Entrevista de Stephen Leahy
ACCRA, may (IPS) - Seis estudiantes de la estadounidense Universidad de Harvard, cuatro de los cuales proceden de África, fueron premiados por el Banco Mundial por un proyecto que permitirá suministrar electricidad barata a partir del suelo.
Las células de combustible microbianas  (MFC, por sus siglas en inglés), que usan la energía emitida por microbios del  suelo, se encuentran entre las tecnologías que prometen llevar luz a los países  en desarrollo. 
Los  estudiantes, creadores de la empresa Lebônê Solutions, que busca distribuir  energía de bajo costo a partir de células microbianas,  recibieron 200.000 dólares en el marco del concurso "Mercado del desarrollo",  cuyos resultados fueron anunciados en la conferencia "Iluminar África 2008",  realizada entre el 5 y el 8 de este mes en Accra, Ghana. 
El proyecto fue uno de 16  ganadores seleccionados entre 52 finalistas, que compitieron para llevar  innovadores productos de iluminación a 74 por ciento de los africanos sin acceso  a la electricidad. 
El  concurso se realizó en el marco de la campaña "Iluminar África", lanzada a fines  del año pasado por el Banco Mundial con el objetivo de suministrar a 250  millones de personas del continente productos lumínicos y servicios energéticos  que sean seguros, confiables y económicos, y que no usen combustibles fósiles.  Todo esto para el año 2030. 
El sudafricano Hugo Van Vuuren,  quien se graduó en economía el año pasado y es fundador y socio gerente de  Lebônê, dijo que las células son muy simples de hacer y que se pueden fabricar  localmente. 
Dialogó vía  correo electrónico con IPS sobre el premio, poco después de anunciados los  resultados del concurso. 
IPS: -- Felicitaciones por  haber ganado. ¿Cómo se siente? 
Hugo Van Vuuren: -- Todos  nosotros todavía estamos muy emocionados. Ésta es una innovación potencialmente  grande y tengo que acreditarle a la Corporación Financiera Internacional  (dependiente del Banco Mundial) el respaldar ideas innovadoras. No podemos  esperar a empezar y ver si podemos traer esta tecnología a África. 
-- ¿Cómo funciona exactamente  la célula microbiana? 
--  Aprovecha la energía que generan los microbios  del suelo cuando descomponen la materia orgánica. Literalmente, es energía a  partir de la mugre: no se necesitan condiciones especiales aparte de suficiente  humedad para que los bichos hagan su trabajo. 
Esencialmente, todo lo que se hace es cavar un hoyo,  disponer de un ánodo (electrodo positivo), un poco de suelo, arena y un cátodo  (electrodo negativo). Se conecta el ánodo y el cátodo a un circuito para cargar  una batería que pueda encender un diodo emisor de luz (LED, por sus siglas en  inglés), haciendo funcionar una radio o cargando un teléfono celular. (Un diodo  es un dispositivo electrónico compuesto por un ánodo y un cátodo). 
El profesor de biología de Harvard Peter Girguis  desarrolló la tecnología, llamada Sistemas Vivientes de Energía, y es nuestro  socio tecnológico. 
-- ¿Cómo  pueden ser útiles las células en África? 
-- En África el problema no es  la iluminación, sino la energía. Ahora hay todas clases de LED de alta  eficiencia. Lo importante es crear energía de muy bajo costo, por fuera de la  red habitual. 
Calculamos  que las células microbianas serán mucho más baratas que las solares, porque los  ánodos y los cátodos pueden hacerse con materiales locales --restos de metal u  otros-- y no requieren mantenimiento. También son fuertes y funcionarán a  cualquier temperatura, mientras haya humedad y materia orgánica en el suelo. Y  funcionarán mejor cuando descompongan desechos humanos o animales. 
-- Pero el circuito parece  complejo. ¿Se lo fabricará localmente? 
-- Nuestro prototipo tiene  circuitos extra para pruebas, así que los 20 tableros con circuitos que usaremos  en el lugar serán más simples. Nosotros introduciremos los componentes, que en  los próximos dos meses serán ensamblados localmente en nuestro proyecto piloto  en Tanzania. 
Creemos que  los tableros terminarán siendo suficientemente simples como para ser hechos en  el ámbito local. 
--  ¿Cuáles son las desventajas de las células microbianas? 
-- Poca electricidad. Un metro  cúbico de materia orgánica apenas generará energía suficiente para iluminar una  lámpara LED de alta eficiencia. 
A diferencia del caso solar,  produce energía 24 horas al día y lo hará durante años. Las unidades pueden  conectarse fácilmente para generar entre 10 y 15 veces más energía. Una ventaja  adicional es que estos sistemas son subterráneos y no hay nada que robar. 
Las células microbianas nunca  generarán tanta energía como las turbinas eólicas, pero constituyen una solución  ideal para reemplazar la iluminación con queroseno en los hogares de buena parte  de África. 
-- ¿Cuánto  costaría un sistema como éste? 
-- Contamos con estimular la  eficiencia del sistema durante nuestras pruebas y ensayos en los próximos 18  meses. Cuando estemos prontos para aumentar la producción, en tres años, un  sistema que incluya células microbianas, batería, tablero con circuito y algunas  lámparas LED costará menos de 10 dólares. 
-- ¿Por qué usted y sus socios  se embarcaron en este proyecto? 
-- Comenzó como un proyecto de  clase en Harvard. Teníamos que generar una manera de hacer una atractiva  exhibición con LED en los Juegos Olímpicos de Londres (2012). Nosotros, los  africanos, y los dos estadounidenses, quisimos hacer algo más útil que eso, y  conocíamos la necesidad de energía de bajo costo en África. 
Stephen Lwendo, de Tanzania,  estudia ciencias de la computación y lidera el proyecto piloto. David Sengeh, de  Sierra Leona, está en ingeniería y trabaja en la parte tecnológica con la  estadounidense Aviva Presser, graduada en biología del Instituto de Tecnología  de Massachusetts (MIT). Zoe Sachs-Arellano cofundó la Red Juvenil Conexión  Namibia y trabaja en los aspectos de desarrollo, y Alexander Fabry, de Estados  Unidos, observa el impacto de la tecnología y maneja las aplicaciones del  premio. 
-- Ahora que  ganaron el premio, ¿qué es lo próximo? 
-- El premio nos permitirá  hacer un proyecto piloto de 18 meses con 20 sistemas en Namibia, para poder  realizar pruebas y mejorarlo. También hemos recibido financiamiento adicional de  un inversor privado para hacer la transición a los PLED (sigla en inglés de  diodos orgánicos de polímeros emisores de luz, generación que sigue a los  LED). 
Los PLED son un hito  en tecnología lumínica, que pueden ser tan chatos y flexibles como una hoja de  papel. Completamente maleables, pueden usarse de diferentes maneras. Cuando  nuestras células microbianas estén prontas para su despliegue, en tres años, los  PLED serán suficientemente baratos y constituirán un recurso perfecto para  satisfacer las necesidades eléctricas en África. 
-- Me resulta curioso el nombre  de su empresa. 
-- En  Sudáfrica, "lebônê" es la palabra que se usa en idioma sotho del norte para  decir luz, lámpara o vela. (FIN/2008)
Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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