Acceder a aplicaciones y potenciar el procesamiento no son las únicas formas en las que pequeños negocios pueden aprovechar la computación en la nube. Almacenar información en la nube es una manera de reducir costos y responder a las crecientes demandas de los consumidores.

Pero antes de que las pequeñas empresas den el salto a la nube para almacenamiento de datos, vale la pena investigar un poco acerca de los prestadores de servicios. Después de todo, para muchas pequeñas empresas, la pérdida permanente de datos podría significar el fin a su actividad. Según un informe elaborado por el Ministerio británico de Comercio e Industria y PricewaterhouseCoopers, el 70% de las empresas pequeñas que tienen una pérdida de datos importantes se quedan sin trabajo en un año.

En esencia, lo que significan las aplicaciones cloud computing, es que la potencia de procesamiento y almacenamiento de datos se accede a través de Internet. Con él, el dueño del negocio no tiene que gastar dinero en servidores, sistemas de almacenamiento y aplicaciones.

La computación en nube es muy popular entre las grandes empresas, pero los propietarios de pequeñas empresas se muestran cautelosos sobre la entrega de sus datos y aplicaciones a un proveedor de este tipo, en parte debido a preocupaciones de seguridad. Desde el cloud computing es mucho más barato que tener hardware y software en el negocio, muchos analistas predicen que cloud computing será un pilar en el futuro, y algo que propietarios de pequeñas empresas tendrán que adoptar para mantener su competitividad.

Los expertos del sector dicen que las preocupaciones que puedan tener las organizaciones son injustificadas, especialmente si la pequeña empresa va con un proveedor de servicios de buena reputación como Amazon (AMZN) o Rackspace