Una delegación del gobierno de Puerto Rico acudirá a Washington D.C. para pedir que se añada una herramienta adicional de medición
Una delegación del gobierno de Puerto Rico acudirá a Washington D.C. en septiembre próximo, para combatir el uso de las Pruebas Puertorriqueñas como única herramienta para medir el aprovechamiento del estudiantado en el sistema público de enseñanza en Puerto Rico.
El secretario de Educación, Edward Moreno, explicó hoy que la expectativa es añadir una herramienta de medición del aprovechamiento académico de los estudiantes, que se aplicaría al inicio y al final del semestre.
Moreno manifestó que la aspiración es mantener las Pruebas Puertorriqueñas de Aprovechamiento Académico (PPAA) y agregar un segundo mecanismo de medición, centradas en identificar principalmente la ganancia o aumento gradual de conocimiento.
"Nuestra idea es utilizar ambos métodos, las existentes (PPAA) y unas pruebas sobre ganancia académica, para medir el conocimiento del niño al inicio del semestre y de nuevo al final, pero la idea es mantener ambos métodos", sostuvo el funcionario.
Esta iniciativa fue revelada por gobernador Luis Fortuño, al plantear en Río Grande este lunes que mientras el Departamento de Educación estuvo bajo sindicatura federal fue imposible cabildear para reclamar ese tipo de cambio.
"Ahora que estamos fuera de sindicatura federal estamos preparándonos para ir en septiembre a Washington a solicitar, por ejemplo, no solo evaluaciones de las Pruebas Puertorriqueñas, sino de que no puede ser a base de un solo examen como este medir el aprovechamiento de nuestros estudiantes", sostuvo Fortuño.
El primer ejecutivo anticipó que favorecerán la aplicación de uno de los modelos de evaluación más aceptados en los Estados Unidos, que mide el crecimiento académico e intelectual de los estudiantes a través de los años. Ese sistema de medición se denomina en ciertas áreas método metas (Goal Method) o de ganancias, según comentó.
Fortuño destacó que "ya son12 estados a los que le han concedido" cambios en la forma de evaluación del aprovechamiento académico en sus escuelas mediante pruebas estandarizadas y se mostró esperanzado de que a Puerto Rico también se le permitan esos ajustes.
El Departamento de Educación fue puesto en sindicatura por parte del gobierno de los Estados Unidos a raíz del problema de malversación de fondos federales para la enseñanza en las escuelas públicas desde que la agencia fue dirigida por Víctor Fajardo, quien cumple cárcel por un esquema de fraude en el que se desviaron millones de dólares de esos fondos para beneficiar a la niñez puertorriqueña.
Las Pruebas Puertorriqueñas de Aprovechamiento Académico (PPAA) han sido repudiadas por años debido a que, entre otras observaciones, alegadamente fallan en el contenido por materias porque no necesariamente coinciden con el currículo ofrecido en ciertos grados. Otras críticas adversas aluden a conceptos o ideas que inducen a dudas por no coincidir con la cultura puertorriqueña. Sin embargo, han sido reevaluadas periódicamente y mejoradas.
Las pruebas son exigidas por el Departamento de Educación de los Estados Unidos como condición para asignar fondos federales para distintos programas en el sistema público de enseñanza.
La tasa de participación en las PPAA, además, es un factor importante considerado al evaluar las escuelas y determinar si urge colocarlas en plan de mejoramiento. En 2010, por ejemplo, más del 85% de las escuelas públicas fracasaron en alcanzar sus metas de progreso para el año académico previo, por lo que 1,277 de 1,500 se ubicaron en plan de mejoramiento.
Después de la reinauguración de la escuela José R. Barreras, en Morovis, Moreno explicó que la delegación que viajará a Washington D.C. la encabezará la doctora Griselle Muñoz, subsecretaria para asuntos académicos en el DE.
El citado plantel moroveño, remodelado gracias a una inversión de $5.4 millones, es el segundo reinaugurado formalmente por el Gobernador junto a Moreno y legisladores de mayoría esta semana.
El lunes Fortuño exhortó a la comunidad riograndeña a cuidar y conservar la remodelada escuela Pedro Falú Orellano, durante el acto de su reinauguración tras una remodelación de siete edificios existentes en los que estarán cerca de 800 estudiantes.
El citado plantel riograndeño se remodeló a un costo de $8.6 millones y tiene ahora sistema de internet inalámbrico, siete salones Da Vinci, especializados en ciencia y tecnología, sistema de recogido de agua de lluvia, un salón de música y baile, módulos de terapia ocupacional y del habla, así como una cancha bajo techo con un peculiar sistema de bocinas que difunde un chillido para espantar aves.
"Las consideraciones que se hicieron en la iluminación, ventilación, el mobiliario, los colores, la iluminación, la ventilación, las facilidades deportivas, los espacios comunes, todo contribuye a la creación de un ambiente que fomente el aprovechamiento académico y el trabajo en equipo y como elemento unificador por eso también intercalamos la educación de valores con el programa de Tus Valores Cuentan", dijo Fortuño durante la reinauguración del plantel, como parte del programa Escuelas para el Siglo XXI.