Superficie para cultivos biotecnológicos aumenta sesenta  veces dice informe
 Investigadores anticipan más  cultivos biotecnológicos para combustible
 Por Kathryn McConnell
Redactora del Servicio Noticioso desde  Washington
   
  La superficie total dedicada al cultivo se ha multiplicado  por sesenta y alcanza ahora 102 millones de hectáreas. (© AP  Images)
  Washington  Desde la primera comercialización de los cultivos  derivados de la biotecnología,  en 1996, la superficie total dedicada al  cultivo de estas plantas se ha multiplicado por sesenta y alcanza ahora los 102  millones de hectáreas, según datos que ha dado a conocer un destacado instituto  internacional de agricultura.
 La tasa de adopción de cultivos biotecnológicos en todo el mundo  supera cualquier otra adopción de tecnología de cultivo, reveló el Servicio  Internacional de Adquisición de Aplicaciones de la Agrobiotecnología (ISAAA), en  un informe difundido el 18 de enero.
 Existe un "optimismo cauteloso" de que la tasa de  crecimiento entre 2007 y 2015 superará la que se registró durante la primera  década de la biotecnología, 
 a medida que se siembran más cultivos para  producción de biocombustible,  indica el ISAAA en su informe Situación  de los cultivos biotecnológicos / transgénicos en el mundo,  2006.
 "Estamos en un momento emocionante de la adopción de la biotecnología", dijo  Clive James, presidente y fundador del ISAAA, en un comunicado de prensa que  acompañaba al informe.
 La superficie total dedicada al cultivo de transgénicos siguió aumentando por  décimo año consecutivo, y en 2006 aumentó un 13 por ciento. El informe prevé que  para 2015 se habrán plantado cultivos biotecnológicos, también denominados  cultivos transgénicos, en casi 200 millones de hectáreas.
 Los países en desarrollo representan el 40 por ciento de la superficie de  cultivo mundial. El número de agricultores en el mundo que siembran cultivos  biotecnológicos aumentó en casi dos millones entre 2005 y 2006, a 10,3 millones,  dijo el ISAAA.
 Más del 90 por ciento de estos agricultores son pobres con parcelas pequeñas  en países en desarrollo, lo cual significa que están "permitiendo que la  biotecnología contribuya humildemente a aliviar su pobreza", declaró James.
 "El informe demuestra claramente que más agricultores siembran cultivos  biotecnológicos en más terrenos y en más países que en cualquier otro momento de  la historia. Tras diez años de crecimiento constante queda demostrado que los  agricultores se benefician de la tecnología, no sólo en Estados Unidos, sino en  muchos países del mundo", dijo Chris Moore, secretario de Estado adjunto para  programas y política comerciales.
 "Es particularmente alentador ver que el crecimiento más fuerte se ha dado  entre minifundistas en países en desarrollo que aprovechan los beneficios de  esta tecnología: la promesa de ingresos más elevados, la reducción de la pobreza  y la mejora de la seguridad alimentaria", afirmó Moore.
 Agricultores en 22 países de todos los continentes plantan actualmente  cultivos biotecnológicos. La mitad de esos países son países en desarrollo y la  otra mitad son países industrializados. En 2006, Eslovaquia se convirtió en el  país que más reciente adopta cultivos biotecnológicos, y el sexto de la Unión  Europea.
 Otros 29 países han autorizado la importación de cultivos biotecnológicos  destinados a alimentos o forraje, dice el informe.
 Puntos sobresalientes del informe:
 -- En 2006 el valor mundial del mercado de la producción de cultivos  biotecnológicos fue de 6.150 millones de dólares, lo cual equivale al 16 por  ciento del mercado total de cultivos ese año.
 -- La semilla de soja siguió siendo el principal cultivo biotecnológico,  seguido del maíz, el algodón y la colza.
 -- La tolerancia de estos cultivos a los herbicidas, así como de la alfalfa,  siguieron siendo los rasgos transgénicos más populares. La alfalfa, primer  cultivo biotecnológico perenne, se comercializó por primera vez en Estados  Unidos en 2006.
 -- La resistencia a los insectos es el segundo rasgo biotecnológico en  popularidad, seguido de los productos "combinados", es decir, los que combinan  ambos rasgos. Los productos combinados fueron el grupo de rasgos de mayor  crecimiento entre 2005 y 2006.
 -- Estados Unidos es el principal cultivador de cultivos biotecnológicos,  seguido de Argentina, Brasil, Canadá, India y China.
 -- Estados Unidos experimentó también en 2006 el mayor aumento de superficie  dedicada a los cultivos biotecnológicos, con 4,8 millones de hectáreas, seguido  de la India con 2,5 millones de hectáreas, Brasil con 2,1 millones, y Argentina  y Sudáfrica con superficies de 0,9 millones de hectáreas respectivamente. En la  India, la superficie dedicada al cultivo biotecnológico fue casi tres veces  mayor que en 2005.
 -- Sudáfrica encabezaba la lista de países africanos y casi triplicó la  superficie dedicada al cultivo biotecnológico, sobre todo de maíz. España sigue  a la cabeza de Europa.
 Según el informe, el crecimiento constante de la comercialización de los  cultivos biotecnológicos ofrece oportunidades importantes en todo el mundo.
 El arroz biotecnológico que resiste a los insectos y produce, por tanto,  cosechas más grandes, podría tener un "impacto pronunciado" en la reducción de  la pobreza; los cultivos resistentes a la sequía podrían dar paso a más  oportunidades de producción en climas más secos, y el arroz dorado que contiene  vitamina A podría mejorar la nutrición de manera considerable.
 El informe explica que la menor necesidad que tienen los cultivos  biotecnológicos de plaguicidas equivale a una reducción del 15 por ciento del  impacto ambiental negativo que ha tenido la producción agrícola en la última  década, según se mide el coeficiente de impacto ambiental. El coeficiente  consiste en un valor que mide la contaminación en función de distintos factores  relacionados con los ingredientes de los plaguicidas.
 Los cultivos biotecnológicos encierran el potencial de contribuir a la  reducción de los gases de efecto de invernadero, porque al aplicar menos  plaguicidas se utiliza menos combustible fósil. Cuantos más cultivos se planten  para la producción de etanol y biodiesel en sustitución de combustibles fósiles,  más se podrá reducir la cantidad de bióxido de carbono que se emite a la  atmósfera, sostiene el informe.
 El ISAAA es una organización sin fines de lucro con sede en Filipinas y  centros de investigación en Kenia y Estados Unidos.
 El Servicio Noticioso desde Washington es un producto de la Oficina  de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados  Unidos. Sitio en la Web: http//usinfo.state.gov/esp)