Los cambios que impactan la industria lechera
Arnaldo Guerra Martínez
Es el acontecimiento del sector lechero en décadas. Basta un sólo dato: la nueva planta de Nestlé en Osorno generará en un año sobre 30 mil toneladas de leche en polvo... la misma producción que actualmente tiene Chile y que le tomó una década conseguir. Por ello las nuevas instalaciones están revolucionando el sector lácteo. Más allá de la inversión de 140 millones de dólares que implicó -la mayor que se ha hecho en los últimos 60 años- o la tecnología de punta que usa, por lo que representa para un rubro que viene luchando desde hace tiempo por adquirir un papel mayor en los mercados internacionales, y como una apuesta por el desarrollo exportador lácteo de Chile.
"Por muchos años hemos venido haciendo fuertes inversiones a nivel predial para mejorar la calidad de la leche, la producción, la parte sanitaria de nuestros animales y veíamos que la industria estaba un poco más atrasada, con una capacidad instalada muy antigua y con baja tecnología; por lo tanto, nos dedicábamos a hacer productos básicos. Hoy Nestlé, y otras como Colún y Watts han hecho inversiones para ponerse a tono", señala Eduardo Schwerter, presidente de Fedeleche.
Así, a lo iniciado por Soprole con su modelo de producción estacional, ahora, surge un poder comprador que, en no más de dos años -con una capacidad de procesamiento de 900 mil litros diarios y con capacidad de producir tarros de leche en polvo con marca-, será la responsable del 76% de los envíos de leche.
"El Chile Potencia Alimentaria de alguna manera se está llevando al hecho. Adoptamos el lema Chile País Lechero y lo estamos llevando a la práctica. Y no se está haciendo más de lo mismo, sino que algo diferente, con la política de agregarle valor al producto", señala Claudio Sarah, gerente de Planificación Estratégica de Nestlé.
Dos estilos
El nuevo momento lechero implica que las dos transnacionales que operan en el país optan por modelos diametralmente opuestos en cuanto a exportaciones.
Nestlé va por el concepto de nicho o mercado de marca, con productos con valor agregado, como las leches Nido en sus diversos formatos, conocidos como leche de crecimiento, productos con aditivos funcionales enfocados en el área de la nutrición, que van a Centroamérica, Estados Unidos, Medio Oriente y Asia. Y también con leche condensada. Si a futuro crece la demanda de Asia como se espera, eso abriría la puerta a futuras nuevas inversiones.
Mientras, la neozelandesa Fonterra, a través de Soprole en Chile, mantiene su línea también por leche en polvo, pero commodity, que requiere leche generada bajo un sistema especial de bajo costo en ciertas zonas de la X Región. Se trata de una producción estacional, prácticamente de primavera y verano. Eso significa que la actividad del ganadero se concentra en las épocas de alta producción y deja de producir el resto del año, al estilo neozelandés.
¿Qué gana el productor?
Una de las ventajas que se prevén a nivel de los productores con esta nueva alternativa productiva y el aumento de la capacidad procesadora es que el producto de nicho que se elabora está más amortiguado frente a la volatilidad de precios en el mercado. Puede que en un momento la leche se dispare a 5 mil dólares, pero como ésta tiene un mercado ya establecido, no agarra esos 5 mil, pero tampoco baja a 1.800 si ocurre una caída.
"Este tipo de producto con mercado garantizado le da cierta estabilidad al productor, porque tiene la venta asegurada de su leche y porque, generalmente, los productos con valor agregado no siguen las euforias para arriba o para abajo de los mercados de los commodities", señala Sarah.
Asimismo, contar con mayor tecnología en el procesamiento también se transforma en un aporte para los productores.
"Lo importante en esta planta es que no produce commodity. Eso va a significar a la corta o a la larga mejorar el precio a productor, y por lo tanto, se abren mejores expectativas", sostiene Juan Pablo Aruta, productor de Nestlé y ex presidente de Fedeleche.
De todas formas esto último no está tan claro, especialmente por las características del mercado interno y el impacto de lo que ocurre a nivel internacional.
"Lo más importante es que la leche ha tenido una estabilidad de precios en el último tiempo. Se ha mantenido incluso en invierno y verano y en la medida en que hay una mayor demanda seguramente habrá una mayor estabilidad, pero son muchos los factores que influyen y que no manejamos nosotros necesariamente", dice Fernando del Solar, presidente ejecutivo de la transnacional suiza en Chile.
En la empresa advierten que la leche tiene que ser competitiva y que hay tener en cuenta que no todo lo que va en el tarro es leche.
"Sólo el 60% es leche, el 40% restante está compuesto por otras fórmulas. Además, no se puede generar un mercado comprador para leche de exportación y otro para mercado interno. Todas las empresas compran la misma leche. Ésta va en un pool que termina tanto en el mercado local como en el externo. Y el mercado local sigue siendo importante y no nos podemos quedar fuera", señala Sarah.
Leche competitiva
La pregunta en general es de dónde saldrá la leche para satisfacer la demanda de la nueva planta. Nunca le va a hacer mal a la industria láctea que falte leche; al contrario, los precios siempre se ajustan por la escasez relativa y si ésta se produce, va a haber gente muy contenta.
Si bien buena parte de la producción de la materia prima nacional ya está contratada por la industria, todavía hay mucha leche sin dueño, como por ejemplo, está el caso de las dificultades de Mulpulmo y su posible venta o quiebra.
Chile se está convirtiendo en un abastecedor premium del mercado internacional y ya muchos mercados están pidiendo el producto chileno.
Para aumentar esa buena imagen, junto con la eficiencia productiva toma mayor importancia el tema de la sustentabilidad y el respeto por el medio ambiente. Pero no son los únicos temas. La calidad se ha vuelto un tema prioritario para toda la industria láctea nacional. Y la nueva planta, especialmente por el tipo de producto al que se enfoca, tiene requerimientos sumamente específicos y que no cualquiera puede ser proveedor.
"En los últimos cuatro años hemos venido construyendo una relación con los productores para que mejoren la calidad de la leche y aumenten la producción, dos puntos claves Además, se han incorporado nuevos productores y han aumentado su inversión. Eso implica que tenemos la leche suficiente para abastecer la fábrica. Este año vamos a llegar al 80 por ciento de la capacidad instalada y el año que viene al 100%, a mitad de año", señala Del Solar.
Tecnología de punta
La diferencia tecnológica de la nueva planta es de 60 años respecto de las plantas símiles de Chile, con acento en sustentabilidad y respeto por el medio ambiente. El nuevo estándar de construcción usa energía renovable para la generación de vapor, con una caldera alimentada con la biomasa disponible a 70 km a la redonda, aportada por productores certificados que entregan chips de bosque de pinos y eucaliptos. Del total de bosque artificial en esa área se ocuparía el 1%, lo que hace sustentable el suministro energético.
La tecnología de la caldera permite reducir casi en 10 mil toneladas de CO2 emitidos al ambiente. Para tener una referencia, según informa Yerik Vuscovic, jefe de planta, la caldera se podría instalar en Santiago y podría trabajar en preemergencia e incluso emergencia, por el bajo nivel de emisiones que tiene.
En uso del agua también presenta novedades. Una planta tradicional de la empresa consume 10 a 12 metros cúbicos de agua por tonelada de producto, la planta nueva ocupa 5 m3. Pero de esa cantidad, el 90% se reutilizará internamente, recirculando el agua para obtener energía de la que viene con temperatura, y también destinándola para el lavado exterior de camiones, regadío. El resto de las plantas de alimentos consume cerca de 17 m3 por ton de producto.
"Es la planta más moderna en sostenibilidad, y algunas de las grandes novedades son la reducción de CO2 que emite respecto de otras, el 70 a 80% de uso de energías limpias y la reutilización que hace de las aguas, en la que el 90% se va a reciclar y sólo el 10% irá al río, pero esa agua será más limpia que la que trae el río", destaca Fernando del Solar.
Fuente: emol
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
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Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
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