Bioética y trasplantología. Su  impacto social  
 
Bioethics and transplantation: Its social impact   
 Lic. Luz M. Morera Barrios I; Dr.  Catalino Ustáriz García I; Dra. María A. García García I;  Dra. Miriam Sánchez Segura I; Lic. Ada Morera Barrios II;  Dra. Rosa M. Lam Díaz I; Lic. Ana María Guerreiro Hernández  I; Dr. Porfirio Hernández Ramírez I 
  
 
I Instituto de Hematología e  Inmunología. Ciudad de La Habana, Cuba. 
II Filial de Ciencias Médicas "Manuel Piti Fajardo".  Sancti Spiritus, Cuba.  
 
 
 
 
RESUMEN   
Los progresos de la medicina, la cirugía, las  investigaciones biomédicas y la computación han ampliado el campo de la  trasplantología, donde se abren grandes horizontes y posibilidades. La bioética,  desde su surgimiento, comenzó a tener enorme impacto en la práctica de la  medicina y en la investigación. Los factores técnicos del trasplante de órganos  y tejidos deben ser abordados antes que los aspectos bioéticos involucrados, ya  que cualquier análisis ético debe hacerse una vez que estén resueltos los  problemas técnicos. En este trabajo se exponen algunos de los problemas de la  ética médica que surgen en el campo de la trasplantología y de qué forma pueden  cumplirse en los pacientes en espera de un órgano o tejido, los principios de la  autonomía beneficencia maleficencia y justicia, que constituyen la trinidad de  la bioética.  
 
 
Palabras clave: bioética, trinidad de la  bioética, trasplante y sociedad.  
 
ABSTRACT
 The progresses achieved in medicine, surgery,  biomedical researches and computing sciences have increased the transplantation  field where there are huge horizons and possibilities. Bioethics, from its  appearance, began having a huge impact on medicine and research practices.  Technical factors of organ and tissues transplantation must to be approached  before than the involved bioethical features since any ethical analysis must to  be made once solved the technical problems. In present paper are exposed some of  the medical ethics problems appearing in transplantation field and how they may  to be fulfilled in patients waiting for an organ or tissue, the principles of  autonomy, charity - malificence and justice, being a significant part of the  Bioethics.
 Key words: Bioethics, significant part of  the Bioethics, transplantation and society.  
    
  
 
 
 
INTRODUCCIÓN  
 
Aunque el trasplante de tejidos primero y de  órganos después, aparecen como una rama reciente de la medicina, tiene raíces  que datan de tiempos muy antiguos. Varios siglos antes de nuestra era se  describieron en la India autotrasplantes de piel, con métodos que fueron  introducidos en Europa entre los siglos XVI y XVIII. En este último siglo  también se intentó el heterotrasplante (dientes, testículos, ovarios), sin  ningún éxito. Finalmente, a comienzos del siglo XX los progresos en la  inmunología permitieron los alotrasplantes de células sanguíneas. El presente y  el futuro nos ofrecen un campo aún más promisorio con las investigaciones y  hallazgos relacionados con el genoma humano. 1  
El trasplante de órganos y tejidos ya se ha  constituido en una actividad cotidiana de la medicina clínica.  
Un campo absolutamente distinto al tradicional en  cuanto a la obtención de tejidos y órganos para trasplante, se ha abierto con el  desarrollo actual de la Ingeniería Genética. Las investigaciones sobre el genoma  humano, las células madre y la clonación, han abierto un horizonte que parece  ilimitado y podría terminar con la dependencia humano-humano en la obtención de  órganos y tejidos.  
El objetivo del presente trabajo es analizar los  problemas del desarrollo de la trasplantología como fenómeno social, así como  algunos aspectos éticos que enfrentan la Biología y la Medicina contemporáneas  en esta rama.  
 
 
TRASPLANTOLOGÍA. ANTECEDENTES HISTÓRICOS MÁS  RELEVANTES  
 
La transfusión de sangre ha sido el primer  trasplante realizado con éxito y constituye una terapéutica prácticamente  insustituible y un acto médico de gran relevancia. 2  
La historia de la transfusión se remonta al siglo  XVII. No se ha llegado a dilucidar si el primer acto transfusional llevado a  cabo en el hombre a partir de sangre humana fue realizado por el Dr. Phillip  Syng (1768-1837) de Filadelfia, o por James Blundell (1790-1830)  obstetra y fisiólogo del Guys Hospital de Londres. 2  
En este período se planteaba con mucha  clarividencia que la transfusión interhumanos debía ser posible. Andrés  Libavius, de Halles (1546-1616), fue ardiente defensor de la transfusión y  describió un método directo con tubos de plata que se introducían en las  arterias. 2  
En 1900, el gran científico Landsteiner, al  estudiar la composición de la sangre, descubrió los grupos eritrocitarios A, B y  0. Este descubrimiento determinó el uso de la transfusión sanguínea cotidiana y  su repercusión universal.  
La transfusión entró realmente en su período  inmunológico con los trabajos de Hektoen (1907), quien sugirió que podían  evitarse los riesgos de la transfusión respetándose los fenotipos  eritrocitarios; y más tarde Schutz (1910) y Ottenberg (1911),  quienes llevaron la teoría a la práctica.  
Desde la antigüedad, la idea de solucionar  deficiencias congénitas y de remplazar tejidos y órganos enfermos mediante la  donación de órganos y tejidos por parte de otros individuos sanos, ha sido una  aspiración constante. En el siglo XIII se relató un trasplante exitoso de una  pierna enferma. Más tarde, en el siglo XV, se encontró la manera de hacer una  nariz a una persona. 2  
Se ha señalado que el primer intento terapéutico  con médula ósea fue en el año 1841, cuando se le suministró por vía oral a  pacientes con anemia. Con posterioridad, en los años 30 y 40 del siglo pasado,  se hicieron nuevas tentativas mediante la administración de médula ósea por vía  intramedular en algunos pacientes con leucemias y aplasia medular. 3  En 1939 fue la primera comunicación sobre el uso de médula ósea por vía  intravenosa en un paciente con aplasia medular al que se le realizó un  trasplante alogénico procedente de un hermano. Todos estos intentos fracasaron.  3-5  
La era moderna del trasplante surgió en 1952 al ser  descubierto el Sistema Principal de Histocompatibilidad (HLA, por sus siglas en  inglés Human Leukocyte Antigens).  
En 1954, Miescher y Falconnet  descubrieron anticuerpos inducidos por transfusiones y embarazos que  reaccionaban con antígenos presentes en los linfocitos humanos. 6  Posteriormente, en 1958, Dausset y Van Rood mediante  investigaciones con estos anticuerpos, descubrieron los grupos de antígenos de  los leucocitos humanos (HLA). 7,8  
Los estudios del sistema HLA son imprescindibles,  tanto para el trasplante renal como para el de médula ósea. Desde los comienzos  se hicieron por técnicas serológicas de microlinfocitotoxicidad, que se han ido  perfeccionando. Desde hace unos 15 años se utilizan las técnicas de biología  molecular que permiten llegar a conocer especificidades alélicas de estos  antígenos. 9  
En 1954, Joseph Murray realizó un trasplante  renal en Boston, lo que hizo necesario que se desarrollara la inmunosupresión.  En 1967 se realizaron los primeros trasplantes de corazón y de hígado, en  Capetown (Sudáfrica) y Denver (Colorado, EE.UU.), respectivamente. En esta misma  década se hicieron trasplantes de intestino, pulmón y páncreas. También se han  trasplantado otros tipos de tejidos, entre ellos: córnea, piel, huesos,  articulaciones, válvulas cardíacas y más recientemente se introdujo la terapia  celular regenerativa con las células madre hematopoyéticas. 10   
 
 
ALGUNOS ASPECTOS ÉTICOS EN EL TRASPLANTE Y SU  REPERCUSIÓN SOCIAL  
 
La revolución científico-técnica en medicina ha  llevado a muchas personas a creer en la eficacia de las instrumentaciones  puramente técnicas. Deslumbrados por las conquistas de lo tangible, muchos se  han vuelto insensibles y ciegos frente a los valores humanos. 11   
En materia de transfusión sanguínea son numerosos  los riesgos, desde la elección del donante hasta las consecuencias inmediatas o  a largo plazo para el receptor.  
La donación es un acto esencialmente voluntario por  el cual una persona dispone gratuitamente de una cosa a favor de otra que lo  acepta.  
En el caso de la transfusión, el personal que  realiza la selección del donante debe ser muy estricto en su interrogatorio, así  como a la hora de realizar las pruebas requeridas (grupo sanguíneo, serología,  antígenos de hepatitis y VIH). Los factores técnicos no se pueden ver aislados  de los sociales y se debe recordar siempre que es un ser humano con su  personalidad que está donando para beneficiar a otro individuo.  
Debemos tener clara la relación del trabajador de  la salud-donante y se le deben explicar bien los beneficios que brinda a la  sociedad, cumpliendo los principios de la bioética: la autonomía, ya que el  donante dona su sangre previo su consentimiento informado; 12,13 la  beneficencia, pues todo personal de la salud toma los cuidados para que no  existan problemas en ninguno de las técnicas a realizar; y la justicia, pues la  sociedad reconoce la actitud desde el punto de vista social y moral.  14  
En algunos casos pueden crearse situaciones  conflictivas, el ejemplo más típico son los testigos de Jehová. En estas  situaciones, deben estar firmemente establecidos los principios bioéticos para  no incrementar los posibles conflictos. 15-17  
En el área del trasplante clínico, el riñón fue el  primer órgano trasplantado exitosamente. Un rico caudal de experiencia ha  servido de base al incremento de la supervivencia del riñón injertado y también  a la de los pacientes que pierden el injerto y regresan a planes de diálisis.  18  
Dada la importancia de establecer una normativa  legal sobre el trasplante de órganos y tejidos, es perentorio que las  legislaturas traten a fondo ese procedimiento para garantizar que se respeten  los derechos del donante y los del receptor, reconocidos como pacientes en la  Declaración sobre Trasplantes Humanos de 1987, y que se cumpla con los aspectos  éticos más importantes del trasplante a la luz de los innumerables problemas  éticos y legales que han surgido. 19,20 La correlación entre el grado  de compatibilidad HLA donante-receptor y la evolución clínica del trasplante  renal de cadáver, puede ser considerado como uno de los problemas cardinales en  el trasplante de órganos. 21 Un aspecto importante señalado por la  escuela norteamericana, es que no se obtiene una correlación adecuada y  demostrable entre el grado de compatibilidad para el sistema HLA y la evolución  clínica del trasplante, si este se efectúa entre individuos de diferentes razas.  Siempre que el concepto raza humana se encuentra implicada en un estudio, es  necesario sentar posiciones ideológicas de principios. 22  
Para conocer adecuadamente la cuestión de las razas  humanas no es suficiente llevar a cabo el estudio basados solamente en la  biología general, la genética o la antropología clásica; es necesario llegar al  binomio progreso social desarrollo científico técnico, que constituyen un  ingrediente esencial del fenómeno social contemporáneo. 23  
Los antígenos HLA son marcadores genéticos que  definen las diferentes poblaciones, forman un sistema muy polimórfico. Estos  antígenos están distribuidos con mayor frecuencia por raza.  
Tanto en poblaciones que tienen una relativa  homogeneidad étnica, como la caucásica europea y la norteamericana; y otras,  como en las poblaciones heterogéneas donde existen diferentes mezclas raciales,  se pueden encontrar personas HLA idénticas o haploidénticas. Como se puede  apreciar, a pesar de las razas, existen esas posibilidades; entonces ¿solo por  ser de diferentes razas no se realiza? Esto puede interpretarse desde el punto  de vista bioético como que se le niega la posibilidad de rehacer su vida por  este motivo y no es más que un fenómeno social de discriminación racial.  24-27  
En investigaciones realizadas en Cuba en el  Instituto de Nefrología, sobre la compatibilidad HLA y raza y su influencia  clínica en el trasplante renal de cadáver en los años 70, se pudo observar que  en el plano biológico, el mestizaje que presenta la población cubana no se  comporta como un obstáculo para la obtención de resultados óptimos en el  trasplante de cadáver y que las barreras señaladas en el sistema HLA como  impedimento para la compatibilización entre individuos de diferentes razas en  caso de que esa diferencia exista, se ven atenuados por la fusión de las raíces  étnicas originales de nuestra población en un tronco común, que tiende a ser  cada vez más homogéneo. 23  
 
 
  
DONACIONES DE CADÁVER   
 
En el caso del donante fallecido, el primer  problema ético y legal que se plantea es el de la disponibilidad del cadáver y  de los órganos que van a ser trasplantados. El cadáver ya no es una persona; por  eso, desde el punto de vista ético, no se presentan objeciones insalvables a  esta disponibilidad. Sin embargo, es de extraordinario relieve el respeto de los  restos mortales del hombre. En la cultura occidental, las personas se sienten  obligadas a cumplir los deseos que manifestaran sus familiares difuntos en  relación con lo que ha de suceder con su cuerpo. Esto impide una socialización  arbitraria y su libre disposición por parte de las autoridades, por lo que se  debe pedir el consentimiento de los familiares, para la extracción de órganos u  otras piezas anatómicas del fallecido, con fines terapéuticos. 21   
Desde el punto de vista bioético, hay que analizar  los problemas de donaciones post mortem centrándose en 3 aspectos:   
A. El tipo de consentimiento que se requiere del  donante o de sus familiares: 28  
A.1. Consentimiento afirmativo del donante.   
- La donación por medio de la tarjeta de  identificación del donante tiene la ventaja de que el donante la lleva consigo.  En el caso de que no la tenga, hay que pedirle la autorización al familiar,  aunque legalmente en todos los casos se cuenta con el familiar.  
- La donación por consentimiento presunto: según  este criterio, los órganos de los cadáveres se extraen habitualmente a menos que  hayan formulado objeciones; aquí se evita que el familiar se vea obligado a  deliberar sobre la petición médica. Legalmente este tipo de consentimiento es  poco utilizado.  
A.2. Petición obligatoria (según  denominación de Arthur Caplan). 19  
De acuerdo con Cohen "
el principal  obstáculo para la donación de órganos no es la ignorancia de los clínicos ni los  problemas económicos ni las preocupaciones legales [....] es simplemente no  pedirla".  
 
 
Determinación de la muerte  
 
El dilema ético más importante en los trasplantes  de cadáveres, sobre todo cuando se extirpan órganos vitales, es el de asegurar  que el momento de la muerte de la persona ya ha tenido lugar. El problema se  plantea porque el donante ha de estar muerto, pero sus órganos deben seguir  viviendo; la muerte es un proceso que dura algún tiempo, aunque la causa es  considerada como repentina.  
Durante varios siglos, la ausencia irreversible de  la función cardiorrespiratoria espontánea fue considerada determinante de la  muerte del individuo. 22 Sin embargo, con el desarrollo de la terapia  intensiva, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo pasado, fue posible  suplir aquellas funciones reconocidas hasta ese momento como vitales. Esto  motivó una verdadera revolución en el concepto de la muerte, cuando la tensión  se desplazó hacia definiciones basadas en considerar la pérdida definitiva de  funciones integradas en el encéfalo. 28  
No debe existir relación entre el equipo médico que  diagnostica la muerte y el que trasplanta. De acuerdo con los principios de la  Bioética, aquí se cumple el principio de la justicia, ya que se pondrá el órgano  al que clínica e inmunológicamente cumpla los requisitos como el receptor; y el  principio de beneficencia de lograr curar o aliviar su enfermedad a un paciente.  Esto no ocurre en los países de economía de mercado donde todo, hasta el hombre,  es mercancía, y todo se torna de manera diferente, pues la búsqueda del donante  y el beneficio al receptor persiguen fines lucrativos. 24  
El problema no puede resolverse desde una instancia  científica solamente; es más bien una cuestión interdisciplinaria. La Medicina  ha de aportar toda su competencia para explicar cuando termina la existencia de  ese sustrato biológico necesario para que podamos hablar de vida de la persona  humana. 21  
 
 
Conflicto de interés  
 
La ética médica, señala Dickens, " 
exige  que los médicos que atiendan a personas consideradas donantes adecuados de  órganos en el momento de fallecer, no estén ni parezcan estar en situaciones de  conflicto de interés[
] Su labor no debe ser empañada por la sospecha de que su  preocupación por el paciente se vea disminuida por el beneficio que su muerte  pueda representar para los receptores de órganos". 29  
 
 
  
DONACIONES ENTRE PERSONAS  VIVAS  
 
La donación de una parte del cuerpo siempre ha  llevado una valoración ética positiva, si de ello no se derivan consecuencias  sustanciales en la funcionalidad y operatividad del sujeto, pero de todas  formas, habría que señalar ciertas condiciones que siempre han de verificarse  para establecer la legitimidad ética de este sacrificio físico por parte del  donante, como son:  
Consentimiento informado.  
- Plena libertad en la donación: sin  coacciones de ningún tipo ni retribuciones materiales por esa acción. Debido al  mecanismo de rechazo inmunológico, hasta el presente siempre se ha mantenido en  cuenta como donantes vivos para trasplante renal, a los familiares del receptor.   
En el caso del trasplante de médula ósea (TMO),  aunque no es un proceder quirúrgico y tiene riesgos mínimos, es necesario pedir  el consentimiento informado al donante cumpliendo los principios de la Bioética.  30-32  
El consentimiento informado del receptor se logra  cuando el médico cumple con el deber de explicar adecuadamente al paciente la  naturaleza del tratamiento propuesto, los riesgos implícitos, las opciones  disponibles, si existen, y los beneficios que serían de esperar. 31   
En el mundo existen registros de donantes para  posible TMO, ya sea de médula ósea, de sangre periférica o de sangre de cordón  umbilical, pero siempre a los que desean incorporarse al registro como posibles  donantes, se le solicita su consentimiento informado y sus datos y exámenes son  confidenciales. Además, tienen la potestad de retirarse del registro cuando así  lo consideren o negarse a servir de donante en el momento que se le solicite la  donación.  
 
 
Selección del receptor  
 
En algunas situaciones, los donantes vivos pueden  designar al receptor del órgano donado. En estos casos, la donación se hace  generalmente a un familiar, se busca la mayor compatibilidad HLA y que el  donante tenga las mejores condiciones de salud.  
 
 
Atención del donante  
 
Se deben realizar exámenes preoperatorios para  garantizar su salud y saber si está apto para donar; no puede incumplirse este  punto bajo ningún concepto, ya que de no ser así podría existir riesgo, tanto  para el donante como para el receptor. Asimismo, hay que garantizarle toda la  atención requerida en el período posdonación, para evitar cualquier tipo de  complicación.  
 
 
Comercialización  
 
En la actualidad, la demanda de órganos y tejidos  excede la oferta y probablemente continúe siendo así si se tiene en cuenta el  desarrollo de la tecnología médica, la pobreza y el costo del trasplante, todo  lo cual plantea muchas cuestiones éticas. En países con economía de mercado, las  posibilidades de que pacientes ricos o influyentes consigan un trasplante son  mayores que las de los pobres. El comercio de órganos y tejidos ha sido difícil  de controlar, pues muchas familias pobres los venden para subsistir y muchas  veces lo hacen engañados. El uso de influencia personal o de remuneración  económica para la obtención de órganos, son todas graves violaciones de los  principios de la Bioética. 26,27,32  
 
 
Intercambio internacional de órganos  
 
En los últimos años se ha procurado determinar  sobre la base de criterios inmunológicos, la compatibilidad de los órganos  disponibles con los receptores más adecuados, lo que ha constituido un factor  importante en el aumento de la supervivencia de los injertos, así como el  incremento de donantes en los Registros de Médula Ósea y de Sangre de Cordón  Umbilical. Este tipo de información fomenta los requerimientos que exige la  distribución internacional de órganos y tejidos e incrementa el grado de  compatibilidad entre el donante y el receptor.  
La tecnología del trasplante de órganos y tejidos  ha planteado muchas cuestiones éticas y legales, como ha señalado Gerson,  " 
el trasplante de órganos y tejidos dependerá, en última instancia, no solo de  los progresos de la tecnología médica, sino también del avance de las  disposiciones legales sobre la donación de órganos y tejidos".  
La idea central de la Bioética es la vida humana,  cualesquiera que sean los intereses económicos y de poder de la comunidad  científica, y por ello es necesario su conocimiento para darle solución de la  forma más responsable a los problemas que se nos presentan a diario relacionados  con la atención médica.  
 
 
  
 
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Recibido: 14 de septiembre del 2009.  
Aprobado: 30 de septiembre del 2009.   
  
  
 
 
 
 
 
Lic. Luz M. Morera Barrios. Instituto de  Hematología e Inmunología. Apartado 8070. Ciudad de La Habana, CP 10800, Cuba.  Tel (537) 643 8268, 643 8695, Fax (537) 644 2334. e-mail: ihidir@hemato.sld.cu