| La rendición de cuentas es un instrumento fundamental        para el logro de la transparencia y la eficiencia en el uso de los        recursos administrados por nuestros gobiernos. La lucha contra la        corrupción es uno de los pilares fundamentales para el fortalecimiento de        la democracia y el crecimiento económico.
 -Declaración        de Mar del Plata (Cuarta Cumbre de las        Américas, noviembre de 2005)
 
 
 Las encuestas de opinión        pública demuestran una relación entre la corrupción y la falta de        confianza que muchos ciudadanos sienten hacia sus gobiernos. En 2005, la        empresa Latinobarómetro encontró que apenas 31% de los latinoamericanos se        siente satisfecho con su democracia y sólo un 30% percibe que se ha        progresado en la lucha contra la corrupción. Además de socavar la        confianza, la corrupción también defrauda a los ciudadanos económicamente.        Algunos estudios a nivel mundial han estimado que la corrupción en la        contratación pública puede añadir entre 20% y 50% a los costos de algunos        proyectos públicos.
 
 La lucha contra la corrupción es un aspecto        fundamental del ejercicio democrático del poder que exige la Carta        Democrática Interamericana y por lo tanto, es una tarea prioritaria        para los Estados miembros de la OEA, dijo el Secretario        General José        Miguel Insulza, durante una reunión de expertos contra la corrupción        que tuvo lugar en marzo de este año. "Los gobiernos tienen que ser cada        vez más eficientes en abordar y resolver los problemas de la gente, pero a        la vez tienen que ser cada vez más transparentes en la formulación e        implementación de sus políticas y prácticas públicas. Y deben castigar con        energía la corrupción en que incurran sus funcionarios, así como a los        intereses privados que los corrompan", afirmó Insulza.
 
 Los Estados        miembros de la OEA han declarado el año 2006 como "Año        Interamericano de la Lucha contra la Corrupción", en una indicación de        la creciente y permanente importancia de este tema para la región. Se        destacan algunos de los hitos en esta materia:
  En 1996 los Estados        miembros adoptaron la Convención        Interamericana contra la Corrupción, el primer tratado de su clase en        el mundo.
  En 2002 los países iniciaron un proceso de seguimiento para        examinar el cumplimiento de los países con el tratado. Se ha completado la        primera ronda de este proceso, y están disponibles los informes sobre el        avance anticorrupción en los 28 países que participan en el proceso. La        OEA presentó el primer Informe        Hemisférico sobre este tema durante la sesión de la Asamblea        General que tuvo lugar en junio de 2006.
  Una reunión de Estados        parte de la Convención Interamericana contra la Corrupción, que tuvo lugar        en 2004, analizó medidas para fortalecer los esfuerzos de combate a este        flagelo. Los países acordaron aumentar la cooperación entre las        autoridades, negar acogida a funcionarios corruptos, fortalecer los        regímenes legales de extradición y confiscación de activos, y promover        medidas legislativas necesarias para la repatriación de activos que han        sido apropiados de manera fraudulenta de fondos públicos, entre otras        acciones.
  La OEA ha realizado seminarios y talleres de capacitación        en la región sobre temas como el mejoramiento de la transparencia        gubernamental y la elaboración de leyes modelo contra la corrupción. En        mayo de este año, expertos anticorrupción de 34 países se reunieron en        Miami para un taller sobre el decomiso de activos derivados de actos de        corrupción oficial, y el enjuiciamiento de casos de lavado de dinero. El        taller fue auspiciado por el gobierno de Estados Unidos, con el apoyo de        la OEA.
 
 Los países miembros han estado particularmente preocupados        sobre el impacto de la corrupción en el desarrollo social y la democracia.        La Asamblea General de 2004, realizada en Ecuador,        declaró que la corrupción "atenta contra la democracia y la gobernabilidad        democrática, debilita las instituciones, compromete el desarrollo        económico y social y la lucha contra la pobreza, mina la confianza        ciudadana y afecta la estabilidad política". A través de las Cumbres de        las Américas, los mandatarios del hemisferio se han comprometido a        promover una "cultura de transparencia" y combatir prácticas no éticas en        los sectores público y privado. La Declaración de Mar del Plata, adoptada        en la Cuarta Cumbre de las Américas, subrayó la importancia de la        rendición de cuentas e hizo un llamado para que los países miembros        implementen la Convención Interamericana contra la Corrupción y participen        plenamente en su mecanismo de seguimiento.
 
 
 Seguimiento        efectivo
 
 Veintiocho de los Estados miembros de la OEA participan en        el Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención        Interamericana contra la Corrupción (MESICIC),        que fue establecido como resultado de un mandato de la Tercera Cumbre de        las Américas. Este mecanismo analiza cómo los Estados parte están        implementando el tratado anticorrupción y recomienda medidas concretas        para mejorar el cumplimiento.
 
 La Secretaría General de la OEA        coordina y provee servicios de apoyo para el proceso de seguimiento. Se        están realizando esfuerzos para fortalecer el mecanismo a través de un        mayor apoyo administrativo, financiero y técnico.
 
 El proceso de        seguimiento es similar al Mecanismo de Evaluación Multilateral (MEM), que mide el        progreso de la lucha contra las drogas ilícitas. Tal como el MEM, el        análisis de los esfuerzos por combatir la corrupción está a cargo de        expertos nombrados por cada gobierno. El proceso no impone sanciones, sino        que procura aumentar la cooperación y el cumplimiento de la Convención        Interamericana contra la Corrupción. Durante el proceso de revisión, los        expertos analizan colectivamente el desempeño de cada país sobre la base        de la información recopilada y formulan recomendaciones. También se ofrece        a los representantes de las organizaciones de la sociedad civil la        oportunidad de reunirse con los expertos y presentar información para su        consideración.
 
 En marzo de 2006, los expertos gubernamentales        contra la corrupción completaron la primera ronda de informes        y adoptaron medidas para fortalecer la segunda ronda.
 
 Innovador        acuerdo
 
 La Convención Interamericana contra la Corrupción        establece que "el combate contra la corrupción fortalece las instituciones        democráticas, evita distorsiones de la economía, vicios en la gestión        pública y el deterioro de la moral social".
 
 Entre sus        disposiciones, el tratado requiere que las partes tipifiquen como delitos        en su derecho interno ciertas actividades, como la aceptación o solicitud        de sobornos por parte de funcionarios públicos. Establece requisitos de        extradición y dispone la asistencia recíproca y la cooperación en la        investigación y el procesamiento de actos de corrupción. Las partes        acuerdan considerar una extensa lista de medidas para prevenir la        corrupción, entre las que se incluyen sistemas para la declaración de        ingresos, activos y pasivos por parte de las personas que ocupan ciertos        cargos públicos, sistemas abiertos para la contratación de funcionarios        públicos y para la adquisición de bienes y servicios por parte del        gobierno, y medidas que impidan sobornos por parte de empresas        públicas.
 
 
 
 Última actualización: Junio de    2006
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