| El martes pasado, Eliodoro Matte  asistió a la entrega del premio Visión Empresarial que le otorgó la Asociación  Chilena de Seguridad. Su entorno más cercano sabía de antemano que el presidente  de la CMPC aprovecharía la tribuna para, como pocas veces, romper su bajo perfil  público y alzar su voz lanzando una dura crítica al clima antiempresarial que a  su juicio hoy existe en Chile. "Apenas le dijeron que debía hacer un discurso,  tuvo claro que se referiría a los dos temas más candentes del momento: el  ambiental y el laboral". "Noto que hay muchos actores de la vida política  que frente a la ocurrencia de problemas laborales o ambientales de determinadas  empresas, favorecen con sus declaraciones un clima antiempresarial, sin al menos  hacer los necesarios distingos", dijo Matte. Entre la concurrencia lo observaba otro de los invitados al  evento: el ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade. En él se han centrado  en los últimos dos meses las fuertes críticas de los gremios empresariales que  le endilgan promover la negociación  interempresas, actitud que se habría visto reflejada en su  postura frente a la huelga de los contratistas de Codelco, un hecho que para los  hombres de negocios podría sentar "un nefasto precedente". Andrade, a quien le tocó hablar después de Matte, rehuyó la controversia y se  remitió a destacar la importancia del diálogo entre trabajadores y empresarios.  El ministro sabe que estos últimos lo tienen en la mira. En privado, muchos de  los hombres de negocios dicen que esperan su salida del gabinete. De hecho, la actuación de Andrade fue el comentario central en una de las más  agitadas reuniones que ha tenido la Sofofa en el último tiempo. El miércoles 25  de julio se vivió el preludio de lo que vendría después con las declaraciones de  Eliodoro Matte. Miércoles tenso Como todos los últimos miércoles de cada mes, el Consejo de la Sofofa se  reunió en el edificio del organismo gremial para revisar los temas que están en  la agenda noticiosa y que le incumben. A las 17.30, el timonel Bruno Philippi dio el vamos. Siguiendo la tradición  establecida por este último habría un invitado. En esta ocasión, el expositor  sería José Pablo Arellano, director ejecutivo de Codelco. Sin embargo, el  conflicto que arrastraba la cuprífera con sus trabajadores lo obligó a suspender  la cita. Philippi entonces les explicó la situación a los asistentes -que bordeaban  las 60 personas- y aprovechó de expresar su preocupación por la forma en que se  estaba interpretando la ley laboral. Específicamente, señaló que era contrario a la negociación interempresas.  Cercanos a Philippi han señalado que "al sentarse Codelco en una mesa  con trabajadores de sus contratistas validó una instancia que no está  contemplada en el mercado legal chileno, dejando un precedente peligroso para  otras negociaciones". Esto fue suficiente para que el resto de los asistentes se alineara con la  preocupación del timonel. Específicamente los representantes de las grandes  empresas tomaron la palabra y lanzaron sus dardos contra la forma en que el  gobierno, en general, y Andrade, en particular, han manejado el tema  laboral. Gonzalo García, secretario ejecutivo de la CMPC; Alfonso Swett, dueño de  Forus; Jorge Matetic, propietario de Carnes Ñuble e Inchalam; y Nicolás  Abumohor, ligado a SN Holding (Parque Arauco, Puerto Velero, Balthus, entre  otros), fueron algunos de los que expresaron abiertamente -y duramente, según  asistentes- su malestar. La mayoría coincidió con el análisis de que "hay una acción dirigida por  alguien para establecer la negociación por área". Otros consejeros criticaron lo  que ellos llaman "un discurso ambivalente" de Andrade y de cómo la postura de  éste influía, por ejemplo, en los secretarios regionales ministeriales del  Trabajo. Además le endilgaron que se manejaba con una "agenda propia", bien  distinta, por ejemplo, a la de su subsecretario, Zarko Luksic. Pero, sobre  todo,  el malestar se centraba en el rol y la postura que tuvo Andrade en  el conflicto de Codelco. "Es cierto: lo miramos con suma desconfianza", dice un  directivo de un organismo gremial. Abogado de profesión y militante socialista, Andrade se ha dedicado  por 30 años a asesorar sindicatos. Ha sido crítico de la ley de  subcontratación y de la flexibilidad laboral. Desde que asumió en el gobierno  validó el movimiento sindical, lo que se reflejó en el caso Codelco, al impulsar  el diálogo entre los trabajadores subcontratados y la firma. Ya en abril de 2006 el primer punto de inquietud entre los empresarios era el  proyecto que regula la subcontratación laboral porque rigidizaba el mercado del  trabajo, perjudicando a las pymes y por sus posibles efectos sobre el  desempleo. "El ministro ha interpretado la ley de subcontratación a su entero antojo",  dice un consejero de la Sofofa. Y esto es un síntoma grave para los empresarios,  que aprovecharon esta reunión para expresar su desconfianza. La postura de Philippi El timonel de la Sofofa escuchó las críticas de sus asociados. En su entorno  explican que la molestia y el tenor de las opiniones no es de extrañar: "Si  organizas una reunión donde hay más de 10 empresarios, el tema obviamente que va  a salir y también es obvio que se armará un debate candente". Según cuenta un asistente, Philippi una vez más puso paños fríos a la  molestia frente al gobierno y específicamente defendió la actuación de la  presidenta Michelle Bachelet y pidió confianza en su gestión. "Nos dijo que Bachelet había heredado de Lagos una ley de  subcontratación bien deficiente y que se la había jugado por vetarla y que al  final logró cambiarla para mejor", dice el miembro de un organismo  gremial. Además, según esta fuente, les dio a entender que había que separar aguas  entre Andrade y Bachelet y que esta última más que formar parte  del problema, formaba parte de la solución. "Bruno nos trató de decir que pese a que muchos creían que ella titubeaba y  era vacilante, al final, nos dijo, 'siempre atina'". La postura de Philippi nuevamente ha sido blanco de críticas por algunos  miembros de la tribu empresarial, que más de alguna vez le han enrostrado su  escasa figuración pública y parsimonia a la hora de defender los intereses del  sector y su cercanía con los últimos dos gobiernos de la Concertación. "Bruno tiene como política escuchar a todos y propende al consenso...ahora no  sé si estará esperando que la Virgen del Carmen lo ayude", ironiza un consejero  ligado a la industria. De hecho, otro consejero, del sector alimenticio, dice que ante el silencio  público de Philippi, las palabras de Matte fueron un alivio. "Por fin alguien se  atrevió a decir lo que pensamos. Y cuando Matte habla es porque el  escenario está muy complicado". Por eso, al término de la ceremonia del  martes pasado en la ACHS, la reacción de los asistentes a la advertencia de  Matte no se dejó esperar: varios se acercaron a felicitarlo por su  intervención. El entorno de Philippi precisa que la  cúpula de la Sofofa es "más bien  escéptica frente a los dichos de Andrade, que se ha desligado de los conflictos  entre empresas y trabajadores" y consideran que la situación que hoy se está  dando es ilegal. Frente a las críticas por la escasa figuración y el mutismo del  timonel, esgrimen que la vocería del gremio empresarial radica en Alfredo  Ovalle, presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC). "En  él se han canalizado las demandas. Ahora, por cierto que informalmente siempre  existen canales e instancias que sirven para que la Sofofa le haga ver al  gobierno su inquietud por ciertos temas". Los Luksic también se mueven Para miembros del consejo de la Sofofa lo cierto es que "hay en Chile  un antes y un después del caso Bosques Arauco". Este conflicto comenzó a dibujarse a mediados de marzo pasado. Entre el 12 de  ese mes y el 8 de mayo se llevó a cabo la negociación sindical de los  contratistas de Bosques Arauco con Celco, del grupo Angelini. A juicio de varios  empresarios esto sentó un precedente importante, porque finalmente  negociaron trabajadores y empleadores en distintos niveles.  O sea, los subcontratistas lograron nada menos que  poner en la mesa la negociación interempresa algo prohibido desde hace 30  años. Esta experiencia ayudó para que los 12 mil contratistas de la Confederación  de Trabajadores del Cobre se lanzaran con todo para que accedieran a sus  peticiones. En la práctica las casi cuatro semanas de negociaciones con Codelco  implicaron también airadas protestas, tomas de caminos y pérdidas por  US$ 100 millones para la cuprífera.  Por eso, Matte en su discurso de seis páginas del martes pasado, señaló que  "últimamente hemos sido testigos de una decidida acción de agitación laboral  tendiente a promover por la vía de los hechos cambios en la legislación laboral  (?) presionar a las empresas mandantes para que se sienten a negociar con  trabajadores de contratistas, junto con ser un procedimiento ilegal es altamente  inconveniente para el sano desenvolvimiento de la empresa (?)". El miércoles 25 en la citada reunión de la Sofofa, un cercano a la Papelera  expresó una fuerte crítica por el clima laboral porque, a su juicio, en los  casos de Codelco y Bosques Arauco "se están vulnerando las normas legales sobre  la subcontratación y eso produce un tremendo caos", señaló a sus pares. La espiral que se podría producir como réplica de Codelco ha puesto en alerta  al mundo empresarial. El martes pasado, al unísono del discurso de Ma-tte, la  CPC se reunió con Andrade a puertas cerradas. A la salida del encuentro, Alfredo  Ovalle, titular del ente gremial, dijo que les había quedado claro "que no está  en la agenda del ministerio la negociación interempresas". Ya el martes 24, Jean Paul Luksic, presidente de Antofagasta Minerals y  vicepresidente del Consejo Minero, le presentó, en una reunión privada, sus  reparos al secretario de Estado sobre cómo se estaba llevando el proceso de  negociación de Codelco y el temor de que esta fórmula se transformara en una  situación habitual. En la cita argumentó que una escalada de demandas salariales  podría afectar la competitividad de la industria a futuro cuando los precios del  cobre bajen. ¿Qué pasará en este conflicto? Entre los empresarios de la Sofofa hay  desconfianza. Afirman que "Andrade es un fabricante de conflictos". Y temen que  su actitud genere incertidumbre en las inversiones. "No hay un lineamiento claro  en el gobierno, más aún considerando que el caso Codelco se desarrolló en el  marco legal vigente", reconoce un ejecutivo del área minera. Además existe el temor de que la situación se irradie a otros sectores, como  el retail. Andrade, por su parte, tras su reunión de esta semana con la CPC fue  lacónico: dijo que le había servido para aclarar "malentendidos que se  suscitan". |