El APEC aprobó hoy medidas        para cooperar en materia de seguridad, incluidas la energética,        alimentaria y sanitaria, después de que los líderes suscribieran un        acuerdo para combatir el cambio climático y China se comprometiera a        mejorar la calidad de sus exportaciones.
La seguridad, en un        mercado liberalizado, es un requisito esencial del crecimiento económico        continuado y sostenible necesario para la prosperidad a largo plazo,        indica la declaración final de la Cumbre anual de líderes del Foro de        Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC).
"Todos nos        enfrentamos a nuevos riesgos y retos que amenazan a las personas y a las        economías", señala el documento, que alerta de los peligros del        terrorismo, pandemias, drogas, productos contaminados y las consecuencias        de los desastres naturales.
La declaración de los líderes apunta        también que "la seguridad energética es un requisito para el desarrollo de        cualquier economía, la demanda en la región no hace más que crecer, y el        APEC debe asegurarse mercados energéticos eficientes, basados en la        apertura comercial".
En la Cumbre se aprobó la llamada "Declaración        de Sídney", con la que, según indicaron, "corregimos los retos del cambio        climático, la seguridad energética y el desarrollo limpio", aunque el        documento no establece objetivos concretos y obligatorios para la        reducción de emisiones que causan el efecto invernadero.
Los grupos        ecologistas calificaron de "papel mojado" la propuesta australiana sobre        las medidas para combatir el cambio climático.
Pero el primer        ministro australiano, John Howard, anfitrión de la reunión, opinó que es        el primer documento sobre cambio climático firmado por dos de los países        más contaminantes del planeta, Estados Unidos y China, y subrayó que no se        puede olvidar que todos los países necesitan energía para su        desarrollo.
Los participantes reconocieron además que el medio        ambiente puede gestionarse sólo hasta cierto punto y que es imposible        evitar que ocurran desastres naturales, por lo que sugirieron una serie de        directivas para luchar conjuntamente contra desastres naturales, pandemias        y enfermedades infecciosas, como el sida.
Tampoco puede controlarse        completamente la acción terrorista, pero pueden gestionarse sus        consecuencias, y los líderes revelaron que la organización regional        trabaja en la creación de un programa comercial para facilitar la        recuperación de una economía después de haber sufrido un atentado        terrorista.
En cuanto a los alimentos, se apoyó una propuesta de        ministros para proteger las líneas de suministros y evitar que sean        contaminados.
La propuesta fue impulsada cuando Estados Unidos y        otras naciones del grupo criticaron al Gobierno de Pekín por la pobre        normativa de seguridad que aplica a sus exportaciones de alimentos y otros        productos de consumo, aunque en el documento no se cita a China, una de        las mayores economías del APEC.
La Declaración Final subraya que la        proliferación de redes globales de producción y la integración regional        requieren que se haga un mayor esfuerzo para combatir la corrupción y        promover el buen gobierno, con el propósito de crear un ambiente        empresarial predecible.
Por ello los líderes emitieron una        declaración específica con el propósito de "Luchar contra la corrupción a        través de una mejor cooperación legal internacional", que ofrece        cooperación en materia de extradiciones, acusaciones y asistencia legal        mutua.
Las economías del Foro aprobaron también un nuevo código de        conducta para luchar contra la corrupción y apoyar las Pequeñas y Medianas        Empresas (PYMES), que contribuyen con entre un 30 y un 60 por ciento a la        economía de sus países, mientras que son vulnerables a la malversación de        fondos y el enriquecimiento ilícito.
"La corrupción en la región de        Asia-Pacífico y otros lugares tiene consecuencias graves y muy comunes que        limitan el desarrollo económico, desalienta a los inversores y perpetúa la        pobreza", señaló Philip Ruddock, fiscal general de Australia, al anunciar        el acuerdo.
 
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