El gobierno en Chile tiene listo un              proyecto de ley que busca la igualdad salarial para las mujeres por              el desempeño de un mismo trabajo que los hombres en el país.
             La reforma para la igualdad salarial              de género será incorporada al artículo 62 del Código de Trabajo y              fue expuesta el 21 de mayo por la mandataria Michelle Bachelet en su              última cuenta pública a la nación.
             Según cifras oficiales, las chilenas              ganan 31,1 por ciento menos que sus pares varones por igual              trabajo.
             La brecha salarial en las mujeres              profesionales es de 49,8 por ciento, lo que ubica a Chile entre las              naciones con mayor discriminación laboral en el mundo.
             La discriminación salarial hacia las              mujeres se justificó por años con prejuicios históricos, religiosos              y erradas consideraciones de género que persisten en sectores de la              sociedad.
             "El proyecto establece la ilegalidad              de toda discriminación en el país por razones de sexo", dijo la              ministra de la Mujer, Laura Albornoz. "Esta es una medida inédita,              pionera, que establece en el artículo 62 del Código del Trabajo la              obligación de todos los empleadores de pagar el mismo salario por              igual trabajo", agregó.
             La ministra dijo que con la futura              ley quien alegue discriminación deberá recurrir al empleador, el que              deberá dar respuesta dentro de 30 días.
             Si el empleado no queda conforme              puede recurrir a los tribunales de justicia para resguardar este              principio de igualdad de remuneraciones, afirmó.
             El Banco Mundial y el Banco              Interamericano de Desarrollo, en un estudio junto al gobierno,              estimaron que el fin de la brecha de ingresos por género reducirá en              Chile 8 por ciento la extrema pobreza y aumentará 2 por ciento los              ingresos per cápita.
             Siguiendo estas recomendaciones y las              de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el gobierno              impulsó en los últimos meses la reforma para prohibir la              discriminación salarial hacia las mujeres.
             Para los analistas, la iniciativa              implica un cambio cultural cuántico en términos de relaciones              laborales.
             Los empleadores estarán obligados a              cumplir con la paridad de remuneraciones o, de lo contrario, se              exponen a multas equivalentes a 4.000 dólares o anfrentarrá a los              tribunales en casos más graves.
             Los primeros que darán el ejemplo en              esta nueva práctica son los organismos del gobierno, pues la norma              implicará la modificación del Estatuto Administrativo y prohibirá la              desigualdad de sueldos entre funcionarios de planta o  temporales.
             Las empresas privadas deberán velar              el cumplimiento de la medida y los reglamentos internos buscarán una              solución a las denuncias.
             La reforma prevé que las empresas con              más de 200 trabajadores/as deberán, además, crear un registro que              transparente los cargos y funciones y sus características técnicas              esenciales.
             Las denuncias judiciales se sujetarán              al procedimiento de tutela de Derechos Fundamentales que aplicará la              nueva justicia laboral.
             Las mujeres trabajadoras duplicaron              su número de 1.250.000 en 1990 a 2.500.000 en 2007.
             En 1990, las mujeres representaban el              31,7 por ciento la fuerza laboral; en 1998, el 36,2 por ciento, y en              2008, el 41,6 por ciento, segun cifras oficiales.          Fin
 
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