| El pensamiento del Papa Benedicto                    XVI, según el cardenal Ratzinger
                                                                                     |  |                         | Joseph Ratzinger sale por la ventana en                          la Basílica de San Pedro luego de ser anunciado como el                          nuevo Papa. |  | El nuevo Papa Benedicto                          XVI |      En un encuentro con periodistas de la agencia                    Zenit, el entonces Cardenal Ratzinger entregó claves de su                    pensamiento que ilustrarán su pontificado. A continuación                    reproducimos algunos de los puntos tratados:                     CRISTO Y EL DIALOGO CON OTRAS RELIGIONES:                    Hoy realmente se da una dominación del relativismo.                    Quien no es relativista parecería que es alguien intolerante.                    Pensar que se puede comprender la verdad esencial es visto ya                    como algo intolerante. Pero en realidad esta exclusión de la                    verdad es un tipo de intolerancia muy grave y reduce las cosas                    esenciales de la vida humana al subjetivismo. De este modo, en                    las cosas esenciales ya no tendremos una visión común. Cada                    uno podría y debería decidir como puede. Perdemos así los                    fundamentos éticos de nuestra vida común.  Cristo es totalmente diferente a todos los fundadores                    de otras religiones, y no puede ser reducido a un Buda, o a un                    Sócrates, o un Confucio. Es realmente el puente entre el cielo                    y la tierra, la luz de la verdad que se nos ha aparecido. El                    don de conocer a Jesús no significa que no haya fragmentos                    importantes de verdad en otras religiones. A la luz de Cristo,                    podemos instaurar un diálogo fecundo con un punto de                    referencia en el que podemos ver cómo todos estos fragmentos                    de verdad contribuyen a una profundización de nuestra propia                    fe y a una auténtica comunión espiritual de la humanidad.                     DIFERENCIA ENTRE MEDITACION TRASCENDENTAL Y MEDITACION                    CRISTIANA: En pocas                    palabras, diría que lo esencial de la meditación trascendental                    es que el hombre se expropia del propio yo, se une con la                    universal esencia del mundo; por tanto, queda un poco                    despersonalizado. Por el contrario, en la meditación cristiana                    no pierdo mi personalidad, entro en una relación personal con                    la persona de Cristo, entro en relación con el «Tú» de Cristo,                    y de este modo este «yo» no se pierde, mantiene su identidad y                    responsabilidad. Al mismo tiempo se abre, entra en una unidad                    más profunda, que es la unidad del amor que no destruye. Por                    tanto, diría en pocas palabras, simplificando un poco, que la                    meditación trascendental es impersonal, y en este sentido                    «despersonalizante». Mientras que la meditación cristiana es                    «personalizante» y abre a una unidad profunda que nace del                    amor y no de la disolución del yo.  ESCANDALOS DE SACERDOTES: También                    en la Iglesia los sacerdotes son pecadores, pero estoy                    personalmente convencido de que la permanente presencia de                    pecados de sacerdotes católicos en la prensa, sobre todo en                    Estados Unidos, es una campaña construida, pues el porcentaje                    de estos delitos entre sacerdotes no es más elevado que en                    otras categorías, o quizá es más bajo. En Estados Unidos vemos                    continuamente noticias sobre este tema, pero menos del 1% de                    los sacerdotes son culpables de actos de este tipo. La                    permanente presencia de estas noticias no corresponde a la                    objetividad de la información ni a la objetividad estadística                    de los hechos. Por tanto, se llega a la conclusión de que es                    querida, manipulada, que se quiere desacreditar a la Iglesia.                    Es una conclusión muy lógica y fundada.
 CATOLICISMO Y POLÍTICA: Estoy                    convencido de que Europa no debe ser sólo algo económico,                    político, sino que tiene necesidad de fundamentos                    espirituales. Es un hecho histórico que Europa es cristiana, y                    que ha crecido sobre el fundamento de la fe cristiana, que                    sigue siendo el fundamento de los valores para este                    continente, que a su vez ha influido en otros continentes. Me                    parece indispensable tener un fundamento de valores y, si nos                    preguntamos cuál es este fundamento, nos damos cuenta que no                    hay otro fuera de los grandes valores de la fe cristiana, por                    encima de las confesiones, y por ello para mí es indispensable                    el que en esta Constitución futura de Europa se hable de los                    fundamentos cristianos de esta Europa.
 No quisiera caer en el error de construir un                    catolicismo político. La fe no indica inmediatamente recetas                    políticas, pero indica los fundamentos. Por una parte, la                    política tiene su autonomía, pero por otra parte no hay una                    separación total entre política y fe. Existen fundamentos de                    la fe que crean después un espacio libre para la razón                    política. Por tanto, la pregunta es qué es lo que pertenece a                    estos fundamentos para que pueda funcionar la política.                    ¿Cuáles son los aspectos que deben dejarse libres?  En primer lugar, es fundamental tener una visión moral                    antropológica y aquí la fe nos da la luz. Para tener esta                    visión antropológica, que garantiza la libertad de la razón                    política, ¿es necesaria la persona de Dios? Estoy convencido                    de que una moral que no conoce a Dios se fragmenta y, por                    tanto, al menos la gran intuición de que hay un Dios que nos                    conoce y nos indica la figura del hombre, como imagen de Dios,                    pertenece a estos fundamentos. Además [citar a Dios] no es un                    acto de violencia contra nadie, no destruye la libertad de                    nadie, sino que abre a todos el espacio libre para poder                    construir una vida realmente humana, moral.  NUEVO CONCILIO NO ES NECESARIO AUN:                    Ante todo, yo diría que es un problema práctico. No hemos                    realizado suficientemente la herencia del Vaticano II, estamos                    trabajando todavía para asimilar e interpretar bien esta                    herencia, pues los procesos vitales requieren tiempo. Una                    medida técnica se puede aplicar rápidamente, pero la vida                    tiene caminos mucho más largos. Se requiere tiempo para que                    crezca un bosque, se requiere tiempo para que crezca un                    hombre... De este modo, estos caminos espirituales, como el de                    la asimilación de un Concilio, son caminos de vida, que tienen                    necesidad de una cierta duración, y que no se pueden recorrer                    de un día para otro. Por eso creo que no ha llegado el momento                    de un nuevo Concilio. Este no es el problema primario, pero                    sería también un problema práctico. En el Vaticano II tuvimos                    dos mil obispos y era ya sumamente difícil poder tener una                    reunión de diálogo; ahora tendríamos cuatro mil obispos y creo                    que habría que inventar técnicas para el diálogo.  Quisiera recordar algo que sucedió en el siglo IV,                    siglo de grandes concilios. Cuando invitaron diez años después                    de un concilio a san Gregorio Nazianceno a participar en un                    nuevo concilio, dijo: «¡No! Yo no voy. Ahora tenemos que                    seguir trabajando sobre el otro. Tenemos tantos problemas.                    ¿Para qué queréis convocar inmediatamente otro?». Creo que                    esta voz algo emotiva nos muestra que se requiere tiempo para                    asimilar un concilio.  En el tiempo intermedio entre dos grandes concilios,                    son necesarias sobre todo otras formas de contacto entre los                    episcopados: los Sínodos en Roma, por ejemplo. Es necesario                    sin duda mejorar el procedimiento, pues hay demasiados                    monólogos. Tenemos que encontrar realmente un proceso sinodal,                    de un camino en común. Después están los sínodos                    continentales, regionales, etc. El trabajo efectivo de las                    Conferencias Episcopales. El encuentro de las Conferencias                    Episcopales con la Santa Sede. Nosotros [en la Curia romana]                    vemos en el transcurso de cinco años a todos los obispos del                    mundo. Hemos mejorado mucho estas visitas «ad limina», que                    antes eran muy formales y que ahora son auténticos encuentros                    de diálogo. Por tanto, tenemos que mejorar estos instrumentos                    para tener un permanente diálogo entre todas las partes de la                    Iglesia y entre todas las partes con la Santa Sede, para                    llegar a una mejor aplicación del Concilio Vaticano II. Y                    después veremos...  FIDELIDAD VS. APERTURA: Es una                    cuestión sobre todo de la maduración de la fe personal.                    Aparentemente fidelidad y apertura parecen excluirse. Pero yo                    creo que la auténtica fidelidad al Señor Jesús, y a su                    Iglesia, que es su Cuerpo, es una fidelidad dinámica. La                    verdad es para todos y todos están creados para llegar al                    Señor. Sus brazos abiertos en la cruz simbolizan para los                    Padres de la Iglesia al mismo tiempo la máxima fidelidad --el                    Señor es clavado en la cruz-- y el abrazo al mundo, para                    atraer al mundo hacia sí, y dejar espacio a todos. Por tanto,                    una auténtica fidelidad al Señor participa en el dinamismo de                    la persona de Cristo, que puede abrirse a los diferentes                    desafíos de la realidad, del otro, del mundo, etc. Pero al                    mismo tiempo, encuentra ahí su identidad profunda, que no                    excluye nada que sea verdadero, sólo excluye la mentira. En la                    medida en que entramos en comunión con Cristo, en su amor que                    nos acepta a todos y nos purifica a todos, en la medida en que                    participamos en la comunión con Cristo, podemos ser fieles y                    abiertos.  COMO AFRONTAR DESCRISTIANIZACION: Creo                    que en este sentido tenemos mucho que aprender. Nos ocupamos                    demasiado de nosotros mismos, de las cuestiones estructurales,                    del celibato, de la ordenación de las mujeres, de los consejos                    pastorales, de los derechos de estos consejos, de los                    sínodos... Trabajamos siempre sobre nuestros problemas                    internos y no nos damos cuenta de que el mundo tiene necesidad                    de respuestas, no sabe cómo vivir. Esta incapacidad de vivir                    del mundo se ve en la droga, en el terrorismo, etc. Por tanto,                    el mundo tiene sed de respuestas, y nosotros nos quedamos en                    nuestros problemas. Estoy convencido de que si salimos al                    encuentro de los demás y presentamos a los demás de manera                    apropiada el Evangelio, se relativizarán y resolverán incluso                    los problemas internos. Para mí este es un punto fundamental:                    tenemos que hacer el Evangelio accesible al mundo secularizado                    de hoy.  | 
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