Si bien las posibles fuentes de conflictos en una EF son infinitas,        dependiendo de la cultura familiar, tipo y tamaño de empresa, mercado en        que se desenvuelve y etapa de evolución, entre muchas otras, se        pueden enumerar cuatro aristas como las más frecuentes donde las        habilidades de los directivos se ponen a prueba.
       Más que        interpretar la presencia de estos factores externos o internos como        fuentes de conflictos, es necesario entender que es la ausencia de estos        lo que genera las crisis.
Los conflictos inherentes a la EF        son:
Valores Familiares -        Visión
En las EF la estrategia estará fuertemente        influida por la filosofía, valores y metas de la familia        propietaria, se debe estudiar cómo hacer para que estas no se        constituyan en un obstáculo y sus empresas perduren a través de sucesivas        generaciones. 
       Es obvio que si la cultura familiar no está alineada con las        necesidades de la empresa no es posible la existencia conjunta de        ambas.
       La ausencia de un objetivo en común es una de las principales fuentes        de desavenencias, ya que cada integrante de la familia tiene su propia        empresa como meta y, a diferencia de los empleados no familiares que se        someten a cumplir con lo que le dicen, el miembro de la familia cree que        está defendiendo un objetivo superior, el de su propia concepción de        futuro, y se rebela contra todas las decisiones que tomen los demás.
       El definir una visión y consensuarla con todos los integrantes        de la familia es un elemento esencial para disminuir las posibles        diferencias, y esto, además, cambia el foco de la fuente del        poder.
       En definitiva, la falta de una Visión conjunta es una de las causas de        desavenencias en la empresa y en la familia.
Formas de Gobierno
Los problemas        que enfrenta la Empresa Familiar, son exactamente los mismos que los de        las empresas societarias, sólo que a las primeras se les agregan los        problemas de la familia.
       Es muy normal que en una empresa se le llame la atención a alguien por        no alcanzar los objetivos, promocionar a un empleado a un cargo superior y        que los antiguos compañeros deban subordinarse, despedir a otro por no        cumplir con los requisitos del puesto, o no estar alineado con los        objetivos de la empresa. Pero cuando esto sucede en una Empresa Familiar y        ese alguien es un padre, un hijo, un hermano o un primo, el problema toma        dimensiones enormes, porque repercute también en el seno de la        familia.
       Hay una sola forma de disminuir el impacto de estos problemas:        establecer una forma de gobierno. 
       El esquema que mejor representa el sistema de la EF es el de los tres        círculos de Jhon Davis  Tagiuri, donde se representan los tres        subsistemas que entran en juego e interactúan entre sí: Familia  Empresa        - Propiedad.
       La mayor dificultad a superar es entender que cada uno de los tres        subsistemas evoluciona a través del tiempo en su propia dirección y        atendiendo sus propias necesidades.
       Esas evoluciones, que se producen en marcos temporales distintos,        producen interacciones entre los tres subsistemas que, si no se enmarcan        en reglas definidas y precisas, pueden generar tensiones dentro de cada        uno, y muchas veces hasta la rotura de uno o más de ellos.
       Con una forma de gobierno, definida por consenso, para cada uno de los        tres subsistemas (Junta Familiar para la familia, Directorio para la        empresa y Junta de accionistas para la propiedad) se amortiguan las        diferencias que se producen entre las fronteras ínter sistemas.
       El profesor Jhon Davis refleja la problemática de esta diferencia en la        evolución en la enunciación de lo que él denomina las Cuatro Leyes        Naturales de las EF:
                - Las familias crecen más rápido que las empresas 
- Las expectativas económicas de las familias son mayores de          generación en generación 
- Como consecuencia de las otras dos, las familias son cada vez más          dependientes, económicamente, de la empresa. 
- La cuarta ley sostiene que las familias suelen poner todos los          huevos en la misma canasta.
A esto debería agregarse una quinta ley: las posibilidades        de conflictos son directamente proporcionales a las distancias entre los        lazos familiares de los integrantes de la EF. Esto implica que a        medida que avanzan las generaciones las probabilidades de conflictos se        incrementan. Por lo que la necesidad de regulación y forma de gobierno de        cada subsistema se vuelve imprescindible.
       Es entonces cuando se debe plantear el "Protocolo Familiar".        
La sucesión 
Esta        arista es la que, si no es llevada a cabo adecuadamente, produce los        conflictos más profundos.
       En la etapa de la sucesión confluyen temporalmente una serie de        conflictos personales.
       El que debe o decide dejar la empresa, si no se preparó para ello, debe        enfrentar la crisis del cambio de actividad, comienza a sentir que        envejece y debe adaptarse a esta nueva etapa con lo que esta adaptación        conlleva.
       El o los que toman la dirección deben enfrentar el tomar decisiones y        asumir la responsabilidad de la gestión. Los empleados deben adaptarse a        un nuevo estilo de liderazgo, lo que exige a cambios que, en aquellos de        más edad, muchas veces son imposibles.
       Todos estos conflictos, confluyen temporalmente y tienen repercusión        tanto en la familia como en la empresa. 
       Es por esta causa que sólo el 10% de las EF logra superar la        tercera generación. La solución a este conflicto es prepararse y        programar este cambio generacional.
Las        etapas de evolución 
Las empresas son sistemas        complejos que dependen de infinidad de variables (mercado en el que se        desarrolla, forma legal, cultura de los fundadores, visión, valores), por        lo que resulta muy difícil generalizar en cuanto a qué comportamientos y        estrategias son los adecuados. Un mismo problema se resuelve en cada        organización en forma distinta y generalmente con buen resultado en        todas.
       Pero todas, a medida que van creciendo, pasan por etapas de        evolución que son muy similares en la mayoría de los casos. Tal        como las personas pasan por la infancia, adolescencia, madurez y        ancianidad, y en cada una de esas etapas se comportan y piensan de manera        distinta, y cada una llega en tiempos diferentes, lo mismo ocurre con las        organizaciones, con la única diferencia que las empresas, si se        transforman en forma correcta, pueden sobrevivir a sus fundadores. 
       En la EF se agrega, además, la interacción con los otros subsistemas        que viene a agregar un componente adicional a cada una de las etapas.
       En cada una de estas aparece una crisis, que es la que genera la        necesidad de cambio, esta crisis puede ser más o menos corta, o más o        menos traumática, dependiendo de si se conocen los motivos que la producen        y se tiene orientación en cuanto a las primeras acciones a llevar a        cabo.
       Dependiendo de la cultura reinante en la organización, si es proactiva        o reactiva, se pueden tomar acciones antes de que se produzca la crisis, o        una vez desencadenada, al conocer las causas, tomarla con más        calma y menos angustia y realizar los cambios necesarios.
       En cada etapa, junto con los cambios de organización, se debe        evolucionar en la forma de liderazgo y en la cultura de la empresa, y        estos pueden ser objetivos buscados ó comportamientos emergentes como        consecuencia de la crisis atravesada, y, muchas veces, ambas cosas, donde        los cambios influyen sobre la crisis y es esta la que produce los        cambios.
       Lo importante es percibir la necesidad del cambio y        normalmente esto ocurre cuando: bajan las ventas, reina un clima de        desorden, se tiene la impresión de perder el control, no se ven los        objetivos claros, no se pueden alcanzar los objetivos propuestos, aumentan        los conflictos (entre familiares, con los operarios, fuera de la empresa),        cada integrante de la dirección tiene objetivos distintos, cada vez que se        soluciona un problema aparece uno mayor y, en general, cuando no estamos        disfrutando de la tarea que efectuamos diariamente ni tenemos claro para        que hacemos cada cosa.
       En la EF los conflictos se agudizan sobre todo cuando se encuentran        temporalmente con las otras fuentes citadas: Cultura familiar  Visión,        forma de gobierno o sucesión.
       Todos sabemos que sólo el 30% de las empresas familiares        sobrevive a la segunda generación, sólo el 7% a la tercera y hay        sólo 32 empresas familiares con más de 200 años en el mundo.
       Está profundamente estudiado y comprobado que si la EF es gobernada con        determinadas prácticas, lo más probable es que consiga los dos objetivos        esenciales: rentabilidad y armonía familiar.
       Las medidas a aplicar para enfrentar las distintas fuentes de conflicto        deben estar adecuadas a cada etapa evolutiva que está atravesando la        organización. El no hacerlo así puede llevar a burocratizar la empresa en        una etapa temprana.
       Por Santiago Antognolli, director de        www.pymesdefamilia.com.ar