| El interminable debate de la "S"   | 
| 05 de Noviembre de 2009 - 16:20:44 por paloma lemonche | 
|  Es de suponer que todo obedece a alguna razón,        aunque no siempre ésta sea evidente a nuestros ojos. Lo cierto es que en        las últimas semanas se ha reproducido el sempiterno debate acerca de        la presencia de la "S" en el acrónimo de nuestra RSC o RSE. Aunque ya        parecía un debate gastado y casi olvidado, nos ha sorprendido        reapareciendo en las últimas semanas en las redes sociales, en los        debates públicos y en la prensa digital.     En la presentación del libro de Josep Maria        Lozano en Madrid el pasado 29 de octubre, un relevante        ponente lanzó un encendido ataque hacia la consideración del concepto        "social" en la RSE, argumentando que "la RSE había muerto para dar        paso a la ESG", y defendiendo que la "S" de ESG ya        no representaba la palabra "social" sino "sostenible"        (sustainable). Reconozco que entonces me hizo dudar, pero        afortunadamente un reciente post de Maria Prandi ha disipado        definitivamente mis dudas. Efectivamente, la "S" de ESG sigue significando        "social". Un verdadero alivio, porque parecía por un momento que la        palabra "social" comenzaba a desvanecerse ante nuestros ojos al hablar de        RSE.       Desde estas páginas de Diario Responsable hemos visto evolucionar        el concepto, las implicaciones y el alcance de la RSE. Los lectores de DR tenemos el privilegio de acceder a        artículos escritos por verdaderas autoridades en la materia que nos        van orientando acerca de lo que debería ser RSE y lo que no. Pero hay algo        inquietante en esto: conocemos bien el discurso de las empresas        pioneras, innovadoras y líderes en RSE, pero ¿qué pasa con el resto? Es        decir, las empresas convencidas son minoría, grandes pero pocas. La        enorme legión de empresas que no están en la vanguardia de la RSE        necesitan tiempo para asimilar conceptos e interiorizar estrategias y        procedimientos a imagen y semejanza de las grandes, que son las que van        marcando tendencia.     Pero ahora resulta que algunas de las que van por        delante podrían empezar a poner en duda una de las bases fundamentales        del debate: la "S" de "social". No, por favor, no podemos correr        tanto, porque nos perderemos en el camino.     Cierto es que hay que romper de una vez por todas        con la clásica confusión entre RSE y filantropía. Pero... ¿de verdad        alguien que gestione hoy la RSE en su empresa puede confundirse        todavía? La "S" refleja la relación de la empresa con la sociedad (con        las personas) incluyendo tanto sus interlocutores internos como        externos. ¿Cómo podemos pensar entonces que la dimensión social de        la empresa ya no es relevante?      El libro del profesor Lozano es muy revelador en        esto: la empresa es parte de la sociedad, es un ente ciudadano y que        por ello debe actuar de forma responsable y sostenible. ¿Por qué        entonces tememos confundir la faceta social de la RSE con        la filantropía y nos da tanto recelo mantener la "S" en el        acrónimo?     La contribución de la empresa a la        sostenibilidad económica del mercado        está cada vez más patente en estos tiempos de crisis. Su contribución        a la sostenibilidad medioambiental está muy interiorizada        y son más y más las iniciativas que permiten a las empresas        posicionarse en este sentido. Sin embargo, la contribución empresarial a        la sostenibilidad social dista aún mucho de ser        completamente entendida y estar presente en la estrategia empresarial y en        la agenda de los negocios. Definitivamente, hay mucho trabajo por        hacer en este sentido. No desvelamos aquí nada nuevo si recordamos la        determinante importancia de las        multinacionales en  el desarrollo de las comunidades y los pueblos, el preocupante        progreso del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del        Milenio y las enormes posibilidades de        los proyectos de acción social        empresarial estratégica y voluntariado corporativo para la        mejora social.     Por favor, no tengamos miedo a la "S".        Esta inofensiva letra significa "Social" y eso no puede        desaparecer. Acabemos por tanto con las dudas y busquemos otras        maneras de innovar en RSE que no generen recelos que pongan en riesgo las        iniciativas sociales de aquellas empresas y ciudadanos responsables        que, aunque no estén en la cresta de la ola de la RSE pueden hacer tanto        por mejorar la sociedad.  | 
FUENTE: Diario Responsable 
 CONSULTEN, ESCRIBAN OPINEN  LIBREMENTE
Saludos
RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
DIPLOMADO EN GESTION DEL CONOCIMIMIENTO DE ONU
Renato Sánchez 3586, of 10 teléfono: 56-2451113
Celular: 93934521
SANTIAGO-CHILE
Solicite nuestros cursos y asesoría en Responsabilidad social empresarial-Lobby corporativo-Energías renovables. Calentamiento Global- Gestión del conocimiento-LIderazgo
Saludos
RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
DIPLOMADO EN GESTION DEL CONOCIMIMIENTO DE ONU
Renato Sánchez 3586, of 10 teléfono: 56-2451113
Celular: 93934521
SANTIAGO-CHILE
Solicite nuestros cursos y asesoría en Responsabilidad social empresarial-Lobby corporativo-Energías renovables. Calentamiento Global- Gestión del conocimiento-LIderazgo
 
 
No hay comentarios.:
Publicar un comentario