Crisis de pánico
Ahogo, palpitaciones, sensación de desmayo e intenso temor es lo que siente alguien que sufre una crisis de pánico. Aparece bruscamente y es paralizante, por lo que interfiere de forma importante con las actividades diarias de la persona.
Sentí que me iba a morir! Mi corazón comenzó a palpitar muy fuerte y me faltaba el aire. Es la peor sensación que he tenido en mi vida". Así percibió Nicole (27) su primera crisis de pánico. Igual que ella, hoy cada vez más gente presenta estos ataques. Sin embargo, no existen registros sobre cuánto ha aumentado esta enfermedad a lo largo de los años. Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizado en 2009, una de cada 20 personas sufrirá un trastorno de pánico en su vida. El doctor José Antonio Ivelic, psiquiatra de Red Salud UC, asegura que "el estilo de vida, el abuso de drogas o de alcohol, entre otros, son factores que podrían incrementar estos episodios de angustia".
Cada ataque surge de manera inesperada, sin posibilidad de predecirlo.
-Hay personas que están haciendo su rutina habitual, en circunstancias donde no existen razones que pudieran gatillar un cuadro de estrés, y de repente comienzan a sentir ahogo, palpitaciones, sudoración, temblores, náusea, mareos, sensación de desmayo e intenso miedo. Algunas veces esto sucede solo una vez en la vida. En otras ocasiones los ataques se vuelven recurrentes -varios dentro de un mismo mes-, se agrega el temor a nuevos episodios y se dan conductas que evitan situaciones o lugares donde se cree más probable experimentar nuevas crisis. Entonces se habla de trastorno de pánico.
¿Por qué aparecen? El doctor Ivelic explica que "ocurren porque hay una desregulación en el sistema nervioso central. Es decir, en una de las zonas del cerebro (locus ceruleus) se produce una descarga del neurotransmisor (noradrenalina) asociado a la respuesta del temor".
Una enfermedad que puede llegar a ser invalidante
"El ataque de pánico es la aparición brusca de un miedo intenso. Es tan fuerte que la persona lo asocia a la sensación de muerte o a que algo muy grave le va a pasar", describe el especialista. Esto fue lo que le sucedió a Nicole, quien comenzó a sentir que no tenía control sobre su cuerpo y que en cualquier momento dejaba de existir. "Empecé a tener mucho miedo y pensaba que me iba a morir. Además, comencé a respirar muy rápido y a desesperarme".
El temor que aparece durante una crisis de pánico es tan fuerte que muchas veces la persona decide dejar de trabajar. Como ella no sabe con exactitud cuándo la va a sufrir, tiene miedo de salir de su casa e incluso de subirse a un ascensor o ir al supermercado.
A Nicole le aterraba quedarse sola en su departamento y se negaba a manejar porque temía sufrir un ataque repentino. "Cada vez que tenía que salir sentía mucho miedo. No quería estar sin mi marido y pensaba que me podía pasar algo malo".
Las víctimas de esta enfermedad se vuelven dependientes de sus seres queridos. Como no son capaces de controlar estos episodios, ni menos de detectar cuándo aparecerán, creen que les pueden volver a suceder inesperadamente sin estar preparados.
Esta no es la única consecuencia adversa. El doctor Ivelic indica que "el 50 por ciento de los enfermos presenta algún cuadro depresivo posterior. Otros comienzan a abusar de sustancias como el alcohol o drogas para calmar la ansiedad. Todos experimentan un gran sufrimiento y muchas veces no son comprendidos".
Tiene tratamiento
El trastorno de pánico se trata con antidepresivos de efectos antipanicosos, fármacos ansiolíticos y terapia. Según el psiquiatra, la mayoría de los pacientes se recupera luego de esto.
-Hay quienes después de acudir a un especialista tienen pequeños episodios de angustia y los logran manejar. Es importante aclarar que el enfermo debe estar por lo menos un año sin ataques, dejar de temer a las crisis, no evitar lugares que relacione con éstas y volver a desarrollar una vida normal, para que la intervención se considere un éxito. Sin embargo, el doctor advierte que "hay algunos casos que necesitan un tiempo más prolongado de tratamiento y otros que lo requieren de forma permanente".
Cómo reconocer un ataque Los síntomas de las crisis de pánico son diversos. Entre ellos se encuentran: • Temor intenso • Sensación de ahogo • Palpitaciones y pulso acelerado • Temblores y escalofríos • Sudoración • Mareos y náusea • Sensación de desmayo o debilidad |
Qué hacer ante una crisis de pánico Si una persona presenta por primera vez uno de estos episodios debe recurrir en seguida a un Servicio de Urgencia para descartar una enfermedad que requiera tratamiento de emergencia. Cuando el paciente ya sabe que se trata de un ataque de pánico, lo primero que tiene que hacer es tratar de pensar que le está ocurriendo algo muy desagradable, pero que no se va a morir por ello. Segundo, que esto dura un tiempo acotado (no más de 10 minutos). Por último, debe pedir ayuda a un especialista. |
¿Quiénes son más propensos? Cualquiera puede padecer crisis de pánico. Los más susceptibles son quienes tienen antecedentes familiares o han vivido en su niñez importantes separaciones o pérdidas. A esto se suman otros factores relacionados con los hábitos de vida, que pueden gatillar los ataques:
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Colaboración: Dr. José Antonio Ivelic - Psiquiatría Red Salud UCPeriodista: Andrea Cornejo
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