Yuri Zatarain,        artista plástico mexicano, demostró que la clave para entrar y ganar en el        mundo de los negocios, sin importar el giro en el que te desenvuelves, es        saber vender. Él vende sus emociones. ¿Cómo lo hace? Transforma sus ideas        en productos rentables que se comercializan bajo dos esquemas de negocio:        una galería de arte -con obras únicas para llegar a clientes exigentes y        selectos- y una empresa de diseño de interiores llamada Pretta -para        atacar un mercado de volumen gracias a la producción en serie de sus        piezas-. Con esta estrategia, el pintor, escultor y empresario vende más        de 1,500 piezas de arte-objeto por        semana.
              Llegar a esta        cifra no fue sencillo. Para Yuri, la pauta con la que sus compañías        resultarían exitosas estaba en formular un plan de mercadotecnia que        impulsara el reconocimiento de ?Yuri Zatarain? no sólo como artista, sino        como marca.
              "Necesitábamos encontrar una buena manera de ganar        la atención de la gente. No podíamos gastar mucho en publicidad,        por lo que presentamos un producto muy especial, con un sello único",        comenta. La idea, por un lado, era que por medio de Pretta la obra del        artista le gustara a la gente y pudiera comprarla a un buen precio. Y, por        el otro, para conseguir clientes en la galería, era necesario exhibir el        trabajo de Yuri como artista en ferias internacionales. La táctica dio        resultado, ya que el emprendedor y sus dos socios encontraron un nicho de        mercado diferente. El colocar sus piezas a través de Pretta en un mercado        de volumen creó "una publicidad que provocó que sus obras únicas valieran        más". De boca en boca se hizo de una red de clientes potenciales        concientes de que Zatarain es un artista reconocido en los cinco        continentes. "Posicionarme con una marca propia fue posible gracias a las        líneas de Pretta que desde hace 10 años incluyen todos mis diseños",        dice.
              Para vender        la idea
              Contrario a        otros pintores, quienes venden máximo 100 cuadros en tres o cuatro años,        Zatarain vende en su galería más de 1,700 pinturas (más esculturas) en el        mismo periodo. Un cuadro de la galería, firmado y autentificado, cuesta        entre $60,000 y $70,000. "Sé que yo soy la idea del negocio, pero para        hacerla rentable es elemental trabajar con la gente que está tanto en la        compañía como en la galería, no olvido que ellos son los que tienen el        contacto con los clientes cuando no estoy. Es básico formar equipos        comprometidos con los objetivos del negocio",        explica.
              Agrega que sus        más de 140 empleados son piezas clave para alcanzar las metas. Su        estrategia de recursos humanos consiste en reconocer el trabajo de sus        socios y colaboradores. Para Yuri, los ingredientes principales de un        emprendedor son su liderazgo y sus valores dentro y fuera de la empresa.        "Si eres un líder podrás cerrar ciclos de venta. Lo que yo les digo a mis        empleados es que tenemos que innovar y atender a los clientes como nadie",        asegura.
              Otro        paso que siguió para transformar una idea artística y sensible en        ganancias reales fue conocer a fondo a la competencia, no sólo en México        sino en el mundo. En palabras del emprendedor "esto te permite        pintar lo que nadie ha pintado y dirigir tu firma hacia un camino de        crecimiento". Zatarain es un empresario que se salió de su zona de        confort, tomó riesgos y encontró fortuna. "El arte no está peleado con        tener una empresa. Yo creo, imagino y hago que mi nombre sea la marca;        mientras que mis socios y empleados se encargan de la parte operativa y        administrativa", señala. Hoy, el reto es atacar el mercado del diseño de        interiores de hoteles bajo una nueva marca internacional llamada "Feel by        Yuri Zatarain".
              En línea de        producción
              Zatarain pinta        lo que siente, si un cuadro fue exitoso y se vendió, en ese momento ya        está trabajando en otro. Bajo esta premisa, afirma que esto es lo que        realmente determina el ser artista. Considera que su conquista en el mundo        de las empresas inició al crear diferentes líneas de negocios desde una        óptica donde se respetaban ciertos límites, entre ellos, la pequeña línea        que separa a una galería de una tienda de diseño. Por eso, arrancó Pretta,        una firma que también es proveedora de compañías como JC Penny en Estados        Unidos.
              La        fórmula: sus pinturas son tan sencillas que pueden comercializarse sin        problema. El arte de Zatarain está basado en un concepto 100%        vendible: el amor. Su obra tiene como eje la historia de dos enamorados y        una lucha frontal con el Dios Theos. Cada una de las temporadas del        trabajo de Yuri se forma de personajes que completan la trama original. La        pregunta radica en ¿cómo generar arte y a la vez manejar una empresa y una        galería? La respuesta es que el emprendedor siempre está al pendiente de        su compañía y de lo que tienen que decirle tanto socios como empleados.        "Todos los días tenemos juntas para ver hacia dónde vamos, para planear        nuestras metas y delimitar las estrategias",        destaca.
              Como        cualquier empresario, sabe que es básico diferenciar su negocio y crear su        propio estilo. "Soy la        idea de negocios. Puedo dibujar días enteros como si fuera una línea de        producción de piezas únicas. El éxito es que después de este proceso tengo        personas que me ayudan a imaginar cómo exhibirlo y        comercializarlo".
              Para evitar que        alguien no se identifique con su trabajo, su galería fue pensada como un        concepto integral. El cliente, mientras elige un cuadro, puede tomarse un        café, escuchar música, fumar y sentirse como en casa. "Quiero que la gente        vea un cuadro, lo viva, lo toque y diga: sí, lo compro". Para Zatarain, un        comprador satisfecho es la mejor publicidad, por lo que un emprendedor        también debe ser el mejor vendedor. El consejo que deja radica en tres        ejes: ser creativo, comunicar con habilidad y gozar de un desafío, porque        "con esto se imagina la victoria".
              Claves:
              - Encontrar un        nicho que te apasione y hacerlo        rentable.
       - Sin importar        el giro de tu empresa, incluye un plan de        negocios.
       - Determinar        estrategias de mercadotecnia para dar a conocer tu        marca.
       - Enfocarte en        tus empleados; ellos te ayudarán a ganar la lealtad de los        clientes.
       -        Profesionalizar tu negocio.
       - Crecer en        forma ordenada.
       - Contemplar la        apertura de un negocio alterno que impulse el        inicial.
 
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