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 Entre los              desórdenes se cuenta destrozo de los alimentadores de los animales,              amenazas a los guardias del recinto y un grave daño ambiental a la              zona por la liberación de residuos. 
 Natalia Saavedra              M.
 
 
 Un gusto amargo es el que le              dejó a la firma productora y comercializadora agroindustruial,              MaxAgro, el fin de año. Esto luego de que los criaderos de cerdos de              la compañía -la tercera productora a nivel país-, fueron tomados por              un grupo de trabajadores, los cuales, tras votar la huelga legal de              la empresa, decidieron irrumpir en las instalaciones de la compañía              en la VI Región, produciendo daños ambientales y estructurales en la              zona.
 
 Así lo indicó el controlador de MaxAgro, Juan Lyon,              quien señaló que la situación comenzó el 28 de diciembre a las 00:00              horas cuando unos 60 trabajadores -de un total de 350-, entraron              violentamente a los criaderos ubicados en las zonas de Palmilla y              Santa Lucía, entre otras, provocando graves daños a los animales y a              las instalaciones de los criaderos.
 
 El empresario explicó que              los trabajadores abrieron los corrales de los cerdos, destruyeron              los alimentadores de los animales, cortaron los flujos dispensadores              de agua y el suministro eléctrico de los criaderos, lo que produjo,              entre otros efectos, la baja de peso de los animales y la muerte de              unos 250 lechones.
 
 Pero eso no fue todo. Según explicó Lyon,              otra de las acciones de los trabajadores consistió en la apertura de              los depósitos de desechos de los cerdos, lo que provocó que se              inundaran poblados aledaños y se produjera un grave daño ambiental              en las inmediaciones.
 
 "Esto comenzó el 28 de diciembre y              entramos con un fuerte contingente policial y equipos para reparar              la luz, el agua y con alimento... eso funcionó hasta tipo cinco de              la tarde, hasta que carabineros se vio sobrepasado y dejó el lugar.              La noche siguiente contratamos guardias, los que fueron raptados.              Nos robaron animales, se destruyeron los alimentadores de cerdos y              los chanchos perdieron mucho peso, lo que es irrecuperable", señaló              Lyon.
 
 El empresario agregó que la situación de violencia              comenzó a revertirse una vez que los 130 mil animales que poseen en              las citadas instalaciones entraron en condiciones críticas y cuando              la firma advirtió a los trabajadores que debían deponer la violencia              o la compañía abandonaría las instalaciones.
 
 Pese a que Lyon              señaló que con esto se calmaron un poco las manifestaciones, dijo              que negoció "con la pistola al pecho" y agregó que finalmente, en              horas de la tarde de ayer, firmaron un acuerdo con los empleados que              implicaba que debían reintegrase a sus labores a partir de              ayer.
 
 Lyon agregó que más que molesto está decepcionado              porque esta situación haya terminado afectando a la comunidad de la              VI Región como a la compañía, la que perdió cerca de US$ 500 mil              diarios y que además deberá financiar -junto al municipio de              Palmilla-, las reparaciones de las casas y huertos afectados, así              como los servicios que están siendo restablecidos en sus plantas.              Esto, dijo no revertirá la situación crítica de algunos              animales.
 
 
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