|                              | Hijo "salmonero" de              Alfredo Ovalle: La industria debe "dejar el escritorio" y volver "a              ponerse las botas"      |             |  |  |
            | "No queremos que haya              supermercados y restaurantes vetando el salmón chileno. Eso sería              muy malo. Se necesita una campaña fuerte y bien dirigida a la              opinión pública". 
 
 |             |  |             | Por Andrés Venegas              R. 
 Alfredo Ovalle Jr., hijo del presidente de los empresarios              chilenos, está radicado en Estados Unidos desde hace casi ocho años.              Primero en Seattle y desde hace cuatro años en Atlanta, donde el año              pasado incluso fue electo presidente de la flamante Cámara              Chileno-Norteamericana de Comercio del Sureste de EE.UU. Pero si hay              algo que el segundo de los cuatro hijos -y único hombre- del              presidente de la CPC y de la Sonami conoce a la perfección es la              industria chilena del salmón.
 
 Ovalle Jr. está ligado desde              hace 20 años al rubro. SeaCorp, su empresa con oficinas en Seattle,              Atlanta y Puerto Montt, es uno de los principales traders              salmoneros: compra salmón para venderlo posteriormente a Japón,              EE.UU., Rusia y Europa. Y no sólo adquiere salmón chileno, sino que              también de otros países, como Canadá y EE.UU.
 
 Estando allá,              por lo mismo, ha presenciado "en primera fila" los cuestionamientos              a la industria chilena del salmón, que se iniciaron con un polémico              artículo en The New York Times (NYT), siguió con la decisión de              Safeway, la tercera cadena de supermercados del país del norte, de              suspender la compra de salmón chileno y se intensificó ayer, con la              supuesta detección -por parte de la agencia sanitaria canadiense- de              residuos de antibióticos en salmón que provenía de Chile.
 
 "El              uso de antibióticos está regulado por la autoridad chilena. El que              no cumple es castigado. La industria esto lo sabe, y que yo sepa,              todos los productores tienen muy claro este tema", sostiene de              partida. Pero, acto seguido, advierte: "Aquí se está peleando con              entes muy bien financiados y se debe estar preparado, haciendo las              cosas bien y en forma responsable".
 
 "La industria enfrenta un              problema estructural"
 
 -¿En EE.UU. hay una imagen más negativa              que positiva sobre la industria chilena del salmón?
 
 -Aquí, en              EE.UU., hay muy poca información. El artículo del NYT está sesgado.              No habla del aporte vital que hace la industria en varias regiones              del país. Está bien criticar, pero se debe hacer con más fundamento.              Habla de un señor Flores del puerto de Castro, donde ve que hay              alimento medicamentado y con hormonas. La industria no usa hormonas              para que el salmón crezca más rápido, eso es una falsedad mal              intencionada. La persona que escribe no puede colocar una              aseveración tan seria sin elaborar o averiguar más si esto es así.              Uno espera del NYT que sea más riguroso con la información, no es              cualquier diario.
 
 -¿Ha recibido señales de preocupación de              sus clientes, tanto en EE.UU. como en otros países, por este              tema?
 
 -No hemos recibido comentarios negativos aquí en EE.UU.              o de otros países. Es normal que aquí salgan acusaciones de tarde en              tarde contra la industria del salmón de Chile, ya que hoy es un              dominador importante del mercado, y su porcentaje de importancia es              bastante mayor a lo que en el artículo aparece (40%). Los que              compran salmones de Chile saben los altos estándares de producción              que la industria tiene, las plantas de proceso son una envidia -aquí              en EE.UU. no hay similares- y la parte productiva está al mismo              nivel o superior con los otros países que producen salmón, como              Noruega, Canadá o Escocia. Por algo en Chile empresas de esos países              ya han invertido cientos de millones de dólares.
 
 "Los              clientes no compran salmón por el NYT, van a Chile y buscan el socio              adecuado. Se sienten muy seguros comprando de Chile. La industria              del salmón no es como la pinta el artículo. Hay mucho              profesionalismo, que parte desde los productores hasta todo el              conjunto de empresas de servicios que hace todo el soporte con              alimentos, jaulas, insumos, etc.".
 
 -¿Qué visión tiene en lo              personal sobre el desarrollo de la industria chilena del salmón, que              de ser un producto estrella se ve enfrentada hoy a una serie de              cuestionamientos?
 
 -El artículo del NYT apunta a un tema de              fondo que no se puede desconocer. La industria enfrenta un problema              estructural, el productor debe dejar el escritorio y ponerse las              botas como lo hacía cuando esta industria empezó. Hay que ver el              cuestionamiento válido que se hace en lo que se refiere a              sustentabilidad en el futuro, pero se debe entender que el salmón es              un "fusible ecológico"; es decir, si el ambiente no es óptimo donde              se cultiva, el negocio no funciona.
 
 "Por otro lado, está la              crítica de aquellas ONG que quieren un mundo sin industrias              productivas y que se financian de megaempresas y/o millonarios con              mentalidad 'culposa' del Hemisferio Norte. Todos quisiéramos vivir              en un mundo sin industrias, un tema imposible, pero si fuera así,              estas ONG que financian estas campañas no existirían".
 
 "Eso              no quita la necesidad de sentarse a conversar y proteger el medio              ambiente. Toda industria debe cumplir con normas y certificaciones              del caso. Hoy, la industria salmonera está a la cabeza de todas las              certificaciones que se piden para los mercados más rigurosos. Esto              debiera darse a conocer más a la opinión pública. Aquí el tema es              simple: la industria cumple con la ley y las normas              existentes".
 
 -¿Qué autocrítica debería hacerse la              industria?
 
 -Hoy, la industria está pasando por una de las              etapas de más autocrítica en su historia. Se da cuenta de que se              debe crecer más lento, que se debe invertir más en vacunas, que debe              tener mejores smolts (crías de salmones) para llegar al agua de mar,              que debe bajar las densidades de las jaulas, que debe rotar más los              sitios, que debe buscar sitios más aptos para la engorda, etc.              Conversando con cada uno de los productores, no veo una preocupación              como había antes en el tema comercial. Hoy hay que reinventarse en              el tema productivo y ver cómo parar el alza en los costos, que ya              son más de US$ 1/kg con respecto a hace dos años. Chile debe sacar              provecho de sus ventajas naturales y no desperdiciarlas.
 
 "Los              ataques van a continuar"
 
 -¿Existe la posibilidad de que otras              cadenas de supermercados, como Safeway, suspendan sus compras de              salmón chileno?
 
 -No creo que se dé. Safeway y Costco salen              mencionadas en el artículo. Safeway tomó el camino equivocado,              Costco hizo lo correcto, apoyó a la industria chilena. Costco visita              regularmente Chile, revisa lo que compra y de quién compra. No creo              que Safeway lo haga igual.
 
 -¿Qué debería hacer la industria              para "mejorar su imagen"?
 
 -Hay que invertir más fuerte en              campañas publicitarias, se necesita mostrar más lo que es la              industria. Los ataques van a continuar en el tiempo.
 
 "Se              necesita una campaña fuerte y bien dirigida a la opinión pública. No              queremos que haya supermercados y restaurantes vetando el salmón              chileno. Eso sería muy malo. En el caso de Safeway, Marine Harvest              debiera invitar a esta cadena a Chile y mostrarle que lo que indica              el artículo es falso, y que si los mencionaron era porque estaban              orgullosos de servirlos con un producto que es sano, cultivado y              procesado con los más altos estándares. Hay que ser proactivo y no              esperar a ver si hay "más víctimas" por venir o          sumarse".
 |  | 
No hay comentarios.:
Publicar un comentario