MARCA PERSONAL 
 La estatuilla dorada llega a su 80  aniversario; mañana, la entrega en el teatro Kodak
 Hollywood premia la deprimente naturaleza humana  en la actualidad
 La desgastante huelga de  guionistas, las guerras en Irak y Afganistán y la amarga temática de los  aclamados filmes culminan con la celebración de la prestigiosa  gala
 La llamada Meca del Cine se  convirtió en la "memoria artificial del imperio", opinó el filósofo Heriberto  Yépez
 Jorge Caballero y agencias 
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 Ampliar  la imagen  El actor español Javier Bardem compite por el Óscar en la  categoría de mejor actor secundario, por su trabajo en la cinta No Country  for Old Men Foto: Reuters
  El actor español Javier Bardem compite por el Óscar en la  categoría de mejor actor secundario, por su trabajo en la cinta No Country  for Old Men Foto: Reuters  
  Después de la solución del conflicto entre Hollywood y el sindicato de  guionistas y escritores de Estados Unidos, mañana se realizará la ceremonia de  entrega de los premios Óscar en el teatro Kodak, de Los Ángeles, donde las  producciones postuladas en las categorías principales tienen alto nivel de  dirección, actuación, fotografía y guiones que resultan exactamente un  reflejo/espejo de la política y sociedad estadunidenses un enfrentamiento  conceptual que convierte a la llamada Meca del Cine en la "memoria artificial  del imperio", como lo define el filósofo Heriberto Yépez en su ensayo El  imperio de la neomemoria.
 Lo cierto es que el ambiente es lóbrego en esta gala de uno de los premios  cinematográficos más prestigiosos, quizás por la agobiante huelga de guionistas  o por las guerras en Irak y Afganistán; pero como lo define Howard Suber,  fundador del Programa de Productores de Cine y Televisión de la Universidad de  Califirnia en Los ÁNgeles y autor de The Power of Film, quien dijo  "nunca había visto una mirada más deprimente de la naturaleza humana en un grupo  de películas desde el cine francés de la década del 60". Afirmación nada  desmesurada, porque ¿quiere ver traición, venganza, amores condenados al  fracaso, asesinato, desesperación o un siniestro pasaje de cómo se cimentó el  imperio? Vaya a ver las películas No Country for Old Men, de los  hermanos Coen; Michael Clayton, de Tony Gilroy; Juno, de Jasón  Reitman; The Diving Bell and the Butterfly, de Julian Schnabel, o  There Will Be Blood, de Paul Thomas Anderson.
 Dirección y película
 No Country for Old Men, nominada en ocho categorías. Algunos  expertos llaman a la labor de los hermanos Coen una dirección bicéfala. Este año  su thriller luce como uno de los favoritos para arrasar con las  estatuillas. En 1996, los hermanos Coen se llevaron el Óscar para el mejor guión  por Fargo, y este año han coleccionado tanto buena crítica como  galardones de la industria, entre los que destacan el BAFTA británico y el del  Sindicato de Directores de América.
 There Will be Blood, nominada a ocho estatuillas de la Academia este  año. El director de esta cinta, Paul Thomas Anderson, parece consagrado como uno  de los directores más talentosos en Hollywood, cuya hazaña es tomarse su tiempo  para lanzar sus proyectos, siempre con un acento muy original y personal. Este  hombre, nacido y criado en la sede de los grandes estudios de California, en el  valle de San Fernando, tiene en su haber sólo largometrajes honrados con  premios, entre ellos Boogie Nights y Magnolia, los cuales le  concedieron sus primeras nominaciones a los Óscar por sus guiones, en 1997 y  1999, respectivamente.
 The Diving Bell and the Butterfly, del artista plástico Julian  Schnabel. Puede jactarse de haber hecho a sus 56 años sólo tres películas y  todas han sido aclamadas por la crítica. A su opera prima Basquiat  le siguió la nominada al Óscar en 2001 Antes que anochezca, y  pasaron casi seis años para que volviera a la gran pantalla con Diving  Bell (La escafandra y la mariposa) que una vez más lo aproxima a  la gloria.
 Juno, de Jasón Reitman. Este director creció entre los escenarios de  Hollywood, y cuando todo indicaba que se inclinaría por la actuación irrumpió  como director en 2005 con la comedia Thank You for Smoking (Gracias  por fumar), que sirvió como un abreboca de su reciente gran éxito.
 Michael Clayton, Tony Gilroy, quien es, quizá, mejor conocido como  uno de los guionistas ganadores de un Óscar por la trilogía de Bourne  Identity, saga protagonizada por Matt Damon, aunque su debut como director  fue con la nominada en estos premios Óscar, obra que también escribió.
 Las películas anteriores, con excepción de The Diving Bell and the  Butterfly, compiten también como mejor filme, la lista la completa  Atonement, de Joe Wright, firme candidata a llevarse la estatuilla en  esta categoría.
 Mejor actor
 Como mejor actor protagónico Daniel Day-Lewis se ubica como el gran favorito.  Los premios que recibió hasta ahora con There Will be Blood entre  ellos el BAFTA y el Globo de Oro indican que se alzará la noche del domingo con  su segundo Óscar. Su interpretación del ascenso, consolidación y caída del  magnate petrolero sin escrúpulos Daniel Plainview, es el pilar fundamental de la  película.
 Además de haberse convertido en una de las personalidades más poderosas de  Hollywood, George Clooney ha dejado de ser sólo una cara bonita para tomar las  riendas de su carrera, frente y detrás de las cámaras. Con Michael  Clayton está postulado por primera vez como mejor protagonista. En el  thriller da vida a un abogado sin escrúpulos, pero en la vida real el actor  de 46 años es una de las "conciencias" de Hollywood.
 El tercero en la lista, con casi 50 años, Viggo Mortensen, aspira a su primer  Óscar por su papel de mafioso ruso en Eastern Promises, vibrante  thriller de David Cronenberg, con quien repitió después de filmar  Una historia de violencia.
 Los Óscar finalmente se han fijado en uno de los astros estadunidenses que  siempre guardó distancia con la parte más frívola del espectáculo. Tal vez eso  se deba a que los intereses del neoyorquino no se limitan a la actuación, sino  que quiso explorar otros territorios artísticos, como la poesía, la fotografía,  la pintura y la música.
 Tal vez en el caso de Johnny Depp se cumpla eso de que la tercera es la  vencida: luego de haber estado nominado para el Óscar a mejor actor en dos  ocasiones, sin ganarlo, ahora compite con su reciente creación: Sweeney  Todd: The Demon Barber of Fleet Street, sexta colaboración artística con el  director Tim Burton. Depp compone una vez más un personaje único, que lleva su  marca personal, aunque en esta ocasión canta, y según los críticos, no lo hace  nada mal.
 El último en la lista es Tommy Lee Jones, quien ya tiene un Óscar en su  haber: el de mejor actor de reparto por El fugitivo. La nominación por  interpretar a un hombre desesperado en In the Valley of Elah, de Paul  Haggis, es la primera en el apartado de mejor actor protagónico. En la cinta,  Jones es un padre en busca del asesino de su hijo, cuyo cuerpo aparece  descuartizado y quemado poco después de regresar de Irak.
 Mejor actriz
 Julie Christie, Laura Linney y Cate Blanchett saben muy bien lo que son los  nervios de una noche del Óscar. Debutan en cambio en esa experiencia la francesa  Marion Cotillard y la canadiense Ellen Page.
 Julie Christie, con su reciente nominación por Away From Her, de la  canadiense Sarah Polley, podría alcanzar otra estatuilla 43 años después. A  Marion Cotillard le llegó el reconocimiento internacional por su magistral  interpretación de Edith Piaf en La Vie en Rose, del francés Olivier  Dahan. La mayoría recordará a la actriz canadiense Ellen Page, quien para la  gala de los Óscar ya habrá cumplido 21 años; es la más joven de las  contrincantes, postulada por su papel en Juno. Cate Blanchett obtiene  esta nueva nominación por Elizabeth: The Golden Age, en la que repite  en el papel de la reina Isabel I de Inglaterra. La quinta aspirante es Laura  Linney, por su trabajo en The Savages, de Tamara Jenkins.
 Actor secundario
 Javier Bardem, quien interpreta a un sicópata "justiciero", se encuentra  entre los cinco nominados al mejor actor de reparto por No Country for Old  Men. La cinta, estrenada el pasado mayo en el Festival de Cannes, fue muy  bien recibida por la crítica, que tuvo comentarios especialmente elogiosos para  el talento del español, pese a medirse en escena nada menos que con Tommy Lee  Jones.
 Sin embargo, todo parece indicar que esta vez sí subirá el actor español a  recoger la estatuilla. No obstante, no hay que subestimar la fuerza sentimental  de la candidatura de Hal Holbrook (Into the Wild) o la grata sorpresa  de descubrir a Casey Affleck (The Assassination of Jesse James by the Coward  Robert Ford). Además, compiten por este galardón Philip Seymour Hoffman  (Charlie Wilson's War) y Tom Wilkinson (Michael Clayton), tal  vez el candidato que pasó más desapercibido en esta ocasión.
 Actriz secundaria
 Cate Blanchett, con I'm Not There, pelea su segundo premio, pero en  la categoría de actriz secundaria. Ruby Dee fue postulada por su trabajo en  American Gangster, de Ridley Scott. La tercera aspirante es Saoirse  Ronan, nominada este año por su interpretación en Atonement. Amy Ryan,  quien actúa en Gone Baby Gone, es otra de las candidatas en esta  categoría, y la última es Tilda Swinton, quien este año recibió el BAFTA por su  interpretación en Michael Clayton.
 Cintas de no ficción
 Documentales sobre las guerras en Irak y Afganistán están listos para asumir  un papel protagónico durante la premiación de mañana. Dos de los cinco trabajos  nominados en esta categoría están directamente relacionados con el conflicto en  Irak, mientras una tercera obra se centra en el aterrador sistema de torturas a  los prisioneros afganos en una base militar estadunidense.
 Irónicamente, la nominación de estos documentales ocurre cinco años después  de que el cineasta Michael Moore fue abucheado en el escenario del teatro Kodak,  cuando en el discurso de agradecimiento por su Óscar criticó la invasión a Irak  liderada por Estados Unidos. Moore compite este año por su documental sobre el  precario e injusto sistema de salud estadunidense, en un trabajo que lleva por  título Sicko.
 Dos filmes que generaron más titulares durante el año pasado fueron No  End in Sight, de Charles Ferguson, centrada en la invasión a Irak, y  Taxi to the Dark Side, de Alex Gibney, quien aborda la muerte  de un taxista afgano de 22 años, Dilawar, mientras estaba preso en la base aérea  de Bagram, en 2002. Otro documental que compite en este grupo y que se enfoca en  las políticas estadunidenses después de los ataques del 11 de septiembre es el  trabajo de Charles Ferguson, en No End In Sight, que explora el manejo  de la guerra en Irak meses después de la invasión. Ferguson, ex investigador del  Instituto Brookings, quien amasó una fortuna al vender en 133 millones de  dólares su empresa de Internet al grupo Microsoft en 1996, se autofinanció su  primer documental, al que destinó 2 millones de dólares de presupuesto. La lista  la complementa otro documental que también se inspiró en Irak y Afganistán, el  de Richard E. Robbins, Operation Homecoming: Writing the Wartime  Experience, trabajo que reúne cartas y ensayos escritos por soldados  estadunidenses a su regreso de la guerra, ofreciendo a la audiencia el lado  humano de un conflicto.
 En la categoría de mejor película extranjera competirán cineastas de  Kazajastán, Israel, Austria, Polonia y Rusia.