Líderes de la Alianza hablan por primera vez de la nueva mayoría alcanzada en el Senado
Fernando Vial Reynal
¿Qué implica para la Alianza el haber alcanzado una relativa mayoría en el Senado?
Hernán Larraín: "La pérdida de mayoría de la Concertación es la primera señal del deterioro, la crisis interna que ha tenido y de lo que está ocurriendo en el país.
La Alianza ha logrado perfilarse de una manera muy contundente, porque ha demostrado flexibilidad, apertura, sentido de la realidad, ha transmitido gobernabilidad al abrirse a trabajar con grupos que no pertenecen a la Alianza.
Si las elecciones presidenciales fueran estos días, la Alianza ganaría. Así lo indican todas las encuestas, pero no nos basta con ganar, lo que queremos es hacer un gobierno que dure dos o tres períodos, de manera de poder hacer la transformación, la modernización que Chile necesita".
Andrés Allamand: "Lo primero era ser capaz de construir el acuerdo parlamentario, para dejar en evidencia que la Concertación había perdido esta mayoría.
Ahora, efectivamente los desafíos son importantes. Este comité independiente es en sí mismo muy diverso; contiene expresiones muy distintas. El desafío va a ser, en primer lugar, realizar una buena gestión en materia legislativa, cosa que no tengo ninguna duda que se va a producir, y después ir explorando cómo se construyen estas nuevas alianzas y entendimientos que se requieren para lograr una gestión de gobierno".
-Ustedes siempre han sido bastante unidos en el Congreso, pero las disputas se dan en el ámbito electoral. ¿Será posible ahora proyectar esa alianza en todos los ámbitos?
Larraín: "Hemos dado señales muy potentes en el Congreso, en ambas cámaras, también a nivel municipal y, particularmente, dentro de las directivas. Quizás la señal más profunda ha sido la del pacto municipal, donde ya tenemos designados candidatos a alcaldes en conjunto en aproximadamente dos tercios de las comunas de Chile, y eso no había ocurrido nunca. Si bien no hemos resuelto todavía cómo vamos a enfrentar las elecciones presidenciales, en algún punto vamos a tener un candidato y programa presidencial únicos y estamos seguros de que en ese minuto vamos a ser gobierno".
Allamand: "La unidad se construye en aproximaciones sucesivas. El que los incidentes que antes eran pan de todos los días, los elementos que generaron división, se hayan reducido a niveles nunca antes vistos, confirma que hay una muy buena base unitaria. En segundo lugar, la elección municipal, tanto por la anticipación de la negociación o por la dinámica de la misma va a ser un paso muy importante en ir cristalizando esta unidad.
Nosotros tenemos que desplazar -para no usar la palabra desalojar- a un conjunto de alcaldes de la Concertación que se encuentran atornillados en sus cargos desde hace dos o tres períodos. Y ése es un esfuerzo que lo vamos a hacer absolutamente en conjunto, remando todos para el mismo lado. Y, posteriormente, en el plano parlamentario y presidencial, yo no avizoro complejidades mayores. Renovación Nacional hoy tiene un candidato, la UDI ha resuelto nombrarlo después de las elecciones municipales de octubre, ambos respetamos esa decisión y los tiempos internos de cada partido, y no tenemos dudas de que vamos a encontrar un mecanismo conjunto".
-Ustedes van a liderar la Cámara Alta justo el último año de gobierno de Michelle Bachelet, y en año electoral... ¿Qué pierde el Gobierno con esto?
Allamand: "Pierde la hegemonía que durante estos 18 años tuvo en ambas cámaras. En el intertanto va a tener que lidiar ojalá con dos mesas con una agenda marcada precisamente por sacar adelante los temas de probidad y sobre todo impulsar un conjunto de iniciativas tendientes a frenar la intervención electoral, que fue durante los últimos comicios absolutamente desvergonzada. Creo que a su turno también la Concertación tiene un desafío por delante, el asumir que no están llamados ni ungidos para gobernar para siempre".
Larraín: "No cabe la menor duda que el perder por errores propios, porque esto que ha ocurrido se debe única y exclusivamente a su mala gestión, su propio deterioro, perder en un momento electoral, perder las instituciones políticas por excelencia, creo que constituye una señal extremadamente poderosa. Es muy distinto enfrentar las elecciones presidenciales cuando está el Gobierno en una línea, tiene a la mesa del Senado y al presidente del Congreso en la misma.
Para nosotros, obviamente es una situación que hace más dificil la medida. Es la pelea de David contra Goliat. Pero al haber perdido ellos esas dos posiciones, ya se constituye una señal de que Goliat está siendo derribado y que por lo tanto no enfrentan con el aura del éxito, con el aura del triunfo, con el aura del poder, esas elecciones. Aun así, va a ser muy difícil ganarles porque se van a tirar a fondo, porque van a intervenir con todo lo que puedan, con recursos fiscales. Porque para ellos perder el gobierno es perderlo todo, es perder sobre todo la pega. Muchos de ellos van a tener problemas para ganar lo que hoy día ganan y para mantener la posición de poder que hoy día tienen".
-Gana la Alianza, pero y ¿qué pasa con los independientes, qué ganan ellos realmente?
Allamand: "Ellos son una expresión legítima y que hoy día representan a un porcentaje muy significativo de la ciudadanía. En primer lugar, lograron de alguna manera esquivar lo que era el propósito de los partidos de la Concertación y del actual gabinete, que era aplicarle una suerte de apartheid político. La Concertación en estas dos negociaciones se la ha jugado por transformar a los independientes y a los que ellos mismos expulsan en una suerte de parias políticos. Lograron sortear esta agresión a su propia identidad política. Y hacia delante tienen desafíos, porque deben ser capaces de mostrarse como un grupo que es apto de armonizar sus puntos de vista y simultáneamente ir alcanzando entendimiento con los partidos de la Alianza que son aquellos con los cuales van a tener que gobernar, ojalá, ambas cámaras".
Larraín: "El paso que ellos han dado es muy importante, amén de lo que ha dicho Andrés, para transmitirle al país que salirse de la Concertacion tiene destino. Tiene un destino muy positivo y muy favorable para el cumplimiento de los ideales. Porque si hoy día la Concertación se deshace sola, es porque llegó a un ciclo terminal, a una etapa final de su proceso político, que ha sido muy importante para el país. Pero eso no da para más".
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