El FACTOR "CONDI"
  Cuando el río suena, agua lleva y ya llevamos muchos días con la especulación  sobre si Condoleezza Rice, la secretaria de Estado, sería la fórmula perfecta  para el candidato Republicano John McCain. 
  
           |   ¿Se sumará Rice a McCain? | 
Todo comenzó con una  presentación que hizo la funcionaria a un grupo de "conservadores".  Inmediatamente comenzamos a ver en los medios de comunicación más noticias sobre  "Condi", quién había casi desaparecido de la arena pública.  
Los analistas dicen que no es extraño que se piense en Rice porque puede  "captar" el voto de los demócratas desilusionados. 
 Suponiendo que gane Barack Obama, se supone que las mujeres votarían por  McCain si tuviera a "Condi" como vicepresidenta. Si al contrario gana Hillary,  la comunidad afroamericana --dicen-- se irían con los Republicanos. 
 Sin embargo, creo que se olvidan de un importante factor. Rice está  fuertemente ligada con Bush, son grandes amigos y la popularidad del mandatario  está por los suelos. Por lo menos 6 de cada 10 estadounidenses dicen que no ha  hecho un buen trabajo. 
 ¿Tomará McCain el riesgo de ser percibido por el electorado como la  continuidad del gobierno de Bush tomando como vicepresidenta a una de sus  principales figuras? 
 Claro, siempre nos puede sorprender. Aunque la propia funcionaria respondió  ayer durante un encuentro con la secretaria de Relaciones Exteriores que no está  muy interesada en el puesto. Según dijo ella quiere regresar a la Universidad de  Stanford donde fue profesora por varios años. 
   UN CARGO BIEN PAGADO
  
           |   Mark Penn trabajaba promoviendo la aceptación del TLC con        Colombia. | 
 América Latina parece ausente en la campaña electoral estadounidense, pero  cuando sale a relucir, nunca es para algo bueno. 
 El estratega de la campaña de Hillary Clinton, Mark Penn, estaba involucrado  en una compañía que promueve la aceptación del Tratado de Libre Comercio (TLC)  con Colombia. Para llevar a cabo ese trabajo de "cabildeo" ganaba muy buen  dinero. 
 El problema es que la candidata a la que asesora, Hilary Clinton, se ha  declarado en contra de los TLC. Penn pidió disculpas por lo que llamó un "error  de juicio" y tuvo  que renunciar. 
 Vaya tropezón. Pero, como dice un amigo argentino, "los gatos siempre caen  parados". 
 Y es que la empresa de Penn no pierde dinero por lo de Colombia y además se  lleva a una muy buena cantidad por el trabajo que ya hizo en la campaña de  Clinton (dicen que unos US$20 millones!). 
 Para la senadora de Nueva York tampoco es tan mala noticia la marcha de su  amigo, ya que ahora puede encontrar un chivo expiatorio por los errores de la  campaña. 
 Y, ¿qué pasa con el TLC con Colombia? Ese me temo que no es un gato. Bush,  como si fuera una coincidencia, firmó una carta en la que le da al Congreso un  plazo de 90 días para que apruebe o rechace el acuerdo. 
 Si, han leído bien, el Congreso puede rechazarlo. ¿Habrá servido de algo el  dinero que gastó el gobierno colombiano en tanto cabildeo? Pronto lo sabremos.  
  ENTRE BALAS Y SANTOS
  
 "Recuerdo que bajamos del avión y un francotirador estaba disparando en  una ceremonia de bienvenida que tuvimos al llegar a Bosnia", dijo Hillary  Clinton en un acto político para resaltar su experiencia en política  internacional. 
 "Se suponía que tendríamos un recibimiento pero lo único que encontramos fue  una lluvia de balas y tuvimos que correr al vehículo para refugiarnos", aseguró  la candidata. 
 Esas palabras ahora le están saliendo caras. Se debería haber quedado callada  o exagerar menos, sobretodo cuando sabe que alguien iba a encontrar los videos  para comprobar sus declaraciones. 
 Lo hizo CBS News y la reportera que había acompañado a la ex primera  dama en ese viaje, Sharyl Attkisson, quién aseguró que cuando llegaron al  aeropuerto no fue recibida con "balas". 
 Los responsables de la campaña de Clinton han tratado de salir del embrollo  diciendo que sí había un tiroteo a lo lejos. A veces no me queda más que  sonreír, aunque últimamente hasta he llegado hasta las carcajadas, por ejemplo  durante la Semana Santa. 
 La "bloguera" que sigue el pulso de las elecciones en su blog dedicado a  temas hispanos escribió sobre las acusaciones que hizo la campaña de Hillary  Clinton ante el apoyo de Bill Richardson a Barack Obama. 
 Richardson, gobernador de Nuevo México y ex candidato presidencial del  Partido Demócrata, estuvo en el gabinete de Bill Clinton, pero además es un  "super-delegado", que tienen la llave de la candidatura. 
 "Le llamaron Judas a Richardson", cuenta la bloguera quién concluye que si de eso se trata entonces  Bill Clinton será María Magdalena y a Hillary le tocaría ser Jesús. 
   ELTON Y HILLARY
   
Hoy  prometí hablar del juego matemático, pero no puedo dejar de comentarles sobre el  concierto de "Sir" Elton John para recaudar fondos a favor de la candidata  demócrata Hillary Clinton. Los boletos, de 125 a 250 dólares, se pusieron hoy  a la venta.  Un apoyo del mundo de las estrellas no es despreciable en una carrera tan  cerrada, no sólo cada voto cuenta, sino que cada dólar suma. Si hablamos de  números, cómo lo hablamos en otras ocasiones, los fondos recaudados dicen mucho  sobre el futuro de un candidato. Es como si fuera una carrera de caballos. 
 Por ahora, y según la página de internet "opensecrets" (secretos a voces),  Obama lleva más dinero recaudado con 138,231,595 dólares. Hillary va detrás,  pero muy de cerca, con 134,536,488. El candidato republicano parece que ha  juntado menos (53,717,085), pero eso no hay que tomarlo en cuenta, porque ahora  que tiene la maquinaria de su partido apoyándolo ese dinero subirá como la  espuma. Lo curioso es que todos los números nos hablan de un empate en la cancha  demócrata, o de alguien ganando por un margen muy pequeño. Aquí está lo curioso  del sistema de delegados. 
 Creo que ya lo había explicado y si parezco repetitiva, me pueden regañar. Lo  que hay que recordar es que cualquiera de ellos necesita 2024 delegados, a menos  que cambien las reglas y decidan contar los votos de Michigan y Florida. Por  ahora esos dos estados fueron castigados por adelantar sus elecciones y sus  delegados no cuentan. Esto está en disputa, así es que hay que tener cuidado.  
 De todos modos, el número mágico por ahora es 2024 delegados. Hasta ahora los  cálculos prematuros dicen que Obama lleva la delantera, pero está por verse lo  que harán los "superdelegados" que pueden decidir hasta el último minuto por  quién van a votar. El "super voto" corresponde al 39 por ciento de los votos  necesarios y son los legisladores, ex gobernantes, ex presidentes y demás  estrellas del Partido Demócrata que pueden votar. 
 Por esta razón me refiero a los "juegos matemáticos" para elegir al candidato  oficial. Mucho podemos deliberar, pero creo que es importante recordar que hasta  la Convención Nacional del Partido en Denver, Colorado, a finales de Agosto,  podríamos estar contando delegados. Lo importante es que sin contar los "super"  ni Obama ni Hillary, se pueden coronar como el vencedor. 
   SACANDO TODOS LOS TRAPITOS AL SOL
   
           |   Jeremiah Wright fue asesor espiritual de Obama durante los        últimos 20 años.  | 
  "¡Nunca ha sido llamada nigger, el más grave insulto a un negro en EEUU.  Nunca ha sido definida como no-persona!". 
 Esta frase dirigida hacia Hillary Clinton la hizo Jeremiah Wright, el pastor  de Chicago que durante casi dos décadas fue el asesor espiritual de Barack  Obama. Esta frase, así como algunas otras, lo han obligado a "dejar" la campaña  del senador de Illinois quién tuvo que alejarse rápidamente del pastor. 
 "Nunca escuche esos sermones en persona", explicó Obama. 
 El escuchar este nuevo episodio en la guerra entre los demócratas no me  sorprende. Ya lo habíamos dicho, ¿se acuerdan?, Clinton y Obama sacaran todos  sus trapitos al sol, mientras que el candidato John McCain se fortalece. 
 El republicano, mientras los demócratas se quedan en EEUU en una encarnizada  campaña para el 22 de abril en Pennsylvania, ha incluso viajado a Irak y al  Medio Oriente. McCain vendrá también a Londres el miércoles, donde se encontrará  con los principales líderes políticos y aprovechará para reunir dinero. Uno de  los eventos cuesta 500 libras (unos mil dolares) por cabeza. 
 Hillary y Obama mientras tanto, siguen juntando dinero, pero no lo ahorrarán  para la batalla final el 4 de noviembre. Por ahora, lo importante para ellos es  sobrevivir a las primarias y ser elegido como candidato oficial. Ya ni siquiera  se atreven a decir que el 22 de abril será el final de la carrera. Gracias al  curioso y complicado sistema electoral del Partido Demócrata, les advierto que  esta historia va para largo. En la siguiente entrega intentaré explicar el juego  matemático, aunque no puedo prometerles que será divertido. siento! 
    LA ÚLTIMA PALABRA DE LOS SUPERPODEROSOS
  
           |   Las elecciones en Pennsylvania serán clave para Clinton.         | 
La dinámica para las  próximas semanas está muy clara.  Mientras el republicano John McCain se concentrará en juntar fondos y fuerzas  para la batalla final del 4 de noviembre, los demócratas intensificarán la lucha  fraticida por la nominación de su partido. 
 Hillary Clinton, tras sus victorias en Texas y Ohio, dejó en claro que no  piensa darse por vencida. La campaña de Barack Obama por su parte, se dio cuenta  que tiene que defenderse de los ataques de su contrincante si quiere sobrevivir  en esta batalla sin cuartel. 
 Por eso no hay que extrañarnos al ver que se atacan unos a otros, muchas  veces utilizando la misma retórica. 
 El sábado Obama ganó en Wyoming y se espera que el martes obtenga una mayoría  en Missipi. Pero aquí lo que importa, por lo menos para Clinton, es lo que  pasará el 22 de abril en Pennsylvania, el último estado que cuenta con un gran  número de delegados (188). 
  
           |  |         Por ahora Obama cuenta con 140 delegados más que Clinton,        pero ninguno logrará -- a menos que suceda algún milagro -- el número        mágico para ganar: 2025  | 
 Para la ex primera dama, esta estapa podría consolidar su carrera y por ahora  las cosas se ven bastante bien para ella. Según las encuestas, va por encima de  Obama, y además, lleva mucho más dinero recaudado en Pennsylvania (el senador de  Illinois le lleva la ventataja a nivel nacional). 
 Faltan varias semanas, así es que hay que esperar, pero lo que queda claro es  que la competencia es tan cerrada que al final serán los "super delegados" lo  que elijan al ganador. 
 El sistema es bastante complicado, pero trataré de simplificarlo. Hagamos de  cuenta que la Convención Nacional del partido, que se celebra este año a finales  de agosto en Denver, solía ser el evento donde se oficializaba al candidato  elegido democráticamente en las primarias y caucus. Este año, sin embargo, será  en esta fiesta donde se elegirá entre Clinton y Obama. 
 A esta fiesta están invitados los delegados (elegidos por votos) y los  "superdelegados". Los últimos tienen poderes especiales y son la "crema y nata  del partido", vienen a conformar la familia en la boda. Estos "tíos y tías" son  ex gobernadores, ex presidentes (como Bill Clinton), legisladores, etc. Por eso,  se sientan en las mejores mesas y conforman nada menos que el 39 por ciento de  los puntos necesarios para que un aspirante gane. 
 En esta "boda", al no haber un claro ganador, dependerá de ellos el  resultado. Por ahora Obama cuenta con 140 delegados más que Clinton, pero  ninguno logrará -- a menos que suceda algún milagro -- el número mágico para  ganar: 2025. 
 Para llegar a la meta necesitarán el apoyo de los 796 "super" que pueden  otorgarle el voto a cualquiera de ellos. Por eso, a pesar de la importancia de  estas primarias, no hay que olvidar que los superpoderosos tienen la última  palabra. 
  ¿Y DÓNDE ESTÁ BILL?
  
           |   Muchos achacan su éxito a la campaña negativa que se llevo        a cabo en contra de Obama.   | 
 Hillary revivió y hasta en la cara se le notaba. "Seguiremos hasta el  final", prometió. 
 Una vez más, este proceso de primarias nos enseña a no subestimar al  electorado. Muchos dicen que el trato injusto que los medios de comunicación le  dieron a la candidata hizo reaccionar a sus seguidores. 
 Otros dicen que mostrar una cara más humana durante el fin de semana fue su  arma secreta. 
 La ex primera dama participó el sábado en el programa "Saturday Night Life",  junto a la actriz que la imita en las parodias políticas. Ambas salieron  vestidas con el mismo traje y no hubo un libreto a seguir. Asimismo, un día  antes de las elecciones clave, le otorgó una entrevista a John Stewart en el  "Daily Show". Tampoco hubo libreto y esto le ganó muchos admiradores que vieron  por primera vez a una mujer capaz de reírse de si misma. 
 Pero ahí no termina el debate sobre el "secreto de la resurrección". En los  noticieros de las cadenas estadounidenses muchos achacan el éxito de Hillary a  la campaña negativa que se llevó a cabo en contra de Obama. Es cierto que su  campaña no se escatimó ni una munición para atacar al contrincante. 
 Aunque yo tampoco descarto las conclusiones de "las lenguas más picantes" que  dicen que la mejor estrategia de Hillary fue alejarse de la figura de su marido.  ¿Dónde está?, se preguntaban durante el discurso de la candidata donde Bill  brilló por su ausencia. 
 Por supuesto que el éxito también se podría explicar de una manera más  positiva, como el trabajo incansable de la senadora que no descansa ni un minuto  (sino pregúntenselo a la prensa que la sigue). 
 La conclusión, de todos modos, es que este martes Hillary logró parar la  racha triunfal de Obama. En delegados, el senador le sigue llevando la  delantera, ¡pero vaya respiro para sus seguidores! 
 Aunque esto significa que no habrá ni una tregua en la carrera, la siguiente  gran etapa es Pensylvannia (22 de abril), y no hay que descartar que la carrera  continúe hasta finales de agosto. ¡Ya veremos! 
    ¿POBRE HILLARY?
  
           |   Los demócratas comienzan a presionar a Hillary para que se        salga de la carrera presidencial. | 
 Susie McCobe entró a las urnas pensando que votaría a Barack Obama, al  igual que su esposo. Pero al último minuto cambió de opinión porque no podía  dejar de pensar en una estadística que había leído la noche anterior. 
 "¿Te imaginas que un 11% de los encuestados dijeron que nunca votarían por  una mujer para la presidencia? El 6% dijo que nunca votaría por un  afroamericano. Y pensé: o sea que hay más discriminación por el hecho de ser  mujer!", me comentó esta señora que vive en una pequeña comunidad, en su mayoría  republicana. 
 Susie parece sacada de la serie de televisión Lucy, alta, fuerte y rubia.  Dice que ser del partido demócrata en Texas no es fácil. 
 "Aquí todos son republicanos, imagínate que tengo amigas demócratas y por  años nos mantuvimos calladas. Es como si fuera un crimen ser demócrata en este  estado, aun cuando George W. Bush haya cometido tantos errores", dice. 
 Esta noche, cuando vaya a la segunda fase del voto que es la participación en  el caucus o asamblea legislativa, tendrá que decirle al esposo que votó por  Hillary. 
 "No quiero ni imaginar su cara", dice con una pícara sonrisa. 
 La campaña de Hillary intentó en las últimas horas bajar la expectativa y la  candidata aseguró que seguirá en la competencia aunque pierdan. Tras once  victorias consecutivas de Obama, los demócratas comienzan a presionarla para que  se salga de la carrera y termine la lucha fraticida. 
   
           |  |         Ser mujer no es fácil. Pero en este caso, creo que tomé la        buena decisión. Mi objetivo final es que tengamos a un demócrata después        de Bush  | 
 Los analistas temen que mientras Clinton y Obama luchan entre si, los  republicanos podrán armar su arsenal para la batalla final, el 4 de noviembre.  
 Sin embargo, en las calles de Austin y a sus alrededores la realidad es más  compleja. Carol, una rica abogada, me comenta en un restaurante que ella votó  por Obama porque cree que él puede ganarle a los republicanos. 
 "Me temo que Hillary divide a la gente. Al igual que tiene admiradores tiene  detractores. No hay término medio con ella y es capaz de despertar las peores  pasiones", explicó su decisión. 
 Sin embargo Carol se siente culpable. 
 "No fue fácil. Por supuesto que me gustaría ver una mujer en la Casa Blanca.  Incluso siento pena por ella, sobre todo cuando pienso que le aguantó todo al  marido con tal de llegar aquí", señaló. 
 Se refiere al escándalo de Moninka Lewinsky. 
 "Ser mujer no es fácil. Pero en este caso, creo que tomé la buena decisión.  Mi objetivo final es que tengamos a un demócrata después de Bush", agregó. 
 Las urnas se abrieron a las 7 a.m y cerrarán a las 7 de la tarde. Pero ahí no  termina el proceso ya que en Texas es el único lugar ¡donde se puede votar dos  veces!. Los mas interesados participarán a partir de las 7.15 p.m en el caucus,  donde pueden votar nuevamente por su candidato y así otorgarle mas delegados. A  este proceso le han llamado "two-step", en referencia al paso de baile  tradicional de este estado. 
    BOMBONES Y BOMBAS RODANDO POR TEXAS
  No es la primera vez que vengo a Texas por unas elecciones, ya estuve aquí  en el 2004. Sin embargo, el ambiente no podría ser más distinto. 
  
           |   Falta saber si Hillary Clinton sobrevivirá el 4 de        marzo. | 
En un estado rojo, o  sea republicano, me sorprende encontrarme a tantos demócratas. Incluso en el  rodeo me encontré a varios que se consideraban a sí mismos "demócratas  conservadores".  
"Siempre ha sido demócrata y por eso, aunque no me parece correcto que una  mujer sea la jefa de las fuerzas armadas, he votado por Hillary", me dijo Larry  Bigs, un granjero texano. 
 Su familia tiene ganado y su nieta acaba de estar en una competencia, algo  así como un concurso de belleza para ovejas. 
 ¿Y votaría por Obama?, le preguntó. 
 "No, nunca votaría por él porque se niega a ponerse un 'pin' (un broche) con  la bandera americana en la solapa. No, señora, yo no puedo votar por él", me  dice. 
 No es la única respuesta que me sorprenderá. 
 Larry, entonces, afirma que prefiere no votar en las generales si Obama gana.  Su hija, republicana que votó por Bush dos veces, dice que antes votaría por  Hillary que por Obama, lo que comprueba que la excepción hace la regla, ya que  según las encuestas los independientes y los republicanos desilusionados  votarían por el senador antes que por un Clinton. 
 Pero si de sondeos se trata..., ¿qué piensan en Texas del presidente con la  popularidad más baja de la historia? 
 Aproveché para preguntar a los republicanos que encontré a mi paso. 
 "Nadie es perfecto. Yo no me arrepiento de mi voto ni me avergüenzo, al  contrario, creo que trabajó duro por nosotros", me dice el vendedor de  sombreros. 
 Se notaba de todos modos que la pregunta lo molestaba, y todos me miraban  como diciendo en su mente: "pobre estúpida... todos los periodistas son una  peste". 
 Hunter, un chico que volvería a votar por Bush cien mil veces, ni el precio  de la gasolina le asusta. 
  
           |  |         Me esfuerzo por no juzgar a nadie y seguir preguntando, al        fin y al cabo, estoy aquí como un simple testigo y no importa nada lo que        sienta o cómo me miren  | 
"El precio está  así por Venezuela. Bush hace todo lo posible y la crisis económica no tiene nada  que ver con él", me dice con toda seriedad.  
Pero, ¿que piensas de Irak?, ¿cuál es la solución?, le pregunto. 
 "¡Que los bombardeen a todos...!, o, ¿que?, ¿quieres otro 11 de septiembre?",  responde. 
 No puedo seguir la conversación. Pienso en los niños y en las mujeres que han  muerto y siguen muriendo en Irak. Me doy cuenta que para Hunter yo soy una  periodista viciada, subjetiva, liberal y completamente de izquierda. Vamos, a  quién se le ocurre pensar en los iraquíes, ¡¿no?! 
 Continúo mi paseo por la feria. Me esfuerzo por no juzgar a nadie y seguir  preguntando, al fin y al cabo, estoy aquí como un simple testigo y no importa  nada lo que sienta o cómo me miren. De repente me encuentro con una pareja de  cowboys gay. 
 Yo creía que sólo existían en las películas, bromeo con ellos. 
 La verdad es que parecen actores, guapos, altos y musculosos. Unos reverendos  "bombones". 
 Sus familias son republicanas, me explican, pero ellos van a votar por el  partido demócrata, aunque no en las primarias porque esperarán a que haya un  candidato oficial. 
 "Cualquiera que gane la tendrá díficil, ya verás como cuando se acerquen las  elecciones la gasolina bajará de precio y la gente votará por McCain porque es  la apuesta más segura", me dice uno. 
 El otro no está de acuerdo: "Yo creo que la gente querrá un cambio". 
 Yo pienso que falta mucho para noviembre y por ahora lo que quiero primero es  saber si Clinton sobrevivirá el 4 de marzo. 
     JUSTOS POR PECADORES
 Pedro, un mexicano que intenta salir adelante como puede, me confesó que no  quiere votar por Barack Obama porque los afroamericanos lo han tratado muy mal.  
 "Qué le voy a decir señorita. Cuando llegué aquí, me trataron como trapo. Ni  los bolillos (como le dicen a los estadounidenses blancos) fueron tan abusivos",  me dijo seriamente. 
  
           |   ¿Se acabó la cordialidad? | 
 No es el primero que me lo dice y, aunque todos aseguran que Obama es un buen  tipo, dicen que prefieren malo conocido que bueno por conocer. 
 "Por lo menos con Hillary sabemos a lo que las cosas no pueden ir tan mal  como ahora. Tiene a Bill, no?", me dice Rosa, que vende verduras en el mercado.  
 Este tipo de comentarios los compartí con un miembro de la campaña de Obama y  me dice sinceramente que la gente cambia de opinión una vez que conocen la  historia del senador. 
 Sin embargo, cada uno tiene su "mochila" de experiencias y contra eso es  díficil luchar. Yo por eso prefiero esperar los resultados del 4 de marzo y,  cuando me preguntan los editores si Hillary conseguirá nuevamente el apoyo de  los latinosu respondo: "Ambas campañas están haciendo todo lo que pueden para  ganar votos, vamos a esperar¿". 
 Y es que la gente cambia de opinión. Hace 4 años cuando vine a Texas, me  sorprendió la "Bushmania" en las calles. En Washington D.C., donde la mayoría de  la población vota por el partido demócrata, la impopularidad del presidente ya  era evidente desde entonces, pero aquí en Dallas no había nadie que cuestionara  las políticas de la Casa Blanca y la mayoría de los entrevistados defendían a  capa y espada la guerra en Irak. 
 Ahora, si te ví, ¡ni me acuerdo! Resulta que el enemigo público número uno es  Bush. De orgullo estatal, se ha convertido en una vergüenza. 
 "No me importa quién gane, pero lo que quiero es que los republicanos  pierdan", dice seriamente Bill Smith, que viene al mercado por sus frutas  frescas todas las semanas. 
 Pero, ¿qué le parece John McCain? ¿No se acuerda que él perdió frente a Bush  para la nominación de su partido tras una sucia campaña que le jugaron en  Carolina del Sur?, le pregunto. 
 "No importa. Necesitamos un cambio, mire como va la economía, mire los  millones gastados en la guerra y nosotros aquí sufriendo", me respondió. 
 Pagan justos por pecadores, no cabe duda. 
    ENTRE LAS ALMOHADAS Y LA DESESPERACIÓN
 La posición de Hillary Clinton, quin lideró por tanto tiempo las encuestas,  no debe ser fácil y se le nota. "¿Por qué siempre me preguntan a mi primero?",  se quejó ante los moderadores del debate ayer. Tiene razón, las preguntas más  duras le tocaron a ella. 
  
           |  |         Ambos se quejaron de la guerra sucia, lo malo es que al final        eso sólo debilitará las oportunidades del Partido Demócrata de ganar la        Casa Blanca en noviembre  | 
Lo malo es que intentó  quejarse con una broma y mencionando las "almohadas" que los periodistas  deberían ponerle a Barack Obama para que "esté realmente cómodo".  
Lo dijo con tanto enfado que su frase siguiente sobre "con gusto les  respondo" sonó falso. 
 Lo que no entiendo, como tampoco comprende mi amigo Andrew, es la razón por  la que la senadora cambia de estrategia, del amor al ataque a la conciliación,  en lugar de mantenerse fuerte y decirle a los electores que son ellos los que  tienen la última palabra y no los medios de comunicación. 
 Ahora falta poco para Texas, Ohio, Rhode Island y Vermont. En estos días todo  puede pasar, pero las encuestas indican que la ventaja que le llevaba a Obama se  ha evaporado. Si no obtiene una buena victoria en los estados más grandes, la  senadora sabe que está pérdida. Quizá decida seguir hasta Pennsylvania, que  tiene su primaria en abril, pero su camino será cada vez más doloroso. 
 Ambos se quejaron de la guerra sucia, lo malo es que al final eso sólo  debilitará las oportunidades del Partido Demócrata de ganar la Casa Blanca en  noviembre. 
 La senadora dijo que no sabía nada sobre la foto de Obama en la que aparece  vestido con un traje tradicional somalí y un turbante. Una imagen dice mil  palabras y la campaña del senador tiene razón en temer que la foto refuerce los  comentarios sobre su religión. Obama no es musulmán, pero si uno escucha a los  comentaristas conservadores, uno termina por creer que lo es. 
 Mónica, una lectora, dijo al principio del proceso electoral que ella quiere  que gane Hillary porque los hombres no han hecho muy buen trabajo en el gobierno  y es hora de darle la oportunidad a una mujer. 
 Curiosamente, el problema de Hillary ha sido precisamente un hombre: Bill  Clinton. Gracias a ser la ex primera dama, Clinton llevaba la ventaja en  reconocimiento de nombre. En California, la nostalgia del gobierno de su esposo  la ayudó para ganar el voto latino, pero todo tiene un precio. 
 "El problema es que quieres que se te reconozcan los logros del gobierno de  Bill, pero no los errores y eso no es posible", le dijo Obama durante el debate.  
 No es el primero que lo dice. 
  LOS MARIACHIS DE OBAMA 
  
           |   Pero la ola de Obama parece casi    imparable. | 
Este martes los  candidatos demócratas se enfrentan a otro debate, pero les prometo que no será  tan aburrido como otros.  
Hillary Clinton, por lo que mostró el lunes en Washington, está dispuesta a  sacar los guantes y Barack Obama no podrá quedarse con los brazos cruzados. 
 Ya no escucharemos "estoy honrada de compartir la tribuna con Obama", y  tampoco veremos al senador de IIlinois secretéandole al oído de su rival. 
 Por cierto, ¿no se mueren de la curiosidad de saber qué fue lo que le dijo?  Mi imaginación es portentosa, pero estoy segura que ustedes pueden ganarme  fácilmente. 
 Tal como dieron el paso del odio al amor, ahora regresarán a su rivalidad sin  importar mucho el efecto que esto pueda tener en noviembre, cuando los  demócratas -gane quien gane- se enfrenten al candidato republicano. 
 Tengo mucha curiosidad por ver los gestos y el intercambio de ataques, a  pesar de que comienzan a cansarme un poco. 
 "Sacaron una foto que puede ser malinterpretada", se quejan los seguidores de  Obama. 
 En esa dichosa foto, que fue publicada por el Drudge Report y no por la  campaña Clinton, aparece el senador vestido de túnica y turbante. 
 Fue tomada durante un viaje a Africa, pero la imagen -temen sus seguidores-  podría aumentar la confusión de algunos electores que han recibido mensajes  electrónicos donde dicen que Obama es musulman. 
  
           |  |         La competencia ha llegado incluso a los niveles musicales.        Hillary tiene una nueva canción, que sacaron el lunes, para el público        latino, mientras que los amigos de Obama le sacaron un mariachi que le        canta al candidato.  | 
Este dato es  completamente erróneo, pero tengo que admitir que varios hispanos me han  comentado que "no votarían por el moreno porque es musulmán".  
Mientras que la campaña de Hillary se queja de correos electrónicos que  mandaron del lado rival sobre su apoyo hacia el NAFTA, el tratado de Libre  Comercio con México y Canadá. 
 "No tienes vergüenza", le dijo a Obama la candidata al retarlo al debate.  
 La más desesperada por ganar, hay que decirlo, es Hillary, pero ambos están  tratando de obtener votos. 
 La competencia ha llegado incluso a los niveles musicales. Hillary tiene una  nueva canción, que sacaron el lunes, para el público latino, mientras que los  amigos de Obama le sacaron un mariachi que le canta al candidato. 
 Ambas versiones se pueden ver en internet y realmente se las recomiendo,  aunque tan sólo espero que la desesperación no haga cantar a ninguno de ellos  esta noche durante el debate. 
   LA OLA Y LA BALA 
   
           |   La retirada de Romney significa una pesadilla para los        demócratas... y los republicanos. | 
Fuera de la  burbuja es claro que la ola de Barack Obama es casi imparable. Once victorias  consecutivas, a pesar de todos los cambios que se llevaron a cabo en los  cuarteles de la campaña de Hillary Clinton. Su propio esposo lo ha dicho, aunque  no se necesita ser un genio para darse cuenta: la senadora de Nueva York  necesita ganar Texas y Ohio si no quiere perder la carrera hacia la Casa Blanca.   
¿Tendremos una sorpresa como la de New Hampshire cuando ya se había dada por  acabada la campaña de Hillary? ¿Logrará el muro de contención en Texas y Ohio  parar la ola? 
 No lo sabemos, pero las encuestas nuevamente son tan cerradas que es díficil  predecir el resultado. En ambos estados, la ex primera dama atrae a las mujeres,  al voto latino, así como a las clases menos privilegiadas. Obama, dicen los  sondeos, es favorito para los independientes, las clases más educadas y la  comunidad afroamericana. 
  
           |   La senadora lo sabe: todo depende de Texas y Ohio ...         | 
Esto no quiere decir que la  gente no cambie de opinión a último minuto. En algunos estados, el senador de  Illinois logró convencer a las mujeres para que voten por él.  
Faltan pocos días, pero mientras continúa la campaña, observo con ansiedad el  4 de marzo. Quisiera tener una máquina del tiempo, aunque tendré que esperar al  igual que todos. La próxima semana, estaré viajando a Texas, que es el estado  más importante que queda en la carrera presidencial con 228 delegados y 35 súper  delgados. Por lo menos, hará menos frio que en Washington DC. 
 Por el lado republicano, Bush padre ya "recomendó" a John Mc Cain que lleva  la clara delantera en delegados. Mientras leo el artículo en el New York Times  sobre Vicki Iseman, una lobbista (o gestora de grupos de intereses) quién  supuestamente tuvo una relación amorosa con el senador de Arizona, no me queda  claro las consecuencias reales que tendrá este rumor en el futuro. 
 Imagino que aquellos que no lo quieren lo utilizarán como una prueba más de  su desprecio. Para sus seguidores, el diario exageró todo. Y para los demócratas  será una buena "bala" que podrán utilizar en el futuro. 
  LA PEOR PESADILLA
  
           |   Estar en un salón a reventar de gente con Barack Obama es        toda una experiencia. | 
Con la  retirada de Romney, los demócratas se enfrentan a su peor pesadilla: un solo  candidato republicano mientras ellos siguen divididos.  
Curiosamente para los conservadores este panorama también es como un mal  sueño. 
 John McCain, quien será seguramente el elegido porque tiene más delegados, es  odiado por el ala más radical de la derecha. Así que para ellos el que Romney se  haya ido tampoco es una buena noticia. 
 Sigue en la contienda Mike Huckabee, el pastor bautista que ha conquistado a  miles de lectores con sus bromas y su música rock católica. Quizás, si él queda  como vicepresidente, sea una compensación para aquellos que no soportan a  McCain. 
 Cuando estuve en la sala atestada de republicanos en la que se dio a conocer  los nuevos detalles de la campaña pude constatar que no les gusta McCain¿ pero  su odio por Hillary sobrepasa cualquier barrera. 
  
           |  |         Veo esta propaganda y pienso que si McCain no logra motivar a        la base republicana, por lo menos el odio hacia Hillary lo hará  | 
Las camisetas,  botones y pegatinas anti Hillary están de moda: "Se necesita a un pueblo para  elegir a un idiota", dice una en inglés; "Felicidad es la cara de Hillary en un  cartón de leche", haciendo referencia a que es mejor que desaparezca.  
Veo esta propaganda y pienso que si McCain no logra motivar a la base  republicana, por lo menos el odio hacia Hillary lo hará. 
 Ahora si los dejo. Nos vemos la próxima semana. Mientras esté ausente se  celebrarán las primarias del Potomac (Virginia, Maryland y Washington DC). Los  rumores señalan a Obama como el ganador en la contienda con Hillary Clinton.  
 Pero falta mucho camino por recorrer y no hay que olvidar que estas  elecciones están llenas de sorpresas. ¿Quién hubiera dicho en el verano boreal  -cuando la campaña de McCain casi quiebra- que el senador de Arizona se  convertiría en el candidato presidencial de los republicanos?