Carta publicada en cartas al directos en diario "Prensa Austral" http://www.laprensaaustral.cl/lpa/editorial/cartas.asp
Sentencia  judicial
Señor Director: Se ha tomado  ejemplar sentencia de parte del Poder Judicial contra el tráfico de marihuana: 5  años y un día. Una sentencia que demuestra cuan efectiva es la labor del aparato  judicial en nuestro país. Del mismo modo, a nivel nacional, se ejecutan cientos  de peritajes e intervenciones poblacionales para dar con los grandes bolsones de  la droga y todos sus mecanismos de circulación. Qué asunto tan curioso ocurre  con esta enfermedad del consumo de drogas. Hasta hace poco tiempo atrás una  serie de reportajes televisivos, así como una cantidad de debates políticos, han  colocado encima de la mesa el grave problema del consumo de estupefacientes  asociado directamente con la delincuencia. A juicio de algunos, la delincuencia  poco tiene que ver con un estado de enfermedad. Al parecer las penas o castigos  aplicados por determinadas infracciones en la vida social dejan mucho que  desear. Si es cierto que el consumo de drogas y su tráfico es ilegal ¿no es  acaso de justa medida pensar que el consumo de alcohol tiene las mismas y quizás  peores características destructivas para la salud? ¿No es acaso un patrón  estable, un hábito, una costumbre, que el consumo a destajo de alcohol en  nuestra región forma parte de uno de los índices más altos a nivel nacional? Es  seguro que las consecuencias son aún más nefastas por consumo de alcohol que de  drogas. Conocido es que gran parte, por ejemplo de los accidentes de tránsito,  son ocasionados por el consumo de alcohol desmedido e irresponsable y que  evidentemente son más las personas que sufren por ello. Tema paralelo es el que  se provoca cuando alguien atenta contra otro por efectos del alcohol hasta con  causa de muerte. Entonces nos preguntamos ¿dónde están las sanciones  ejemplificadoras para este legitimado consumo? ¿Dónde están las instituciones  encargadas de contrarrestar el desmedido consumo de alcohol? Dicen que uno de  los tenores al crear una ley es que se aplique como una generalidad de tal modo  que se resuelva en sus particularidades de contexto. Pues bien, a juicio de  algunos, la sentencia promulgada en contra del caso aludido anteriormente no  refleja una pena rehabilitadora sino una condena excesiva del mismo modo que se  enjuicia a un delincuente común reincidente y que incluso puede haber dado  muerte bajo otras circunstancias a otra persona. Por otro lado, casi todas las  investigaciones sean periodísticas o que correspondan a la labor policial, no se  sabe a ciencia cierta, intentan estigmatizar claramente a un sector o esfera de  la sociedad. En otras palabras, no se sabe muy bien por qué el famoso “peso de  la ley” siempre recae curiosamente en personas o sectores pertenecientes o que  poseen algún grado de vulnerabilidad sociocultural. Hay una fuerte tendencia a  pensar que en algún sector determinadas anomalías socioculturales se  corresponden con algún estado o estilo de vida. Consecuente con esto por qué  será que siempre pagan fuertes penas judiciales quienes, indebidamente y con  cierta complicidad, perpetúan el llamado microtráfico, pero nos preguntamos por  obviedad ¿qué sucede con el macrotráfico? ¿Dónde están los efectivos y grandes  distribuidores? ¿Quiénes son, sus nombres y vinculaciones? Alguien, estamos  seguros, paga altos precios por la introducción de drogas en nuestra sociedad.  En casos pasados, y con los aciertos a quienes correspondan, han incautado  grandes cantidades de drogas para ser distribuidas pero nunca se sabe finalmente  quiénes están asociados a este ilícito al menos del mismo modo periodístico del  que opera en el microtráfico. Con todo, nadie está de acuerdo en que existan o  al menos se acepte con naturalidad algunas conductas ni menos se altere o  propenda al consumo de los llamados vicios culturales pero concordaremos que el  “peso de la ley” y el rigor del “castigo” contiene evidentes asimetrías. En  definitiva, si el rigor se impone con la aplicación de leyes demostrativas que  lo haga también para otros problemas que sí requieren sanciones drásticas en  virtud de un contexto creciente y que no necesariamente implican el consumo de  drogas. Patricio Alvarez 9.684.256-2 Antropólogo  Social.
Agradecimiento
Señor Director: Por medio de la  presente, quiero agradecer públicamente la efectiva labor de prevención  desarrollada por Carabineros de Chile en los últimos acontecimientos que  afectaron a la Secretaría Regional Ministerial de Transportes y  Telecomunicaciones, donde gracias a su oportuna acción lograron evitar que  malhechores produjeran mayores daños y concretaran un robo en nuestras oficinas,  resguardando de esta forma los bienes públicos de esta SEREMI. Sinceramente, se  agradece el espíritu de servicio de sus funcionarios y los insto a seguir  trabajando por la seguridad de la ciudadanía. Atte. Guillermo Soto Aguilera.  Secretario Regional Ministerial de Transportes y Telecomunicaciones de la XII  Región.
 
 
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