RELIGIÓN-EEUU: Gays  dividen a la Iglesia Episcopal
Por Lisa  Vives
NUEVA YORK, 27 sep (IPS) - La  Iglesia Episcopal de Estados Unidos dejó sin definir esta semana qué hará con el  ordenamiento de sacerdotes homosexuales, perpetuando un conflicto que amenaza  con desmembrar a esta comunidad cristiana, la tercera en importancia en el  mundo.
Los obispos episcopales  aprobaron por abrumadora mayoría, reunidos en Nueva Orleans, soluciones  temporales a los enfrentamientos, como la suspensión de las ceremonias de  matrimonio de parejas del mismo sexo. 
También decidieron este martes  "moderarse" en la selección de candidatos a obispo y evitar a aquéllos cuyo  "estilo de vida representa un desafío para la iglesia". 
La Iglesia  Episcopal es la rama estadounidense de la religión anglicana y cuenta con  alrededor de 2,3 millones de fieles. 
Desde 2003, cuando ordenó como  obispo al homosexual Gene Robinson, esta congregación se encontró bajo fuerte  presión de sus sectores más conservadores no sólo en Estados Unidos sino en el  resto del mundo. 
Una respuesta oficial a lo resuelto en Nueva  Orleans por el cuerpo que reúne a todas las iglesias anglicanas, que tiene más  de 77 millones de fieles en el mundo, podría demorar meses. 
Pero la  férrea oposición a los homosexuales entre algunos sacerdotes estadounidenses no  se apaciguará por la declaración aprobada en ese encuentro. 
Algunos ya  han abandonado la iglesia y esto se podría incrementar en los casos de Kenia,  Nigeria, Ruanda y Uganda, donde el rechazo hacia los homosexuales es muy  marcado. 
Cuatro o cinco de las 110 diócesis de Estados Unidos,  encabezadas por obispos conservadores, estarían contemplando romper con la  Iglesia, sumándose a 32 congregaciones de África. Otras 23 ya han votado  abandonarla, sobre un total de 7.600 en este país y otras 15 naciones.  
Las divisiones ideológicas fueron previstas en 2001 por un informe del  Instituto de Estudios sobre la Democracia acerca del conservador "movimiento  renovador" de la Iglesia Episcopal. 
Las caracterizó como "parte de un  amplio corrimiento hacia la derecha dentro de las principales congregaciones  protestantes" del país. 
El estudio de Lewis C. Daly, titulado "Una  Iglesia en Riesgo: El 'Movimiento Renovador' Episcopal", observó que esta rama  del cristianismo se encuentra "bajo el ataque" de un grupo conservador que  procura "alejarla de su papel histórico en la esfera pública de Estados Unidos".  
"El ordenamiento de obispos para la Misión Anglicana en América, que se  autodescribe como un movimiento misionero de Ruanda que intenta alcanzar a  quienes están fuera de la iglesia en América del Norte, tiene un significado  político que va más allá de lo religioso", señaló Daly. 
"Es importante  entender cómo las redes anglicanas evangélicas se superponen con objetivos  políticos y sociales en África, Asia y otros lugares del mundo", agregó.  
En una carta abierta al Arzobispo de Canterbury, máxima autoridad de  esta Iglesia, publicada el 14 de septiembre, todo el clero anglicano nigeriano,  encabezado por el obispo Peter Akinola, expresó su preocupación por lo que  denominaron "la presente crisis en nuestra vida en común". 
Akinola  también impulsa un proyecto de ley que impondría en su país penas de prisión de  cinco años a las parejas del mismo sexo y prohibiría "toda actividad política a  favor de los derechos de los gay". 
En 2007, este obispo organizó la  Asamblea Anglicana en América del Norte, una rama misionera de la iglesia  nigeriana a la que radicó en Estados Unidos. En esa institución, altas  autoridades clericales africanas ordenan como obispos a sacerdotes conservadores  de este país. 
El mes pasado, los reverendos Bill Murdoch y Bill Atwood,  de los estados de Massachusetts y Texas, fueron elevados a esa jerarquía en la  catedral de Todos los Santos de Nairobi, en una ceremonia encabezada por el  arzobispo de Kenia. 
La declaración de Nueva Orleans abordó el problema  que representan estas "violaciones de límites". 
Hizo un llamado para  poner un "fin inmediato" a la práctica por parte de obispos extranjeros de  ordenar a sacerdotes conservadores estadounidenses para que se pongan al frente  de congregaciones que se separaron de la iglesia episcopal. 
La  declaración, emitida este martes, no rechazó completamente a los homosexuales.  Hizo referencia a un "inequívoco y activo compromiso con los derechos civiles,  la seguridad y la dignidad de homosexuales y lesbianas". 
"Está claro que  hicieron lo más que pudieron para dar una respuesta a quienes pensamos que es  necesario apretar el botón de pausa", dijo el reverendo Russell Levenson, pastor  conservador de la iglesia episcopal de St. Martin de Houston, Texas, la más  numerosa de Estados Unidos. 
"Esto está muy lejos de lo que se había  pedido", dijo, en cambio, Martyn Minns, un ex párroco episcopal que abandonó la  iglesia para sumarse a una "asamblea" anglicana del estado de Virginia bajo la  autoridad de Akinola. 
El obispo Robinson, principal impulsor del cisma,  dijo que la iglesia episcopal está en camino a otorgar un mayor apoyo a los  derechos de homosexuales y lesbianas. 
"La diócesis de Chicago nombró  obispo a un homosexual declarado y otras harán lo mismo. Es la forma en la que  se está moviendo el mundo y también la iglesia. Sólo resta saber cuándo  ocurrirá", señaló Robinson. 
En julio de 2008 se realizará la conferencia  de todos los obispos anglicanos del mundo, que se reúne una vez cada 10 años.  Con los liberales y los conservadores tan atrincherados en sus posiciones, la  posibilidad de un cisma definitivo puede surgir nuevamente. 
En África,  mientras tanto, muchos gobiernos han endurecido sus políticas en relación con  homosexuales y lesbianas. 
En Zimbabwe, una ley sobre "desvíos sexuales"  aprobada en 2006 tipificó como delito que dos personas del mismo sexo se tomen  de la mano, se abracen o besen. Otros países que criminalizaron la  homosexualidad son Angola, Argelia, Benin, Egipto, Etiopía y Sierra Leona.  
Críticas a la declaración de Nueva Orleans ya se han escuchado en Kenia  y Uganda. 
"Lo que esperábamos de ellos era arrepentimiento y el  reconocimiento de que (la homosexualidad) es un pecado a los ojos del Señor",  dijo en una entrevista con la BBC el arzobispo de la Iglesia Anglicana de Kenia,  Benjamin Nzimbi. 
"No hubo un cambio de actitud", declaró el obispo  adjunto de Kampala, David Zac Niringiye, lo cual demuestra que la iglesia ya  está fracturada. 
Una reunión de iglesias anglicanas conservadoras,  algunas de las cuales permanecen dentro de la Iglesia Episcopal mientras que  otras se han separado, se realizará esta semana en la ciudad de Pittsburgh, en  el estado de Pennsylvania, para debatir sobre el futuro. (FIN/2007)
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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