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miércoles, julio 13, 2005

E.Mac Iver Rodríguez, parlamentario, ideas y su vigencia en la sociedad actual

Cinco intervenciones del Parlamentario
Sr ENRIQUE MAC IVER RODRÍGUEZ 1844 – 1922
y su vigencia en la sociedad del Siglo XXI

PONENCIA AL SIMPOSIO INTERNACIONAL SOBRE HISTORIA DE LA MASONERIA AMERICANA Y SU INFLUENCIA EN EL DESARROLLO ECONOMICO Y POLITICO, SOCIAL Y CULTURAL DE AMERICA LATINA HASTA 1900
UNIVERSIDAD LA REPUBLICA- SANTIAGO - CHILE
AUTOR:
Rodrigo González Fernández . Chile

ABSTRACT
Breve reseña histórica: Diputado y Senador, Masón, Gran Maestro de la Orden ; redactor político; Ministro de Hacienda; líder radical;

Objetivo del trabajo: destacar como los principios y valores Masónicos van a marcar el discurso del Político , del Parlamentario , y como están vigentes en la sociedad del Siglo XXI.

I El 9 de noviembre de 1868 la Honorable Cámara de Diputados hace lugar a una acusación propuesta contra la Corte Suprema de Justicia. Los estudiantes de la Universidad de Chile celebran una reunión el 13 de este mismo mes en el Club de la Reforma en que se nombra una comisión que integró Enrique Mac Iver, Eduardo Matte
y don Agustín Concha que debería manifestar las opiniones de la juventud en un próximo meeting que se realizaría el día 15 de Noviembre. Allí don Enrique pronuncia un extraordinario discurso siendo en aquella época , un joven estudiante de “ leyes “ (De Derecho diríamos hoy día )
“Hay hechos que por su magnitud y sus consecuencias conmueven fuertemente el ánimo de los pueblos, y los obligan a abandonar el indiferentismo o la indolencia, para tomar el puesto que les corresponde y poner del lado donde creen existe la justicia y la verdad, todo el influjo de su poder y de su fuerza…”

Este es un hecho triste. Muestra la pasión de partido, la ambición y la venganza han tomado en la representación nacional el puesto que debían ocupar la dignidad, la honradez y la inteligencia, que han volado de ahí en busca de una atmósfera más pura, de un cielo más limpio donde vivir

Qué vemos en este escándalo social, que se llama la acusación a la Corte Suprema?
¿Se ataca la independencia del Poder Judicial, porque el carácter invasor de la política gubernativa no puede tolerar las barreras que lo atajan; porque se desea satisfacer en los hombres que forman esa corte ruines y antiguas venganzas, olvidadas por los que más derecho tenían a ellas; porque es necesario tener lugares vacantes para premiar la adhesión política de los amigos y de los parientes.

II Conferencia leída en 1888 por don Enrique Mac Iver en la inauguración del Club Radical.
Luego de señalar una clara síntesis de lo que son los Partidos políticos en la historia y señaló:
El Partido político no es una creación artificial, ni es el fruto de las diferencias y discordias sociales; es un organismo natural, casi necesario, del sistema representativo que fortifica el poder público, populariza los principios, legitima los intereses, facilita el gobierno e impulsa el progreso.
Señalar el origen de los partidos políticos, es decir donde está su razón de ser. Existen ,porque existen distintos principios , reglas y sistemas de organización pública y de gobierno; y porque la voluntad social tiende a hacerlos prevalecer en las leyes, por medio de la acción común de una porción más o menos numerosa de individuos.
De este modo los partidos vienen a ser verdaderos órganos del pensamiento y de la voluntad social, en lo que respecta a la comprensión y a la aplicación del derecho, que es el fin del Estado
Para que los Partidos puedan existir se requiere que el pensamiento y la voluntad de los individuos en orden a la concepción y aplicación del derecho, pueda tener efecto en la constitución y dirección del Gobierno.
Si así no sucede, los partidos políticos no tienen condiciones de vida ni tienen objeto; pues no pueden realizar el fin que se desprende de su origen y de su razón de ser.

III Intervención en el parlamento sobre La secularización del Estado: se trataba de un proyecto de ley sobre “ Cementerios “ aprobado en 1877; Mac Iver en agosto de ese año, en la sesión 30º del Congreso, va a discutir con los Señores José Eugenio Vergara Ministro de Justicia; don José Manuel Balmaceda Ministro del Interior y don Guillermo Puelma Tupper, Diputado por Parral. Allí pronunciará un discurso en algunas de las ideas base son las siguientes:
No me permite mis convicciones admitir que en el proyecto de ley sobre cementerios vaya envuelto un ataque a las creencias, ni siquiera a los sentimientos religiosos; y por esto, lamentando , como lamento el desagrado que causo a algunos de mis colegas y a los católicos que confunden el derecho con el privilegio, y la libertad con la intolerancia, apoyo, todo aquello que importe un progreso para mi país.
Compartimos una idea secularizadora; no por antipatía a la religión oficial ni como materia religiosa, sino como consecuencia de los principios que profesamos sobre organización pública basada en la libertad individual.
No concebimos el estado con Religión; ni concebimos la religión de Estado, sin detrimento del derecho y la libertad del estado, de las religiones y del individuo “Queremos la Iglesia libre en el Estado Libre”
Somos un pueblo nuevo, de espíritu fácilmente dispuesto a la verdad y al bien, inclinado al progreso y libre de exaltaciones místicas y políticas. Entre nosotros las buenas ideas se abren camino con la rapidez de la electricidad; y no me parece posible, yá dominar la opinión pública con el fanatismo y la intolerancia.
Apartar del poder público toda injerencia en los asuntos religiosos y dejar estos exclusivamente bajo la dirección y cuidado de los individuos o corporaciones a quienes conciernen o interesan, es una idea que atrae y que no menoscaba religiones, sectas ni creencias; es garantía para todos, sin ser peligro para nadie.

IV Gobierno personal y Régimen Parlamentario: 1882, Interviene en la sesión 4º de 16 de noviembre, rebate aseveraciones del Ministro del Interior don José Manuel Balmaceda y de otros parlamentarios con motivo de la haber el gobierno efectuado una serie de gastos ilegales y que han vivido desde septiembre en plena inconstitucionalidad voluntaria por arrebatar a la cámara su soberana prerrogativa de votar los subsidios para la guerra..Luego continuará con el uso de la palabra el día 18 de noviembre y sigue rebatiendo al Ministro del Interior y afirma que el Gobierno se propone disolver los Partidos Políticos para regir a su antojo a la República.
El Ministro del Interior ha propuesto un programa Ministerial. Mac Iver señala:
¿Cree el señor Ministro que durante esta administración, suponiendo que en todo el periodo conservase su puesto, es dable reformar todas las leyes defectuosas y antiliberales que nos rigen? ¿Cree que es posible acometer todas las obras que señala? ¿Cree que se reforman las Instituciones y se transforma un país social, política y económicamente en menos de cuatro años? Y si no lo cree, ni puede creerlo. ¿a que hablar de todas las reformas y de todas las obras imaginables?
Palabras, palabras , siempre palabras. En mi concepto, los programas ministeriales no han de ser exposiciones de doctrinas, ni manifestación de deseos reformistas, ni enumeración de las necesidades públicas y de los elementos que requiere el progreso nacional. Son y deben ser otra cosa: plan sintético y ordenado de la obra que se propone realizar y que considera realizable el gobierno en un tiempo prudencialmente determinado y de los principios y reglas a que obedecerá. Lo demás no tiene objeto
No estimo propio de un gobierno serio hacer promesa de mejoramiento para atraerse simpatías, conquistar voluntades y obtener adhesiones, con conocimiento de que no han de cumplirse. Los gobiernos verbosos deslumbran , pero no realizan

V Sesión 36 de 23 de agosto de 1883 Se discutía sobre un artículo de un proyecto de ley sobre matrimonio civil , a propósito de él decía:
Es éste, se dice, un acto religioso y de la vida privada, constituido por la Iglesia y sujeto a su potestad; el poder político invade los dominios de la religión y de la conciencia legislados en él. Algunos de mis honorables colegas manifestaron ya lo infundado y erróneo de semejante manera de ver, estableciendo que es facultad indisputable del Cuerpo Legislativo la de dictar las reglas que estime convenientes para el matrimonio.
El estado no casa; no crea ni legitima un acto que ha existido siempre, que existe y que existirá.
Cualquiera comprende que la unión del hombre con la mujer con el objeto de vivir juntos, de procrear hijos y de auxiliarse mutuamente tiene su origen en la naturaleza humana y no en la ley, ni en los dogmas y doctrinas de las religiones.
Lo que hace el legislador, tomando por base el hecho natural existente, es reglamentarlo y rodearlo de solemnidades que impidan que sea fuente de perturbaciones y desordenes en lugar de servir altísimos intereses sociales.
De la misma manera de considerar la Iglesia Católica, por ejemplo, como sacramento el matrimonio y de reglamentarlo en ese carácter, no inhabilita al estado y a la sociedad para reglamentarlo, también, no ya en su calidad de sacramento, sino de acto natural y de capitales consecuencias civiles y morales
La pretensión que contesto, sobre que no entra en las atribuciones del legislador el matrimonio, es tan inaceptable como la que negaba facultad al Estado para legislar sobre sus cementerios, porque ellos habían sido bendecidos por la Iglesia.
El que una religión cualquiera haga entrar en su órbita de jurisdicción un acto humano que produce consecuencias civiles, no quita a la sociedad el derecho de legislar sobre él para efectos meramente temporales.
Contemplar de otra manera las cosas, es hacer depender los límites de la soberanía de la voluntad de las autoridades religiosas; sería el sometimiento liso y llano del estado a la Iglesia.

Santiago, otoño 2005

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