Como la peor política pública. Así han descrito varios personeros de  gobierno, incluyendo la Presidenta Michelle Bachelet al Transantiago, el plan de  transportes que le cambiaría la cara a la capital.
 Hoy se cumplen 2 años desde su puesta en marcha y sin duda, los balances son  los primeros en llegar este 10 de febrero.
 A pesar de que el plan de locomoción colectiva comenzó a operar en una  primera etapa desde el 22 de octubre de 2005, la fecha que quedó en la mente de  los santiaguinos es el 10 de febrero de 2007.
 El plan tenía como rostros a Iván Zamorano y al ministro de Transportes del  período, Sergio Espejo. Los noticiarios y las portadas de los diarios abrían con  noticias respecto al caos que se vivía en la ciudad: las extensas horas de  espera; las micros repletas; recorridos desconocidos y mucha desinformación; y  gente reclamando porque llegaba atrasada al trabajo. Sin duda, fueron tiempos  difíciles.
 Espejo daba explicaciones todos los días, finalmente, eran todos errores de  diseño e implementación. De Zamorano, nada, fue criticado por el país y terminó  dando explicaciones de su participación en la campaña.
CAMBIO EN  EL EQUIPO
El 26 de marzo de 2007 llega René Cortázar a la cartera de  Transportes y sale Espejo- para la sorpresa de muchos- hasta con aplausos.
 Llegaría una nueva etapa. Cortázar ordenó la concreción de cinco medidas,  incluyendo aumento de la flota en mil buses, la creación de paraderos  adicionales (totalizando más de 8.800), correcciones a la malla de recorridos y  apoyo a los operadores para la gestión de sus flotas.
 A medida que esto ocurría, el gobierno comenzaba a perder porcentaje de apoyo  en las encuestas. El ex Presidente Ricardo Lagos sería uno de losm primeros  afectados, su popularidad cayó de inmediato, arrastrando con él a Michelle  Bachelet, quien debió responder ante la indignación de la gente.
 Con el paso de los meses, los problemas comenzaron a disminuir aunque se  mantuvieron las grandes congestiones en el Metro y la falta de recorridos  especialmente en los horarios nocturnos. Los contratos con las empresas de  transporte fueron modificados y sus recorridos fueron flexibilizados. Se  inauguraron las estaciones intermodales Gabriela Mistral y Vespucio Norte, y el  número de buses nuevos aumentó, reemplazando a gran parte de los vehículos  "enchulados". En diciembre de 2007, Cortázar anunció la puesta en marcha de  nuevos recorridos y fue confirmado en su cargo por la Presidenta Bachelet, luego  de haber prometido su renuncia si no lograba mejorar el sistema de  transporte.
LOS BUSES CUNCUNA MEJORAN Y METRO PASA LA  PRUEBA                                     
Las cosas comenzaron a mejorar. El Metro de Santiago que fue también uno de  los más perjudicados con el sistema de transporte implementado, debió tomar  medidas de emergencia.
 El servicio Expresso fue una de las primeras medidas tomadas por el  directorio de la empresa, representada por Clemente Pérez. Además, se  implementaron buses vacíos en las estaciones con mayor demanda y aumentaron la  cantidad de trenes.
 A pesar de que el servicio en estos momentos no es del beneplácito de los  usuarios, ha tenido una mejora en su calidad, aunque el aumento de las  temperaturas en la actualidad, vuelve a este tren subterráneo en algo- muchas  veces- sofocante.
 En tanto, Cortázar cumplía su promesa y la cantidad de buses aumentó en las  calles, gracias también al cambio de los contratos con las empresas operadoras,  a las cuales se les paga hoy en día, por la número de máquinas en las  calles.
Los servicios expresso en las calles también beneficiaron a los  usuarios, quienes vieron disminuidos sus tiempos de viaje de un extremo a otro  de la capital.
LA PRUEBA DE FUEGO
Sin duda que el  mayor problema que enfrenta hoy el Transantiago es su financiamiento. El  Congreso se niega a pasar más fondos para que el plan siga funcionando y  continúe haciendo más BIP! pero los parlamentarios sólo han prestado "luca" al  sistema de transportes.
 Esto obligó al gobierno a recurrir al 2% constitucional, que es utilizado  sólo en casos de catástrofe nacional, por lo que el mundo político- sobretodo la  Alianza- lo califica como la peor "catástrofe del  país".