Es  preocupante el bajo desempeño de la economía chilena
Por  Adolfo Zaldívar L., Presidente del Senado
Presidente  del Senado, Adolfo Zaldívar
Estamos  inquietos por el bajo desempeño de la economía chilena y sus consecuencias en la  vida cotidiana de nuestros compatriotas, especialmente en la clase media y  sectores populares, es por ello que creo que deberíamos agregar elementos  adicionales que contribuyeran a corregir ese defecto e inyectarle un mayor  dinamismo.
 
Las  causas del fenómeno son atribuibles a la carga tributaria, expansión del gasto  fiscal, rigidez y agudización de los conflictos laborales, todas materias que en  su justo mérito y equidad debieran ser revisadas. Sin embargo, entre estos  factores que afectan a empresas, no solo grandes sino también de menor  tamaño,  no se menciona la necesidad de reinsertar en el circuito  crediticio y en la economía chilena a centenares de miles de personas  desplazadas de sus trabajos sea como trabajadores o como emprendedores, y en  tanto las autoridades permanecen sin pensar en un uso activo y productivo de los  enormes recursos que tiene el país acumulados en el extranjero y que esta  intervención del Banco Central, incrementará todavía más .
 
Los  procesos  para lograrlo son inevitablemente al menos dos: el primero   es normalizar en base a reprogramaciones u otros mecanismos, la carga financiera  y la limpieza de antecedentes comerciales y financieros, que son el efecto de su  falta de acceso al crédito y desplazamientos de todos los mercados que ya dura  más de diez años, y es un problema que supera con creces el ya serio problema  cambiario. 
 
Las  políticas para lograr esta inserción, en un mundo globalizado que no  desconocemos, es abrirles espacios a las pequeñas y medianas empresas en el  proceso económico, sean exportaciones, sustitución de importaciones o  importaciones, y su debida complementación con la gran empresa, cuya necesidad  es incuestionable, y usar recursos del Estado para que ello sea posible, tanto  en la orientación, capacitación, incentivos tributarios y apoyo crediticio.
 
Este  problema no solo atañe a los pequeños y medianos empresarios, ya que estos  albergan y generan ingreso a la gran masa de la población trabajadora, de manera  que sin su prosperidad, las grandes empresas orientadas al mercado interno se  quedarán o sin compradores o con deudores que no le podrán pagar las fuertes  deudas en las que ya han incurrido.
 
 
Reflexiones   finales
 
Para  dar una magnitud sobre lo recién mencionado, bastará recordar que en los mejores  momentos de la entrada de capitales en la década de los noventa, el flujo de  capitales eran 5 mil millones de dólares anuales. Con 30 mil millones guardados,  y que crecen día a día, se podrían sortear  por lo menos 6 años de  desaceleración mundial, robusteciendo el mercado interno, como lo hicieron  las  economías asiáticas durante su propia crisis. A pesar de cuanto dure  la desaceleración en  EE.UU., Chile podría seguir creciendo  y lograr  un deseable equilibrio  entre lo que exporta y su mercado interno, un  equilibrio entre la gran empresa y la pequeña y mediana, y quedar ad portas del  desarrollo en lugar de haberse empobrecido aún  más      
Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
www.Consultajuridicachile.blogspot.com
www.lobbyingchile.blogspot.com
www.el-observatorio-politico.blogspot.com
www.biocombustibles.blogspot.com
Renato Sánchez 3586
teléfono: 5839786
e-mail rogofe47@mi.cl
Santiago-Chile
 
 
No hay comentarios.:
Publicar un comentario