El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) busca dedicar para el 2015 un 25 por ciento de su cartera a proyectos climáticos.

"Nuestra meta es lograr para el 2015 que un 25 por ciento de la cartera de préstamos se enfoque en la temática del cambio climático, tanto de mitigación como de adaptación", explicó David Wilk, director del departamento de cambio climático y sostenibilidad del BID.

De la cartera de proyectos del 2006 al 2011, que asciende a un total 53.000 o 57.000 millones de dólares, lo que suponen 9.000 a 10.000 millones de dólares al año, aproximadamente el 17 por ciento se invierte en acciones de sostenibilidad ambiental y desarrollo al cambio climático en la actualidad.

David Wilk participa hoy en la segunda jornada del Día de América Latina organizado por la Asociación Empresarial Alemana para América Latina (LAV), donde presentó la "Iniciativa de ciudades emergentes y sostenibles".

Con ella, el BID busca reducir la vulnerabilidad de las ciudades al cambio climático y promover un desarrollo tecnológico y sostenible en ciudades medianas de entre 250.000 y 2 millones de habitantes. "Tenemos toda una estrategia para apoyar ciudades intermedias en Latinoamérica y en el Caribe", explicó.

"Son ciudades con un alto crecimiento y que tienen oportunidades de prestar un servicio de calidad y de sostenibilidad", agregó. El BDI se enfoca en cubrir las necesidades de actores que estan buscando apoyo financiero y ayuda en la estructuracion de proyectos.

El programa del BID se encarga de identificar brechas, áreas donde se requieren mayores inversiones, como por ejemplo, en el ámbito del tratamiento de aguas residuales, que es "la fuente principal de contaminación de las ciudades". También cuentan con un programa para apoyar a los países a controlar la desforestación. "Es muy importante porque los bosques son la fuente principal de captura de CO2.

El 47 por ciento de las emisiones se derivan del cambio de uso del suelo y de destrucciones de bosques, así que es un área de tensión muy importante dentro del cambio climático", comenta Wilk.

El desarrollo de los países de Latinoamérica entra en conflicto en numerosas ocasiones con las poblaciones indígenas. En Panamá, las comunidades indígenas se encuentran en pie de guerra porque el gobierno quiere promover en espacios naturales proyectos de minas e industria hidroeléctrica.

Para evitar financiar proyectos que puedan dañar los espacios mediambientales o que puedan entrar en conflicto con los indígenas, el BID cuenta con salvaguardas ambientales que "garantizan que cualquier iniciativa que haya de inversión vele por los intereses y por la seguridad de poblaciones locales".

Según David Wilko, "el tema de las poblaciones indígenas es un tema crucial. El banco tiene mucho cuidado y aplica las salvaguarias socioambientales a raíz de la estrategia de cambio climático que se aprobó en 2005/2006".

Un 75 por ciento de la población de Latinoamérica vive en núcleos urbanos. Sin embargo, si se mira por países, en Colombia alrededor de un 32 por ciento de la población vive en ámbitos predominantemente rurales, de la que aproximadamente entre 9 y 11 millones serían campesinos, según los últimos datos dados a conocer por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud).

Desde el Pnud alertan de la falta de políticas públicas de desarrollo rural. En el BID son conscientes de esta problemática y cuentan con una agenda de desarrollo rural.

"Está muy ligada y muy articulada al tema de gestión de recursos naturales también", comenta Wilk. Los grandes segmentos de población rural carecen de servicios adecuados de educación y salud.

"El balance entre población urbana y rural es importante, aunque las grandes ciudades en Latinoamérica ya no ven un flujo de población tan importante del campo a la ciudad, como pasaba en los 70 y en los 80". Ahora son las ciudades pequeñas las que absorben la poblacion rural, "pueden ser también poblados de 10.000 habitantes que están creciendo con serias necesidades de estructuras en transporte, energía, agua y saneamiento", concluye
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El Día de América Latina de la LAV es un encuentro anual al que asisten más de 300 empresarios alemanes con negocios en Latinoamérica.