 Por fin,  el cambio climático se ha puesto en el asiento delantero de la carrera hacia la  Casa Blanca en Estados Unidos. Crece el consenso y la  concientización, tanto entre conservadores como demócratas, de que el  calentamiento global es un tema que debe ser abordado con urgencia. Pese a ello,  los lobbies medioambientales están ganando la batalla ante las organizaciones  ecologistas.
Por fin,  el cambio climático se ha puesto en el asiento delantero de la carrera hacia la  Casa Blanca en Estados Unidos. Crece el consenso y la  concientización, tanto entre conservadores como demócratas, de que el  calentamiento global es un tema que debe ser abordado con urgencia. Pese a ello,  los lobbies medioambientales están ganando la batalla ante las organizaciones  ecologistas.
 
LA DIFERENCIA QUE EXISTÍA ENTRE REPUBLICANOS  Y DEMÓCRATAS en el tema medioambiental está desapareciendo.  Aunque muchos de los candidatos republicanos no tienen un plan trazado, no cabe  duda que la verdad  incomoda, ha cambiado el clima político en estas  elecciones.
 "Ante este nuevo impacto  de los temas medioambientales en las elecciones primarias norteamericanos los  lobbies van tomando posiciones en Washington" 
 Históricamente los  temas medioambientales han estado siempre en la retaguardia de las elecciones  nacionales estadounidenses, pero las elecciones de este año son diferentes por  partida doble. No sólo cabe la posibilidad de que una mujer sea la primera  presidente de Estados Unidos, sino también un afroamericano, una situación  verdaderamente sin precedentes. Además de esta escena inusual, cabe mencionar el  renovado interés por los temas medioambientales y el cambio climático, punto  nombrado por la mayoría de candidatos tanto demócratas como republicanos. Después del resultado del "Supermartes" ya se pueden  ir perfilando los candidatos con más posibilidades de llegar a la Casa Blanca.  
 HILLARY, OBAMA, MCCAIN Y  ROMMEY
 Por un lado, está  Hillary Clinton, que apoya la reducción en un 80 por ciento de las emisiones de  dióxido de carbono para el año 2050 y también su propuesta de crear un fondo  para energías alternativas y el uso de energías de forma más eficiente. El otro  candidato demócrata que también incluye varios temas medioambientales en su  programa es Barack Obama, que además de los temas ya mencionados incluye una  prima para la industria automotriz nacional que produzca coches más eficientes y  ecológicos.
 "En  el caso de la multinacional DuPont, en  vez contratar a lobbistas para casos puntuales, ha decidido instalar un grupo  fijo en Washington"
 Del lado republicano  sólo dos candidatos han hecho referencia directa al cambio climático, ellos son  el senador John McCain y el ex gobernador de Massachussets, Mitt Romney. Romney  está dispuesto a considerar la reducción de las emisiones, siempre y cuando sea  un esfuerzo de todos los países. Mc Cain por el contrario no sólo está de  acuerdo de que la reducción de emisiones es necesaria, sino que afirma que el  cambio climático y la independencia energética son temas de seguridad nacional.  
 DISPUTA DE  INTERESES
 Ante este nuevo  impacto de los temas medioambientales en las elecciones primarias  norteamericanos los lobbies van tomando posiciones en Washington.  
 ¿Qué es un lobby? Un  lobby se traduce del inglés como entrada o salón de  espera. ¿Quién no sabe lo que es el lobby de un hotel
.? Desde un punto de  vista político, un lobby es obviamente algo muy diferente. Podríamos definirlo  como un grupo de  presión que, por medio de distintas estrategias, trata  de influir en centros de poder ejecutivo o legislativo con el fin de favorecer  sus propios intereses o los de aquellos a quienes representa. Los lobbies no  suelen participar directa y activamente en política (por lo que no suelen formar  su propio partido), pero sí procuran ganarse la complicidad de algún grupo  político que pueda terminar aceptando o defendiendo los objetivos de dicho  grupo. 
 UN GRAN  NEGOCIO
 En Estados Unidos  los lobbies son un gran negocio según el director para temas medioambientales y  lobbista jefe de la organización Environmental  Defense Fund (EDF). Industrias y asociaciones han  gastado millones de dólares en contratar a cientos de lobbistas para campañas a  largo plazo.
 "5  millones de hogares estadounidenses hacen contribuciones a organizaciones  medioambientales"
 Organizaciones de  gran tamaño como la (API) American Petroleum Institute tienen sus propios  efectivos para las relaciones gubernamentales. La industria del gas y del  petróleo ha invertido más de 148 billones de dólares en mejoras medioambientales  de sus productos, infraestructuras y operaciones. 
 En el caso de la  multinacional DuPont, en  vez contratar a lobbistas para casos puntuales, ha decidido instalar un grupo  fijo en Washington. 
 EL SISTEMA POLÍTICO FAVORECE A LA  INDUSTRIA
 Actualmente es  imposible saber el número exacto de lobbies que defienden temas relacionados de  alguna forma con el medio ambiente en Estados Unidos, pero existen  aproximadamente 3000 organizaciones que en su mayoría representan a empresas con  oficinas en Washington. En total hay más de 6000 lobbistas registrados que  trabajan en nombre de más de 50.000 clientes (jubilados, médicos, gobiernos  extranjeros, organizaciones religiosas o industrias afectadas por cuestiones  medioambientales).
 "Cabe destacar la labor de Greenpeace no sólo en Estados Unidos, sino en  todo el mundo, que se caracteriza por una acción más directa y menos trabajo de  lobbying en el Congreso" 
 Según el Activists  Almanac, 5 millones de hogares estadounidenses hacen contribuciones a  organizaciones medioambientales (unas 600 a  nivel local) cifra que ha ido creciendo de forma constante desde principios de  los años noventa alcanzando sumas que rondan los 350 millones de dólares. Ante  esta reacción tan positiva, los grupos medioambientales han sabido atraer la  atención de los medios y de la opinión pública norteamericana hacia sus causas.  Según las palabras de Ronald Lang, Presidente de el Consejo de Salud Industrial,  hoy por hoy son el grupo social más fuerte, y aunque no puedan competir con los  medios económicos de las grandes industrias, sí pueden movilizar a miles de  voluntarios que consiguen abrir puertas durante campañas políticas y conseguir  muchos votos. Por el contrario la antigua directora de Investigación de Public  Interest (PIRG), Nancy Walzmann afirmaba recientemente en una entrevista, que  aunque no tiene nada en contra de los lobbies (ya que entiende que las  organizaciones y las personas necesitan promover sus intereses), su uso excesivo  o la presión que ejercen con medios económicos pueden tener un efecto negativo y  pervertir/corromper el sistema. Según representantes de Greenpeace en Estados Unidos, el sistema político  estadounidense favorece a la industria. Las grandes multinacionales pueden  asignar más fondos que las ONGs medioambientales, para contratar a un número  elevado de lobbistas que pueden conseguir forzar las agendas de estas empresas.  
 SIN CONSENSOS ENTRE LOS  ECOLOGISTAS
 A nivel nacional  sólo existen 12 organizaciones medioambientales importantes pero son distintas  en tamaño, estructura y en filosofía. Estas diferencias llevan a desacuerdos  sobre los objetivos que se desean alcanzar y no permiten la creación de un  frente común. Entre las más representativas nos encontramos con el Sierra Club, fundado en 1892, siendo esta la organización medioambiental más grande  y más antigua de Estados Unidos.
 "Ante la diversidad de organizaciones ecologistas, sus diferencias a la  hora de actuar, sus objetivos tan distintos y distintas especialidades, será muy  difícil que entre ellas de consiga consenso" 
 También cabe  destacar la labor de Greenpeace no sólo en Estados Unidos, sino en todo el  mundo, que se caracteriza por una acción más directa y menos trabajo de lobbying  en el Congreso. Por otro lado está también el Natural Resources Defense  Council que cuentan con abogados que se encargan de  presentar litigios. Su labor está basada especialmente en acción legal contra  empresas que no respetan el medio ambiente. La organización más radical es  Earth  First, que se creó en 1980 para luchar por la protección  de amplios espacios naturales (reservas ecológicas) en Estados Unidos, pero que  ahora tiene organizaciones paralelas en Europa, Australia y Sudeste Asiático.  Ante la diversidad de organizaciones ecologistas, sus diferencias a la hora de  actuar, sus objetivos tan distintos y distintas especialidades, será muy difícil  que entre ellas de consiga consenso. Si esto fuese posible, se convertirían en  uno de los grupos más poderosos dentro y fuera del Congreso, ya que para  encontrar soluciones medioambientales los congresistas necesitan información y  aquí es donde los lobbistas juegan un papel crucial en el proceso  político.
  
 Heike Pintor  Pirzkall
  Heike Pintor Pirzkall es  profesora de la Universidad Europea de Madrid en la Facultad de Comunicación y  Humanidades. Es Licenciada (BA) en Ciencias Políticas por la Universidad  Complutense (España). Ha realizado estudios de postgrado en (MA) Administración  Pública por la Universidad de Liverpool, y en Estudios Europeos por la  Universidad de Kingston upon Thames, Londres. Actualmente se encuentra  trabajando en su tesis doctoral en cooperación al desarrollo y estudios  latinoamericanos. Investiga en temas relacionados con la multiculturalidad y  multilingüismo, así como las relaciones del continente latinoamericano con  Europa y Estados Unidos. Cuenta con un importante número de  publicaciones.