|                              | Récord en casos de DD.HH.: Justicia dictó 100              sentencias durante el 2008 |             |  |  |
            | Cifra representa un incremento de 28% respecto de los              fallos que se conocieron en 2007. 
 A la fecha, hay              257 personas condenadas por estas causas, de las cuales más del 90%              son uniformados.
 
 Agrupaciones de DD.HH. alertan              que delitos que implican a más del 50% de las víctimas ni siquiera              son investigados.
 
 Según sus cálculos, siguen impunes casos de              mil 955 personas.
 
 
 |             |  |             | Por Viviana              Candia 
 Un importante avance, en materia de derechos humanos,              significó la dictación de un centenar de sentencias judiciales              durante el 2008.
 
 La cifra -considerada récord- resultó acorde              con la voluntad manifestada por el presidente de la Corte Suprema,              Urbano Marín, en orden a agilizar al máximo la vista de causas que              investigan hechos ocurridos a partir de 1973.
 
 Este es              precisamente uno de los logros que el mismo supremo destacaría en la              ceremonia de inauguración del año judicial que se realizará el              próximo lunes, a las 11 de la mañana.
 
 Si bien para los              vinculados a los casos de derechos humanos "el 2000 recién              comenzaron a hacerse investigaciones serias" en esta materia, según              palabras de Rosemarie Bornand, del Programa de DD.HH.del Gobierno,              los últimos dos años -especialmente el 2008- han marcado cifras              alentadoras.
 
 De hecho, las 100 sentencias (de primera,              segunda y tercera instancias) dictadas el año pasado representan un              incremento de un 28% respecto de las 78 que se cursaron en              2007.
 
 El mayor volumen se dio en la primera y segunda              instancia, mientras que 15 casos llegaron a la última instancia: la              Corte Suprema. (Ver cuadro anexo).
 
 A nivel nacional, 27              ministros investigan estas causas
 
 Este progreso se debe              principalmente al trabajo de los 27 ministros de cortes de              apelaciones del país que están a cargo de las investigaciones cuyos              fallos, así como los de los tribunales de alzada, han permitido              llegar a los 257 condenados. De ellos, 62 recibieron sentencia              durante el 2008.
 
 Del total de condenados, más del 90%              corresponde a uniformados, siendo el Ejército y Carabineros las              instituciones con más personal involucrado: 107 y 96 condenados,              respectivamente. (Ver tabla de condenados)
 
 El mayor número de              ministros (de fuero o en visita) está en la Región Metropolitana:              ocho corresponden a la Corte de Apelaciones de Santiago y cinco a la              Corte de Apelaciones de San Miguel.
 
 Los que más causas les              ha tocado instruir son los ministros Alejandro Solís (57), Víctor              Montiglio (37) y Juan Eduardo Fuentes (30).
 
 Fue el año en que              FASIC pensó que "la lucha por los DD.HH. ha tenido              sentido"
 
 Para la Fundación de Ayuda Social de las Iglesias              Cristianas (FASIC) el resultado del 2008 les permite decir "que la              lucha por los derechos humanos ha tenido sentido y              perspectiva".
 
 "Efectivamente, fue un año de condenas para los              violadores de los derechos humanos" reconoce Alejandro Espinoza,              abogado del organismo y experto en la materia.
 
 No obstante,              aclara que también hay que enfocarse "en el fenómeno de las              contradicciones" al interior del Poder Judicial, especialmente de la              Suprema, dado que los criterios varían de acuerdo con la composición              de la sala.
 
 "Y hemos visto con asombro que se han dictado              sentencias absolutorias e incluso condenas que son muy              desproporcionadas (por lo bajas) en relación con la naturaleza de              los hechos y respecto de la vara con que se miden hoy día los hechos              de violencia", plantea.
 
 Para el FASIC, ésta es la aplicación              de la tesis de «justicia con clemencia» que, para el organismo,              constituye una contradicción para el derecho internacional que se              viene aplicando en estos casos desde los últimos cinco años, en              cuanto a que los casos de lesa humanidad no prescriben ni pueden ser              amnistiados.
 
 Espinoza también lamenta que "más de la mitad de              las víctimas ni siquiera cuenten con una investigación en los              tribunales de justicia", según dijo.
 
 De hecho, los 338              procesos que se instruyen por este tipo de delitos corresponden a              mil 113 víctimas, pero hay otras mil 955 cuyos casos ni siquiera han              sido objeto de una investigación.
 
 Por eso, Espinoza echa de              menos que no se hayan nombrado a jueces con dedicación exclusiva que              habrían permitido investigar los casos faltantes.
 
 Según él,              si hubieran existido investigaciones reales "la situación de los              llamados falsos detenidos desaparecidos no habría              existido".
 
 Las dificultades de estos              procesos
 
 Rosemarie Bornand, secretaria ejecutiva del Programa              de Derechos Humanos del Gobierno, recuerda que "efectivamente cuando              asumió el presidente de al Corte Suprema, Urbano Marín, mostró su              voluntad de agilizar al máximo la vista de las causas en la Corte              Suprema, así como instruir y solicitar informes sobre los avances a              los tribunales que llevan las causas".
 
 Dicha voluntad logró              materializarse pese a que, por su naturaleza, este tipo de              investigaciones enfrentan una serie de dificultades por los años              transcurridos desde que se cometieron los delitos, la escasa              información que existe sobre los hechos y la poca colaboración que              se logró de los organismos indagados.
 
 Así y todo,              reconociendo un avance en la materia, la abogada indica que es parte              del desarrollo de los mismos procesos.
 
 De los 257              condenados, sólo 44 están en la cárcel
 
 "La tendencia es              aplicar penas bajas a través de la llamada prescripción gradual",              explica Rosemarie Bornand, del Programa de DD.HH.
 
 Si bien se              reconoce el avance en materia de condenas, los organismos de              derechos humanos reclaman que en la práctica los responsables de              este tipo de delitos no terminan cumpliendo sus condenas.
 
 "Si              bien la sala penal de la Corte Suprema ha sido enfática en que no se              aplicará la prescripción, es decir, que pese al transcurso del              tiempo no se extingue la acción penal, la tendencia es aplicar penas              bajas a través de la llamada prescripción gradual o media              prescripción", explica Rosemarie Bornand, del Programa de Derechos              Humanos del Gobierno.
 
 Dicha óptica permite atenuar los hechos              y, en la práctica, rebajar las sentencias hasta tres grados, según              explica.
 
 "Entonces, si bien no se extingue la              responsabilidad, en la práctica menos de la mitad de los 257              condenados están presos. De hecho, sólo 44 de ellos están              actualmente privados de libertad", asegura.
 
 Por eso,              enfatiza, "la verdadera condena termina siendo la repulsa social más              que la sentencia judicial como tal".
 
 Alejandro Espinoza, de              FASIC, comparte esa opinión y agrega que muchas veces las penas son              demasiado desproporcionadas al tipo de crimen.
 
 "Uno escucha a              diario críticas por las puertas giratorias y por condenas bajas, y              resulta que en casos de derechos humanos hay personas que han sido              condenados a penas de menos de menos de cinco años de cárcel, lo que              al final no conlleva al cumplimiento efectivo de la sentencia",              asegura.
 
 El caso más criticado del año
 
 Del centenar de              condenas que hubo en el 2008, 15 emanaron de la Corte Suprema.
 
 Si bien la cifra es menor a la del año 2007 (que contó con              21), el resultado de los fallos generó una andanada de              críticas.
 
 Especialmente el referido al homicidio calificado              de José Constanzo Vera, cuyo único inculpado (un oficial de la              Armada) fue absuelto de responsabilidad porque los ministros de la              sala penal decidió aplicar la prescripción.
 
 En un fallo de              mayoría, la sala penal del máximo tribunal optó por utilizar la              legislación chilena en lugar de recurrir a las normas              internacionales y declarar imprescriptible este delito, por ser un              crimen de lesa humanidad.
 
 En las otras 14 causas, se absolvió              a ocho imputados, se otorgó libertad vigilada a 18 personas;              remisión condicional en cinco casos, y se condenó a 14.
 
 Manuel Contreras, el reo que acumula más años de              prisión
 
 Dos presidios perpetuos (por el caso Prats) y 135              años de condena por ochos casos de violaciones a los derechos              humanos acumuló durante el 2008 el general (r) Manuel Contreras              Sepúlveda.
 
 Con esto el ex director de la Dina -que en mayo              cumplirá 80 años- acumula:
 
 333 años de cárcel
 
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 Al asumir la                    presidencia de la Corte Suprema, Urbano Marín, expresó su                    voluntad de acelerar las causas en materia de derechos                    humanos. 
 
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