 Entre muchas acepciones, el liderazgo              es entendido en la actualidad como la capacidad de influir,              direccionar, persuadir, gestionar y motivar hacia nuevas formas y              prácticas de la vida organizacional; de este modo, los directivos y              dirigentes se preparan cada vez más desde la negociación y el              diálogo para movilizar de manera carismática, cambios y procesos en              los cuales, la decisión, la ética de la responsabilidad y la              transparencia, se constituyan en principios rectores.
Entre muchas acepciones, el liderazgo              es entendido en la actualidad como la capacidad de influir,              direccionar, persuadir, gestionar y motivar hacia nuevas formas y              prácticas de la vida organizacional; de este modo, los directivos y              dirigentes se preparan cada vez más desde la negociación y el              diálogo para movilizar de manera carismática, cambios y procesos en              los cuales, la decisión, la ética de la responsabilidad y la              transparencia, se constituyan en principios rectores.
              
                 Este nuevo líder, más dialógico y humanitario              que nunca, hace parte de nuevos paradigmas donde la confianza y la              reputación son el activo más deseado por las organizaciones. Sin              embargo, contar con un directivo moral y éticamente formado, no es              en absoluto la garantía de trasparencia y sostenibilidad de una              organización. Ésta en sí misma, debe poseer lineamientos éticos              claros, responsabilidad social e integrar nuevos paradigmas de              cohesión entre todos sus stakeholders. 
              
                 Se espera que en la gestión de una verdadera              empresa socialmente responsable el líder pueda proceder mejor,              contando con un sistema de bases sólidas y estructuras coherentes              que integren una misión social fundacional. En una empresa              socialmente responsable el directivo debe ser un líder, no un héroe,              entendiendo que las nuevas identidades socialmente responsables              integran una cosmovisión de fundamentos éticos y con un objeto              verdaderamente social. De este dirigente no se deben esperar actos              fantásticos de lucha contra sí mismo y contra las estructuras de              corrupción y abuso, este líder debe gestionar privilegiando el              talento humano y extrayendo con ética el mejor provecho de los              mercados. 
              
                 Este liderazgo integral requiere competencias              de trabajo en equipo, una fuerte convicción hacia el logro y              criterio ético para tomar decisiones acertadas, debe poder              transformar el entorno y reducir con orientación estratégica la              incertidumbre de cientos audiencias clave sobre las cuales deberá              impactar, mejorando su calidad de vida y generando verdaderas              condiciones de bienestar. 
              
             Estrategia RSE.-*Andrea              Cuervo Prados es Comunicadora Social con énfasis en              Comunicación Organizacional y Magistra en Política Social de la              Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia. Actualmente se              desempeña como asesora externa en comunicaciones estratégicas y es              investigadora en temas relacionados con la RSE, Negocios Inclusivos,              Políticas Sociales y Comunicaciones Estratégicas. En el año 2008,              Andrea obtuvo una beca para participar en la VI Conferencia              Interamericana sobre RSE. 
                                        
Muy buen artículo. Importante análisis en liderazgo y Responsabilidad Social.
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