habla de la agricultura, no se trata simplemente de un área  productiva; se trata también de una forma de vida apegada a la tierra, de  personas que viven más atentas a la naturaleza y sus ciclos. Son muchos los  campesinos chilenos que laboran trabajosamente para subsistir apenas. Dos  millones de personas aproximadamente viven en el campo o de la agricultura. 
 Parte importante de la agricultura está dedicada a las exportaciones y esa es  la base de la generación de muchos empleos. Nada de esto logra frenar la caída  del valor del dólar impulsada por un gasto fiscal desorbitado. Este aumentó un  18% durante el primer semestre del 2009 y para financiarlo el gobierno recurre a  venta de reservas por 4,000 a 5,000 millones de dólares en el mercado abierto.  Así el dólar pierde valor, con un impacto directo sobre los exportadores  agrícolas. 
 Renovación Nacional debe acentuar su identificación con el campo y la  agricultura en todas sus facetas. Nos interesa su situación presente y nos  preocupa su futuro. Por estos días hemos conocido nuevos casos de tomas de  tierras y asaltos en la Araucanía, hechas por grupos minúsculos que practican la  violencia como expresión ideológica. El pueblo mapuche no es violento: existen  alrededor de 2000 comunidades mapuches y sólo siete son las que desconocen la  ley y el derecho ajeno. 
 Tienen toda la razón los vecinos de esa región que dicen que el Estado de  Derecho no rige para ellos. El Ministro del Interior le echa la culpa a la  Fiscalía cuando Carabineros depende del Ministro. Es el mundo al revés. 
 El valor del trabajo
 Pocas áreas ilustran mejor las diferencias entre la Izquierda y  nosotros que la idea que tenemos sobre el trabajo. 
 Para ellos el trabajo es sinónimo de carga, de opresión y aún de  explotación, cuando no de franca enajenación personal, si nos guiamos por  algunos de sus pensadores favoritos. 
 Para nosotros en cambio, el trabajo transforma la personalidad, es  sinónimo de libertad valiosa, de creación y de contribución al Bien Común.  
 Quizás se encuentre aquí la explicación profunda de la tremenda ineptitud de  los gobiernos de la Izquierda por crear nuevas plazas de trabajo. 
 La recta noción del valor del trabajo nos debe incitar, cuando seamos  gobierno, a crear las condiciones para aumentar el empleo, crear condiciones de  mayor empleabilidad e impulsar las exportaciones ante la realidad de un mercado  interno reducido. 
 Desempleo y protección social
 El gasto público disparado en este año de elecciones se acompaña de una  tremenda campaña publicitaria en que se nos informa majaderamente que papá fisco  o mamá fisco, como quiera decirse, nos cuida y resguarda. Tanta protección  propagandística se nos ofrece como compensación para el desempleo que alcanza a  casi 800.000 personas y afecta a 2.5 millones de personas sumidas en la  precariedad. 
 Llamado final
 La disyuntiva que Chile enfrenta logra a ratos escamotearse por la  gigantesca máquina de agitación y propaganda que ha creado el gobierno. Si todos  los aquí presentes, más muchos otros, sabemos explicar que la verdadera  disyuntiva es llevar el país y nuestro pueblo hacia arriba y no para abajo; que  queremos ir hacia delante y no hacia atrás, sin nostalgia y sin ánimo de  desquite, es seguro que la victoria será nuestra. 
 Nuestro empeño debe ser claro y firme, pero siempre centrado, de tono  pacífico y unitario: somos la corriente mayoritaria del país que no desea  conflictos inútiles, que espera ansiosa tiempos más promisorios en que los  chilenos efectivamente reconciliados se sientan todos sin exclusión invitados a  la gran empresa de ayudar a construir una patria más justa. 
 Al Gobierno le decimos enfáticamente que su descarado  intervencionismo no nos desanima. Nos agranda porque nos enoja. Nos estimula  porque alcanzar el poder con tal desigualdad de medios hará que nuestro triunfo  sea una hazaña. No somos ciudadanos de segunda categoría y así estimulados  ganaremos las próximas elecciones para darle al país un nuevo impulso.  
 Un gran número de chilenos confía en nosotros, y por eso es que le  proponemos a todo el pueblo como nuestro candidato a quien creemos que reúne las  cualidades de patriotismo, rectitud, inteligencia y energía que son necesarias  para sacar a Chile adelante. Detengámonos por unos minutos en lo que  representa Sebastián Piñera y que nosotros consideramos valioso: 
    - Sebastián Piñera encarna el impulso y la disciplina que proporciona el    trabajo y por eso rechaza el amiguismo que se concreta en las 100 familias de    la Concertación que afloran en todas partes.
- Sebastián Piñera ha demostrado tener espíritu público y siempre como    Senador ha buscado el Bien Común: es un auténtico estadista.
- Sebastián Piñera cultiva la auténtica libertad e independencia vs.    licencia destructora.
- Sebastián Piñera tiene el verdadero sentido social de quien crea riqueza    vs. los que disimulan su codicia por el poder recurriendo a la demagogia.
- Porque Sebastián Piñera enfrenta las realidades y cree en la    responsabilidad personal vs. el escapismo y cobardía de quienes viven    agazapados en el aparato estatal.
-  Finalmente, porque Sebastián Piñera cuenta con una mujer que lo    acompaña y que está decidida a trabajar por los más necesitados y también con    unos hijos valiosos, comprometidos en esta gran tarea con su padre, tendrá el    sustento moral indispensable para afrontar la pesada carga que él    generosamente ha asumido y la que en lo inmediato tiene por delante.
Por todas estas razones y muchas más propongo que proclamemos en este acto  con una gran ovación a Sebastián Piñera como el próximo presidente de Chile.  
 8 de agosto de 2009