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 La conexión de Patricio Rojas con el caso Mirage  y sus negocios con el Ministerio de Defensa
  
 Una amistad mucho más profunda que la  conocida hasta ahora une al ex ministro DC con Bartolomé Dezerega, quien recibió  dineros que la justicia belga catalogó como coimas por la compraventa de los  Mirage Elkan. Su hijo Alejandro trabajó con Rojas en Defensa y ha sido su socio  en una desconocida entidad sin fines de lucro que le vendió estudios a ese  ministerio y a otras reparticiones estatales. Este organismo fue creado por  Rojas poco antes de dejar el gobierno de Aylwin, junto a tres de sus  subsecretarios. Por esa entidad pasó otro de sus amigos: el general (r) Ramón  Vega, procesado en el juicio por las coimas. En paralelo, Alejandro Dezerega  creó una empresa de asesorías financieras que tiene cuentas en el mismo banco de  Miami en que su padre recibió casi US$ 3 millones vinculados a las comisiones  ilegales. Cuando el escándalo comenzó a ventilarse, los Dezerega y Rojas  vendieron parte de sus bienes raíces.
 Por Sebastián Minay, CIPER*
 Nuevos antecedentes -pesquisados y confirmados por CIPER durante los últimos  dos meses- revelan el estrechísimo vínculo que une al ex ministro de Defensa  Patricio Enrique Rojas Saavedra con Bartolomé Dezerega y a su hijo Alejandro,  ambos investigados judicialmente por el pago de US$ 3 millones desde una cuenta  desde donde se distribuyeron las coimas por la compra de los cazabombarderos  belgas (1994). El nexo devela el modelo de negocios que Rojas diseñó ese mismo  año con la desconocida Corporación de Estudios Estratégicos  (CEES) -cuando todavía era ministro de Patricio Aylwin- y en la que  también participó el general (r) Ramón Vega, el principal procesado por el juez  Omar Astudillo en el mismo proceso.
 La trama arranca a partir de tres datos ya conocidos: Uno, entre quienes  recibieron dineros vinculados al pago de coimas por la millonaria operación de  los Mirage, figura el ingeniero Bartolomé Benedicto Dezerega Salgado (75 años);  dos, que este antiguo militante DC y ex gerente general de TVN recibió casi US$  3 millones en una de las cuatro cuentas bancarias a su nombre en el banco  Espírito Santo de Miami; tres, que Dezerega es un viejo amigo de Patricio Rojas  y que su hijo, Alejandro Bartolomé Dezerega Petoohoff, fue asesor del entonces  titular de Defensa.
 En parte por eso, el juez Astudillo interrogó a Rojas (76 años) en enero  pasado y decretó varias diligencias cuyos resultados se ignoran pues le quitó el  acceso a las partes.
 Rojas y Dezerega Salgado son íntimos y leales amigos desde los inicios de los  '60, amistad que se convirtió en un lazo indisoluble a raíz de una doble  tragedia familiar que le provocó un duro trauma a éste último y en la que contó  con la ayuda clave de Rojas. Tanto es así, que los domicilios de ambos son casi  contiguos porque así lo decidieron ellos mismos al construir sus casas en 1963 a  escasos metros en las calles Huara Huara y Vichato, en Las Condes.
 Así, en 1990, fue el propio Rojas quien llevó a Bartolomé Dezerega a la  gerencia general de Televisión Nacional. Para Dezerega fue volver a la función  técnica que le cupo también de la mano de Patricio Rojas- en la fundación de  ese canal a fines de los '60. Tres ejecutivos de TVN de los '90 dijeron a CIPER  que más de una vez le oyeron decir a Dezerega que "le debía la vida" a  Rojas.
  El nexo de Rojas con Alejandro Dezerega Petoohoff (41 años), no sólo  es la prolongación de la estrecha y cómplice amistad del ex ministro de Defensa  con Dezerega padre. Este ingeniero civil electricista mantiene una extensa  relación laboral con Rojas, desde abril de 1992, cuando entró a trabajar primero como asesor del  ministro de Defensa y luego en octubre del mismo año- como  profesional a contrata en el grado 4 del mismo  ministerio. Fue ese contrato el que le permitió a Dezerega Petoohoff  sólo dos meses más tarde ser beneficiado por Rojas con lo que en la  administración pública llaman una "beca de oro".
El nexo de Rojas con Alejandro Dezerega Petoohoff (41 años), no sólo  es la prolongación de la estrecha y cómplice amistad del ex ministro de Defensa  con Dezerega padre. Este ingeniero civil electricista mantiene una extensa  relación laboral con Rojas, desde abril de 1992, cuando entró a trabajar primero como asesor del  ministro de Defensa y luego en octubre del mismo año- como  profesional a contrata en el grado 4 del mismo  ministerio. Fue ese contrato el que le permitió a Dezerega Petoohoff  sólo dos meses más tarde ser beneficiado por Rojas con lo que en la  administración pública llaman una "beca de oro".
 En diciembre de 1992 partió a la Escuela Naval de Monterey, California, al  curso "Resource Planning and Management for International Defense", comisión de  servicio que se prolongó hasta el 16 de junio de 1994, recibiendo durante todo  ese período -además de las asignaciones de su destinación- su sueldo y una serie de otros  viáticos. Ya iniciado el gobierno de Eduardo Frei, esos beneficios  motivaron reparos y recortes presupuestarios de sus superiores.
 Dezerega Petoohoff renunció al Ministerio de Defensa en mayo de 1995 cuando  dependía del nuevo ministro, Edmundo Pérez Yoma-, pero su relación con Rojas se  prolongó a través de una entidad poco conocida y que se convirtió en una de las  actividades remuneradas del pediatra por largos años: la Corporación de  Estudios Estratégicos (CEES). Un organismo sin fines de lucro creado  por el ex ministro para hacer estudios y proyectos en temas de seguridad y  defensa, y venderlos a potenciales interesados. Varios de ellos los compró el  Ministerio de Defensa. Dezerega Petoohoff ha integrado esa entidad desde 1994  hasta por lo menos el 2005, y durante el 2002 formó parte de su directorio.
    Los documentos oficiales de la CEES muestran varias irregularidades desde    su fundación, desde la falta de pertinencia y transparencia sobre el origen    del financiamiento de algunos de sus trabajos, hasta anomalías en el origen de    sus ingresos y en el desglose de sus balances. Y entre sus principales    clientes figura el ministerio de Defensa.
 En paralelo a esa actividad, Dezerega Petoohoff creó y administró Premium  Risk S.A., una empresa de asesorías financieras que tiene una cuenta en la  sucursal de Miami del Banco Espírito Santo. La cuenta es una de las cuatro que  su padre, Bartolomé Dezerega, abre en dicha entidad, donde recibió los pagos que  investiga Astudillo. Dichos dineros llegaron a lo menos a tres de las cuatro  cuentas y no sólo a una como se ha dicho hasta ahora- en doce depósitos  detectados el '95 principalmente, y que continuaron el '96, '97 y el último  corresponde al '98. La justicia belga determinó que esas transferencias obedecen  a comisiones por la compraventa de los cazabombarderos.
 Más tarde, cuando el Caso Mirage comenzaba a develarse, Premium Risk empezó a  liquidar varios bienes raíces.
 El análisis de diversos documentos oficiales de la CEES que CIPER ha obtenido  mayoritariamente por la vía del acceso a la información pública (oficios  reservados, órdenes de compra, memorias, actas y archivos), indica que la  historia de dicha corporación exhibe un sinnúmero de irregularidades desde su  fundación, desde la falta de pertinencia y transparencia sobre el origen del  financiamiento de algunos de sus trabajos, hasta anomalías en el origen de sus  ingresos y en el desglose de sus balances.
 Lo anterior genera gruesas interrogantes ya que el ministerio de Defensa, y  también el de Interior en algunos casos, según afirmó el propio Patricio  Rojas, han sido sus principales clientes. Dos altos funcionarios del  Ministerio de Defensa en distintas presidencias de los últimos 20 años,  afirmaron a CIPER en forma separada y bajo reserva de su identidad, que esa  cartera le pagaba a Rojas en forma anual por estudios que no se justificaban,  práctica que se cortó en una fecha no precisada. Los documentos que el ministro  de Defensa Francisco Vidal entregó a CIPER no así su antecesor, José Goñi,  quien se negó a la búsqueda- sobre su relación con la CEES permiten un primer  análisis a fondo sobre este punto.
  El cuadro  se complica con los testimonios recogidos por CIPER que aseguran que la relación  de Rojas con el ex comandante en jefe de la FACh, general (r) Ramón Vega uno de  los principales procesados por las coimas de los Mirage- fue mucho más allá del  ámbito institucional y se tradujo en una estrecha amistad. No es de extrañar  entonces que en uno de los estudios que la CEES enviara a un ente estatal  solicitando su financiamiento, aparezca Vega como el investigador a cargo. Ese y  otros antecedentes indican que el ex uniformado participó en la mencionada  Corporación de Estudios Estratégicos al igual que Dezerega Petoohoff.
El cuadro  se complica con los testimonios recogidos por CIPER que aseguran que la relación  de Rojas con el ex comandante en jefe de la FACh, general (r) Ramón Vega uno de  los principales procesados por las coimas de los Mirage- fue mucho más allá del  ámbito institucional y se tradujo en una estrecha amistad. No es de extrañar  entonces que en uno de los estudios que la CEES enviara a un ente estatal  solicitando su financiamiento, aparezca Vega como el investigador a cargo. Ese y  otros antecedentes indican que el ex uniformado participó en la mencionada  Corporación de Estudios Estratégicos al igual que Dezerega Petoohoff.
 Comenzando con el pie izquierdo
 El 7 de enero de 1994, faltando algo más de dos meses para que Patricio Rojas  abandonara el Ministerio de Defensa, él y otras nueve personas constituyeron la CEES ante el notario Eduardo  Javier Díaz Morello. El listado incluye a tres subsecretarios que  habían servido bajo sus órdenes: Jorge Kindermann Fernández (Carabineros),  Marcos Sánchez Edwards (Guerra) y Mario Fernández Baeza (Aviación). El primero  se encontraba ese día en funciones, mientras que Sánchez se había cambiado al  Ministerio de Justicia como subsecretario.
 De los otros seis fundadores de la CEES, dos trabajaban en la misma cartera:  la asesora jurídica y abogada María Eugenia Navarrete, y su segundo en Defensa,  Claudio Troncoso Repetto (hoy director jurídico de la Cancillería). La lista  incluye a tres antiguos militantes DC: Eduardo Zúñiga Pacheco, Eduardo Patricio  Palma Carvajal y Eduardo Arriagada Moreno. El último de los firmantes del  documento fundacional fue Carlos Eduardo Rojas Saavedra, hermano mayor del ex  ministro, quien ocupó siempre el cargo de tesorero de la CEES y cuyo rol en esta  historia es a lo menos interesante.
 Sólo dos meses y dos días demoró la tramitación de la personería jurídica  para la corporación sin fines de lucro de Patricio Rojas, a pesar de que el  trámite demora como mínimo más de un año. El 9 de febrero de 1994, la  subsecretaría de Justicia dictó el Decreto 244 que se la otorgó y que fue  publicado en el Diario Oficial el 11 de marzo, el último día del gobierno de  Aylwin. El dictamen lleva la firma del entonces subsecretario de Justicia, Marcos Sánchez Edwards, quien a la  vez era socio fundador de CEES.
 Este detalle no es recordado por ninguno de los creadores de la CEES  consultados por CIPER. El mismo Patricio Rojas, en esta entrevista insiste en que  no recuerda "nada" del mismo y añade:
 - Usted comprende que todos esos decretos van a trámite de razón de la  Contraloría. Si no hubiera sido de acuerdo a Derecho, habría sido rechazado u  objetado. Si no fue objetado, es porque estaba ajustado a Derecho.
 Además de su paso por las subsecretarías de Guerra y Justicia, al abogado  Marcos Evaristo Sánchez Edwards (60 años) lo une con Rojas una amistad de años.  El propio Rojas dice que "es amigo mío desde antes del Ministerio de Defensa,  por haber sido ambos DC, y sigue siendo mi amigo y muy dilecto". Así debe ser,  porque Marcos Sánchez no sólo acompañó a Rojas en la CEES, sino que actuó como  representante suyo en varias operaciones inmobiliarias y hasta fue testigo de la  esposa del ex ministro en un juicio por una propiedad en Concón.
 En función de ese importante rol, CIPER le solicitó en al menos tres  ocasiones a Sánchez una entrevista para este artículo. La respuesta fue siempre  que estaba muy ocupado y que lo llamáramos "la semana siguiente". Sólo el  miércoles de la semana pasada, después de haberse informado que Patricio Rojas  había sido entrevistado por CIPER, Sánchez llamó para hacer una precisión.
 - Si se fija bien, en el decreto que le otorga la personalidad jurídica a la  CEES dice "por orden del Presidente de la República, Francisco Cumplido,  Ministro de Justicia. Lo transcribo para su conocimiento
", y ahí viene mi  nombre. El subsecretario lo único que hace es ser ministro de fe del ministro  que firmó -dice, omitiendo que, pese a ese formalismo, fue su responsabilidad  darle personalidad jurídica express a la CEES.
  Sánchez ha sido investigado al igual que otros- como una de las  posibles personas que figura en la correspondencia incautada en Bélgica bajo la  identidad falsa de "Marcos González" y que participó en la negociación de las  comisiones ilícitas con los representantes de los Mirage Elkan. Esa "chapa"  corresponde al encargado de contactar al entonces ministro Rojas para concretar  el negocio. El nombre está en un fax incautado a Claude Baudrenghien,  representante de Sabca en Chile (empresa que negociaba la venta de los aviones),  donde se afirma que el contacto más cercano de los belgas con el pediatra DC es  el hoy fallecido representante de empresas de armamentos Carlos Honzik. El fax  agrega que: "Vega deseaba tener una decisión en abril y el ministro actual  (Rojas) presiona para antes del 11 de marzo, pero desea más plata". Honzik fue  el mayor distribuidor de las coimas por compra y venta de armas desde los '70 a  los '90', principalmente a Pinochet.
Sánchez ha sido investigado al igual que otros- como una de las  posibles personas que figura en la correspondencia incautada en Bélgica bajo la  identidad falsa de "Marcos González" y que participó en la negociación de las  comisiones ilícitas con los representantes de los Mirage Elkan. Esa "chapa"  corresponde al encargado de contactar al entonces ministro Rojas para concretar  el negocio. El nombre está en un fax incautado a Claude Baudrenghien,  representante de Sabca en Chile (empresa que negociaba la venta de los aviones),  donde se afirma que el contacto más cercano de los belgas con el pediatra DC es  el hoy fallecido representante de empresas de armamentos Carlos Honzik. El fax  agrega que: "Vega deseaba tener una decisión en abril y el ministro actual  (Rojas) presiona para antes del 11 de marzo, pero desea más plata". Honzik fue  el mayor distribuidor de las coimas por compra y venta de armas desde los '70 a  los '90', principalmente a Pinochet.
 Los primeros días de marzo y los últimos antes del cambio de gobierno-  parecen haber sido decisivos para la firma final del contrato. El miércoles 2,  Patricio Rojas informó en rueda de prensa que la decisión final era inminente. Y  el domingo 6, el ministro de Defensa belga, Leo Delacroix, anunció oficialmente  el interés de Chile por comprar a ese país la flota de Mirage 5, y se mostró  dispuesto a venderlos, recalcando que las Fuerzas Armadas locales "están  controladas por civiles". Así consta al menos en las notas publicadas por El  Mercurio.
 "Marcos González" figura en otro documento clave incautado a Baudrenghien  enviado a Sabca-, donde se lee: "Mi sensación es que en la repartición de las  comisiones parece ser que el ministro (Patricio Rojas) debe ser el centro  gravitante del sistema y no los militares. Es preciso tener una indicación sobre  la forma de contactar a los políticos, ya que son ellos los que deciden en lugar  de los militares. Hay que volver a recontactar a Marcos (González) y  disculparme, habría llamado a mi hotel para encontrarse el fin de semana. Es un  punto de entrada directo y posible, vuelve de un viaje en el sur con el ministro  Rojas".
 El "viaje al sur" podría ser según publicó La Tercera en enero último- uno  que hizo Rojas como ministro a bordo de la patrullera Ortiz de la Armada,  durante la primera semana de febrero de 1994, a Puerto Montt, la Laguna San  Rafael, Aysén, Chaitén y Coyhaique. Entre los civiles que lo acompañaban estaban  el entonces senador DC y miembro de la Comisión de Defensa, Sergio Páez, y el a  esa fecha subsecretario de Justicia y ex de Guerra, Marcos Sánchez Edwards.
 Las platas que no cuadran
 Volviendo al origen de la CEES, el mismo día que Rojas, Sánchez y Kindermann  dejaban el gobierno -mientras Mario Fernández volvía a la Subsecretaría de  Aviación-, comenzó a funcionar legalmente dicha entidad. Reconstruir lo que  hicieron sus integrantes durante los primeros tres años de su funcionamiento no  ha sido fácil. Pese a que la ley obliga a las entidades sin fines de lucro a  remitir a la subsecretaría de Justicia el registro de sus actividades y  contabilidad, fue imposible obtener documentación oficial completa que acredite  qué hizo y quiénes participaron en dicha corporación entre los años 1994 y 1996.  CIPER formuló en reiteradas ocasiones solicitudes de acceso a la información a  dicha cartera, la que respondió asegurando que enviaban copias de todos los  papeles que la entidad de Rojas les había entregado. Del resto no hay noticias.  Tampoco sanciones.
    Dos altos funcionarios del Ministerio de Defensa -en distintas presidencias    de los últimos 20 años- afirmaron a CIPER en forma separada y bajo reserva de    su identidad, que esa repartición le pagaba a Rojas en forma anual por    estudios que no se justificaban, práctica que se cortó en una fecha no    precisada.
 El dossier incluyó las memorias y balances contables entre 1997 y 2004, más  copias de las actas de directorio y de asambleas de socios entre 1998 y 2005. La  subsecretaría sostiene que los documentos faltantes nunca le fueron entregados  por la CEES: "Tanto las memorias de los años 1995, 1996, 2005, 2006 y 2007, como  los balances de los años 2005, 2006 y 2007 han sido solicitados a la entidad  mediante Providencia N° 1374, de fecha 20 de febrero de 2009, del Departamento  de Personas Jurídicas de esta Cartera de Estado, reiteradas a través de Providencia N° 1706, de  fecha 10 de marzo de 2009".
 Justicia agregó que los balances de 1995 y 1996 estaban en el Archivo  Nacional. Allí se encontraba una carta enviada por la CEES a Justicia el 28 de  mayo de 1996, en la que, según se lee, adjuntaban ambos registros  contables y "una copia del acta de la Asamblea General Ordinaria de la entidad".  La sorpresa fue que si bien los balances estaban o algo que dice ser un balance  porque son simples y escuetos recuentos de ingresos y egresos-, el segundo  documento no se encontraba donde debía, lo que impide comprobar quiénes  integraban el directorio y otros cargos. Considerando lo que sigue, la omisión  no es irrelevante.
 Los papeles hallados en el Archivo Nacional exhiben una de las tantas  contradicciones de la historia de la CEES. Aunque la carta enviada por dicho  organismo a Justicia dice textualmente que, "durante el año 1994 la Corporación no tuvo  actividad", el balance de 1995 ya indica que hay un "saldo anterior"  de $ 2.113.543. Es decir, alguna actividad debió haberse llevado a cabo en 1994.  A falta de documentos de la entidad sobre ese año, se les preguntó a los  fundadores de la CEES. De los consultados, el único que recordó algo sobre sus  inicios fue Patricio Rojas.
 Según el ex ministro, en 1994 entre otras cosas- la agrupación buscó  "potenciales demandas de estudios, y hasta presentó el primer proyecto", pero al  revisar sus apuntes precisó que "el primer trabajo contratado" se hizo en  1996.
 Las palabras del ex ministro contradicen por partida doble a este segundo set  de documentos. Por un lado, la ya citada carta de la CEES dice que en 1995 "se  ejecutó un estudio encargado a la Corporación por el Ministerio de Defensa  Nacional". Y por otro, los balances del mismo año indican que la CEES  recibió en 1995 ingresos por un total de $53.710.318. Eso incluye el  mencionado "saldo anterior" de $2.113.543, más los ítemes de "Aportes  nacionales", "Aportes internacionales", "Intereses ganados" e "Ingresos por  explotación".
 Descontando los gastos y, siempre según el balance, al final de su segundo  año de funcionamiento la CEES tenía en caja $29.566.265. Cifra que tampoco se  ajusta a lo que dice el ex ministro cuando explica cuánto recaudaba anualmente  su corporación:
 - Cada estudio costaba alrededor de 12, 13, 14 millones, y era más o  menos un estudio al año. Con suerte, cuando tocaba estudios.
 Esta es la primera de las numerosas y gruesas incongruencias que arrojan sólo  los balances de la entidad que han podido ser recuperados, y que abarcan desde  1995 a 2004.
  Tanto  es así, que si se toman los números de todo ese período, no hay nada que  explique por qué 1995 fue por lejos el año más rentable de la corporación de  Rojas. Mientras ese año entraron poco más de $50 millones de pesos, los ingresos  de cada uno de los años con balances recuperados, sin  considerar el ítem "Saldo Anterior", jamás superaron los poco más de veinte  millones de pesos. Eso, sin considerar que hasta ahora no han aparecido las  contabilidades del año 1994 y del 2004 en adelante, si las hubiera.
Tanto  es así, que si se toman los números de todo ese período, no hay nada que  explique por qué 1995 fue por lejos el año más rentable de la corporación de  Rojas. Mientras ese año entraron poco más de $50 millones de pesos, los ingresos  de cada uno de los años con balances recuperados, sin  considerar el ítem "Saldo Anterior", jamás superaron los poco más de veinte  millones de pesos. Eso, sin considerar que hasta ahora no han aparecido las  contabilidades del año 1994 y del 2004 en adelante, si las hubiera.
 Más adelante, a partir de 1997, el análisis de la documentación de la CEES  obtenida en la subsecretaría de Justicia y que fue contrastada con la  información de los estudios contratados -que CIPER solicitó y obtuvo del  Ministerio de Defensa- confirma que la corporación de Rojas le vendió diversos  estudios a la misma cartera que él había encabezado, y en la cual varios de sus  integrantes trabajaron. Incluso, uno de sus miembros entre 1994 y 1998, Eugenio  Cruz Pinochet, siguió siendo funcionario de dicho Ministerio.
 Según los documentos enviados por el Ministerio de Defensa, la corporación de  Rojas le vendió 6 estudios o proyectos entre 1997 y 2005. A eso se suma otro  trabajo financiado por el Fondecyt el '96. No obstante, las memorias y  documentos de la CEES mencionan a lo menos otros ocho trabajos terminados y de  los cuales sólo se conocen tres de sus compradores: las fundaciones Konrad  Adenauer y Santillana y el Ministerio de Defensa. Con respecto a este último, a  pesar de que en la memoria de la CEES del '95 figura un estudio encargado por  esa repartición, ésta no encontró ningún trabajo con la corporación ese año.
 Las actas de la CEES también mencionan frecuentes tratativas con otros  mandantes, entre ellos el Ministerio del Interior. Pero sobre éstos no hay  información precisa. Pese a que CIPER le envió a dicha cartera una solicitud de acceso a la información el pasado  12 de marzo, a la fecha no ha emitido una respuesta respecto de si se  pagó a la entidad del ex ministro o no, y cuáles fueron los montos  involucrados.
 Sólo la subsecretaría de Desarrollo Regional respondió que en sus archivos no se encontraba  ningún estudio pagado a la CEES. La misma petición se hizo al  Ministerio de Relaciones Exteriores. En su respuesta, el subsecretario aseguró que en sus registros no figura ningún  contrato.
 En las memorias de la entidad sin fines de lucro de Rojas, se hace mención,  por ejemplo, a trabajos para un seminario organizado por el Centro de Estudios  Socioeconómicos y Políticos para América Latina (CESPAL) en Buenos Aires (mayo  1995); y otro para el Diálogo Unión Europea- Grupo de Río sobre "Medidas de  Confianza Mutua", realizado en Punta del Este (Uruguay), en octubre del '95. Si  se toma en cuenta que hasta 2003 era posible para los entes públicos ocupar los  fondos reservados para pagar estudios, es probable que jamás se tenga precisión  sobre cuántos trabajos se le pagaron al CEES y por qué montos.
 Otra de las actividades de la CEES investigadas por CIPER fueron los  proyectos que la corporación de Rojas presentó a los concursos de Fondecyt para  obtener su financiamiento. De los seis que registra dicha entidad, sólo ganó uno  tras un complejo y hoy criticado- proceso de aprobación y que le reportó  financiamiento estatal por $21.663.000, lo que cubrió una encuesta, pasajes  aéreos, honorarios, y un completo equipamiento de oficina: una impresora y un  computador, entre otros. Este último trabajo abre la puerta a una nueva y  reveladora faceta del trabajo de la CEES.
 Un general en escena
 "De la seguridad hemisférica colectiva a la cooperación para la paz en el  continente" se llamaba el proyecto que la CEES presentó a concurso de Fondecyt  en 1996, indicando que el propio Rojas era su investigador principal, junto a  dos co-investigadores: Claudio Troncoso socio fundador del CEES y hoy director  jurídico de la Cancillería- y el ex subsecretario de Relaciones Exteriores y ex  embajador en Estados Unidos, Patricio Silva Echenique, quien falleció en  1997.
  Al  revisar los expedientes del proyecto almacenados en el Archivo Nacional,  aparecen nuevas dudas. El trabajo fue inicialmente aprobado con un  financiamiento para tres años (1996 a 1998) de $33.913.000. Pero durante el  largo proceso de evaluación, el Fondecyt decidió recortarle el último año. La  suma que recibió al final la CEES fue $21.663.000. Un destacado académico que  estuvo a cargo de la evaluación del estudio, indicó que el recorte se habría  debido a una de dos razones: a un ajuste general de fondos o porque se estimó  que el trabajo no ameritaba semejante gasto. Y a modo de conclusión sobre lo que  se le pagó a la entidad de Rojas, acotó:
Al  revisar los expedientes del proyecto almacenados en el Archivo Nacional,  aparecen nuevas dudas. El trabajo fue inicialmente aprobado con un  financiamiento para tres años (1996 a 1998) de $33.913.000. Pero durante el  largo proceso de evaluación, el Fondecyt decidió recortarle el último año. La  suma que recibió al final la CEES fue $21.663.000. Un destacado académico que  estuvo a cargo de la evaluación del estudio, indicó que el recorte se habría  debido a una de dos razones: a un ajuste general de fondos o porque se estimó  que el trabajo no ameritaba semejante gasto. Y a modo de conclusión sobre lo que  se le pagó a la entidad de Rojas, acotó:
 - Los fondos que le asignaron me parecen, y siempre me parecieron, excesivos,  abultados. Me dio la impresión que querían montar una oficina con lo que ganaron  en el concurso Fondecyt.
 El trabajo se basó en una serie de encuestas y entrevistas en profundidad a  "altos jefes militares y autoridades" de Chile, Argentina y Uruguay, para lo  cual la CEES contrató los servicios de la consultora MORI. Académicos con  experiencia en el trabajo de Fondecyt señalan que ya es anómalo que se haya  financiado con dineros públicos un trabajo que descansaba sobre "una suerte de  subcontratación" en lugar de tareas propias.
 Lo que más despertó comentarios entre los profesionales que recordaban este  caso fue que no había constancia de que la CEES cumpliera un requisito  importante en ese medio: que su estudio fuera publicado y divulgado por canales  académicos y no políticos. "Es una manera de certificar si el trabajo es o no  aceptable para la comunidad académica", grafica uno de ellos.
    Casi dos meses antes que Rojas dejara el gobierno de Aylwin, Rojas    constituyó la CEES junto a otras nueve personas. Entre éstas se contaban tres    subsecretarios que habían servido bajo sus órdenes: Jorge Kindermann Fernández    (Carabineros), Mario Fernández Baeza (Aviación) y Marcos Sánchez Edwards    (Guerra). El primero se encontraba ese día en funciones, mientras que Sánchez    era entonces subsecretario de Justicia y como tal firmó el decreto que le    otorgó personalidad jurídica a la entidad.
 Pese a que durante el proceso Rojas sugirió publicar el estudio en la  Revista del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile,  finalmente eso no ocurrió. El mismo ex ministro confirma lo anterior, pero  explica que tal trámite se cumplió cuando el trabajo se dio a conocer en un  seminario realizado junto a la Fundación Konrad Adenauer, en noviembre de 1997,  en el Diego Portales. "Entendimos que la publicación del seminario era cumplir  con la obligación; se editó un folleto", afirmó. Uno de los especialistas  consultados es tajante:
 - Ese seminario de Defensa es uno del "Club de Toby", no es académico.
 A propósito de la Fundación Konrad Adenauer, en el dossier entregado por la  subsecretaría de Justicia la entidad alemana históricamente muy cercana al  financiamiento de la DC- es mencionada en varias ocasiones como cliente de la  corporación: por ejemplo, las actas del directorio de 1998 hablan del estudio  "Servicio Militar Obligatorio" costeado por dicho organismo, aunque no se  explicita en el balance el monto recibido. Otro comprador de proyectos fue la  Fundación Santillana, con la cual la CEES firmó un contrato en 1999 para el  trabajo "Hacia una nueva estructura de la Educación Básica en Chile". Los nexos  de Rojas con la Fundación Santillana datan de los años 70, según él mismo lo relató a  CIPER.
 Volviendo a Fondecyt, CIPER le consultó formalmente a dicho organismo estatal  si la CEES había participado en otros concursos. La respuesta fue que lo había hecho en otras  cinco ocasiones entre 1995 y 1997, sin lograr la aprobación. Pero  Fondecyt se negó a detallar argumentando que se trataba de antecedentes  confidenciales- sobre qué versaban dichos proyectos y quiénes eran los  encargados directos por parte de la corporación.
 CIPER logró obtener dicha información de otras fuentes, que arrojaron otra  sorpresa. En uno de esos cinco estudios figura como investigador  principal el ex comandante en jefe de la FACH y entonces retirado general Ramón  Vega Hidalgo, el principal procesado hasta ahora en el juicio de los  Mirage. El hecho probaría que Vega se vinculó a la corporación de Rojas bajo  alguna calidad, que por la documentación de la CEES que no aparece se hace  imposible precisar.
 El negocio del clan Dezerega
  El hasta ahora desconocido nexo de Rojas con Vega no es el único que  vincula al ex ministro y a la CEES con los protagonistas del Caso Mirage. Hay  otro ingrediente que se suma a la férrea amistad del médico DC con Bartolomé  Dezerega y su relación laboral con su hijo, Alejandro Dezerega Petoohoff. Este  último constituyó el 19 de julio de 1995 la sociedad anónima cerrada  Premium Risk S.A., junto a José Antonio Buenaño González  (ingeniero civil), Carlos Antonio Parada Abate (abogado), y Juan Carlos Delaunoy  Campusano (contador auditor). La sociedad fue publicada en el Diario Oficial el  2 de agosto del mismo año.
El hasta ahora desconocido nexo de Rojas con Vega no es el único que  vincula al ex ministro y a la CEES con los protagonistas del Caso Mirage. Hay  otro ingrediente que se suma a la férrea amistad del médico DC con Bartolomé  Dezerega y su relación laboral con su hijo, Alejandro Dezerega Petoohoff. Este  último constituyó el 19 de julio de 1995 la sociedad anónima cerrada  Premium Risk S.A., junto a José Antonio Buenaño González  (ingeniero civil), Carlos Antonio Parada Abate (abogado), y Juan Carlos Delaunoy  Campusano (contador auditor). La sociedad fue publicada en el Diario Oficial el  2 de agosto del mismo año.
 Los socios iniciaron la empresa con un capital de un millón de pesos -a  través de la emisión de cien acciones- y definieron como giro una amplia gama de  actividades: asesorías financieras, inversiones inmobiliarias, intermediación,  compra y venta de toda clase de bienes y hasta servicios educacionales.
 Al momento de crear su empresa, Dezerega Petoohoff ya había pasado del  aparato público al mundo privado, pero no de un viaje. Dos meses después de  regresar de su "beca de oro" en California, ingresó como socio de la CEES en  agosto de 1994, según un acta escrita a mano que la  corporación entregó a CIPER. Sin embargo, no renunció al Ministerio  de Defensa sino hasta mayo de 1995, por lo que siguió trabajando en ambas partes  durante nueve meses. Un mes después de abandonar el Diego Portales, constituyó  su propio negocio.
 En paralelo a su trabajo en la agrupación de Rojas, el negocio de Premium  Risk comenzó a crecer. En mayo de 1996, sus accionistas aumentaron el millón de  pesos con que habían comenzado a un capital de poco más de $ 184 millones, a  través de la emisión de nuevas acciones. Así lo registraron ante notario el 4 de  junio. Ese mismo día, Bartolomé Dezerega aparece en escena transfiriéndole a la  sociedad, a modo de aporte, una oficina -la 221- que tenía en el Edificio Médico  Manquehue, en el 5.900 de avenida Vitacura.
 El ex gerente de TVN había comprado ese inmueble en 1993, época en que  concretó otras operaciones inmobiliarias: ese mismo año adquirió otro inmueble  en la calle Napoleón, y al año siguiente (1994) un departamento en la Avenida  Borgoño, que une Viña del Mar y Reñaca.
 A esas alturas, Dezerega padre figuraba como miembro del directorio de la  empresa de su hijo. Nadie sabía entonces que el viejo amigo de Rojas tenía  cuatro cuentas en el Banco del Espírito Santo de Miami: una de Premium Risk,  otra personal suya, otra de Shanghai Overseas Investments Ltd., y una de Nor-Sur  Management Consultants. En al menos tres de estas cuentas Dezerega recibió los  12 depósitos que suman hasta ahora US$ 2.995.000 provenientes de una cuenta del  representante de armamentos Conrado Ariztía. Él y Dezerega son viejos amigos:  sus hijos según publicó La Tercera- fueron compañeros en el Grange (ver recuadro con la operación de los pagos de las comisiones por  la compra de los Mirage).
 El resto del '96 parece haber sido crucial para Premium Risk. El 30 de  septiembre, sus accionistas repactan la sociedad y deciden "aprobar el pago de  acciones por medio del aporte de bienes raíces", según consta en la escritura  notarial extractada en el Diario Oficial. En la misma se mencionan dos  transferencias inmobiliarias, ambas hechas por Bartolomé Dezerega: en una aporta  el inmueble de calle Napoleón que había comprado en 1993, y en la otra el  departamento adquirido en Reñaca en 1994. Ambas propiedades sumaron  $114.600.000.
 El último día de 1996, Premium Risk compró un departamento y bodega en calle  Latadía a Olga Petoohoff Porskoriakova, la esposa de Bartolomé Dezerega y madre  de Alejandro Dezerega. En abril 1998, la sociedad vuelve a aumentar su capital a  casi $239 millones, para lo cual se emitieron más acciones. La empresa recién  vuelve a registrar movimientos importantes el año 2006, cuando el Caso Mirage ya  comenzaba a ser conocido en Chile. A partir de entonces, Premium Risk empieza a  vender las propiedades con las que había engrosado su capital, hasta  desprenderse de todas las nombradas.
    Entre los cinco proyectos que la corporación de Rojas envió a Fondecyt y    que no fueron aprobados para su financiamiento- hay uno en que, según fuentes    consultadas por CIPER, figura como investigador principal el ex comandante en    jefe de la FACH y entonces retirado general Ramón Vega Hidalgo, el principal    procesado hasta ahora en el juicio de los Mirage.
 La primera venta fue el departamento y la bodega de Latadía, comprados a la  madre de Dezerega Petoohoff. El 17 de abril Marianela Lezana Soya y Mauricio  Tapia Reyes las adquieren por UF 2.232. Luego, el 31 de agosto, venden la  oficina en el Edificio Médico Manquehue la misma que Bartolomé Dezerega había  comprado en 1993 y transferido en 1996- a Alfredo Avaria Cañas, en $22 millones.  Al mes siguiente, Alejandro Dezerega le vende a Marcela Tschorne en $62  millones, un departamento en calle Vaticano, que había comprado en 1994.
 Al año siguiente, 2007, Bartolomé Dezerega vende un departamento también  ubicado en calle Latadía, a la Sociedad Asesoría Inversiones Las Vertientes  Ltda, en $37 millones. Y el año recién pasado, 2008, Dezerega padre, su esposa,  sus cuatro hijos, incluyendo a Alejandro, crean la Inmobiliaria Porvenir S.A. El  mismo día de su constitución, el 17 de junio, el jefe del clan le transfiere a  la nueva sociedad la casa familiar de calle Vichato, en Las Condes.
 Por último, el 27 de noviembre Premium Risk S.A. vende la oficina, bodega y  estacionamientos que tenía en calle Napoleón a Paula Montt Cáceres y Eliana  Cáceres Bravo, por $53.700.000.
 Otros contratos con Defensa
  Cuando CIPER le preguntó insistentemente al ex ministro Rojas por cómo  describiría su amistad con Bartolomé Dezerega, se negó muy molesto a responder.  A los pocos minutos dio por terminada la entrevista. Una reacción algo similar  tuvo durante la misma sesión, cuando se le consultó por dudas puntuales en  algunos contratos de la CEES. Uno de ellos le permitió a la entidad venderle a  la subsecretaría de Guerra un estudio sobre los ministerios de Defensa de  Alemania, Francia, España, Reino Unido e Italia. Según copias proporcionadas a  CIPER por la misma cartera, el acuerdo fue firmado por Rojas y por el entonces  subsecretario Mario Fernández Baeza, el 17 de julio de 1997.
Cuando CIPER le preguntó insistentemente al ex ministro Rojas por cómo  describiría su amistad con Bartolomé Dezerega, se negó muy molesto a responder.  A los pocos minutos dio por terminada la entrevista. Una reacción algo similar  tuvo durante la misma sesión, cuando se le consultó por dudas puntuales en  algunos contratos de la CEES. Uno de ellos le permitió a la entidad venderle a  la subsecretaría de Guerra un estudio sobre los ministerios de Defensa de  Alemania, Francia, España, Reino Unido e Italia. Según copias proporcionadas a  CIPER por la misma cartera, el acuerdo fue firmado por Rojas y por el entonces  subsecretario Mario Fernández Baeza, el 17 de julio de 1997.
 El contrato fijaba un pago de $13 millones y  un plazo de entrega para el 31 de diciembre de ese mismo año. Pero el  4 de diciembre, la entonces directora ejecutiva de la CEES, María Eugenia  Navarrete, le envió a Fernández una propuesta para modificar el convenio y  prorrogar el plazo hasta el 30 de junio de 1998. En la carta, la abogada alude a "lo que  conversaste con Patricio".
 Fernández accedió, y el 24 de diciembre Nochebuena- modificó el contrato en esos  términos. El 30 de abril de 1998 volvió a modificarlo, ya no sólo  alargando el plazo hasta el 31 de diciembre de ese año, sino que además, aumentando el monto del contrato de $13  millones a $23 millones.
 Ante estos antecedentes, Rojas sin disimular su incomodidad- sólo indicó que  "el estudio era muy complejo y queríamos hacerlo muy bien", y que eso mismo hizo  subir los costos. Agregó que dicho trabajo fue fundamental para reorganizar el  Ministerio de Defensa.
    Dos meses después de regresar de su "beca de oro" en California, Alejandro    Dezerega ingresó como socio de la CEES, en agosto de 1994. No renunció al    Ministerio de Defensa sino hasta mayo de 1995, por lo que siguió trabajando en    ambas partes durante nueve meses.
 Dado que Fernández figura entre los fundadores de la CEES, el episodio  obligaba a aclarar si para esa fecha el entonces subsecretario era o no  integrante de dicha entidad. Las memorias y actas que cubren el período  1997-2005 las únicas disponibles- no mencionan al hoy integrante del Tribunal  Constitucional, pero tampoco indican si se retiró en alguna fecha. No es lo que  ocurre, por ejemplo, con otras renuncias de las que sí se dio cuenta en  distintas actas de directorio: María Eugenia Navarrete (1998), Claudio Troncoso  (2000) y Eduardo Arriagada (2000).
 Rojas manifestó inicialmente que no recordaba ese dato, y que si para  entonces Fernández formaba parte de la CEES, podría deberse "a un error, un  olvido", y que "si hay algo que se hizo mal, ¡se hizo mal!". Horas después de la  entrevista, precisó por intermedio de uno de sus funcionarios- que el entonces  subsecretario se había retirado de la entidad "el 30 de agosto de 1994", según  constaba "en un acta" que llegó a CIPER. Allí dice que Fernández presentó su renuncia el 24 de junio de  1994.
 A su vez, el propio Mario Fernández explicó que dado su rol en el Tribunal  Constitucional no puede dar entrevistas, pero sí nos entregó una copia de su carta de  renuncia, con la misma fecha.
 Todo queda en familia
 Otra arista con sorpresas es la que resulta del análisis de las operaciones  inmobiliarias de algunos de los fundadores e integrantes de la CEES. De partida,  las oficinas en que ésta funciona se ubican en el quinto piso de Asturias 271,  en Las Condes. Es el mismo domicilio que registra la Fundación Valle Lo Aguirre  (link a recuadro), entidad vinculada a la Universidad de  Chile y de la cual Rojas es vicepresidente ejecutivo.
 Los balances de ambas entidades registran que cada una ha pagado durante  todos estos años un arriendo por las oficinas 51 y 52, que ocupan todo el quinto  piso. Consultado Rojas acerca del arriendo que paga la CEES, dijo recordar que  era del orden de los $200 mil, dependiendo del año. Pero sólo el balance de 1996  de la corporación indica que durante ese año se gastaron $7.500.000 por ese  concepto, lo que en promedio arroja un arriendo mensual de $625 mil. Sorprendido  al ver las cifras, el ex ministro argumentó que esa cifra se "redujo  drásticamente" en los años posteriores, debido a la falta de recursos.
 Lo cierto es que los gastos por arriendo de la CEES sólo se redujeron  considerablemente a contar de 1999 y hasta el 2004, año del último balance  disponible. En total, durante el período 1996-2004, los balances de  la CEES indican que se gastó en arriendo un total de $38.841.072. Las  cifras de 1995 no registran egresos por ese concepto, y no hay documentación que  detalle cuánto se gastó en 1994, y desde 2005 a la fecha.
  El  monto gastado cobra relevancia si se considera que el inmueble que abarca las  oficinas 51 y 52, más los estacionamientos 3 y 4, y la bodega 6 de Asturias 271  fue comprado el 28 de noviembre de 1994 por Carlos Eduardo Rojas Saavedra, quien  registró la compraventa ante el notario Patricio Raby. Es decir, la CEES le pagó  arriendo a su propio tesorero y hermano del ex ministro Rojas. Otro tanto ha  hecho la Fundación Valle Lo Aguirre.
El  monto gastado cobra relevancia si se considera que el inmueble que abarca las  oficinas 51 y 52, más los estacionamientos 3 y 4, y la bodega 6 de Asturias 271  fue comprado el 28 de noviembre de 1994 por Carlos Eduardo Rojas Saavedra, quien  registró la compraventa ante el notario Patricio Raby. Es decir, la CEES le pagó  arriendo a su propio tesorero y hermano del ex ministro Rojas. Otro tanto ha  hecho la Fundación Valle Lo Aguirre.
 Cuando se le preguntó a Rojas por este antecedente, airado se quejó que se le  estaba insinuando que él era el dueño de las oficinas. Resulta que su hermano  falleció el 15 de febrero de 2008, pero la propiedad no la heredó ni su viuda ni  sus hijos. Poco más de un año antes, el 26 de enero de 2007, le transfirió todo  el inmueble a María Antonieta Olmedo Quero, la esposa de Patricio Rojas. Dicha  operación fue inscrita en el Conservador de Bienes Raíces el 24 de diciembre  nuevamente Nochebuena- a requerimiento de Marcos Sánchez Edwards.
 Rojas afirmó que la CEES "no paga un peso de arriendo" desde el año pasado  (2008), aunque sí lo sigue haciendo la Fundación Valle Lo Aguirre. Pero no  aclaró por qué su hermano decidió transferirle el inmueble a su cuñada en vez de  a su esposa. Un integrante de la misma corporación y antiguo conocido de Rojas  comentó a CIPER que "lo que puede haber ocurrido es que Carlos haya comprado  todo eso con plata de Patricio".
 El historial inmobiliario del ex ministro también resulta llamativo. En las  declaraciones de patrimonio e intereses que presentó a la Contraloría cuando  asumió y luego fue destituido de la presidencia del Sistema de Empresas Públicas  (2006-2008), no figura ningún inmueble a su nombre. Su casa de calle Huara Huara  está a nombre de su esposa, así como una propiedad en Concón. Hasta 1998, esta  última colindaba con otro sitio suyo en el sector conocido como Los Romeros, que  María Antonieta Olmedo había recibido en 1995 a través de una resolución de la  entonces seremi de Bienes Nacionales de Valparaíso, María Eugenia Mella  (DC).
    El arriendo que durante años han pagado la CEES y la Fundación Valle Lo    Aguirre por sus oficinas fue a parar directamente al hermano de Rojas y    permanente tesorero de la corporación, Carlos, quien las había comprado en    1994. Un año antes de morir, el 2007, le transfirió todo el inmueble a María    Antonieta Olmedo, esposa del ex ministro de Defensa. En algunos períodos la    CEES pagó por ellas más de $7 millones anuales.
 Dicho dictamen provocó un largo conflicto judicial con Hernán Jiménez Bulnes,  quien la demandó asegurando haber comprado el mismo terreno. Durante el juicio,  Olmedo presentó una batería de testigos, todos DC: los entonces senadores Andrés  Zaldívar y Juan Hamilton, Marcos Sánchez y el abogado Juan Achurra. Finalmente,  en 1998 la esposa de Rojas perdió el caso y el terreno. En la propiedad  colindante que aún conserva se levanta hoy un edificio de cuatro pisos, al que  suele retirarse a descansar el matrimonio Rojas Olmedo y los hijos de ambos.
 Si el ex ministro no declaró propiedades ante la Contraloría, fue porque en  cierta forma siguió el comportamiento inmobiliario de su viejo amigo, Bartolomé  Dezerega: las que tenía las vendió. Pero no a cualquiera. Por ejemplo, un  departamento en Avenida Monseñor Escrivá de Balaguer que había comprado en 1992  siendo ministro- se lo vendió a su hijo José Ignacio el 28 de diciembre de 1999  en UF 2.938.
 Rojas había comprado un departamento y dos estacionamientos en la calle  Bellavista (Reñaca) en 1996, por los que pagó poco más de $64 millones. Lo  mantuvo hasta el 2005, menos de un año antes que los Dezerega comenzaran a  desprenderse de sus bienes raíces. El 9 de junio según la escritura  correspondiente-, el médico vendió el inmueble a un precio notoriamente menor al  que había pagado nueve años antes: algo más de $40 millones. La operación no fue  inscrita en el Conservador de Bienes Raíces de Viña del Mar sino hasta el 23 de  diciembre del mismo año.
 La compradora fue Susana Sara Cristina Crook Cortés. Muy pocos recuerdan que  fue su secretaria de confianza hasta antes que Rojas asumiera como ministro de  Defensa, en 1990.
 (*) En esta investigación colaboraron las estudiantes en práctica  Cristina Soto y Paula Guerra.
  La ruta de las coimas
 El rol de Bartolomé Dezerega en el Caso Mirage hay que entenderlo con lo que  hasta ahora se ha logrado acreditar respecto de la ruta del pago de comisiones  ilegales revelada por la justicia belga. Todo comienza con la firma del contrato  entre el gobierno chileno y la firma belga SABCA (Sociét Anonyme Belge de  Constructions Aéronautiques), el 19 de junio de 1994. Dicho acto modificaba lo  que había establecido un decreto supremo firmado el 1 de marzo de ese mismo año,  en el sentido que la adquisición de los 25 cazabombarderos Mirage debía  materializarse a través de dos convenios: uno entre el Ministerio de Defensa y  la FACh con el Ministerio de Defensa belga, y otro consistente en un crédito con  el General Bank de Bélgica para financiar un contrato con SABCA.
  La transacción se tradujo en que Chile le pagó a SABCA US$ 109  millones. La firma belga le entregó US$ 70 millones al Fisco de su país, y se  quedó con los US$ 39 restantes. De dicha suma, transfirió US$ 15 millones a  Europavía Belgium, por supuestos servicios de representación. El dueño de  Europavia era el ex general belga Jacques Lefebvre, que visitó Chile en 1992 y  participó en la negociación de los Mirage. Acorralado por la justicia, Lefebvre  se suicidó el 7 de marzo de 1995, dejando una nota que abrió el camino para las  pesquisas en Chile.
La transacción se tradujo en que Chile le pagó a SABCA US$ 109  millones. La firma belga le entregó US$ 70 millones al Fisco de su país, y se  quedó con los US$ 39 restantes. De dicha suma, transfirió US$ 15 millones a  Europavía Belgium, por supuestos servicios de representación. El dueño de  Europavia era el ex general belga Jacques Lefebvre, que visitó Chile en 1992 y  participó en la negociación de los Mirage. Acorralado por la justicia, Lefebvre  se suicidó el 7 de marzo de 1995, dejando una nota que abrió el camino para las  pesquisas en Chile.
 De ahí en adelante, lo que se conoce de la ruta de las platas es lo que  acreditó la justicia belga un dossier con los antecedentes están en manos del  ministro en visita Omar Astudillo-, donde constan pagos y transferencias que  componen una compleja trama. Varios detalles han sido publicados por la prensa  local, especialmente por La Nación.
 De los US$ 15 millones que recibió, Europavia se quedó con US$ 550 mil y  depositó US$ 14,45 millones en la cuenta N° 9741 del Clariden Bank de Zurich, de  Suiza. Dicha cuenta también es conocida como "Solane Main", y fue abierta por  Carlos Honzik el 8 de febrero de 1994 a nombre de Berthier Investment Inc., una  empresa de papel que el empresario armamentista checo nacionalizado chileno  había fundado junto a Óscar Aitken Lavanchy, albacea de Augusto Pinochet y el ex  director de FAMAE, el general (r) Guillermo Letelier Skinner.
 Según lo que acreditó la justicia belga, los traspasos desde Europavia a  Berthier sumaron 17, entre diciembre de 1994 y enero de 1997.
 La cuenta "Solane Main" de Berthier Investment Inc. tenía a su vez dos  subcuentas: "La Rosa" y "Taxes". Desde allí, Honzik fallecido en 1999-  transfirió las platas de las coimas. Así, le depositó US$ 1.500.000 a Francisco  de Smet d'Olbeck, un belga afincado en Chile desde los '50 que, al igual que  Honzik, se había reunido con el general Lefebvre durante sus viajes a Santiago.  De Smet era uno de los representantes de SABCA en Chile.
 Honzik y Berthier también mantenían cuentas en el Coutts and Co. de Miami,  desde la cual salieron dineros que fueron a parar a cuentas del también belga  Bernard Van Meer, entonces yerno del general Vega. Van Meer recibió US$  2.774.989 en su cuenta N°40361 de la Societ de Banques Suisses, de Zurich, desde  la cual traspasó US$ 23.282 a Rosa María Vega, hija del ex comandante de la  FACh.
 Desde sus cuentas en el Coutts and Co., Honzik también traspasó US$ 441 mil a  la cuenta N° 54418911 del mismo banco. Esta última era de Gustavo Vega Pizarro,  quien la abrió a nombre de su padre, Ramón Vega.
 A través del mismo banco en Miami, Honzik transfirió, entre junio de 1995 y  marzo de 1996, cerca de US$ 65 mil al general (r) de la FACh Jaime Estay  Viveros, otro de los hoy procesados por la justicia chilena en el juicio. A  Estay le giró tres cheques, y al menos uno de ellos lo cobró y transfirió a una  cuenta que éste mantenía en el Banco Riggs.
 Volviendo a la cuenta que Honzik tenía a nombre de Berthier Investment Inc.  en Suiza, las pesquisas belgas determinaron que, tal como ocurrió con otras  comisiones por compra y venta de armas, desde allí salió un total de US$  1.169.735 a través de 12 transferencias efectuadas entre enero de 1995 y marzo  de 1997, con destino a la cuenta N°0116154103 del Banco Espirito Santo, en  Miami. Esta última cuenta era de otra empresa de papel: Intercountry Holdings,  creada en Bahamas y de propiedad del comerciante de armas chileno Conrado  Ariztía O'Brien. Este último es el nexo con Bartolomé Dezerega, el viejo amigo  de Patricio Rojas.
 Ariztía tenía en el Espirito Santo tres cuentas personales y otras cinco a  nombre de varias empresas suyas: Intercountry Holdings, Management Consultants,  Technical Ventures y Organizacional Investments. De ellas también salieron pagos  a otro de los procesados en el caso: el coronel (r) de la FACh Luis Bolton  Montalvo.
 Finalmente, desde su cuenta de Intercountry Holdings, Ariztía depositó US$  2.995.000 no en una, sino en al menos tres de las cuatro cuentas que Bartolomé  Dezerega mantenía también en el Banco Espirito Santo. Dichas cuentas eran una  personal, otra a nombre de su empresa Nor-Sur-Management Consultants, otra de  Shanghai Overseas Investments Ltd., y finalmente una de Premium Risk S.A., la  empresa de asesorías financieras creada por su hijo Alejandro mientras trabajaba  en la corporación de Patricio Rojas.
   Fundación Valle Lo Aguirre: el otro nexo de Rojas con Dezerega
 La controvertida historia de la Corporación de Estudios Estratégicos está  estrechamente ligada a otra de las actividades privadas que Rojas ha ejercido  después de dejar el Ministerio de Defensa: la Fundación Valle Lo Aguirre,  entidad sin fines de lucro, de la cual el protagonista de este artículo es el  vicepresidente ejecutivo desde 1995.
 Desde sus inicios esa fundación ha anunciado en sucesivas ocasiones el  lanzamiento de un proyecto para construir un parque científico tecnológico en el  sector de Laguna Carén, en Pudahuel hace años se le calificó entusiastamente  como el "futuro Silicon Valley chileno"-, sin concretarlo hasta ahora.
 Lo anterior ha generado diversas dudas acerca del destino final de las 1.033  hectáreas de terreno que ocupa el proyecto. Precisamente, el origen del predio  ha alimentado suspicacias desde el comienzo, ya que fue donado por el Ministerio  de Bienes Nacionales a la Universidad de Chile el 28 de febrero de 1994, es  decir, once días antes que finalizara el mandato de Patricio Aylwin y la gestión  de Rojas en Defensa. Una génesis similar a la de la CEES.
 Las circunstancias de su origen no es lo único que tienen en común la  Fundación Valle Lo Aguirre y la Corporación de Estudios Estratégicos. Para  empezar, ambas funcionan y tienen su domicilio en el quinto piso de Asturias  271, por lo cual la primera de ellas también le pagó durante años arriendo a  Carlos Rojas, tesorero de la CEES y hermano del ex ministro. Y según las propias  palabras de este último, lo sigue pagando hoy, pese a que su propia esposa es la  dueña del inmueble desde el 26 de enero de 2007.
 En segundo lugar, hay varios nombres que se repiten entre las dos  organizaciones, según consta en las actas y memorias de la fundación que CIPER  también solicitó al Ministerio de Justicia. En ellas figuran como asesores  jurídicos de la entidad la abogada María Eugenia Navarrete, que trabajó con  Rojas en Defensa y fue la directora ejecutiva de la CEES. En el mismo cargo  aparece el también abogado Javier Domper Cavalla, que a su vez integra el  directorio de la CEES desde 1998.
 Ambas corporaciones sin fines de lucro comparten la misma contadora: Georgia  Reinal Vera.
 Domper fue incluso el ministro de fe de la declaración de intereses  presentada por Rojas a la Contraloría el 16 de abril del 2008, en el cual el  abogado firma como Director Jurídico de la Fundación Valle Lo Aguirre. Según ese  mismo documento, Rojas declara recibir un sueldo de 211 Unidades Tributarias  Mensuales, lo que entonces equivalía a $7.344.277.
 Las coincidencias no terminan ahí. El 24 de junio de 1996, la fundación  conformó un comité consultivo, integrado por representantes de distintos  gremios, ministerios, organismos privados y empresas. En el listado figura nada menos que Bartolomé  Dezerega, como Director de Premium Risk S.A.
  Última hora
 Tras la publicación de este reportaje, el Ministerio del Interior envió una  carta informando que el año 2002 firmó un contrato con la CEES para hacer un  estudio sobre la legislación antiterrorista en Estados Unidos y el Reino Unido  después de los atentados a las torres gemelas. Pagó $18.000.000. Ver carta (PDF)
 Documentos (PDF):
 Constitución de la Corporación de Estudios  Estratégicos:
Acta de constitución del  CEES
 Actas del directorio y de asamblea del CEES:
Directorio del 10 de agosto de  1994
Directorio del 4 de julio de  2001
Directorio del 25 de mayo de  2005
Acta asamblea del 4 de marzo de  2003
 Memorias y balances del CEES:
Memoria y Balance de  1995
Memoria y Balance de  1996
Memoria y Balance de  1997
Memoria y Balance de  1998
Memoria y Balance de  1999
Memoria y Balance de  2000
Memoria y Balance de  2001
Memoria y Balance de  2002
Memoria y Balance de  2003
Memoria y Balance de  2004
 Estudios Ministerio de Defensa:
Contratos del Ministerio de Defensa con  Patricio Rojas
 Contratos:
Contratos del Ministerio de Defensa con  Alejandro Dezerega
Contratos del Ministerio de Defensa con  Francisco Domper
 Documentos Fondecyt:
Presupuesto inicial  Fondecyt
Evaluación final  Fondecyt
Informe final estudio sobre seguridad  hemisférica
 Respuestas a solicitudes de acceso a la  información:
Respuesta Conicyt
Respuesta Subsecretaría de  Justicia
Respuesta Subsecretaría de  Justicia
Respuesta Ministerio de  Defensa
Respuesta Ministerio de  Defensa
Respuesta Ministerio de Relaciones  Exteriores
Respuesta Subsecretaría de Desarrollo  Regional
 Otros:
Carta de renuncia de Mario  Fernández
Acta de Fundación Valle de Lo Aguirre que  integra a Bartolomé Dezerega como asesor
 Vea también:
 Entrevista a Patricio Rojas: "No soy un hombre que haga cosas  irregulares"
Las solicitudes de acceso a la información pública mediante las  cuales se obtuvieron los documentos para este reportaje
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Rodrigo González Fernández
Diplomado en RSE de la ONU