¿Qué medidas tomará EE.UU.  para prevenir otra crisis financiera?
Puede limitar préstamos  abusivos  e intercambios de derivados de crédito sin  regular
Por Burton Bollag
Redactor
Washington -  Cualquiera que sea el impacto del gigantesco plan del gobierno de Estados Unidos  para el rescate del sistema financiero, seguirán sin duda nuevas normas que  regulen el sistema, según dicen los observadores.
Dijo el  secretario de Hacienda Henry M. Paulson Jr, le dijo a un reportero del programa  60 Minutes durante una entrevista realizada el 28 de septiembre, y agregó que  "No tenemos en su lugar la autoridad normativa ni la estructura para proteger al  pueblo estadounidense".
Los funcionarios procurarán implantar nuevas  normas en dos ámbitos: la manera en que se ofrecen al consumidor los préstamos  para la vivienda, las tarjetas de crédito y productos financieros similares -que  conforman el "mercado primario"- y las inversiones de los bancos y otras  instituciones que recaudan estas operaciones -el "mercado  secundario"-.
La crisis, la peor que ha tenido Estados Unidos desde la  Gran Depresión en la década de 1930, ya ha causado la quiebra de media docena de  bancos importantes y otras instituciones financieras. Pero en el fondo, la  debacle fue consecuencia de la práctica relativamente reciente de ofrecer más y  más préstamos hipotecarios a compradores de vivienda que no podían  permitírselo.
Los expertos esperan que las nuevas norman pongan coto a  algunas de las prácticas crediticias, como las "tasas de interés inicial más  bajo", que hacen que los préstamos parezcan más atractivos. Este tipo de  préstamo tiene una tasa de interés baja durante los dos primeros años que más  tarde aumenta a ritmo acelerado. El préstamo también puede incluir prohibiciones  relativas a la amortización acelerada de la hipoteca pendiente, por lo cual los  prestatarios estarían obligados a pagar tasas superiores a las del mercado  durante años.
Los expertos dicen también que los prestatarios que  aceptaban estas tasas a menudo no entendían lo que estaban firmando. Dado el  aumento constante en los precios de la vivienda hasta 2006, los prestatarios a  menudo estaban convencidos de que podrían vender su casa y lograr ganancias.  Pero a medida que fueron cayendo los precios, muchos se quedaron con casas cuyo  valor era inferior al de la hipoteca.
A veces, no se obligaba a los  prestatarios a presentar documentación alguna, o la mínima, que probara que  ganaban dinero suficiente para realizar los pagos mensuales a los que se habían  comprometido. "Eso resultó ser una invitación para que los corredores de  hipotecas dijeran: '¿A quién le importa? Prepararé la hipoteca y luego se la  venderé a otro'", dijo Barry P. Bosworth, investigador de temas económicos en la  Institución Brookings.
Semejantes prácticas fueron posibles debido a los  cambios que se produjeron en el mercado de la vivienda a principios de década,  que hicieron más fácil que las personas con calificaciones de crédito bajas o  moderadas pudiesen comprar viviendas. También contribuyó a ello un importante  cambio que tuvo lugar en el sector de los préstamos de vivienda. Antes, las  hipotecas las concedían las cajas de ahorros, a las que el prestatario efectuaba  los pagos hasta que amortizaba el préstamo. Pero en los últimos años, más y más  préstamos fueron "titularizados", es decir, agrupados en fondo común y vendidos  a otras instituciones financieras que luego las volvían a vender como  instrumentos de inversión.
"Los bancos tenían el incentivo de asegurarse  de que los prestatarios devolvieran el préstamo", dijo Barbara Roper, de la  Federación de Consumidores de EE.UU. "[Pero] con la práctica de la  titularización, los bancos perdieron ese incentivo".
Mark Tenhundfeld, de  la Asociación Estadounidense de Banqueros, espera que el Congreso apruebe leyes  contra los denominados préstamos abusivos. También, dijo que se podría exigir  una licencia federal a los prestamistas hipotecarios. "Pero la ejecución [de esa  normativa] probablemente estaría a cargo de los estados", dijo.
En  septiembre de 2008, la Cámara de Representantes aprobó por primera vez una ley  contra las prácticas abusivas de las compañías de tarjetas de crédito, prácticas  como el cobro de tasas de interés ocultas o injustificadas que han obligado a  algunos estadounidenses a entrar en la deuda y no pagar sus hipotecas, dijo la  Federación de Consumidores. Se espera que el Senado considere una ley  similar.
Mark Perlow, un abogado de valores con el bufete de abogados  K&L Gates LLP, cree que el gobierno les exigirá a las empresas mantener una  participación financiera en todas las hipotecas, tarjetas de crédito y productos  de consumo que vendan. "Quienes originen la deuda tendrán que arriesgar algo en  este juego", dijo.
Un factor clave que hizo tan perjudiciales a los  impagos de préstamos hipotecarios fue el crecimiento en el mercado de los  llamados intercambios de derivados de crédito (credit default swap). Estos  instrumentos financieros, abundantes, pero exóticos, funcionan como una póliza  de seguro que el titular de un colectivo de hipotecas le compra a otra  institución financiera para protegerse contra los impagos de dichas  hipotecas.
El problema ha sido que estos instrumentos son complicados -a  menudo los corredores no entendían el riesgo - y también se distribuyeron entre  muchas instituciones financieras a través de un complejo entramado.
El  mercado de intercambios de derivados de crédito y otros instrumentos complejos,  conocidos colectivamente como derivados, se ha vuelto enorme y lucrativo en los  últimos años, pero no está regulado. Los observadores esperan que el Congreso y  los reguladores hagan más transparente el terreno de juego y establezcan nuevas  normas.
Podrían establecerse requisitos de reservas. Por ejemplo, a los  bancos comerciales se les exige generalmente que mantengan un dólar en efectivo  por cada diez que les deben a los titulares de las cuentas o que prestan. (Los  bancos de inversión generalmente no tienen que cumplir ese requisito y mantienen  sólo un dólar por cada treinta dólares, o más, que toman prestados para  invertir. Han hecho fortunas, pero cuando van mal las inversiones tienen pocas  reservas para cubrir sus pérdidas.)
Perlow, el abogado, espera que el  Congreso considere modificar la Ley de modernización del mercado de futuros de  2000, que mantiene sin regular a los instrumentos derivados. Sin embargo, agregó  que ese intento se enfrentará a una dura oposición.
Bosworth dijo por su  parte que los funcionarios quieren establecer normas para evitar que se vuelva a  repetir la crisis actual sin imponer un exceso de normas a los mercados  financieros. "Es difícil encontrar el equilibrio", dijo. "El objetivo no es  frenar la innovación, que ha producido tantos beneficios".
(El Servicio  Noticioso desde Washington es un producto de la Oficina de Programas de  Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en  la Web: 
http://www.america.gov/es )