EN MI COLEGIO EL vERBO DIVINO HABIAN SACERDOTES QUE APARTE DEL ALEMAN SABIAN LATIN Y NOSOTROS FUIMOS A MISA EN LATIN El Papa permite misa en latín | |||
El pontífice dijo que lo que era sagrado para generaciones anteriores permanece sagrado hoy, y que no podía ser simplemente prohibido. La misa en latín se abandonó hace mucho, en los 60s, después de las reformas del Concilio Vaticano II. Grupos judíos expresaron su inquietud acerca de una plegaria en el viejo ritual que pide a Dios por la conversión de los judíos al cristianismo. Una versión de la plegaria celebrada en Semana Santa dice así: "Recemos también por los judíos, que Dios nuestro señor quite el velo de sus corazones, y que ellos reconozcan también a nuestro señor Jesucristo". Sanar divisiones El Papa acompañó el documento con una carta suya en la que afirma que no está en riesgo la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II.
"El uso del Misal antiguo presupone un cierto nivel de formación litúrgica y un acceso a la lengua latina; tanto uno como otro no se encuentran tan a menudo", advirtió el Papa al descartar temores de división entre los feligreses. El pontífice expresó que había la necesidad de un reglamento más claro para llegar a una "reconciliación interna en el seno de la Iglesia" haciendo referencia al movimiento cismático que rechazó aceptar la prohibición a la misa en latín. "Todos sabemos que, en el movimiento guiado por el Arzobispo Levebre, la fidelidad al Misal antiguo llegó a ser un signo distintivo externo; pero las razones de la ruptura que de aquí nacía se encontraban más en profundidad", dijo. Con estas palabras, según observadores, el Papa extendió la mano al movimiento cismático del fallecido obispo francés, defensor acérrimo de la liturgia tridentina y detractor del Concilio Vaticano II. "Deformaciones"
Con el Concilio Vaticano II (1963-1965), la Iglesia Católica introdujo la misa en diferentes idiomas. La liturgia en latín entró en desuso. En 1982, el Papa Juan Pablo II decretó que la misa en latín se podía celebrar sólo cuando se recogieran firmas y se pidiera permiso al obispo de la diócesis correspondiente, aunque éste lo podía negar. Benedicto XVI dice en su carta que muchos fieles desean volver a celebrar la misa en latín debido a que se llegó en muchos lugares a "deformaciones de la liturgia al límite de lo soportable". |
Rodrigo González Fernández
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