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viernes, enero 20, 2006

Los escenarios políticos que vienen

Por senador Sergio Romero P., Presidente del Senado

Titular del Senado, Sergio Romero y la Presidenta electa Michelle Bachelet coincidieron en la necesidad de una mayor coordinación entre el Ejecutivo y el Legislativo.

Coincidentemente con la llegada al palacio de La Moneda de la nueva Presidenta de la República Michelle Bachelet, los chilenos serán testigos de la apertura de un nuevo escenario político, marcado por la entrada en vigencia de las recientemente aprobadas Leyes Orgánicas Constitucionales, tanto del Congreso Nacional como del Tribunal Constitucional.Uno de los hechos fundamentales que distinguirán el próximo periodo serán los efectos que tendrá el nuevo rol fiscalizador de la Cámara de Diputados que, según las nuevas normativas constitucionales garantiza a todos los sectores la creación de comisiones investigadoras e interpelaciones a los ministros de Estado.

Hasta ahora las reformas constitucionales que deben ser adaptadas, tanto en las leyes Orgánicas del Congreso Nacional como del Tribunal Constitucional, han sido postergadas injustificadamente por la falta de calificación de urgencia por parte del Poder Ejecutivo, cuestión que ha impedido hasta ahora la vigencia de estas normativas. Particularmente en el caso del Tribunal Constitucional la normativa establecía arbitrariamente la fecha del 27 de febrero como de dictación de esta ley orgánica, cuestión que no sucederá dada la voluntad del Ejecutivo respecto a las urgencias. Siendo así, la aplicación de la nueva normativa,  con suerte será vista en marzo.

Pronto, sin embargo, la Cámara de Diputados, ente fiscalizador y político por excelencia, adquirirá un lugar de importancia que hasta ahora la normativa le había negado y que determinará de manera importante la relación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo.

Las nuevas facultades fiscalizadoras de la Cámara Baja le otorgan la posibilidad de que, sin la anuencia de los investigados, los fiscalizadores  puedan conocer y analizar las denuncias, que ahora sí van a tener una connotación pública importante. Además la figura de la interpelación ministerial permite requerir la comparecencia de los secretarios de Estado cuando esta es necesaria para el curso de una investigación.

Así, frente a este nuevo panorama y en vista de que este coincidirá con un periodo presidencial de sólo cuatro años, se torna imprescindible el establecimiento de una adecuada relación de cooperación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo.

Hace pocos días tuve la posibilidad de discutir los alcances del nuevo panorama político que conlleva la ampliación de facultades fiscalizadoras del Congreso con la Presidenta Electa, Michelle Bachelet, ocasión en la que ella señaló su mejor disposición a trabajar activa y estrechamente con el Parlamento.

En mi calidad de Presidente del Senado aspiro a que el próximo periodo presidencial tenga como sello el respeto irrestricto a la separación de los Poderes del Estado y que los lamentables intentos por convertir al Congreso Nacional en un escenario de juegos electorales sean cuestión de pasado y sólo un recuerdo de malas prácticas

Desde el Senado de la república, don Sergio Romero.

Saludos Rodrigo González Fernández, consultajuridica.blogspot.com

 

1 comentario:

  1. El verdadero poder de las interpelaciones siempre implica un poder de presion sobre los ministros. Este poder de presion puede llevar, eventualmente al reemplazo de algun ministro (cambio de gabinete) por los escandalos revelados por estas interpelaciones. Una interpelacion que no tiene ese poder no tiene un objetivo claro, en realidad, porque interpelar por solo interpelar no tiene un objetivo practico. Las interpelaciones son asi formas de presion, diplomatica o no, directa o indirecta, sobre los ministros. Hay que asumir eso de entrada. Es bueno que la camara baja tenga un poder real de fiscalizacion, sin embargo hay que estar atento a que con el tiempo eso de lugar a una practica de tipo parlamentarista de facto, es decir que se llegue a practicas parlamentaristas sin que esten contempladas en la constitucion. Creo que en el sistema politico chileno hay una tendencia natural de derivar lentamentey por medios indirectos a practicas parlamentaristas. Por otro lado esta la tendencia a frenar siempre el poder del parlamento por miedo a ese parlamentarismo, y eso nos ha llevado al hiperpresidencialismo de hoy.

    En mi opinion, hay que evitar esa tendencia del chileno de de disfrazar todo con ropajes que dismulan la esencia real de los problemas que ocurren y de buscar soluciones a medio de camino de. La practica de la interpelaciones es un practica de tipo parlamentarista, su espiritu es un embrion de juicio politico. Esto puede llevar con el tiempo a ciertas situaciones que no estuvieron previstas cuando se creo el mecanismo. Por ejemplo, ¿ue hay cuando un ministro es tan interpelado e investigado y se ventilan tantos escandalos sobre el que se produce una reaccion en la opinion publica que pida su salida? ¿En que situacion queda el presidente? Puede que el escandalo sea real o tambien puede que haya sido inflado por el parlamento, en ambos casos el presidente se vera enfrentado a la disyuntiva de cambiar el ministro o mantenerlo. Probablemente puede dar lugar que el presidente lo cambie aduciendo otro tipo de motivos: motivos personales, lo destina a "otras" actividades mas provechosas para el gobierno, se retira por razones de salud, de edad, porque quiere dedicarse a otra cosa, etc. Seria una practica que en los hechos se inclinaria hacia un parlamentarismo no contemplado por la constitucion, por medios indirectos y poco transparentes.

    Creo que quienes buscan un mayor poder del parlamento buscan llegar a ese parlamentarismo pero no se atreven a decirlo, y eso esta mal, porque de esa forma se llega a soluciones un tanto parche y a medio camino de todo, soluciones sui generis. Las cosas es mejor hablarlas con honestidad, sobre todo cuando se trata de politica, el parlamentarismo de facto nunca ha sido bueno, desprestigia a los politicos, desprestigia al parlamento y a la larga siempre la reaccion es, con el tiempo, quitarle ese poder fiscalizador al parlamento y volver al hiperpresidencialismo otra vez.

    Hay que estar atento a como va derivando este mecanismo de interpelacion e investigacion. Si se llega situaciones de impasse entre parlmanento y ejecutivo seria mejor pensar en un parlamentarismo de verdad, bien regulado, asumido con honestidad, porque el parlamentarismo de facto no da gobernabilidad a los paises y desprestigia tanto a los politicos como a los parlamentarios.

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