La guerra de los Chávez
AFP.
Chávez  y Marisabel, cuando todavía mantenían una buena relación  conyugal
LUDMILA  VINOGRADOFF. CORRESPONSAL. CARACAS
Hace  tres días cuando almorzaba en su casa, Marisabel Rodríguez, ex primera dama de  Venezuela, se sintió «conmocionada y desdichada». La causa: una citación del  juzgado con una demanda del presidente Hugo Chávez en su contra acusándola de  impedirle ver a su hija Rosinés.
Los  trapos sucios de la ex pareja presidencial hasta hace cuatro años han salido a  luz pública por deseo expreso de Marisabel, de 42 años, al conceder una  entrevista exclusiva al canal Radio Caracas Televisión,  RCTV.
En  sus segundas nupcias, el teniente coronel Hugo Chávez se casó con Marisabel  Rodríguez, una atractiva relaciones públicas de Barquisimeto, capital del estado  Lara, durante la campaña electoral de 1998; en septiembre de ese año nació la  hija de ambos. El matrimonio presidencial duró hasta 2004. En la sentencia de  divorcio, la patria potestad de la hija es compartida por los padres, mientras  que la guarda y custodia la tiene la madre.
«La  amo profundamente»
En  sus declaraciones a los medios, el mandatario ha dicho que a su hija Rosinés «la  han colocado en el centro del huracán. Casi ni puedo verla. Voy a tener que  recurrir al derecho porque la amo profundamente». Marisabel con la demanda en  mano ya puede creer en sus amenazas. «Es muy fácil para Chávez decir lo que le  provoque para generar lástima. Ha pasado de victimario a víctima, pero en el  fondo la víctima es la niña que se ve obligada a asistir a un juicio por la  querella del padre».
La  ex mujer de Chávez tiene un rosario de quejas: «el presidente no ha cumplido  como padre desde que nos divorciamos. No ha pagado la pensión de manutención de  la niña, ni el colegio. En febrero -porque preparaba su demanda- mandó a pagar  la matrícula escolar por todo un año y eso no se puede hacer  contablemente».
«A  veces pasaban cuatro meses y el padre no se comunicaba con la niña, cuyo  teléfono móvil fue bloqueado por la Casa Militar de Miraflores», cuenta  Marisabel y añade «todo iba bien hasta el día en que me volví a casar con otro a  mediados del año pasado».
Sobre  supuestos malos tratado Marisabel asegura que «más de una vez quiso pegarme,  pero no ha podido, no porque no quisiera, sino porque yo no lo he dejado. Soy  una víctima de Chávez, de su hostigamiento, acoso e intimidación». Marisabel  aspira a ser alcaldesa o gobernadora de Lara.
Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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