La violencia desatada en el aeropuerto de Toncontín tras el fallido  aterrizaje de Manuel Zelaya es una pieza más del rompecabezas hondureño para los  observadores internacionales, que aún no llegan a descifrar el por qué de la  destitución de un gobierno democrático que lleva automarginación de uno de las  economías más débiles de América Latina. 
 La sorpresa y la indignación entre los mandatarios latinoamericanos y la  opinión pública son grandes, ya que el de Zelaya era un Gobierno democrático  elegido por el pueblo hondureño, y más aún porque la decisión de este golpe  militar fue tomada con consenso del Parlamento y de la Corte Suprema de  Justicia.
 Mientras el Gobierno de facto de Micheletti sigue con su  Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift:   Un joven herido de muerte por  fuerzas militares, Isis Obeda, de 19 años,es trasladado del  lugar.afirmación de "esto no es un golpe de estado", y negando la  realidad de los hechos en tanto dice que "los militares no dispararon contra los  manifestantes", el no de la OEA y el firme rechazo de la comunidad internacional  al golpe se han relativizado, dando paso a contemplar posibles conversaciones  con quienes detentan el poder en Honduras. Manuel Zelaya sigue esperando un  "respaldo claro y contundente" de EE.UU. y su secretaria de Estado, Hillary  Clinton, con quien se reunirá este 8 de julio. El secretario de la OEA, José  Miguel Insulza, lo acompañará. Por su parte, Micheletti dijo que "apoya el  intento (de Clinton) de encontrar una solución pacífica y consistente con la  seguridad y la soberanía de Honduras."
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift:   Un joven herido de muerte por  fuerzas militares, Isis Obeda, de 19 años,es trasladado del  lugar.afirmación de "esto no es un golpe de estado", y negando la  realidad de los hechos en tanto dice que "los militares no dispararon contra los  manifestantes", el no de la OEA y el firme rechazo de la comunidad internacional  al golpe se han relativizado, dando paso a contemplar posibles conversaciones  con quienes detentan el poder en Honduras. Manuel Zelaya sigue esperando un  "respaldo claro y contundente" de EE.UU. y su secretaria de Estado, Hillary  Clinton, con quien se reunirá este 8 de julio. El secretario de la OEA, José  Miguel Insulza, lo acompañará. Por su parte, Micheletti dijo que "apoya el  intento (de Clinton) de encontrar una solución pacífica y consistente con la  seguridad y la soberanía de Honduras."
 El referéndum no justifica el golpe
 Manuel Zelaya pretendía celebrar un referéndum popular para cambiar la  Constitución y así poder ser reelecto. Dicha consulta popular había sido  declarada ilegal por la Corte Suprema hondureña. 
 Según Micheletti, Zelaya había renunciado a su cargo, versión que  Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift:   El presidente de Honduras, Manuel  Zelaya, en conferencia de prensa en la ONU en New York. (30 de junio de  2009).desmintió el propio Manuel Zelaya en entrevista con CNN.  Roberto Micheletti aseguró que la deposición de Zelaya no es un golpe militar,  sino un "proceso de transición conforme a la Constitución". Esta denominación  recuerda al mote que la Junta Militar argentina puso al golpe militar: "El  proceso". Con ese nombre se enterró la democracia y se dio vía libre a los  crímenes más cruentos de lesa humanidad, de los que hoy la sociedad argentina  aún intenta reponerse y restañar heridas en un arduo trabajo de duelo.
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift:   El presidente de Honduras, Manuel  Zelaya, en conferencia de prensa en la ONU en New York. (30 de junio de  2009).desmintió el propio Manuel Zelaya en entrevista con CNN.  Roberto Micheletti aseguró que la deposición de Zelaya no es un golpe militar,  sino un "proceso de transición conforme a la Constitución". Esta denominación  recuerda al mote que la Junta Militar argentina puso al golpe militar: "El  proceso". Con ese nombre se enterró la democracia y se dio vía libre a los  crímenes más cruentos de lesa humanidad, de los que hoy la sociedad argentina  aún intenta reponerse y restañar heridas en un arduo trabajo de duelo. 
 La democracia en un dilema
 ¿Destruir la democracia para hacer valer la democracia? Eso parece ser lo que  aducen Micheletti y sus aliados en el Parlamento de Honduras. Como si no hubiera  otra posibilidad de hacer respetar los valores democráticos que derrocar a un  presidente que, sin duda, tampoco era una hoja en blanco, pero que hubiera  merecido, en bien de los valores democráticos, la posibilidad de una destitución  apoyada por las instituciones.
 "Si se desconfiaba de su proceder se lo podría haber alejado del poder  aplicando leyes constitucionales. Pero es justamente aquí donde la brecha entre  los sucesos, con el trasfondo del sistema político de Honduras, y la percepción  de esos sucesos por parte de la opinión pública se agranda", dice Peter Peetz,  del Instituto de Estudios Globales GIGA, de Hamburgo. No sólo los medios  adscriptos al poder sino también los periódicos independientes de Honduras creen  que un plebiscito y la consiguiente reforma constitucional no ayudaría a  fortalecer la democracia.
 "La prohibición de una reelección conforma el núcleo de la  Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift:   Manifestantes pro  Zelaya.Constitución hondureña. Zelaya ni siquiera pudo convencer  a sus copartidarios de que un referéndum no anularía esta reglamentación  constitucional", subraya Peetz, para quien "es claro que esto no justifica de  ningún modo, ni jurídica ni moralmente el golpe militar que derrocó a Manuel  Zelaya."
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift:   Manifestantes pro  Zelaya.Constitución hondureña. Zelaya ni siquiera pudo convencer  a sus copartidarios de que un referéndum no anularía esta reglamentación  constitucional", subraya Peetz, para quien "es claro que esto no justifica de  ningún modo, ni jurídica ni moralmente el golpe militar que derrocó a Manuel  Zelaya."
 Grupos de poder oligárquicos, no corrientes políticas
 El pastel político en Honduras se divide en dos: el tradicional Partido  Liberal (PL) y el Partido Nacional (PN), más tres partidos pequeños, UD, PINU-SD  y PDC, que no lograron romper la hegemonía de los dos grandes poderes. A  diferencia de El Salvador y Nicaragua, subraya Peetz, "el sistema bipartidario  de Honduras no está ligado a una polarización de la sociedad. Apenas si hay  diferencias programáticas o ideológicas entre ambos." La única diferencia es que  pertenecen a dos clanes o dinastías familiares diferentes. Las fracciones  internas, explica Peetz, no corresponden a diferentes corrientes ideológicas,  sino a las diferentes élites que detentan el poder económico y político en  Honduras. Se trata de vínculos "interoligárquicos".
 Manuel Zelaya se habría alejado de un sector de su propio  Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift:   El presidente interino Roberto  Micheletti habla en el Congreso hondureño.partido, y  especialmente de la red a la que pertenece Micheletti, y habría buscado nuevos  aliados, entre ellos en Hugo Chávez. Con la adhesión al ALBA (Alternativa  Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) por parte de Zelaya, el anuncio  de Micheletti no se hizo esperar: quería evitar que el Parlamento la  ratificase.
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift:   El presidente interino Roberto  Micheletti habla en el Congreso hondureño.partido, y  especialmente de la red a la que pertenece Micheletti, y habría buscado nuevos  aliados, entre ellos en Hugo Chávez. Con la adhesión al ALBA (Alternativa  Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) por parte de Zelaya, el anuncio  de Micheletti no se hizo esperar: quería evitar que el Parlamento la  ratificase.
 Se buscan soluciones
 Tratemos de armar el rompecabezas: el Parlamento y las Fuerzas Armadas de un  país centroamericano se resisten a la perpetuación en el poder de un presidente  elegido democráticamente, ya que esto violaría la constitución. Para evitarlo,  violan ellos la constitución y organiza un golpe de estado, derrocando al  presidente. La comunidad internacional, con EE.UU. y la OEA a la cabeza,  rechazan firmemente el golpe militar. Pero se configura un escenario muy  distinto del de la Latinoamérica de los años 70, donde un golpe de estado  derroca a Salvador Allende en Chile, y otro a María Estela de Perón en  Argentina, por ejemplo. ¿O tal vez son los mismos actores en diferentes  papeles?
 ¿Cómo se reparten ahora los roles? "Yo advertiría no caer en  Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift:   El avión que llevaba a Zelaya no  pudo aterrizar en Honduras.categorías como estas. La guerra fría  terminó. Tampoco aconsejaría elaborar el tema a partir de la 'izquierda' o la  'derecha', opina Wolfgang Dietrich, experto en conflictos de la Universidad de  Innsbruck en entrevista con la emisora alemana Deutschland Funk. "Los  grupos de interés no pueden manejarse en estas categorías. Creo que se debe  contemplar todo, especialmente desde el extranjero, con cierta sobriedad,  también con cierta neutralidad legal (
) para ver que pasó y a qué compromiso  político se puede llegar. (
) En lo diplomático creo que es posible lograr un  compromiso bien definido, especialmente con Obama en el norte y Chávez en el  sur. La situación está más tranquila que hace unos meses. El compromiso será  probablemente que Zelaya deje de intentar su reelección y al mismo tiempo sea  elegido para que se pueda empezar de cero", concluye el experto.
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift:   El avión que llevaba a Zelaya no  pudo aterrizar en Honduras.categorías como estas. La guerra fría  terminó. Tampoco aconsejaría elaborar el tema a partir de la 'izquierda' o la  'derecha', opina Wolfgang Dietrich, experto en conflictos de la Universidad de  Innsbruck en entrevista con la emisora alemana Deutschland Funk. "Los  grupos de interés no pueden manejarse en estas categorías. Creo que se debe  contemplar todo, especialmente desde el extranjero, con cierta sobriedad,  también con cierta neutralidad legal (
) para ver que pasó y a qué compromiso  político se puede llegar. (
) En lo diplomático creo que es posible lograr un  compromiso bien definido, especialmente con Obama en el norte y Chávez en el  sur. La situación está más tranquila que hace unos meses. El compromiso será  probablemente que Zelaya deje de intentar su reelección y al mismo tiempo sea  elegido para que se pueda empezar de cero", concluye el experto.
 Pero estos intentos no quitan, como aclara Peter Peetz del GIGA, que los  EE.UU. y Europa se vean en la contradicción de tener que juzgar a instituciones  democráticas como el Parlamento y la Corte Suprema: "Esta contradicción  desemboca en un dilema del que la comunidad internacional debe ser conciente: si  toman partido por Zelaya, están quitándole legitimidad al Parlamento y a la  Corte Suprema. Si Zelaya volviese a tomar el poder, el mundo consentiría un  'autogolpe' perfecto en el que las instituciones democráticas se verían  anuladas, aclara Peetz. Honduras se desestabilizaría y se abriría un camino al  caos", analiza Peetz.
 Según Peetz, el Ombudsman hondureño de derechos humanos Ramón Custodio  propone un plebiscito realizado por un comité electoral y vigilado por  observadores internacionales, en el que se pregunte al pueblo de Honduras si  quiere que Zelaya vuelva a ser presidente. Roberto Micheletti se manifestó de  acuerdo con adelantar las elecciones, previstas para noviembre de 2009.
 Si el presidente interino permanecerá hasta noviembre en el poder, y si las  fracciones en las Fuerzas Armadas no cambiarán el panorama de división del poder  en Honduras, está por verse. Tampoco se justificaría un regreso impuesto de  Zelaya, si esto acarrara la violencia que advierten quienes lo derrocaron.
 Autora: Cristina Papaleo
 Editor: José Ospina Valencia