| "La RSE debe ser una excusa para repensar la                    relación Empresa, Sociedad y Estado" "La Responsabilidad Social Empresaria                    (RSE) o, como prefiero llamarla, la Responsabilidad de la                    Empresa en la Sociedad (RES) vino para quedarse. La mayoría de                    las grandes empresas tienen sus políticas, sus reportes                    sociales, invierten cada vez más dinero (en programas y                    publicidad). Sin embargo, creo que primero hay que señalar que                    respecto del marco conceptual para definir la RES nadie se ha                    puesto de acuerdo". Quien hace estas afirmaciones es Alberto                    Willi profesor del área Empresa, Sociedad y Economía del IAE-                    Business School, Universidad Austral . Y explica que "es un                    tema que se vuelve ambiguo, porque las acciones de las                    empresas son muy distintas bajo un mismo nombre: uno ve que lo                    que hacen las empresas va desde poner en blanco a la gente a                    pintar una escuela. En el mundo empresario hay cierto                    escepticismo, fuera de los discursos de la Alta Dirigencia y                    los dirigentes vinculados a la RES. Igualmente, creo que en                    las compañías hay distintos niveles de compromiso, la gente                    más cerca de las problemáticas o los voluntarios suelen tener                    un compromiso más alto con estos temas.  Alberto                    Willi
 De hecho, el escepticismo se da cuando                    discurso y acción no se conjugan. Porque en realidad lo que                    los ejecutivos ven... es que dentro de las compañías los van a                    medir por otro lado". Alberto ha explicado en varios escritos,                    incluso periodísticos que, para dar un marco a la RSE, él                    parte de algunos supuestos. El primero considera a la empresa                    como una de las instituciones sociales más relevantes en                    nuestros días, "basado en el hecho de que, implícita o                    explícitamente, las decisiones que se toman en una empresa                    tienen impacto en la dinámica social (económica, política,                    humana). En esta misma línea, también podemos agregar que las                    personas que trabajan en dichas organizaciones pasan en ella                    gran parte de su día, por lo tanto, el carácter de la empresa                    se trasmite al carácter de la gente (y viceversa)". El                    segundo, considera a la realidad social como una realidad                    compleja y dinámica. "Este supuesto se apoya, en el fondo, en                    la creencia de que libertad humana es real, esto es, que                    tenemos la capacidad de comenzar nuevas cadenas de                    acontecimientos, creer en la capacidad que tienen las personas                    de generar una brecha en el la linealidad del tiempo, por                    último, en la capacidad que tienen las personas (y las                    empresas transitivamente) de mejorar -o no- la sociedad en la                    que actúan". Pero como se sabe, traspolar las                    experiencias  internacionales al ámbito local tiene sus                    bemoles. "Aquí se habla de empresario
 en policiales. Hay un                    paradigma general de cierta discusión de su imagen en la                    Argentina. En otros países, en cambio, son los motores del                    cambio. Allí, entonces, toma un rol más profundo, y más                    participativo. En la Argentina, y en los países emergentes en                    general, creo que hay que analizar la realidad tomando en                    cuenta toda su complejidad, no se puede importar ideas y                    conceptos en automático. La RSE se puede fundamentar de dos                    maneras, algunos lo hacen desde la ética y otros desde un                    sentido más abarcador (que incluye a la ética) que es entender                    el rol de la empresa en la sociedad, debido a que el Estado                    estuvo ausente y también mostró, en este tema, una                    incapacidad. Un ejemplo de esto es que en la Argentina el foco                    está puesto en la educación y en la salud. En otros países ves                    el foco puesto en la cultura, el deporte. De allí que ciertos                    principios de la RSE en el corto plazo, recaen en quienes                    tienen capacidad y los recursos para realizarlos. Por eso, el                    empresario llega directamente, por ejemplo, al director de la                    escuela para ver qué necesita, y pasa por alto al responsable                    primario de la educación. La idea en el fondo, es que la                    empresa empiece a incorporar al Estado, y que en el mediano                    plazo trabajen juntos, pero el Estado liderando el proceso. En                    el fondo, si lo vemos desde una perspectiva histórica, de más                    largo plazo, podemos pensar que estamos en una etapa                    fundacional, en la cual se está cambiando una manera de ser de                    la empresa. Y que se está buscando una nueva relación                    empresa-sociedad. En ese cambio, algunos ven lo positivo y                    otros todavía ven que el cambio no es tan profundo. Creo que                    es el momento de pensar los fundamentos de este movimiento y                    animarnos a salir de las definiciones comunes de empresa y                    sociedad (Estado incluido)". Alberto no deja de señalar que,                    en términos particulares,desde 2001 la conciencia y el                    accionar en RSE en la Argentina han crecido mucho. "Hubo una                    causa interna (la crisis que terminó con el gobierno de De la                    Rúa) y otra externa que explotó con los escándalos de algunos                    megacompañías como Enron. Y ahora el escenario nos muestra una                    combinación de crisis financiera, con una crisis moral y de                    falta de control. Hoy en la Argentina, de nuevo en crisis, la                    red social está desarmada, y la empresa puede ser un actor                    clave que ayude a armarla. En estos contextos las empresas van                    desde lo asistencialista lo urgente- hacia algo más                    abarcador. En el largo plazo creo que la única opción es                    trabajar coordinadamente empresa-sociedad y Estado, y en este                    sentido se puede decir que la empresa tiene una dimensión                    política. Por otro lado, la empresa tiene que ganarse un                    lugar, en las encuestas locales de imagen las empresas no                    están entre los grupos más confiables, junto con la política.                    Las organizaciones sociales están por arriba. Lo planteo                    nuevamente, la RSE nos abre una posibilidad de repensar la                    relación empresa sociedad- Estado, y trabajar a otro nivel y a                    largo plazo. Es necesario enmarcarlo así, para hacerlo más                    amplio. Por caso, cuando un determinado sector se le planta al                    Gobierno porque no está de acuerdo con una política, esa                    actitud tiene que ver con su rol como actor social                    responsable". Alberto recuerda que "Hannah Arendt escribe                    que siempre se considera a la prudencia como la virtud                    política por excelencia, aquella que nos permite tomar las                    mejores decisiones, pero que en la actualidad la virtud                    política por excelencia debe ser la fortaleza, fortaleza para                    salir de nuestro individualismo y pensar en términos comunes,                    políticos, y una vez instalados en ese lugar común la                    prudencia será bienvenida. Si no hay lugar común, la prudencia                    se vuelve egoísta e instrumental". Respecto de las tendencias generales a nivel                    mundial, Alberto comentó que "en los foros se está repensando                    el rol del capitalismo, el del Estado y cómo regula. También                    el doble estándar de las compañías que en el mercado interno                    tienen una conducta y en el mercado internacional otra". En                    este sentido, Alberto agrega que más allá de los debates                    mundiales "hay que trabajar desde lo local, mostrando modelos                    de gestión entre público y privado, pero en las localidades                    del interior. La gente puede tener un impacto mucho más fuerte                    desde lo local. Y mostrarle al otro que se pueden formar redes                    que pueden ir armando soluciones locales. De abajo hacia                    arriba. La confianza se genera desde lo que se conoce. Y allí                    en lo local se vea más comprometida". Por eso, hoy el accionar de la RSE responde a                    dos corrientes: "una en donde mi acción se focaliza en mis                    grupos de interés (clientes, accionistas, etc.) y la otra es                    que la RSE es mi relación con mi comunidad y con el Gobierno.                    Pensando más en la segunda opción, se está redefiniendo el                    nombre a Acción Social Empresaria, Acción Comunitaria. Por                    otro lado, podríamos decir que está resurgiendo el concepto de                    sustentabilidad como un concepto más global, buscando integrar                    a la empresa dentro de un proyecto común de desarrollo                    mundial. Es mucho más que el cuidado del medio ambiente (el                    cual ya es un deber adquirido de la empresa). El último gran                    tema es la 'accountabilitty' de la RSE, la pregunta es ¿estoy                    siguiendo a dónde van los recursos?, si no es como una                    filantropía más sofisticada, pero filantropía al fin.                    Finalmente, y ya enfocados de nuevo en la Argentina, creo que                    necesitamos más empresarios y más política (en el sentido                    clásico del término). La actuación en política de los más                    jóvenes en sus localidades es formidable, me hace pensar en                    esa idea de que lo que nos tiene que mover no es qué país le                    dejamos a nuestros hijos, si no qué hijos le dejamos a nuestro                    país. Creo que tenemos que apuntar a construir una agenda de                    trabajo común y pensar que vale la pena empujarla. Por último,                    creo que mucho de la RSE se focaliza en las grandes empresas,                    por un tema de impacto y recursos, pero la clave es empezar a                    hablar más de RSE en las Pymes. En nuestro país hay más Pymes                    que grandes empresas. Y también pensar cuál es el rol de las                    cámaras empresarias, porque los únicos que pueden estructurar                    el largo plazo, son aquellos que están comprometidos en el                    largo plazo". Tareas ineludibles, como señala Alberto, si                    queremos transformar esta crisis en oportunidades. En lo                    concreto, cómo redefinir la relación empresa- sociedad y                    Estado. El background de Willi Alberto estudió Ciencias Políticas en la UBA                    y Filosofía en la UCA. En 2005 finalizó la Maestría en                    Dirección de Empresas del IAE. En la actualidad cursa su                     PhD en la School of  management- University of Bath, U.K.                    Además de sus actividades académicas, Alberto asesora empresas                    en tema de Responsabilidad Social Empresaria (Estrategia y                    Planes de Acción) y Cambio Organizacional (Liderazgo y                    Motivaciones). Trabajó en el equipo que colabora con el World                    Economic Forum en la confección del Global Competitive Report                    (GCR). En lo que se refiere a tareas directivas en el IAE, fue                    Director Adjunto del Programa de Formación para Ministros de                    Obras Públicas (CIMOP, 2002-2003) y Director Adjunto del                    Programa Integral de Management para Repsol  YPF, Madrid                    (2003). 
 Correo: awilli@iae.edu.ar
 
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