En sus declaraciones, el mandatario recalcó lo paradójico de su baja aprobación ciudadana frente a las buenas cifras económicas del país.
En el marco de la reciente Cumbre Iberoamericana, realizada en Asunción, el Presidente de la República, Sebastián Piñera, concedió una entrevista al diario argentino Clarín. En ella, se refirió a los resultados de la encuesta Latinobarómetro, que lo muestra como el mandatario latinoamericano con menor respaldo ciudadano, algo que a su juicio se explica porque los ciudadanos "están exigiendo a los políticos una nueva conducta", algo de lo que tampoco se libra la oposición, aclara.
Reconociendo la baja en su popularidad, el presidente califica el hecho como una paradoja, puesto que "en estos primeros veinte meses de gobierno hemos logrado multiplicar por cuatro nuestra capacidad de crecimiento, por cuatro la creación de empleo. Simultáneamente estamos enfrentando con decisión y voluntad el tema de la pobreza. Estamos haciendo las grandes reformas pendientes en materia de salud y educación, y sin embargo, estamos enfrentando, como ocurre en el mundo entero, una ciudadanía que es mucho más exigente, que está mucho más empoderada, más consciente de sus derechos, –y me gustaría también que sea consciente de sus deberes–, que es mucho más impaciente, quiere soluciones inmediatas".
A renglón seguido, el mandatario chileno hace hincapié en que este fenómeno afecta a toda la clase política al indicar que "para leer bien lo que pasa con la opinión pública chilena, hay que tener claro que nuestro gobierno, si bien ha perdido apoyo, la oposición lo ha perdido con mucha más fuerza… Es una rebelión de los ciudadanos que están exigiendo a los políticos una nueva conducta".
Piñera insistió en su meta de superar la pobreza para el final de la década, objetivo que espera lograr "atacando básicamente la mala calidad de la educación de los sectores más vulnerables, las pocas oportunidades de buenos empleos de los sectores más vulnerables y la debilidad de la familia de los más vulnerables".
Consultado respecto a sus declaraciones, en cuanto a la necesidad de una renovación en los organismo internacionales, Piñera puntualizó el hecho de que esta institucionalidad es "fruto de la posguerra", y por tanto "no estarían preparadas" para enfrentar los desafíos del presente. "Tenemos que fortalecer la gobernanza mundial para enfrentar este tipo de desafíos, y eso significa que los países van a tener que darle más atribuciones a organismos que los propios países acuerden, para que puedan ser más eficaces en la protección del medioambiente, coordinar mejor a los países frente a las crisis financieras, combatir con mayor eficacia al terrorismo y el narcotráfico. Todo eso no existía en el año 45 y, por tanto, las instituciones de hoy día son instituciones viejas que no responden ni son eficaces para enfrentar los problemas nuevos que son los que afectan a la humanidad".
Finalmente, se consultó al político y empresario sobre el estado de su fortuna personal, específicamente sobre si saldría del puesto con mayor o menor patrimonio que cuando llegó: "No le puedo contestar esa pregunta, porque yo, antes de asumir la presidencia, entregué mis bienes a un fideicomiso ciego, y por tanto estoy desligado de la administración de los bienes. Estoy ejerciendo en cuerpo y alma mi labor de presidente. No tengo tiempo para ninguna preocupación de interés privado. A partir del 12 de marzo del 2014, cuando deje el gobierno, ahí le puedo responder esa pregunta".