¿Debe cobrar un abogado recién  licenciado?
 Publicado el 13-05-2009 , por Carlos  García-León 
 Aunque a primera vista esta pregunta pueda  sorprender, son varios los profesionales de la abogacía, algunos al frente de  importantes despachos los que piensan que un recién licenciado en Derecho no  debe percibir remuneración en sus primeros meses o año de ejercicio, puesto que  la firma ya está dedicando tiempo y esfuerzo en formarlo.
   
Para muchos no es fácil responder a esta pregunta  con total sinceridad y ser al mismo tiempo políticamente correcto ni comprometer  la estrategia de recursos humanos del despacho que se representa. Esta es la  primera conclusión de un sondeo que ha realizado Expansión.com entre distintos  profesionales del sector legal: abogados, responsables de recursos humanos,  directores corporativos, directores de asesorías jurídicas de empresa, socios  directores
 Algunos de los consultados que creen que un abogado junior de primer  año no debe cobrar nada, han preferido permanecer en el "anonimato" como  condición indispensable para poder usar sus declaraciones.
 En contra
A pesar de que las respuestas obtenidas son  mayoritariamente a favor del pago a los letrados recién licenciados, es verdad  que algunas voces creen que en los primeros meses, o incluso el primer año, de  trabajo en un bufete o en una asesoría jurídica interna de empresa sólo se debe  percibir compensación en materia de dietas, transportes, formación adicional,  etc., pero no por su trabajo. "Ya sé que parece ilógico trabajar sin cobrar,  pero la verdad es que cuando un joven abogado recién salido de la Universidad  llega a un despacho, no sabe prácticamente nada de cómo funciona esto. ¿Por qué  debo pagar por enseñar y formar a un profesional? Bastante que no se cobra al  trabajador por esa formación", explica el socio director de una boutique muy  reconocida en el sector legal.
 El director de recursos humanos de un importante bufete tiene una opinión  parecida al respecto: "nunca podré decir esto públicamente porque me matarían en  mi despacho en donde se pagan cantidades astronómicas a los abogados de primer  año para captar el talento y que no se lo lleve la competencia -por lo menos  antes de la crisis-, pero la verdad es que es bastante absurdo retribuir a un  recién licenciado cuando en los primeros meses sólo se dedica a aprender y  aporta poco al negocio de la firma. Pasado este momento sí creo que se debe  pagar, pero ni de lejos los 30.000-40.000 euros que ofrecemos muchos  bufetes".
 Una de las fuentes consultadas que se muestra en contra de pagar al abogado  en su primer año de ejercicio y al que no le importa que salga su nombre es  Lupicinio Rodríguez, socio director del bufete Eversheds Lupicinio, que  considera que "un abogado de primer año debe concentrarse en tareas formativas y  de consolidación más que en tareas facturables". Para Rodríguez, "los  planteamientos 'economicistas' pueden distorsionar la orientación formativa del  licenciado y debilitar la calidad final del producto jurídico". El socio  director añade que en su bufete "se le da, por el contrario, gran importancia a  la remuneración en especie -talleres lingüísticos, coaching, supervisión y  formación por socios y abogados senior- y a una remuneración fija que cubra  dietas e ingresos básicos".
 Por su parte, Luis Delgado de Molina, director del despacho alicantino  Delgado de Molina y ex presidente de la Unión Internacional de Abogados (UIA)  cree que "un licenciado en Derecho que quiera comenzar "la pasantía" en un  despacho, carece de los conocimientos precisos para dicho ejercicio porque en  sus estudios universitarios recibe una formación teórica y escasamente (o muy  escasamente) práctica. Por ello, es preciso un mínimo de tiempo -que nosotros  tenemos calculado entre 4-6 meses- durante los cuales, el pasante recibe del  despacho mucho más de lo que el bufete recibe del pasante. Por ello, no de debe  cobrar, ni lo hace en nuestro despacho".
 "Pero a partir de ese periodo inicial, apunta Delgado de Molina, el pasante  empieza a aportar al despacho su trabajo y sus conocimientos y se va produciendo  un equilibrio entre ambas corrientes y, en nuestra opinión y así lo hacemos, el  pasante debe cobrar unas cantidades ascendentes conforme al tiempo de trabajo y  a las funciones que va asumiendo hasta su consolidación como letrado en un  periodo de 18-24 meses. Caso aparte es si se accede con una formación  postuniversitaria (máster o posgrado), ya que éstos aportan a la firma desde el  principio, con lo que deben cobrar una cantidad en relación con lo que  aporta"
 A favor
Estas opiniones contrastan frontalmente con  quienes no dudan ni un solo instante en que un abogado, por muy de primer año  que sea, debe cobrar desde que pone los pies en un despacho. Para Adela García  de Tuñón, responsable de recursos humanos de Lovells, "un abogado recién  licenciado, como cualquier profesional que se incorpora a una empresa por poca  experiencia que aporte, además de recibir formación y adquirir experiencia debe  percibir una retribución por su trabajo, porque ellos también aportan valor a la  firma y prestan un servicio de calidad a nuestros clientes como parte de un  equipo de trabajo".
 Íñigo Sagardoy, socio director de Sagardoy Abogados también cree que "un  abogado recién licenciado debe cobrar el primer año si realiza trabajos de  abogacía para un despacho, ya tenga experiencia o no". Sagardoy asegura que "en  ocasiones, la visión y valoración de un joven letrado es tremendamente valiosa y  no alcanzo a comprender por qué no debe estar retribuida".
 Constanza Vergara, socia y directora corporativa de Pérez-Llorca, considera  que "si bien es cierto que en su primer año de ejercicio, el abogado junior se  dedica sobre todo a 'aprender' más que a otra cosa, nuestra filosofía siempre ha  sido, y sigue siendo, remunerarle. Quizá la clave esté en saber sacarle partido  al talento de ese abogado, involucrándolo de forma eficiente con supervisión, y  conseguir convertirle en un abogado de la casa, en una apuesta de futuro. Por  eso no creo que sea discutible el hecho de que se le deba de remunerar".
 El socio director del bufete Howrey Martínez-Lage, Santiago Martínez-Lage,  también piensa que "los abogados de primer año aprenden, pero también aportan,  por eso creo que deben cobrar, aunque relativamente". Por su parte, Bernardo  Cremades, socio director de la firma que lleva su nombre, opina que también se  debe pagar, ya que lo de no cobrar pertenece al pasado, a los antiguos  'pasantes'. Jochi Jiménez, secretario general internacional de HCC Global,  también afirma que "en cualquier primer trabajo hay que cobrar y recibir una  remuneración acorde. Hay que acabar con esa idea de pasantía gratuita".
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