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miércoles, julio 11, 2007

Países desarrollados no acaban con la violencia de género

Países desarrollados no acaban con la violencia de género
Redacción | Publicado el 2007-07-10 17:14:39

En Europa, una de 5 mujeres es víctima de ella
Por Paloma Lafuente*
España.- La lucha contra la violencia hacia las mujeres continúa jugando un papel primordial en nuestras sociedades, sean éstas más o menos desarrolladas. Hace tiempo que se viene demostrando en distintos estudios cómo el nivel de desarrollo de un país, así como la situación socio-económica y profesional de las mujeres, no está directamente relacionado con la ausencia o no de agresión.

Resulta sorprendente comprobar cómo los países del norte de Europa, socialmente más desarrollados, están a la cabeza en la lista europea frente a sus vecinos del sur lo que viene a demostrar como en materia de género, el mundo desarrollado no consigue encontrar la fórmula mágica de la igualdad.

Europa lleva más ventaja en la aplicación de las leyes contra la violencia de las mujeres que otros países del sur del mundo, sin embargo, las cifras de mujeres víctimas de la violencia machista continua creciendo a pasos agigantados en nuestro "desarrollado" continente europeo.

Por ejemplo, en países como España, tras la aprobación en 2004 de la Ley de Protección Integral contra la Violencia de Género, el número de víctimas con respecto a los años anteriores fue en aumento. No ayudan mucho más algunos estudios que afirman que son los países más desarrollados del norte de Europa (caso de Finlandia, Suecia y Alemania) en los que se concentra el mayor porcentaje de víctimas a consecuencia de la violencia de género.

Así lo demuestra una estimación de la Unión Europea elevando la cifra hasta 100 millones de mujeres. Según un estudio del Observatorio de Violencia del Lobby Europeo de Mujeres, una de cada cinco mujeres es víctima de violencia en Europa y en países tan desarrollados como Finlandia más del 20 por ciento de las mujeres han sufrido malos tratos.

Del otro lado nos encontramos importantes avances en materia de género en países latinoamericanos y que inicialmente no gozaron de tantas libertades individuales.

Recientemente Costa Rica promulgó la vanguardista Ley de Penalización de la Violencia contra las Mujeres. Tendrían que pasar más de siete años en la Asamblea Legislativa de este país para que finalmente fuera aprobada en Abril de 2007.Se incluye por primera vez la palabra "femicidio", novedoso término utilizado para definir la muerte de una mujer por su naturaleza de mujer.

Esta ley se pone a la altura de las europeas, ya que contempla sanciones y penas ante un posible abuso psicológico y emocional hacia una mujer en el seno de una relación de matrimonio, en unión de hecho declarada o no.

Sin embargo, en cuestión de violencia contra las mujeres no sirven las recetas de los países más desarrollados y con mayores índices de riqueza. Si bien se pensaba hace unos años que estaba directamente relacionada la agresión de una mujer con la baja escolarización, oportunidades o situación socio-política en la que se desenvolvía, se viene demostrando todo lo contrario ya que en contextos objetivamente menos duros, las mujeres son igualmente agredidas.

Colette de Troy, coordinadora del Observatorio de la Violencia del Lobby Europeo de mujeres, apuntaba en este sentido al manifestar que ninguna clase cultural o geográfica o de edad está a salvo de la brutalidad doméstica: "La violencia es uniforme y contra lo que se cree no está relacionada con la pobreza, el alcohol o las drogas".

Un caso ilustrativo de esta realidad es la reciente denuncia de una mujer de Valladolid sometida durante 16 años a maltrato psicológico por su pareja. El juez decretó el sobreseimiento ya que calificaba de "sorprendente que una persona con alto nivel de formación y capacidad soportara esos supuestos desprecios, humillaciones, en definitiva, malos tratos psicológicos, sin poner remedio a esa situación o, en todo caso, sin acudir a un profesional o sin pedir algún tipo de ayuda externa".

Pues bien, esto sucede y no en pocos casos en España y en toda Europa.

Queda claro que si bien se han producido mejoras legislativas que amparen los derechos de las mujeres en la mayoría de los países europeos, las medidas de protección siguen resultando poco adecuadas, así como la inversión estatal hacia este aumento de la violencia, siendo pocos los estados europeos que poseen planes de acción nacionales resultando inexistente una legislación a nivel europeo que ocupe tal vacío.

Un ejemplo de esta problemática es el Informe de Amnistía Internacional de junio de 2006 en el que se hace un análisis de la ley integral española (2004). Una de las cuestiones que se abordan es la de si se está proporcionando una asistencia integral, suficiente y de calidad a todas las víctimas, sin discriminación y con los recursos suficientes y de qué manera las víctimas deben acreditarse para la obtención de una orden de protección, principal novedad de esta ley. El informe plantea las dificultades que se encuentran las víctimas en el momento de interponer la denuncia y solicitar esa protección.

Si partimos de la base de que sólo una minoría de mujeres que sufren violencia de género la denuncian, y unido a que durante ese camino encuentran dificultades a la hora de solicitar esa protección, habría entonces que plantearse la efectividad de las nuevas leyes integrales contra la violencia de género.

Por último destacar las palabras del economista y Premio Nobel, Amartya Sen, incidiendo en la importancia de reconocer como es debido la participación y el liderazgo en el terreno político, económico y social de las mujeres como aspecto importante en el desarrollo. El desarrollo, entendido desde el punto de vista de las libertades alcanzadas que proponía Sen, debe contribuir a conformar sociedades más justas, igualitarias y por tanto libres de violencia.

Si bien los avances económicos y sociales de un país repercuten directamente en su crecimiento, de ser así, entonces ¿cómo se entiende que en las sociedades más adelantadas de Europa persistan los malos tratos y las agresiones hacia las mujeres? ¿El desarrollo trae consigo siempre la libertad? Algo falla en nuestro continente del bienestar.

* Periodista española
07/PL/GG

Saludos
Rodrigo González Fernández
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